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significados y conceptos.
Advertencia contra la idolatría de
Canaán
(Ex 34:11-17)
(Dt 7:1) Cuando Jehová tu Dios te
haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado
de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al
cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más
poderosas que tú,
(Dt 7:2) y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás
del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.
(Dt 7:3) Y no emparentarás
con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
(Dt 7:4) Porque desviará a tu
hijo de detrás de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se
encenderá sobre ustedes, y te destruirá pronto.
(Dt 7:5) Mas así han de hacer
con ellos: sus altares destruirán, y quebraran sus estatuas, y destruirán sus
imágenes de Asera, y quemaran sus esculturas en el fuego.
Un pueblo santo para Jehová
(Dt 7:6) Porque tú eres
pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un
pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
(Dt 7:7) No por ser ustedes más que todos los pueblos les ha
querido Jehová y les ha escogido, pues ustedes
eran el más insignificante de todos los pueblos;
(Dt 7:8) sino por cuanto Jehová les amó, y quiso guardar el
juramento que juró a sus [de ustedes]
padres, les ha sacado Jehová con mano poderosa,
y les ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
(Dt 7:9) Conoce, pues, que
Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto
[alianza, convenio, acuerdo] y la misericordia a
los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
(Dt 7:10) y que da el pago «en
persona»* al
que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, «en persona»* le dará el pago.
(Dt 7:11) Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.
Bendiciones de la obediencia
(Lv 26:3-13; Dt 28:1-14)
(Dt 7:12) Y por haber oído
estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará
contigo el pacto [alianza,
convenio, acuerdo] y la misericordia que juró a tus padres.
(Dt 7:13) Y te amará, te
bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de
tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños
de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.
(Dt 7:14) Bendito serás más
que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus
ganados.
(Dt 7:15) Y quitará Jehová de
ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las
pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.
(Dt 7:16) Y consumirás a todos
los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a
sus dioses, porque te será tropiezo.
(Dt 7:17) Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más
numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar?
(Dt 7:18) no tengas temor de
ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo
Egipto;
(Dt 7:19) de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales
y milagros, y de la mano poderosa y el
brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con
todos los pueblos de cuya presencia tú temieres.
(Dt 7:20) También enviará
Jehová tu Dios avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los
que se hubieren escondido de delante de ti.
(Dt 7:21) No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios
está en medio de ti, Dios grande y temible.
(Dt 7:22) Y Jehová tu Dios echará
a estas naciones de la presencia [de
delante] de ti poco a poco; no podrás
acabar con ellas en seguida, para que las fieras del campo no se aumenten
contra ti.
(Dt 7:23) Mas Jehová tu Dios las entregará delante de ti, y él las quebrantará con grande
destrozo, hasta que sean destruidas.
(Dt 7:24) El entregará sus
reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; «nadie»* te
hará frente hasta que los destruyas.
(Dt 7:25) Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego;
no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo
para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación [cosa repugnante] a Jehová tu Dios;
(Dt 7:26) y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no
seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás,
porque es anatema.
La buena tierra que han de poseer
(Dt 8:1) Cuidaran de poner por obra todo mandamiento que yo
les ordeno hoy, para que vivan, y sean multiplicados, y entren y posean la
tierra que Jehová prometió con juramento a sus [de ustedes] padres.
(Dt 8:2) Y te acordarás de
todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo
que había en tu corazón, si habías de
guardar o no sus mandamientos.
(Dt 8:3) Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni
tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el
hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.
(Dt 8:4) Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos
cuarenta años.
(Dt 8:5) Reconoce asimismo en
tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu
Dios te castiga.
(Dt 8:6) Cumplirás [guardarás,
conservarás], pues, los mandamientos
de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole.
(Dt 8:7) Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena
tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en
vegas y montes;
(Dt 8:8) tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y
granados; tierra de olivos, de aceite y de miel;
(Dt 8:9) tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas
piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.
(Dt 8:10) Y comerás y te
saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
Amonestación de no olvidar a Dios
(Dt 8:11) Cuídate de no olvidarte
de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos,
sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;
(Dt 8:12) no suceda que comas
y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,
(Dt 8:13) y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que
tuvieres se aumente;
(Dt 8:14) y se enorgullezca tu corazón,
y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de
tierra de Egipto, de casa de servidumbre;
(Dt 8:15) que te hizo caminar por un desierto grande y
espantoso, lleno de serpientes
ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua
de la roca del pedernal;
(Dt 8:16) que te sustentó con maná en el desierto, comida que
tus padres no habían conocido, afligiéndote y
probándote, para posteriormente hacerte bien;
(Dt 8:17) y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me
han traído esta riqueza.
(Dt 8:18) Sino acuérdate de
Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de
confirmar su pacto [alianza,
convenio, acuerdo] que juró a tus padres, como en este día.
(Dt 8:19) Mas si llegares a
olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres detrás de dioses ajenos, y les
sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra ustedes, que de
cierto perecerán.
(Dt 8:20) Como las naciones que Jehová destruirá delante de
ustedes, así perecerán, por cuanto no habrán
atendido a la voz de Jehová su [de
ustedes] Dios.
Dios destruirá las naciones de Canaán
(Dt 9:1) Oye, Israel: tú vas
hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más
poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo;
(Dt 9:2) un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de
los cuales tienes tú conocimiento, y has oído
decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac?
(Dt 9:3) Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que
los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en
seguida, como Jehová te ha dicho.
(Dt 9:4) No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado
de la presencia [de delante]
de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues
por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de la presencia [de delante] de ti.
(Dt 9:5) No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón
entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones
Jehová tu Dios las arroja de la presencia [de
delante] de ti, y para confirmar la
palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
La rebelión de Israel en Horeb
(Ex 31:18; 32:35
(Dt 9:6) Por tanto, sabe que no es por tu justicia que
Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de
cerviz eres tú.
(Dt 9:7) Acuérdate, no
olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día
que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entraron en este lugar, han sido
rebeldes a Jehová.
(Dt 9:8) En Horeb provocaron
a ira a Jehová, y se enojó Jehová contra ustedes para destruirles.
(Dt 9:9) Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de
piedra, las tablas del pacto [alianza,
convenio, acuerdo] que Jehová hizo
con ustedes, estuve entonces en el monte cuarenta días
y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua;
(Dt 9:10) y me dio Jehová las
dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito
según todas las palabras que les habló Jehová en el monte, de en medio del
fuego, el día de la asamblea.
(Dt 9:11) Sucedió al fin de
los cuarenta días y cuarenta noches,
que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto [alianza, convenio,
acuerdo].
(Dt 9:12) Y me dijo Jehová:
Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se
ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho
una imagen de fundición.
(Dt 9:13) Y me habló Jehová,
diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz.
(Dt 9:14) Déjame que los
destruya, y borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una
nación fuerte y mucho más numerosa que ellos.
(Dt 9:15) Y volví y descendí
del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto [alianza, convenio, acuerdo]
en mis dos manos.
(Dt 9:16) Y miré, y he aquí
habían pecado contra Jehová su [de
ustedes] Dios; se habían hecho un
becerro de fundición, apartándose pronto del camino que Jehová les había
mandado.
(Dt 9:17) Entonces tomé las
dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de sus [de ustedes] ojos.
(Dt 9:18) Y me postré delante de Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo su [de ustedes] pecado que habían cometido
haciendo el mal ante los ojos de Jehová para enojarlo.
(Dt 9:19) Porque temí a «causa»* del furor y de la ira con que Jehová estaba
enojado contra ustedes para destruirles. Pero
Jehová me escuchó aun esta vez.
(Dt 9:20) Contra Aarón también se enojó Jehová enteramente [en
gran manera, grandemente] para destruirlo;
y también oré por Aarón en aquel entonces.
(Dt 9:21) Y tomé el objeto de
su [ustedes] pecado, el
becerro que habían hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy
bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que
descendía del monte.
(Dt 9:22) También en Tabera, en Masah y en Kibrot-hataava
provocaron a ira a Jehová.
(Dt 9:23) Y cuando Jehová les envió desde Cadesbarnea,
diciendo: Suban y posean la tierra que yo les he
dado, también fueron rebeldes «al
mandato de»* Jehová su [de ustedes] Dios, y no le creyeron, ni obedecieron a su voz.
(Dt 9:24) Rebeldes han sido a
Jehová desde el día que yo les conozco.
(Dt 9:25) Me postré, pues, delante de Jehová; cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado,
porque Jehová dijo que les había de destruir.
(Dt 9:26) Y oré a Jehová,
diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad [posesión territorial] que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano
poderosa.
(Dt 9:27) Acuérdate de tus
esclavos [siervos,
sirvientes] Abraham, Isaac y Jacob; no mires
a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado,
(Dt 9:28) no sea que digan los
de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová introducirlos en
la tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para
matarlos en el desierto.
(Dt 9:29) Y ellos son tu
pueblo y tu heredad [posesión
territorial], que sacaste con tu gran
poder y con tu brazo extendido.
El pacto renovado
(Ex 34:1-10)
(Dt 10:1) En aquel tiempo
Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de piedra
como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera;
(Dt 10:2) y escribiré en
aquellas tablas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste;
y las pondrás en el arca.
(Dt 10:3) E hice un arca de madera de acacia, y labré dos tablas
de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.
(Dt 10:4) Y escribió en las
tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos
que Jehová les había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me las dio Jehová.
(Dt 10:5) Y volví y descendí
del monte, y puse las tablas en el arca
que había hecho; y allí están, como Jehová me mandó.
(Dt 10:6) (Después salieron los hijos de Israel de
Beerot-bene-jaacán a Mosera; allí murió Aarón, y
allí fue sepultado, y en lugar suyo tuvo el sacerdocio su hijo Eleazar.
(Dt 10:7) De allí partieron a
Gudgoda, y de Gudgoda a Jotbata, tierra de arroyos de aguas.
(Dt 10:8) En aquel tiempo
apartó Jehová la tribu de Leví para que llevase
el arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo]
de Jehová, para que estuviese delante de Jehová para servirle, y para bendecir en su nombre, hasta hoy,
(Dt 10:9) por lo cual Leví no tuvo
parte ni heredad [posesión territorial]
con sus hermanos; Jehová es su heredad [posesión], como Jehová tu Dios le dijo.)
(Dt 10:10) Y yo estuve en el
monte como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches; y Jehová también me
escuchó esta vez, y no quiso Jehová destruirte.
(Dt 10:11) Y me dijo Jehová:
Levántate, anda, para que marches delante del pueblo, para que entren y posean
la tierra que juré a sus padres que les había de dar.
Lo que Dios exige
(Dt 10:12) Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de
ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo
ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón
y con toda tu alma;
(Dt 10:13) que guardes los mandamientos
de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo
hoy, para que tengas prosperidad?
(Dt 10:14) He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los
cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.
(Dt 10:15) Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia
después de ellos, a ustedes, de entre todos los pueblos, como en este día.
(Dt 10:16) Circunciden, pues, el prepucio de su [ustedes] corazón,
y no endurezcan más su [de ustedes] cerviz.
(Dt 10:17) Porque Jehová su [de
ustedes] Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande,
poderoso y temible, que no «hace acepción de
personas,»* ni toma
cohecho;
(Dt 10:18) que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama
también al extranjero dándole pan y vestido.
(Dt 10:19) Amaran, pues, al
extranjero; porque extranjeros fueron en la tierra de Egipto.
(Dt 10:20) A Jehová tu Dios temerás,
a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás.
(Dt 10:21) El es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios,
que ha hecho contigo estas cosas grandes y
terribles que tus ojos han visto.
(Dt 10:22) Con setenta personas descendieron tus padres a Egipto, y ahora Jehová te ha hecho como
las estrellas del cielo en multitud.
La grandeza de Jehová
(Dt 11:1) Amarás, pues, a
Jehová tu Dios, y cumplirás [guardarás,
conservarás] sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días.
(Dt 11:2) Y comprendan hoy, porque no hablo con sus [de ustedes] hijos que no han sabido ni visto el castigo de
Jehová su [de ustedes] Dios,
su grandeza, su mano poderosa, y su brazo extendido,
(Dt 11:3) y sus señales,
y sus obras que hizo en medio de Egipto a Faraón
rey de Egipto, y a toda su tierra;
(Dt 11:4) y lo que hizo al
ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros; cómo precipitó las aguas del
Mar Rojo sobre ellos, cuando venían tras ustedes, y Jehová los destruyó hasta
hoy;
(Dt 11:5) y lo que ha hecho
con ustedes en el desierto, hasta que han llegado a este lugar;
(Dt 11:6) y lo que hizo con
Datán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén; cómo abrió su boca la tierra, y
los tragó con sus familias, sus tiendas, y todo su ganado, en medio de todo
Israel.
(Dt 11:7) Mas sus [de ustedes]
ojos han visto todas las grandes obras que Jehová ha hecho.
Bendiciones de la Tierra Prometida
(Dt 11:8) Guarden, pues, todos los mandamientos que yo les
prescribo hoy, para que sean fortalecidos, y entren y posean la tierra a la
cual pasan para tomarla;
(Dt 11:9) y para que les sean prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró Jehová
a sus [de ustedes] padres, que había
de darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel.
(Dt 11:10) La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de Egipto de donde han salido,
donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza.
(Dt 11:11) La tierra a la cual pasan para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de
la lluvia del cielo;
(Dt 11:12) tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre
están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta
el fin.
(Dt 11:13) Si obedecieren cuidadosamente a
mis mandamientos que yo les prescribo
hoy, amando a Jehová su [de ustedes] Dios, y
sirviéndole con todo su [de ustedes] corazón, y con toda su [de ustedes] alma,
(Dt 11:14) yo daré la lluvia de
su [ustedes] tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.
(Dt 11:15) Daré también hierba
en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás.
(Dt 11:16) Guárdense, pues, que su [de
ustedes] corazón no se
infatúe, y se aparten y sirvan a dioses ajenos,
y se inclinen a ellos;
(Dt 11:17) y se encienda el
furor de Jehová sobre ustedes, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la
tierra dé su fruto, y perezcan pronto de la buena tierra que les da Jehová.
(Dt 11:18) Por tanto, pondrán estas mis palabras en su [de ustedes] corazón y en
su [de ustedes] alma, y las
ataran como señal en su [de ustedes]
mano, y serán por frontales entre sus [de
ustedes] ojos.
(Dt 11:19) Y las enseñaran a
sus [de ustedes] hijos,
hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te
levantes,
(Dt 11:20) y las escribirás en
los postes de tu casa, y en tus puertas;
(Dt 11:21) para que sean sus [de
ustedes] días, y los días de sus [de
ustedes] hijos, tan numerosos sobre
la tierra que Jehová juró a sus [de
ustedes] padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.
(Dt 11:22) Porque si cumplieren [guardaren,
conservaren] cuidadosamente todos estos mandamientos que yo les
prescribo para que los cumplan, y si amaren a Jehová su [de ustedes] Dios, andando en todos sus
caminos, y siguiéndole a él,
(Dt 11:23) Jehová también echará
de delante de ustedes a todas estas naciones, y desposeerán naciones grandes y
más poderosas que ustedes.
(Dt 11:24) Todo lugar que pisare
la planta de su [ustedes] pie
será suyo [de
ustedes]; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Eufrates
hasta el mar occidental será su [de ustedes] territorio.
(Dt 11:25) Nadie se sostendrá
delante de ustedes; miedo y temor de ustedes pondrá Jehová su [de ustedes] Dios sobre toda la tierra que
pisaren, como él les ha dicho.
(Dt 11:26) He aquí yo pongo hoy
delante de ustedes la bendición y la maldición:
(Dt 11:27) la bendición, si oyeren los mandamientos de Jehová su [de
ustedes] Dios, que yo les prescribo
hoy,
(Dt 11:28) y la maldición, si no oyeren los mandamientos de Jehová su [de ustedes] Dios, y se apartaren del camino que yo les ordeno hoy, para ir detrás de
dioses ajenos que no han conocido.
(Dt 11:29) Y cuando Jehová tu
Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la
bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal,
(Dt 11:30) los cuales están al otro lado del Jordán, tras el
camino del «occidente»* en la tierra del cananeo, que habita en el Arabá frente a
Gilgal, junto al encinar de More.
(Dt 11:31) Porque ustedes pasan
el Jordán para ir a poseer la tierra que les da Jehová su [de ustedes]
Dios; y la tomaran, y habitaran en ella.
(Dt 11:32) Cuidaran, pues, de cumplir todos los estatutos y
decretos que yo presento hoy delante de ustedes.
El santuario único
(Dt 12:1) Estos son los estatutos y decretos que cuidaran de
poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus
padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que ustedes vivieren sobre la tierra.
(Dt 12:2) Destruirán
enteramente todos los lugares donde las naciones que ustedes heredaran
sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo
de todo árbol frondoso.
(Dt 12:3) Derribaran sus
altares, y quebraran sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumirán con
fuego; y destruirán las esculturas de sus dioses, y raerán su nombre de aquel
lugar.
(Dt 12:4) No harán así a
Jehová su [de ustedes] Dios,
(Dt 12:5) sino que el lugar que Jehová su [de ustedes] Dios escogiere de entre todas sus [de
ustedes] tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése
buscaran, y allá irán.
(Dt 12:6) Y allí llevaran sus [de
ustedes] holocaustos, sus [de
ustedes] sacrificios, sus [de
ustedes] diezmos, y la ofrenda elevada de sus [de ustedes] manos, sus [de ustedes] votos, sus [de ustedes] ofrendas voluntarias, y las
primicias de sus [de ustedes] vacas y
de sus [de ustedes] ovejas;
(Dt 12:7) y comerán allí
delante de Jehová su [de ustedes] Dios, y se alegraran, ustedes y sus [de ustedes]
familias, en toda obra de sus [de
ustedes] manos en la cual Jehová tu
Dios te hubiere bendecido.
(Dt 12:8) No harán como todo
lo que hacemos nosotros aquí ahora, «cada
uno»* lo que bien «le
parece, »
(Dt 12:9) porque hasta ahora no han entrado al reposo y a la
heredad [posesión territorial] que
les da Jehová su [de ustedes] Dios.
(Dt 12:10) Mas pasaran el
Jordán, y habitaran en la tierra que Jehová su [de ustedes] Dios les hace heredar; y él les
dará reposo de todos sus [de ustedes] enemigos alrededor, y habitaran seguros.
(Dt 12:11) Y al lugar que
Jehová su [de ustedes] Dios
escogiere para poner en él su nombre, allí
llevaran todas las cosas que yo les mando: sus [de ustedes] holocaustos, sus [de ustedes] sacrificios, sus [de ustedes] diezmos, las ofrendas elevadas de
sus [de ustedes] manos, y todo lo
escogido de los votos que hubieren prometido a
Jehová.
(Dt 12:12) Y se alegraran delante de Jehová su [de ustedes]
Dios, ustedes, sus [de ustedes] hijos, sus [de
ustedes] hijas, sus [de ustedes]
esclavos [siervos,
sirvientes] y sus [de ustedes] siervas, y el levita que habite en sus [de ustedes]
poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad [posesión territorial] con ustedes.
(Dt 12:13) Cuídate de no ofrecer
tus holocaustos en cualquier lugar que vieres;
(Dt 12:14) sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos,
y allí harás todo lo que yo te mando.
(Dt 12:15) Con todo, podrás matar
y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición
que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la podrá comer, como la
de gacela o de ciervo.
(Dt 12:16) Solamente que sangre
no comerán; sobre la tierra la derramaran como
agua.
(Dt 12:17) Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu
grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus
ovejas, ni los votos que prometieres, ni las
ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos;
(Dt 12:18) sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios
hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu esclavo [siervo, sirviente], tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás
delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos.
(Dt 12:19) Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la
tierra.
(Dt 12:20) Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como él te ha dicho, y tú dijeres:
Comeré carne, porque deseaste comerla, «conforme
a lo que deseaste»* podrás comer.
(Dt 12:21) Si estuviere lejos
de ti el lugar que Jehová tu Dios escogiere para poner allí su nombre, podrás
matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová te hubiere dado, como te he
mandado yo, y comerás en tus puertas «según
todo lo que deseares.»
(Dt 12:22) Lo mismo que se come la gacela y el ciervo, así las podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer
también de ellas.
(Dt 12:23) Solamente que te mantengas firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no comerás
la vida juntamente con su carne.
(Dt 12:24) No la comerás; en
tierra la derramarás como agua.
(Dt 12:25) No comerás de ella, para que te vaya bien a ti y a
tus hijos después de ti, cuando hicieres lo
recto ante los ojos de Jehová.
(Dt 12:26) Pero las cosas que hubieres consagrado, y tus
votos, las tomarás, y vendrás con ellas al lugar que Jehová hubiere escogido;
(Dt 12:27) y ofrecerás tus
holocaustos, la carne y la sangre,
sobre el altar de Jehová tu Dios; y la sangre
de tus sacrificios será derramada sobre el altar de Jehová tu Dios, y podrás
comer la carne.
(Dt 12:28) Guarda y escucha
todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto
ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti
para siempre.
Advertencias contra la idolatría
(Dt 12:29) Cuando Jehová tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para
poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra,
(Dt 12:30) guárdate que no tropieces
yendo detrás de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes
acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a
sus dioses, yo también les serviré.
(Dt 12:31) No harás así a
Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos
a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus
dioses.
(Dt 12:32) Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.
(Dt 13:1) Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal
o prodigios,
(Dt 13:2) y si se cumpliere la señal
o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos detrás de dioses ajenos, que no
conociste, y sirvámosles;
(Dt 13:3) no darás oído a las
palabras de tal profeta, ni al tal
soñador de sueños; porque Jehová su [de
ustedes] Dios les está probando, para saber si aman a Jehová su [de ustedes] Dios con todo su [de ustedes] corazón,
y con toda su [de ustedes] alma.
(Dt 13:4) Detrás de Jehová su [de
ustedes] Dios andarán; a él temerán, cumplirán [guardaran, conservaran] sus mandamientos
y escucharan su voz, a él servirán, y a él seguirán.
(Dt 13:5) Tal profeta
o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra
Jehová su [de ustedes] Dios que te
sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de
apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios
te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.
(Dt 13:6) Si te incitare tu
hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo« íntimo,»* diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres
conocieron,
(Dt 13:7) de los dioses de los pueblos que están en sus [de ustedes] alrededores, cerca de ti o lejos
de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella;
(Dt 13:8) no consentirás con
él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia,
ni lo encubrirás,
(Dt 13:9) sino que lo matarás;
tu mano se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el
pueblo.
(Dt 13:10) Le apedrearás hasta que muera, por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios, que
te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;
(Dt 13:11) para que todo Israel oiga,
y tema, y no vuelva a hacer en medio de ti cosa semejante a esta.
(Dt 13:12) Si oyeres que se
dice de alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da para vivir en ellas,
(Dt 13:13) que han salido de en medio de ti hombres impíos [irreverentes y sin ley] que han instigado a
los habitantes [moradores, residentes]
de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ustedes no
conocieron;
(Dt 13:14) tú averiguarás [escudriñarás, inquirirás],
y buscarás y preguntarás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación [cosa repugnante] se hizo en medio de ti,
(Dt 13:15) irremisiblemente herirás a «filo
de»* espada a los habitantes [moradores, residentes] de aquella ciudad,
destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus ganados a «filo de»*
espada.
(Dt 13:16) Y juntarás todo su
botín en medio de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín,
todo ello, como holocausto a Jehová tu Dios, y llegará a ser un montón de
ruinas para siempre; nunca más será edificada.
(Dt 13:17) Y no se pegará a tu
mano nada del anatema, para que Jehová se aparte del ardor de su ira, y tenga
de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a
tus padres,
(Dt 13:18) cuando obedecieres a
la voz de Jehová tu Dios, guardando todos sus mandamientos
que yo te mando hoy, para hacer lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios.
(Dt 14:1) Hijos son de Jehová
su [de ustedes] Dios; no se cortarán el cuerpo [sajarán], ni
se raparan a causa de muerto.
(Dt 14:2) Porque eres pueblo santo
a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único de
entre todos los pueblos que están sobre la tierra.
Animales limpios e inmundos
( Lv 11:1-47)
(Dt 14:3) Nada abominable comerás.
(Dt 14:4) Estos son los animales que podrán comer: el buey, la oveja, la cabra,
(Dt 14:5) el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el
íbice, el antílope y el carnero montés.
(Dt 14:6) Y todo animal de pezuñas, que tiene hendidura de
dos uñas, y que rumiare entre los animales, ese podrán comer.
(Dt 14:7) Pero estos no comerán,
entre los que rumian o entre los que tienen pezuña hendida: camello, liebre y
conejo; porque rumian, mas no tienen pezuña hendida, serán inmundos;
(Dt 14:8) ni cerdo, porque tiene pezuña hendida, mas no rumia; les será inmundo. De la carne de éstos
no comerán, ni tocaran sus cuerpos muertos.
(Dt 14:9) De todo lo que está en el agua, de estos podrán
comer: todo lo que tiene aleta y escama.
(Dt 14:10) Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no
comerán; inmundo será.
(Dt 14:11) Toda ave limpia podrán comer.
(Dt 14:12) Y estas son de las
que no podrán comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor,
(Dt 14:13) el gallinazo, el milano según su especie,
(Dt 14:14) todo cuervo según su especie,
(Dt 14:15) el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán
según sus especies,
(Dt 14:16) el búho, el ibis, el calamón,
(Dt 14:17) el pelícano, el buitre, el somormujo,
(Dt 14:18) la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla
y el murciélago.
(Dt 14:19) Todo insecto alado será inmundo; no se comerá.
(Dt 14:20) Toda ave limpia podrán comer.
(Dt 14:21) Ninguna cosa mortecina comerán; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y
él podrá comerla; o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a
Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
La ley del diezmo
(Dt 14:22) Indefectiblemente diezmarás todo el producto del
grano que rindiere tu campo «cada año.»*
(Dt 14:23) Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que
él escogiere para poner allí su nombre, el
diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y
de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.
(Dt 14:24) Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová
tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te
bendijere,
(Dt 14:25) entonces lo venderás
y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios
escogiere;
(Dt 14:26) y darás el dinero
por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por
cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te
alegrarás tú y tu familia.
(Dt 14:27) Y no desampararás al
levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad [posesión territorial] contigo.
(Dt 14:28) Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo
guardarás en tus ciudades.
(Dt 14:29) Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad [posesión territorial] contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere
en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te
bendiga en toda obra que tus manos hicieren.
El año de remisión
(Dt 15:1) Cada siete años harás remisión.
(Dt 15:2) Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su
deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su
prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada
la remisión de Jehová.
(Dt 15:3) Del extranjero demandarás
el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano,
(Dt 15:4) para que así no haya
en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra
que Jehová tu Dios te da por heredad [posesión
territorial] para que la tomes en posesión,
(Dt 15:5) si escuchares
fielmente la voz de Jehová tu Dios, para cumplir [guardar, conservar] y ejecutar todos estos mandamientos que yo
te ordeno hoy.
(Dt 15:6) Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te
ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones,
mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre
ti no tendrán dominio.
Préstamos a los pobres
(Dt 15:7) Cuando haya en medio
de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la
tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre,
(Dt 15:8) sino abrirás a él tu
mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite.
(Dt 15:9) Guárdate de tener en
tu corazón pensamiento perverso,
diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y «mires con malos ojos»*
a tu hermano menesteroso para no darle; porque
él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado.
(Dt 15:10) Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando
le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en
todo lo que «emprendas.»
(Dt 15:11) Porque no faltarán
menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu
mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.
Leyes acerca de los esclavos
(Ex 21:1-11)
(Dt 15:12) Si se vendiere a ti
tu hermano hebreo o hebrea, y te hubiere servido seis años,
al séptimo le despedirás libre.
(Dt 15:13) Y cuando lo despidieres libre, no le enviarás con las manos vacías.
(Dt 15:14) Le abastecerás
liberalmente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar; le darás de aquello en que
Jehová te hubiere bendecido.
(Dt 15:15) Y te acordarás de
que fuiste esclavo [siervo, sirviente]
en la tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te rescató; por tanto yo te mando esto hoy.
(Dt 15:16) Si él te dijere: No «te dejaré;»* porque te ama a
ti y a tu casa, y porque le va bien contigo;
(Dt 15:17) entonces tomarás una
lezna, y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu esclavo [siervo, sirviente] para siempre; así también
harás a tu criada.
(Dt 15:18) No te parezca duro
cuando le enviares libre, pues por la mitad del costo de un jornalero te sirvió
seis años; y Jehová tu Dios te bendecirá en todo cuanto hicieres.
Consagración de los primogénitos
machos
(Dt 15:19) Consagrarás a Jehová
tu Dios todo primogénito macho de tus
vacas y de tus ovejas; no te servirás del primogénito
de tus vacas, ni trasquilarás el primogénito
de tus ovejas.
(Dt 15:20) Delante de Jehová tu
Dios los comerás cada año, tú y tu familia, en el lugar que Jehová escogiere.
(Dt 15:21) Y si hubiere en él
defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en él cualquier falta, no lo
sacrificarás a Jehová tu Dios.
(Dt 15:22) En tus poblaciones lo comerás; el inmundo lo mismo que el limpio comerán de él, como
de una gacela o de un ciervo.
(Dt 15:23) Solamente que no comas
su sangre; sobre la tierra la
derramarás como agua.
Fiestas anuales
(Ex 23:14-17; 34:18-24)
(Dt 16:1) Guardarás el mes
de Abib, y harás pascua a Jehová tu Dios; porque en el mes de Abib te sacó
Jehová tu Dios de Egipto, de noche.
(Dt 16:2) Y sacrificarás la
pascua a Jehová tu Dios, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que Jehová
escogiere para que habite allí su nombre.
(Dt 16:3) No comerás con ella
pan con levadura; siete días comerás
con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de
Egipto; para que todos los días de tu
vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto.
(Dt 16:4) Y no se verá
levadura contigo en todo tu territorio por siete días;
y de la carne que matares en la tarde del primer día, no quedará hasta la
mañana.
(Dt 16:5) No podrás sacrificar la pascua en cualquiera de las
ciudades que Jehová tu Dios te da;
(Dt 16:6) sino en el lugar que Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su nombre, sacrificarás la
pascua por la tarde a la puesta del sol,
a la hora que saliste de Egipto.
(Dt 16:7) Y la asarás y
comerás en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido; y por la mañana
regresarás y volverás a tu habitación.
(Dt 16:8) Seis días
comerás pan sin levadura, y el séptimo día será
fiesta solemne a Jehová tu Dios; no trabajarás en él.
(Dt 16:9) Siete semanas
contarás; desde que comenzare a meterse la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete semanas.
(Dt 16:10) Y harás la fiesta
solemne de las semanas a Jehová tu
Dios; de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según Jehová
tu Dios te hubiere bendecido.
(Dt 16:11) Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu esclavo [siervo, sirviente], tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero,
el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu
Dios hubiere escogido para poner allí su nombre.
(Dt 16:12) Y acuérdate de que
fuiste esclavo [siervo, sirviente]
en Egipto; por tanto, cumplirás [guardarás,
conservarás] y cumplirás estos
estatutos.
(Dt 16:13) La fiesta solemne de los tabernáculos harás por siete días,
cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu
lagar.
(Dt 16:14) Y te alegrarás en
tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu esclavo [siervo, sirviente], tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que
viven en tus poblaciones.
(Dt 16:15) Siete días
celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el
lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos
tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.
(Dt 16:16) Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar
que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la
fiesta solemne de las semanas, y en la
fiesta solemne de los tabernáculos. Y
ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías;
(Dt 16:17) «cada uno»* con la ofrenda de su mano, conforme a la
bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado.
Administración de la justicia
(Dt 16:18) Jueces y oficiales pondrás
en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales
juzgarán al pueblo con justo juicio.
(Dt 16:19) No tuerzas el
derecho; no «hagas acepción de
personas,»* ni tomes
soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las
palabras de los justos.
(Dt 16:20) La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que Jehová tu Dios
te da.
(Dt 16:21) No plantarás ningún
árbol para Asera cerca del altar de Jehová tu Dios, que tú te habrás hecho,
(Dt 16:22) ni te levantarás estatua, lo cual aborrece Jehová tu Dios.
(Dt 17:1) No ofrecerás en
sacrificio a Jehová tu Dios, buey o cordero en el cual haya falta o alguna cosa
mala, pues es abominación [cosa
repugnante] a Jehová tu Dios.
(Dt 17:2) Cuando se hallare en
medio de ti, en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre o mujer
que haya hecho mal ante los ojos de Jehová tu Dios traspasando su pacto [alianza, convenio,
acuerdo],
(Dt 17:3) que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se
hubiere inclinado a ellos, ya sea al sol,
o a la luna, o a todo el ejército del
cielo, lo cual yo he prohibido;
(Dt 17:4) y te fuere dado aviso,
y después que oyeres y hubieres averiguado [escudriñado, inquirido] bien, la cosa
pareciere de verdad cierta, que tal
abominación [cosa repugnante] ha sido
hecha en Israel;
(Dt 17:5) entonces sacarás a
tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre
o mujer, y los apedrearás, y así morirán.
(Dt 17:6) Por «dicho de»* dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por «el dicho de»*
un solo testigo.
(Dt 17:7) La mano de los testigos caerá primero sobre él para
matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio
de ti.
(Dt 17:8) Cuando alguna cosa te
fuere difícil en el juicio, entre «una
clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho legal y otra,»* y entre una clase de herida y otra, en negocios
de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al lugar que
Jehová tu Dios escogiere;
(Dt 17:9) y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que
hubiere en aquellos días, y averiguarás [escudriñarás,
inquirirás]; y ellos te enseñarán la
sentencia del juicio.
(Dt 17:10) Y harás «según»* la
sentencia que te indiquen los del lugar que
Jehová escogiere, y cuidarás de hacer según todo lo que te manifiesten.
(Dt 17:11) «Según»* la ley que te enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra
ni a siniestra de la sentencia que te declaren.
(Dt 17:12) Y el hombre que procediere
con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante
de Jehová tu Dios, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de
Israel.
(Dt 17:13) Y todo el pueblo oirá,
y temerá, y no se ensoberbecerá.
Instrucciones acerca de un rey
(Dt 17:14) Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu
Dios te da, y tomes posesión de ella y la
habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en
mis alrededores;
(Dt 17:15) ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus
hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero,
que no sea tu hermano.
(Dt 17:16) Pero él no aumentará
para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar
caballos; porque Jehová les ha dicho: No vuelvan nunca por este camino.
(Dt 17:17) Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe;
ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia.
(Dt 17:18) Y cuando se siente
sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de
esta ley, del original que está «al cuidado
de»* los sacerdotes levitas;
(Dt 17:19) y lo tendrá consigo,
y leerá en él todos los días de su
vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para cumplir [guardar, conservar] todas las palabras de
esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra;
(Dt 17:20) para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni
se aparte del mandamiento a diestra ni
a siniestra; a fin de que prolongue sus días
en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.