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significados y conceptos.
Las porciones de los levitas
(Dt 18:1) Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de
Leví, no tendrán parte ni heredad [posesión territorial] en Israel; de las
ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad [posesión
territorial] de él comerán.
(Dt 18:2) No tendrán, pues,
heredad [posesión territorial]
entre sus hermanos; Jehová es su heredad [posesión territorial], como él les ha dicho.
(Dt 18:3) Y este será el
derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en
sacrificio buey o cordero: darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el
cuajar.
(Dt 18:4) Las primicias de tu grano, de tu vino y de tu
aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás;
(Dt 18:5) porque le ha escogido
Jehová tu Dios de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el
nombre de Jehová, él y sus hijos «para
siempre.»*
(Dt 18:6) Y cuando saliere un levita de alguna de tus
ciudades de entre todo Israel, donde hubiere vivido, y viniere con todo el
deseo de su alma
al lugar que Jehová escogiere,
(Dt 18:7) ministrará en el
nombre de Jehová su Dios como todos sus hermanos los levitas que estuvieren
allí delante de Jehová.
(Dt 18:8) «Igual ración»* a la de los otros comerá, además de sus
patrimonios.
Amonestación contra costumbres
paganas
(Dt 18:9) Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las
abominaciones de aquellas naciones.
(Dt 18:10) No sea hallado en ti
quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero,
ni sortílego, ni hechicero,
(Dt 18:11) ni encantador,
ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
(Dt 18:12) Porque es abominación [cosa
repugnante] para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por
estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de la presencia [de delante] de ti.
(Dt 18:13) Perfecto serás
delante de Jehová tu Dios.
(Dt 18:14) Porque estas naciones que
vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido
esto Jehová tu Dios.
Dios promete un profeta como Moisés
(Dt 18:15) Profeta de en medio de ti,
de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oirán;
(Dt 18:16) conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en
Horeb el día de la asamblea, diciendo:
No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni
vea yo más este gran fuego, para que no muera.
(Dt 18:17) Y Jehová me dijo:
Han hablado bien en lo que han dicho.
(Dt 18:18) Profeta les levantaré de
en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis
palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
(Dt 18:19) Mas «a
cualquiera»* que no oyere mis palabras que
él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.
(Dt 18:20) El profeta
que tuviere la presunción de hablar palabra en
mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de
dioses ajenos, el tal profeta morirá.
(Dt 18:21) Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que
Jehová no ha hablado?;
(Dt 18:22) si el profeta
hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere
lo que dijo, ni sucediere [aconteciere], es palabra que Jehová no ha
hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.
Las ciudades de refugio
(Nm 35:9-28)
(Dt 19:1) Cuando Jehová tu Dios destruya a las naciones cuya tierra Jehová tu Dios te da a ti,
y tú las heredes, y habites en sus ciudades, y en sus casas;
(Dt 19:2) te apartarás tres
ciudades en medio de la tierra que Jehová tu Dios te da para que la poseas.
(Dt 19:3) Arreglarás los caminos, y dividirás en tres partes la tierra que Jehová tu Dios te dará
en heredad [posesión territorial],
y será para que todo homicida huya allí.
(Dt 19:4) Y este es el caso del homicida que huirá allí, y vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin
intención y sin haber tenido enemistad con él «anteriormente;
»
(Dt 19:5) como el que fuere con su prójimo al monte a cortar
leña, y al dar su mano el golpe con el hacha
para cortar algún leño, saltare el hierro del cabo, y diere contra su prójimo y
éste muriere; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;
(Dt 19:6) no sea que el vengador de la sangre, enfurecido, persiga al homicida, y le
alcance por ser largo el camino, y le hiera de
muerte, no debiendo ser condenado a muerte por cuanto no tenía enemistad con su
prójimo «anteriormente.»
(Dt 19:7) Por tanto yo te
mando, diciendo: Separarás tres ciudades.
(Dt 19:8) Y si Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como lo juró a tus padres, y te diere
toda la tierra que prometió dar a tus padres,
(Dt 19:9) siempre y cuando cumplieres [guardares, conservares] todos estos mandamientos que yo
te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que ames a Jehová tu Dios y andes en
sus caminos todos los días; entonces
añadirás tres ciudades más a estas tres,
(Dt 19:10) para que no sea derramada sangre inocente en
medio de la tierra que Jehová tu Dios te da por
heredad [posesión territorial],
y «no seas culpado de derramamiento de sangre.»
(Dt 19:11) Pero si hubiere «alguno»* que
aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere «de muerte,»* y muriere; si
huyere a alguna de estas ciudades,
(Dt 19:12) entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del
vengador de la sangre para que muera.
(Dt 19:13) No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre
inocente, y te irá bien.
(Dt 19:14) En la heredad [posesión
territorial] que poseas en la tierra
que Jehová tu Dios te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu
prójimo, que fijaron los antiguos.
Leyes acerca de el testimonio
(Dt 19:15) No se tomará en cuenta a un solo testigo contra «ninguno»* en
cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa
cometida. Sólo por «el testimonio de»*
dos o tres testigos se mantendrá la acusación.
(Dt 19:16) Cuando se levantare testigo falso [afrenta, deshonor] contra «alguno,»* para
testificar contra él,
(Dt 19:17) entonces los dos litigantes se presentarán delante de Jehová, y delante de los sacerdotes y de
los jueces que hubiere en aquellos días.
(Dt 19:18) Y los jueces averigüen [escudriñen, inquieran] bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado
falsamente a su hermano,
(Dt 19:19) entonces harán a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de
ti.
(Dt 19:20) Y los que quedaren oirán
y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti.
(Dt 19:21) Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo,
diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Leyes acerca de la guerra
(Dt 20:1) Cuando salgas a la
guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande
que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual
te sacó de tierra de Egipto.
(Dt 20:2) Y cuando se acerquen
para combatir, se pondrá en pie el sacerdote y hablará al pueblo,
(Dt 20:3) y les dirá: Oye,
Israel, ustedes se juntan hoy en batalla contra sus [de ustedes]
enemigos; no desmaye su [de ustedes] corazón, no
teman, ni se apresuren a retroceder [azoren], ni tampoco se desalienten delante de ellos;
(Dt 20:4) porque Jehová su [de
ustedes] Dios va con ustedes, para pelear por ustedes contra sus [de ustedes] enemigos, para salvarles.
(Dt 20:5) Y los oficiales hablarán
al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado?
Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y «algún»* otro
la estrene.
(Dt 20:6) ¿Y quién ha plantado
viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera
en la batalla, y «algún»* otro la disfrute.
(Dt 20:7) ¿Y quién se ha desposado
con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en
la batalla, y «algún»* otro la tome.
(Dt 20:8) Y volverán los
oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime?
Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón
de sus hermanos, como el corazón suyo.
(Dt 20:9) Y cuando los
oficiales acaben de hablar al pueblo, entonces los capitanes del ejército
tomarán el mando a la cabeza del pueblo.
(Dt 20:10) Cuando te acerques a
una ciudad para combatirla, le intimarás la paz.
(Dt 20:11) Y si respondiere:
Paz, y te abriere, todo el pueblo que en ella fuere hallado te será tributario,
y te servirá.
(Dt 20:12) Mas si no hiciere paz
contigo, y emprendiere guerra contigo, entonces la sitiarás.
(Dt 20:13) Luego que Jehová tu Dios la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a «filo de»*
espada.
(Dt 20:14) Solamente las mujeres y los niños, y los animales,
y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín
tomarás para ti; y comerás del botín de tus enemigos, los cuales Jehová tu Dios
te entregó.
(Dt 20:15) Así harás a todas
las ciudades que estén muy lejos de ti, que no sean de las ciudades de estas
naciones.
(Dt 20:16) Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu
Dios te da por heredad [posesión territorial],
ninguna persona dejarás con vida,
(Dt 20:17) sino que los destruirás
completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al
jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado;
(Dt 20:18) para que no les enseñen
a hacer según todas sus abominaciones que ellos han hecho para sus dioses, y
pequen contra Jehová su [de ustedes]
Dios.
(Dt 20:19) Cuando sities a alguna ciudad, peleando contra ella
muchos días para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo hacha en ellos, porque
de ellos podrás comer; y no los talarás, porque el árbol del campo no es hombre
para venir contra ti en el sitio.
(Dt 20:20) Mas el árbol que sepas
que no lleva fruto, podrás destruirlo y talarlo, para construir baluarte contra
la ciudad que te hace la guerra, hasta dominarla [sojuzgarla].
Expiación de un asesinato cuyo autor
se desconoce
(Dt 21:1) Si en la tierra que Jehová tu Dios te da para que
la poseas, fuere hallado alguien muerto, tendido
en el campo, y no se supiere quién lo mató,
(Dt 21:2) entonces tus ancianos y tus jueces saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades que están
alrededor del muerto.
(Dt 21:3) Y los ancianos de la
ciudad más cercana al lugar donde fuere hallado el muerto, tomarán de las vacas
una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado yugo;
(Dt 21:4) y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle escabroso, que nunca haya sido
arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle.
(Dt 21:5) Entonces vendrán los
sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le
sirvan, y para bendecir en el nombre de Jehová; y por «la palabra de»*
ellos se decidirá toda disputa y toda ofensa.
(Dt 21:6) Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al
lugar donde fuere hallado el muerto lavarán sus
manos sobre la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle;
(Dt 21:7) y protestarán y
dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre,
ni nuestros ojos lo han visto.
(Dt 21:8) Perdona a tu pueblo Israel, al cual redimiste, oh Jehová; y no culpes de sangre inocente a tu
pueblo Israel. Y la sangre les será
perdonada.
(Dt 21:9) Y tú quitarás la
culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres
lo que es recto ante los ojos de Jehová.
Diversas leyes
(Dt 21:10) Cuando salieres a la
guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y
tomares de ellos cautivos,
(Dt 21:11) y vieres entre los
cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer,
(Dt 21:12) la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas,
(Dt 21:13) y se quitará el
vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su
madre «un
mes entero;»* y después podrás
llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella
será tu mujer.
(Dt 21:14) Y si no te agradare,
la dejarás «en libertad;»* no la venderás
por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste.
(Dt 21:15) Si un hombre tuviere
dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le
hubieren dado hijos, y el hijo primogénito
fuere de la aborrecida;
(Dt 21:16) en el día que hiciere heredar a
sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de
la amada «con preferencia»* al hijo de la aborrecida, que es el primogénito;
(Dt 21:17) mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito,
para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él
es el principio de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura.
(Dt 21:18) Si «alguno»* tuviere un hijo
contumaz [que
persiste en el error] y rebelde, que no obedeciere a la voz de su
padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere;
(Dt 21:19) entonces lo tomarán
su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta
del lugar donde viva;
(Dt 21:20) y dirán a los
ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz [que persiste en
el error] y rebelde, no obedece a nuestra
voz; es glotón y borracho.
(Dt 21:21) Entonces todos los hombres de su ciudad lo
apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en
medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.
(Dt 21:22) Si «alguno»* hubiere cometido
algún crimen digno de muerte, y lo hicieren morir, y lo colgaren en un madero,
(Dt 21:23) no dejaran que su
cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día,
porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que
Jehová tu Dios te da por heredad [posesión
territorial].
(Dt 22:1) Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu
hermano.
(Dt 22:2) Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo
conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará
contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás.
(Dt 22:3) Así harás con su
asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu
hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda.
(Dt 22:4) Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le
ayudarás a levantarlo.
(Dt 22:5) No vestirá la mujer
traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación [cosa repugnante] es a Jehová tu Dios
cualquiera que esto hace.
(Dt 22:6) Cuando encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la
tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los
huevos, no tomarás la madre con los hijos.
(Dt 22:7) Dejarás ir a la
madre, y tomarás los pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.
(Dt 22:8) Cuando edifiques
casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere «alguno.»
(Dt 22:9) No sembrarás tu viña
«con semillas diversas,»* no sea que se pierda todo, tanto la semilla que
sembraste como el fruto de la viña.
(Dt 22:10) No ararás con buey y
con asno juntamente.
(Dt 22:11) No vestirás ropa de
lana y lino juntamente.
(Dt 22:12) Te harás flecos en
las cuatro puntas de tu manto con que te cubras.
Leyes acerca de la castidad
(Dt 22:13) Cuando «alguno»* tomare mujer, y
después de haberse llegado a ella la aborreciere,
(Dt 22:14) y le atribuyere faltas que den que hablar, y
dijere: A esta mujer tomé, y me llegué a ella, y
no la hallé virgen;
(Dt 22:15) entonces el padre de la joven y su madre tomarán y sacarán las señales
de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta;
(Dt 22:16) y dirá el padre de
la joven a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por mujer, y él la
aborrece;
(Dt 22:17) y he aquí, él le atribuye faltas que dan que
hablar, diciendo: No he hallado virgen a tu hija; pero observen aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y
extenderán la vestidura delante de los ancianos de la ciudad.
(Dt 22:18) Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán;
(Dt 22:19) y le multarán en cien
piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció
mala fama sobre una virgen de Israel; y la tendrá por mujer, y no podrá
despedirla en todos sus días.
(Dt 22:20) Mas si resultare ser verdad
«que»* no
se halló virginidad en la joven,
(Dt 22:21) entonces la sacarán a la puerta de la casa de su
padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás
el mal de en medio de ti.
(Dt 22:22) Si fuere sorprendido
«alguno»*
acostado con una mujer casada con marido, ambos
morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás
el mal de Israel.
(Dt 22:23) Si hubiere una
muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se
acostare con ella;
(Dt 22:24) entonces los sacaran
a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearan, y morirán; la joven porque
no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo;
así quitarás el mal de en medio de ti.
(Dt 22:25) Mas si un hombre hallare
en el campo a la joven desposada, y la forzare aquel hombre, acostándose con
ella, morirá solamente el hombre que se acostó con ella;
(Dt 22:26) mas a la joven no le harás
nada; no hay en «ella»* culpa de muerte; pues como cuando alguno se
levanta contra su prójimo y le quita la vida,
así es en este caso.
(Dt 22:27) Porque él la halló
en el campo; dio voces la joven desposada, y no hubo quien la librase.
(Dt 22:28) Cuando algún hombre hallare
a una joven virgen que no fuere desposada, y la tomare y se acostare con ella,
y fueren descubiertos;
(Dt 22:29) entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta piezas de plata, y
ella será su mujer, por cuanto la humilló; no la podrá despedir en todos sus días.
(Dt 22:30) «Ninguno»* tomará la mujer
de su padre, ni profanará el lecho de su padre.
Los excluidos de la congregación
(Dt 23:1) No entrará en la congregación de Jehová el que tenga
magullados los testículos, o amputado su miembro viril.
(Dt 23:2) No entrará bastardo en la congregación de Jehová;
ni hasta la décima generación no
entrarán en la congregación de Jehová.
(Dt 23:3) No entrará amonita ni moabita en la congregación de
Jehová, ni hasta la décima generación
de ellos; no entrarán en la congregación de
Jehová para siempre,
(Dt 23:4) por cuanto no les salieron
a recibir con pan y agua al camino, cuando salieron de Egipto, y porque
alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para
maldecirte.
(Dt 23:5) Mas no quiso Jehová
tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición,
porque Jehová tu Dios te amaba.
(Dt 23:6) No procurarás la paz
de ellos ni su bien en todos los días
para siempre.
(Dt 23:7) No aborrecerás al
edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque forastero
fuiste en su tierra.
(Dt 23:8) Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generación entrarán
en la congregación de Jehová.
Leyes sanitarias
(Dt 23:9) Cuando salieres a
campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala.
(Dt 23:10) Si hubiere en medio
de ti «alguno»*
que no fuere limpio, por razón de alguna
impureza sucedida [acontecida] de noche, saldrá fuera del
campamento, y no entrará en él.
(Dt 23:11) Pero al caer la
noche se lavará con agua, y cuando se hubiere puesto el sol, podrá entrar en el campamento.
(Dt 23:12) «Tendrás un lugar»* fuera del campamento adonde salgas;
(Dt 23:13) tendrás también
entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y
luego al volverte cubrirás tu excremento;
(Dt 23:14) porque Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento,
para librarte y para entregar a tus enemigos
delante de ti; por tanto, tu campamento ha de ser santo, para que él no vea en
ti cosa inmunda, y se vuelva de detrás de ti.
Leyes humanitarias
(Dt 23:15) No entregarás a su
señor el esclavo [siervo, sirviente]
que se huyere a ti de su amo.
(Dt 23:16) Morará contigo, en
medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde a bien
tuviere; no le oprimirás.
(Dt 23:17) No haya prostituta [ramera]
de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita
de entre los hijos de Israel.
(Dt 23:18) No traerás la paga de una prostituta [ramera]
ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque
abominación [cosa repugnante] es a
Jehová tu Dios tanto «lo uno como lo otro.»*
(Dt 23:19) No exigirás de tu
hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que
se suele exigir interés.
(Dt 23:20) Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga Jehová tu
Dios en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesión de
ella.
(Dt 23:21) Cuando haces voto a
Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu
Dios de ti, y sería pecado en ti.
(Dt 23:22) Mas cuando te abstengas
de prometer, no habrá en ti pecado.
(Dt 23:23) Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo
prometiste a Jehová tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con
tu boca.
(Dt 23:24) Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás
comer uvas hasta saciarte; mas no pondrás en tu
cesto.
(Dt 23:25) Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás
arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás
hoz a la mies de tu prójimo.
(Dt 24:1) Cuando «alguno»* tomare mujer y
se casare con ella, si no «le
agradare»* por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de
divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
(Dt 24:2) Y salida de su casa,
podrá ir y casarse con otro hombre.
(Dt 24:3) Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la
despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por
mujer,
(Dt 24:4) no podrá su primer
marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que
fue envilecida; porque es abominación [cosa
repugnante] delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad [posesión territorial].
(Dt 24:5) Cuando «alguno
fuere recién casado,»* no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le
ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó.
(Dt 24:6) No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de
abajo ni la de arriba; porque sería tomar en
prenda la vida del hombre.
(Dt 24:7) Cuando fuere hallado
«alguno»*
que hubiere hurtado [robado] «a
uno»* de sus
hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido,
morirá el tal ladrón, y quitarás el mal de en medio de ti.
(Dt 24:8) En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado de
observar diligentemente y hacer según todo lo que les
enseñaren los sacerdotes levitas; según yo les he mandado, así cuidaran de
hacer.
(Dt 24:9) Acuérdate de lo que hizo
Jehová tu Dios a María en el camino, después que salieron de Egipto.
(Dt 24:10) Cuando entregares a tu prójimo alguna cosa
prestada, no entrarás en su casa para tomarle prenda.
(Dt 24:11) Te quedarás fuera, y el hombre a quien prestaste te sacará la prenda.
(Dt 24:12) Y si el hombre fuere pobre,
no te acostarás reteniendo aún su prenda.
(Dt 24:13) Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su
ropa, y te bendiga; y te será justicia delante de Jehová tu Dios.
(Dt 24:14) No oprimirás al
jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que
habitan en tu tierra dentro de tus ciudades.
(Dt 24:15) En su día le darás
su jornal, y no se pondrá el sol sin
dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti
a Jehová, y sea en ti pecado.
(Dt 24:16) Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; «cada
uno»* morirá por su pecado.
(Dt 24:17) No torcerás el
derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la
viuda,
(Dt 24:18) sino que te acordarás
que fuiste esclavo [siervo, sirviente]
en Egipto, y que de allí te rescató Jehová tu
Dios; por tanto, yo te mando que hagas esto.
(Dt 24:19) Cuando siegues tu
mies en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás para
recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que
te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos.
(Dt 24:20) Cuando sacudas tus
olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; serán para el
extranjero, para el huérfano y para la viuda.
(Dt 24:21) Cuando vendimies tu
viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y
para la viuda.
(Dt 24:22) Y acuérdate que
fuiste esclavo [siervo, sirviente]
en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que
hagas esto.
(Dt 25:1) Si hubiere pleito
entre «algunos,»* y acudieren al
tribunal para que los jueces los juzguen, éstos absolverán al justo, y
condenarán al culpable.
(Dt 25:2) Y si el delincuente «mereciere ser azotado,»*
entonces el juez le hará echar en tierra, y le
hará azotar en su presencia; según su delito será el número de azotes.
(Dt 25:3) Se podrá dar cuarenta azotes, no más; no sea que,
si lo hirieren con muchos azotes más que éstos, se sienta tu hermano envilecido delante de tus ojos.
(Dt 25:4) No pondrás bozal al
buey cuando trillare.
(Dt 25:5) Cuando hermanos habitaren
juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se
casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por
su mujer, y hará con ella parentesco.
(Dt 25:6) Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en
el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de
Israel.
(Dt 25:7) Y si el hombre no quisiere
tomar a su cuñada, irá entonces su cuñada a la puerta, a los ancianos, y dirá:
Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere
emparentar conmigo.
(Dt 25:8) Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán
venir, y hablarán con él; y si él se levantare y
dijere: No quiero tomarla,
(Dt 25:9) se acercará entonces su cuñada a él «delante de»*
los ancianos, y le quitará el calzado del pie, y
le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no
quiere edificar la casa de su hermano.
(Dt 25:10) Y se le dará este
nombre en Israel: La casa del descalzado.
(Dt 25:11) Si algunos riñeren «uno
con otro,»* y se acercare la mujer de uno para librar a su marido de mano del
que le hiere, y alargando su mano asiere de sus partes vergonzosas,
(Dt 25:12) le cortarás entonces la mano; no la perdonarás.
(Dt 25:13) No tendrás en tu
bolsa pesa grande y pesa chica,
(Dt 25:14) ni tendrás en tu
casa efa grande y efa pequeño.
(Dt 25:15) Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo
tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
(Dt 25:16) Porque abominación [cosa
repugnante] es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, y
cualquiera que hace injusticia.
Orden de exterminar a Amalec
(Dt 25:17) Acuérdate de lo que hizo
Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto;
(Dt 25:18) de cómo te salió al
encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que
iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún
temor de Dios.
(Dt 25:19) Por tanto, cuando Jehová tu Dios te dé descanso de
todos tus enemigos alrededor, en la tierra que
Jehová tu Dios te da por heredad [posesión
territorial] para que la poseas, borrarás la memoria de Amalec de
debajo del cielo; no lo olvides.