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significados y conceptos.
GÉNESIS
La Creación Universal
(Gn 1:1) En el principio creó
[crió: formó, sustenta y mantiene] Dios los cielos y la tierra.
La formación y orden de las cosas
(Gn 1:2) Y la tierra estaba
sin formación [desordenada, deformada;
(sin sentido)] y vacía, y las tinieblas estaban sobre la superficie [faz] del abismo [profundidad], y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie [faz] de las aguas.
(Gn 1:3) Y dijo Dios: Sea la
luz; y fue la luz.
(Gn 1:4) Y vio Dios que la
luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
(Gn 1:5) Y llamó Dios a la
luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
(Gn 1:6) Luego dijo Dios:
Haya expansión [firmamento] en
medio de las aguas, y separe las aguas de las
aguas.
(Gn 1:7) E hizo Dios el
firmamento [expansión], y
separó las aguas que estaban debajo del firmamento [expansión],
de las aguas que estaban sobre el firmamento [expansión].
Y fue así.
(Gn 1:8) Y llamó Dios al
firmamento [expansión] Cielos.
Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
(Gn 1:9) Dijo también Dios:
Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo
seco. Y fue así.
(Gn 1:10) Y llamó Dios a lo
seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.
(Gn 1:11) Después dijo Dios:
Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé
fruto según su especie [género, condición
natural], que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
(Gn 1:12) Produjo, pues, la
tierra hierba verde, hierba que da semilla según su especie [género, condición natural], y árbol que da
fruto, cuya semilla está en él, según su especie [género,
condición natural]. Y vio Dios que
era bueno.
(Gn 1:13) Y fue la tarde y la
mañana el día tercero.
(Gn 1:14) Dijo luego Dios:
Haya lumbreras en los firmamentos [expansiones]
de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales
para las estaciones, para días y años,
(Gn 1:15) y sean por lumbreras en el firmamento [expansión] de los cielos para alumbrar sobre
la tierra. Y fue así.
(Gn 1:16) E hizo Dios las dos
grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la
lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.
(Gn 1:17) Y las puso Dios en
el firmamento [expansión] de
los cielos para alumbrar sobre la tierra,
(Gn 1:18) y para señorear en el día y en la noche, y para
separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que
era bueno.
(Gn 1:19) Y fue la tarde y la
mañana el día cuarto.
(Gn 1:20) Dijo Dios: Produzcan
las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta
expansión [firmamento] de los
cielos.
(Gn 1:21) Y creó [crió: formó, sustenta y mantiene] Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas
produjeron según su especie [género,
condición natural], y toda ave alada según su especie [género, condición natural]. Y vio Dios que era bueno.
(Gn 1:22) Y Dios los bendijo,
diciendo: Fructifiquen y multiplíquense, y llenen las aguas en los mares, y
multiplíquense las aves en la tierra.
(Gn 1:23) Y fue la tarde y la
mañana el día quinto.
(Gn 1:24) Luego dijo Dios:
Produzca la tierra seres vivientes según su especie [género, condición natural], bestias y serpientes y animales de la tierra según su
especie [género, condición natural].
Y fue así.
(Gn 1:25) E hizo Dios animales
de la tierra según su especie [género,
condición natural], y ganado según su especie [género, condición natural], y todo animal que
se arrastra sobre la tierra según su especie [género,
condición natural]. Y vio Dios que
era bueno.
(Gn 1:26) Entonces dijo Dios:
Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en
las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que
se arrastra sobre la tierra.
(Gn 1:27) Y creó [crió: formó, sustenta y mantiene] Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.
(Gn 1:28) Y los bendijo Dios,
y les dijo: Fructifiquen y multiplíquense; llenen la tierra, y domínenla [sojúzguenla],
y señoreen en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las
bestias que se mueven sobre la tierra.
(Gn 1:29) Y dijo Dios: He aquí
que les he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y
todo árbol en que hay fruto y que da semilla; les serán para comer.
(Gn 1:30) Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de
los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda
planta verde les será para comer. Y fue así.
(Gn 1:31) Y vio Dios todo lo
que había hecho, y he aquí que era bueno enteramente [en gran manera, grandemente]. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
El día de reposo
(Gn 2:1) Fueron, pues,
acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.
(Gn 2:2) Y acabó Dios en el
día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
(Gn 2:3) Y bendijo Dios al
día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había
hecho en la creación.
Adán y Eva en el huerto de Edén
(Gn 2:4) Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra
cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
(Gn 2:5) y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que
naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había
hombre para que labrase la tierra,
(Gn 2:6) sino que subía de la
tierra un vapor, el cual regaba toda la superficie [faz] de la tierra.
(Gn 2:7) Entonces Jehová Dios formó
al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue
el hombre un ser [(espíritu,
alma)] viviente.
(Gn 2:8) Y Jehová Dios plantó
un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado.
(Gn 2:9) Y Jehová Dios hizo
nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también
el árbol de vida en medio del huerto, y
el árbol de la ciencia del bien y del mal.
(Gn 2:10) Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de
allí se repartía en cuatro brazos.
(Gn 2:11) El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea
toda la tierra de Havila, donde hay oro;
(Gn 2:12) y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí
también bedelio y ónice.
(Gn 2:13) El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus.
(Gn 2:14) Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es
el Eufrates.
(Gn 2:15) Tomó, pues, Jehová
Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo
conservase [guardase].
(Gn 2:16) Y mandó Jehová Dios
al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
(Gn 2:17) mas del árbol de la ciencia
del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
(Gn 2:18) Y dijo Jehová Dios:
No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
(Gn 2:19) Jehová Dios formó,
pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo
a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los
animales vivientes, ese es su nombre.
(Gn 2:20) Y puso Adán nombre a
toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se
halló ayuda idónea para él.
(Gn 2:21) Entonces Jehová Dios hizo
caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus
costillas, y cerró la carne en su lugar.
(Gn 2:22) Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
(Gn 2:23) Dijo entonces Adán:
Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada
Varona, porque del varón fue tomada.
(Gn 2:24) Por tanto, dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
(Gn 2:25) Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.
La desobediencia y caída del hombre
(Gn 3:1) Pero la serpiente
era astuta,
más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo
a la mujer: ¿Conque Dios les ha dicho: No coman de todo árbol del huerto?
(Gn 3:2) Y la mujer respondió
a la serpiente: Del fruto de los
árboles del huerto podemos comer;
(Gn 3:3) pero del fruto del árbol
que está en medio del huerto dijo Dios: No comerán de él, ni le tocaran, para que no
mueran.
(Gn 3:4) Entonces la serpiente
dijo a la mujer: No morirán;
(Gn 3:5) sino que sabe Dios que el día que coman de él, serán abiertos
sus [de ustedes] ojos, y serán como Dios, sabiendo
el bien y el mal.
(Gn 3:6) Y vio la mujer que
el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio
también a su marido, el cual comió así como ella.
(Gn 3:7) Entonces fueron abiertos
los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos;
entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
(Gn 3:8) Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el
huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia
de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
(Gn 3:9) Mas Jehová Dios llamó
al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
(Gn 3:10) Y él respondió: Oí
tu voz en el huerto, y tuve miedo,
porque estaba desnudo; y me escondí.
(Gn 3:11) Y Dios le dijo:
¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que
yo te mandé no comieses?
(Gn 3:12) Y el hombre respondió:
La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
(Gn 3:13) Entonces Jehová Dios dijo
a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
(Gn 3:14) Y Jehová Dios dijo a
la serpiente: Por cuanto esto hiciste,
maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo;
sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días
de tu vida.
(Gn 3:15) Y pondré enemistad entre ti
y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y
tú le herirás en el calcañar.
(Gn 3:16) A la mujer dijo:
Multiplicaré enteramente [en gran manera,
grandemente] los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él
se enseñoreará de ti.
(Gn 3:17) Y al hombre dijo:
Por cuanto obedeciste a la voz de tu
mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita
será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
(Gn 3:18) Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
(Gn 3:19) Con el sudor de tu
rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste
tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
(Gn 3:20) Y llamó Adán el
nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
(Gn 3:21) Y Jehová Dios hizo
al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
(Gn 3:22) Y dijo Jehová Dios:
He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora,
pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y
viva para siempre.
(Gn 3:23) Y lo sacó Jehová del
huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.
(Gn 3:24) Echó, pues, fuera al
hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida
que se revolvía por todos lados, para guardar el camino
del árbol de la vida.
Caín y Abel
(Gn 4:1) Conoció Adán a su
mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.
(Gn 4:2) Después dio a luz a
su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.
(Gn 4:3) Y sucedió «transcurriendo el tiempo,»* que «Caín»* trajo del fruto de la tierra una ofrenda a
Jehová .
(Gn 4:4) Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de
lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda ;
(Gn 4:5) pero no miró con
agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín enteramente [en gran manera, grandemente], y decayó su
semblante.
(Gn 4:6) Entonces Jehová dijo
a Caín: ¿Por qué «te has airado con
celo [ensañado],»* y por qué ha
decaído tu semblante?
(Gn 4:7) Si bien hicieres,
¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con
todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
(Gn 4:8) Y dijo Caín a su
hermano Abel: Salgamos al campo. Y sucedió que estando ellos en el campo, Caín
se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.
(Gn 4:9) Y Jehová dijo a
Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda
de mi hermano?
(Gn 4:10) Y él le dijo: ¿Qué
has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la
tierra.
(Gn 4:11) Ahora, pues, maldito seas
tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
(Gn 4:12) Cuando labres la
tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.
(Gn 4:13) Y dijo Caín a
Jehová: Grande es mi castigo para ser
soportado.
(Gn 4:14) He aquí me echas hoy
de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la
tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.
(Gn 4:15) Y le respondió
Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase
cualquiera que le hallara.
(Gn 4:16) Salió, pues, Caín de
la presencia [de delante] de
Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de
Edén.
(Gn 4:17) Y conoció Caín a su
mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el
nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.
(Gn 4:18) Y a Enoc le nació
Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael
engendró a Lamec.
(Gn 4:19) Y Lamec tomó para sí
dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila.
(Gn 4:20) Y Ada dio a luz a
Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados.
(Gn 4:21) Y el nombre de su
hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.
(Gn 4:22) Y Zila también dio a
luz a Tubalcaín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de
Tubalcaín fue Naama.
(Gn 4:23) Y dijo Lamec a sus
mujeres: Ada y Zila, oigan mi voz;
Mujeres de Lamec, escuchen mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un
joven por mi golpe.
(Gn 4:24) Si siete veces será
vengado Caín, Lamec de hecho setenta veces siete lo será.
(Gn 4:25) Y conoció de nuevo
Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios
(dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.
(Gn 4:26) Y a Set también le
nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a
invocar el nombre de Jehová.
Libro de las generaciones de Adán
(1 Cr 1:1-4)
(Gn 5:1) Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza
de Dios lo hizo.
(Gn 5:2) Varón y hembra los creó
[crió: formó, sustenta y mantiene]; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el
día en que fueron creados.
(Gn 5:3) Y vivió Adán ciento
treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.
(Gn 5:4) Y fueron los días de Adán después que engendró a Set,
ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
(Gn 5:5) Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió.
(Gn 5:6) Vivió Set ciento
cinco años, y engendró a Enós.
(Gn 5:7) Y vivió Set, después
que engendró a Enós, ochocientos siete años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 5:8) Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió.
(Gn 5:9) Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán.
(Gn 5:10) Y vivió Enós,
después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 5:11) Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió.
(Gn 5:12) Vivió Cainán setenta
años, y engendró a Mahalaleel.
(Gn 5:13) Y vivió Cainán,
después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 5:14) Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió.
(Gn 5:15) Vivió Mahalaleel
sesenta y cinco años, y engendró a Jared.
(Gn 5:16) Y vivió Mahalaleel,
después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 5:17) Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y
cinco años; y murió.
(Gn 5:18) Vivió Jared ciento
sesenta y dos años, y engendró a Enoc.
(Gn 5:19) Y vivió Jared,
después que engendró a Enoc, ochocientos años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 5:20) Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió.
(Gn 5:21) Vivió Enoc sesenta y
cinco años, y engendró a Matusalén.
(Gn 5:22) Y caminó Enoc con
Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 5:23) Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años.
(Gn 5:24) Caminó, pues, Enoc
con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.
(Gn 5:25) Vivió Matusalén
ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec.
(Gn 5:26) Y vivió Matusalén,
después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 5:27) Fueron, pues, todos
los días de Matusalén novecientos
sesenta y nueve años; y murió.
(Gn 5:28) Vivió Lamec ciento
ochenta y dos años, y engendró un hijo;
(Gn 5:29) y llamó su nombre
Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras
manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo.
(Gn 5:30) Y vivió Lamec,
después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 5:31) Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió.
(Gn 5:32) Y siendo Noé de
quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet.
La maldad de los hombres
(Gn 6:1) Sucedió que cuando
comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la superficie [faz] de la tierra, y les nacieron hijas,
(Gn 6:2) que viendo los hijos
de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres,
escogiendo entre todas.
(Gn 6:3) Y dijo Jehová: No
contenderá mi espíritu con el hombre
para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
(Gn 6:4) Había gigantes en la
tierra en aquellos días, y también
después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les
engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron
varones de renombre.
(Gn 6:5) Y vio Jehová que la
maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos
del corazón de ellos era de continuo
solamente el mal.
(Gn 6:6) Y se arrepintió
Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
(Gn 6:7) Y dijo Jehová: Raeré
de sobre la superficie [faz]
de la tierra a los hombres que he creado, desde
el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me
arrepiento de haberlos hecho.
(Gn 6:8) Pero Noé halló
gracia ante los ojos de Jehová.
La orden de construir un arca a Noé
(Gn 6:9) Estas son las generaciones
de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
(Gn 6:10) Y engendró Noé tres
hijos: a Sem, a Cam y a Jafet.
(Gn 6:11) Y se corrompió la
tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia [vergüenza, afrenta, deshonor].
(Gn 6:12) Y miró Dios la
tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su
camino sobre la tierra.
(Gn 6:13) Dijo, pues, Dios a
Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia [vergüenza, afrenta, deshonor] a causa de
ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
(Gn 6:14) Hazte un arca
de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y
por fuera.
(Gn 6:15) Y de esta manera la harás:
de trescientos codos la longitud del arca,
de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.
(Gn 6:16) Una ventana harás al arca,
y la acabarás a un codo de elevación por la
parte de arriba; y pondrás la puerta del arca
a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.
(Gn 6:17) Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre
la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu
de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
(Gn 6:18) Mas estableceré mi pacto
[alianza,
convenio, acuerdo] contigo, y entrarás en el arca tú, tus
hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.
(Gn 6:19) Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada
especie meterás en el arca, para que
tengan vida contigo; macho y hembra serán.
(Gn 6:20) De las aves según su especie [género, condición natural], y de las bestias
según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada
especie entrarán contigo, para que tengan vida.
(Gn 6:21) Y toma contigo de
todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para
ellos.
(Gn 6:22) Y lo hizo así Noé;
hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.
El diluvio
(Gn 7:1) Dijo luego Jehová a
Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca;
porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
(Gn 7:2) De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales
que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra.
(Gn 7:3) También de las aves de los cielos, siete parejas,
macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la superficie [faz] de la tierra.
(Gn 7:4) Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la
tierra cuarenta días y cuarenta noches;
y raeré de sobre la superficie [faz]
de la tierra a todo ser viviente que
hice.
(Gn 7:5) E hizo Noé conforme
a todo lo que le mandó Jehová.
(Gn 7:6) Era Noé de seiscientos años
cuando el diluvio de las aguas vino sobre la
tierra.
(Gn 7:7) Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé al arca, y con él sus hijos, su mujer, y las
mujeres de sus hijos.
(Gn 7:8) De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que se
arrastra sobre la tierra,
(Gn 7:9) de dos en dos entraron con Noé en el arca; macho y hembra, como mandó Dios a Noé.
(Gn 7:10) Y sucedió que al
séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
(Gn 7:11) El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo,
a los diecisiete días del mes,
aquel día fueron rotas todas las fuentes del
grande abismo [profundidad],
y las cataratas de los cielos fueron abiertas,
(Gn 7:12) y hubo lluvia sobre
la tierra cuarenta días y cuarenta
noches.
(Gn 7:13) En este mismo día entraron Noé, y Sem, Cam y Jafet
hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca;
(Gn 7:14) ellos, y todos los
animales silvestres según sus especies [géneros,
condición natural], y todos los animales domesticados según sus
especies, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y
toda ave según su especie, y todo pájaro de toda especie.
(Gn 7:15) Vinieron, pues, con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.
(Gn 7:16) Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne
vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová
le cerró la puerta.
(Gn 7:17) Y fue el diluvio
cuarenta días sobre la tierra; y las
aguas crecieron, y alzaron el arca, y
se elevó sobre la tierra.
(Gn 7:18) Y subieron las aguas
y crecieron enteramente [en gran manera,
grandemente] sobre la tierra; y flotaba
el arca sobre la superficie de las
aguas.
(Gn 7:19) Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos
los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
(Gn 7:20) Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes.
(Gn 7:21) Y murió toda carne
que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de
todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre.
(Gn 7:22) Todo lo que tenía aliento
de espíritu de vida en sus narices,
todo lo que había en la tierra, murió.
(Gn 7:23) Así fue destruido todo ser que vivía sobre la
superficie [faz] de la tierra, desde
el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos
de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que
con él estaban en el arca.
(Gn 7:24) Y prevalecieron las
aguas sobre la tierra ciento cincuenta días.
(Gn 8:1) Y se acordó Dios de
Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la
tierra, y disminuyeron las aguas.
(Gn 8:2) Y se cerraron las
fuentes del abismo [profundidad]
y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida.
(Gn 8:3) Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la
tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta
días.
(Gn 8:4) Y reposó el arca en el mes
séptimo, a los diecisiete días del mes,
sobre los montes de Ararat.
(Gn 8:5) Y las aguas fueron
decreciendo hasta el mes décimo; en el décimo,
al primero del mes, se descubrieron las
cimas de los montes.
(Gn 8:6) Sucedió que al cabo
de cuarenta días abrió Noé la ventana
del arca que había hecho,
(Gn 8:7) y envió un cuervo,
el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre
la tierra.
(Gn 8:8) Envió también de sí
una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la superficie [faz] de la tierra.
(Gn 8:9) Y no halló la paloma
donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la superficie [faz] de toda la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.
(Gn 8:10) Esperó aún otros
siete días, y volvió a enviar la paloma
fuera del arca.
(Gn 8:11) Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he
aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió
Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
(Gn 8:12) Y esperó aún otros
siete días, y envió la paloma, la cual
no volvió ya más a él.
(Gn 8:13) Y sucedió que en el
año seiscientos uno de Noé, en el mes primero,
el día primero del mes, las aguas se secaron sobre la tierra; y
quitó Noé la cubierta del arca, y miró,
y he aquí que la superficie [faz]
de la tierra estaba seca.
(Gn 8:14) Y en el mes
segundo, a los veintisiete días del mes, se secó
la tierra.
(Gn 8:15) Entonces habló Dios
a Noé, diciendo:
(Gn 8:16) Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las
mujeres de tus hijos contigo.
(Gn 8:17) Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil
que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y
fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra.
(Gn 8:18) Entonces salió Noé,
y sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos con él.
(Gn 8:19) Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo
lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca.
(Gn 8:20) Y edificó Noé un
altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció
holocausto en el altar.
(Gn 8:21) Y percibió Jehová olor «grato;»* y dijo Jehová en
su corazón: No volveré más a maldecir
la tierra por causa del hombre; porque «el
intento del»* corazón
del hombre es malo desde su juventud; ni volveré
más a destruir todo ser viviente, como
he hecho.
(Gn 8:22) Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el
verano y el invierno, y el día y la noche.
Pacto de Dios con Noé
(Gn 9:1) Bendijo Dios a Noé y
a sus hijos, y les dijo: Fructifiquen y multiplíquense, y llenen la tierra.
(Gn 9:2) El temor y el miedo
de ustedes estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los
cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar;
en su [de ti] mano son
entregados.
(Gn 9:3) Todo lo que se mueve y
vive, les será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, se lo he dado todo.
(Gn 9:4) Pero carne con su vida, que es su sangre, no comerán.
(Gn 9:5) Porque ciertamente demandaré la sangre de sus [de ustedes] vidas; de mano de todo animal la
demandaré, y de mano del hombre; de mano del
varón su hermano demandaré la vida del hombre.
(Gn 9:6) El que derramare sangre
de hombre, por el hombre su sangre será
derramada; porque a imagen
de Dios es hecho el hombre.
(Gn 9:7) Mas ustedes
fructifiquen y multiplíquense; procreen abundantemente en la tierra, y
multiplíquense en ella.
(Gn 9:8) Y habló Dios a Noé y
a sus hijos con él, diciendo:
(Gn 9:9) He aquí que yo
establezco mi pacto [alianza,
convenio, acuerdo] con ustedes, y con sus [de ustedes] descendientes después de ustedes;
(Gn 9:10) y con todo ser viviente
que está con ustedes; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con
ustedes, desde todos los que salieron del arca
hasta todo animal de la tierra.
(Gn 9:11) Estableceré mi pacto
[alianza,
convenio, acuerdo] con ustedes, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más
diluvio para destruir la tierra.
(Gn 9:12) Y dijo Dios: Esta es
la señal del pacto [alianza, convenio, acuerdo]
que yo establezco entre mí y ustedes y todo ser viviente que está con ustedes, por siglos
perpetuos:
(Gn 9:13) Mi arco he puesto
en las nubes, el cual será por señal
del pacto [alianza, convenio,
acuerdo] entre mí y la tierra.
(Gn 9:14) Y sucederá que
cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las
nubes.
(Gn 9:15) Y me acordaré del pacto [alianza, convenio,
acuerdo] mío, que hay entre mí y ustedes y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne.
(Gn 9:16) Estará el arco en
las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto [alianza,
convenio, acuerdo] perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.
(Gn 9:17) Dijo, pues, Dios a
Noé: Esta es la señal del pacto [alianza, convenio,
acuerdo] que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la
tierra.
Noé se embriaga
(Gn 9:18) Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron
Sem, Cam y Jafet; y Cam es el padre de Canaán.
(Gn 9:19) Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos fue
llena toda la tierra.
(Gn 9:20) Después comenzó Noé
a labrar la tierra, y plantó una viña;
(Gn 9:21) y bebió del vino, y
se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.
(Gn 9:22) Y Cam, padre de Canaán, vio
la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban
afuera.
(Gn 9:23) Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia
atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos
sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre.
(Gn 9:24) Y despertó Noé de su
embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven,
(Gn 9:25) y dijo: Maldito sea
Canaán; esclavo [siervo, sirviente]
de esclavos [siervos,
sirvientes] será a sus hermanos.
(Gn 9:26) Dijo más: Bendito
por Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su esclavo [siervo, sirviente].
(Gn 9:27) Engrandezca Dios a
Jafet, Y habite en las tiendas de Sem, Y sea Canaán su esclavo [siervo, sirviente].
(Gn 9:28) Y vivió Noé después
del diluvio trescientos cincuenta años.
(Gn 9:29) Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió.
Las generaciones de Noé
(1 Cr 1:5-23)
(Gn 10:1) Estas son las generaciones
de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a los cuales nacieron hijos después del diluvio.
(Gn 10:2) Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán,
Tubal, Mesec y Tiras.
(Gn 10:3) Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma.
(Gn 10:4) Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y
Dodanim.
(Gn 10:5) De éstos se poblaron
las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.
(Gn 10:6) Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán.
(Gn 10:7) Y los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y
Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán.
(Gn 10:8) Y Cus engendró a
Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra.
(Gn 10:9) Este fue vigoroso
cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso
cazador delante de Jehová.
(Gn 10:10) Y fue el comienzo de
su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.
(Gn 10:11) De esta tierra salió
para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot, Cala,
(Gn 10:12) y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande.
(Gn 10:13) Mizraim engendró a
Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim,
(Gn 10:14) a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los
filisteos, y a Caftorim.
(Gn 10:15) Y Canaán engendró a
Sidón su primogénito, a Het,
(Gn 10:16) al jebuseo, al amorreo, al gergeseo,
(Gn 10:17) al heveo, al araceo, al sineo,
(Gn 10:18) al arvadeo, al zemareo y al hamateo; y después se
dispersaron las familias de los cananeos.
(Gn 10:19) Y fue el territorio
de los cananeos desde Sidón, en dirección a Gerar, hasta Gaza; y en dirección
de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Lasa.
(Gn 10:20) Estos son los hijos de Cam por sus familias, por
sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.
(Gn 10:21) También le nacieron
hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet.
(Gn 10:22) Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y
Aram.
(Gn 10:23) Y los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas.
(Gn 10:24) Arfaxad engendró a
Sala, y Sala engendró a Heber.
(Gn 10:25) Y a Heber nacieron
dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano,
Joctán.
(Gn 10:26) Y Joctán engendró a
Almodad, Selef, Hazarmavet, Jera,
(Gn 10:27) Adoram, Uzal, Dicla,
(Gn 10:28) Obal, Abimael, Seba,
(Gn 10:29) Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron hijos de
Joctán.
(Gn 10:30) Y la tierra en que
habitaron fue desde Mesa en dirección de Sefar, hasta la región montañosa del
oriente.
(Gn 10:31) Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, por
sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.
(Gn 10:32) Estas son las familias de los hijos de Noé por sus
descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.
La Torre de Babel
(Gn 11:1) Tenía entonces toda
la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.
(Gn 11:2) Y sucedió que cuando
salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se
establecieron allí.
(Gn 11:3) Y se dijeron unos a
otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo
en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.
(Gn 11:4) Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo;
y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la superficie [faz] de toda la tierra.
(Gn 11:5) Y descendió Jehová
para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.
(Gn 11:6) Y dijo Jehová: He
aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado
la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.
(Gn 11:7) Ahora, pues, descendamos,
y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su
compañero.
(Gn 11:8) Así los esparció Jehová desde allí sobre la
superficie [faz] de toda la tierra, y
dejaron de edificar la ciudad.
(Gn 11:9) Por esto fue llamado
el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la
tierra, y desde allí los esparció sobre la superficie [faz] de toda la tierra.
Las generaciones de Sem
(1 Cr 1:24-27)
(Gn 11:10) Estas son las generaciones
de Sem: Sem, «de edad de»* cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio.
(Gn 11:11) Y vivió Sem, después
que engendró a Arfaxad, quinientos años, y engendró hijos e hijas.
(Gn 11:12) Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
(Gn 11:13) Y vivió Arfaxad,
después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 11:14) Sala vivió treinta años, y
engendró a Heber.
(Gn 11:15) Y vivió Sala,
después que engendró a Heber, cuatrocientos tres años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 11:16) Heber vivió treinta
y cuatro años, y engendró a Peleg.
(Gn 11:17) Y vivió Heber,
después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 11:18) Peleg vivió treinta años, y engendró a Reu.
(Gn 11:19) Y vivió Peleg,
después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 11:20) Reu vivió treinta y
dos años, y engendró a Serug.
(Gn 11:21) Y vivió Reu, después
que engendró a Serug, doscientos siete años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 11:22) Serug vivió treinta años, y engendró a Nacor.
(Gn 11:23) Y vivió Serug,
después que engendró a Nacor, doscientos años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 11:24) Nacor vivió
veintinueve años, y engendró a Taré.
(Gn 11:25) Y vivió Nacor,
después que engendró a Taré, ciento diecinueve años, y
engendró hijos e hijas.
(Gn 11:26) Taré vivió setenta años, y engendró a Abram, a Nacor y a Harán.
Las generaciones de Taré
(Gn 11:27) Estas son las generaciones
de Taré: Taré engendró a Abram, a Nacor y a
Harán; y Harán engendró a Lot.
(Gn 11:28) Y murió Harán antes
que su padre Taré en la tierra de su nacimiento, en Ur de los caldeos.
(Gn 11:29) Y tomaron Abram y
Nacor para sí mujeres; el nombre de la mujer de Abram era Sarai, y el nombre de
la mujer de Nacor, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca.
(Gn 11:30) Mas Sarai era
estéril, y no tenía hijo.
(Gn 11:31) Y tomó Taré a Abram
su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de
Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de
Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí.
(Gn 11:32) Y fueron los días de Taré doscientos cinco años; y murió Taré en Harán.
Dios llama a Abram
(Gn 12:1) Pero Jehová había
dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a
la tierra que te mostraré.
(Gn 12:2) Y haré de ti una
nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
(Gn 12:3) Bendeciré a los que te
bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas
las familias de la tierra.
(Gn 12:4) Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.
(Gn 12:5) Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de
su hermano, y todos sus bienes que habían ganado
y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de
Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.
(Gn 12:6) Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de
Siquem, hasta el encino de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra.
(Gn 12:7) Y apareció Jehová a
Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a
Jehová, quien le había aparecido.
(Gn 12:8) Luego se pasó de
allí a un monte al oriente de Betel, y plantó su tienda, teniendo a Betel al
occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a Jehová, e invocó el nombre
de Jehová.
(Gn 12:9) Y Abram partió de allí, caminando y yendo hacia el
Neguev.
Abram en Egipto
(Gn 12:10) Hubo entonces hambre
en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el
hambre en la tierra.
(Gn 12:11) Y sucedió que cuando
estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que
eres mujer de hermoso aspecto;
(Gn 12:12) y cuando te vean los
egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.
(Gn 12:13) Ahora, pues, di que eres
mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.
(Gn 12:14) Y sucedió que cuando entró Abram en Egipto, los
egipcios vieron que la mujer era hermosa
enteramente [en gran manera, grandemente].
(Gn 12:15) También la vieron
los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a
casa de Faraón.
(Gn 12:16) E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, esclavos [siervos, sirvientes], criadas, asnas y
camellos.
(Gn 12:17) Mas Jehová hirió a
Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram.
(Gn 12:18) Entonces Faraón llamó
a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me
declaraste que era tu mujer?
(Gn 12:19) ¿Por qué dijiste: Es
mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he
aquí tu mujer; tómala, y vete.
(Gn 12:20) Entonces Faraón dio orden
a su gente acerca de Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que
tenía.