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RVI: SALMOS 120 - 150

Referencias para la lectura:

-       Texto actualizado al español latino.
-       Ubicación visual de vocablos claves resaltados en colores.
-       Sinónimos de palabras claves entre corchetes [color bordó]
-       Texto entre comillas y asterisco «expresión»* refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
-       Subtitulado tradicional actualizado

Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.


Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de significados y conceptos.

Plegaria ante el peligro de la lengua engañosa
(Sal 120:1) «Cántico gradual.»* A Jehová clamé estando en angustia, Y él me respondió.

(Sal 120:2) Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso, Y de la lengua fraudulenta.

(Sal 120:3) ¿Qué te dará, o qué te aprovechará, Oh lengua engañosa?

(Sal 120:4) Agudas flechas [saetas] de valiente, Con brasas de enebro.

(Sal 120:5) ¡Ay de mí, que moro en Mesec, Y habito entre las tiendas de Cedar!

(Sal 120:6) Mucho tiempo ha morado mi alma Con los que aborrecen la paz.

(Sal 120:7) Yo soy pacífico; Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.

Jehová es tu guardador
(Sal 121:1) «Cántico gradual.»* Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?

(Sal 121:2) Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

(Sal 121:3) No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.

(Sal 121:4) He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.

(Sal 121:5) Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.

(Sal 121:6) El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.

(Sal 121:7) Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.

(Sal 121:8) Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.

Oración por la paz de Jerusalén
(Sal 122:1) «Cántico gradual; de David.»* Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.

(Sal 122:2) Nuestros pies estuvieron Dentro de tus puertas, oh Jerusalén.

(Sal 122:3) Jerusalén, que se ha edificado Como una ciudad que está bien unida entre sí.

(Sal 122:4) Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH, Conforme al testimonio dado a Israel, Para alabar el nombre de Jehová.

(Sal 122:5) Porque allá están las sillas del juicio, Los tronos de la casa de David.

(Sal 122:6) Pidan por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman.

(Sal 122:7) Sea la paz dentro de tus muros, Y el descanso dentro de tus palacios.

(Sal 122:8) Por amor de mis hermanos y mis compañeros Diré yo: La paz sea contigo.

(Sal 122:9) Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios Buscaré tu bien.

Plegaria pidiendo misericordia
(Sal 123:1) «Cántico gradual.»* A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos.

(Sal 123:2) He aquí, como los ojos de los esclavos [siervos, sirvientes] miran a la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia de nosotros.

(Sal 123:3) Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros, Porque estamos muy hastiados de menosprecio.

(Sal 123:4) Hastiada está nuestra alma Del escarnio [burla con agravio y tenacidad] de los que están en holgura, Y del menosprecio de los soberbios.

Alabanza por haber sido librado de los enemigos
(Sal 124:1) «Cántico gradual; de David.»* A no haber estado Jehová por nosotros, Diga ahora Israel;

(Sal 124:2) A no haber estado Jehová por nosotros, Cuando se levantaron contra nosotros los hombres,

(Sal 124:3) Vivos nos habrían tragado entonces, Cuando se encendió su furor contra nosotros.

(Sal 124:4) Entonces nos habrían inundado las aguas; Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente;

(Sal 124:5) Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas.

(Sal 124:6) Bendito sea Jehová, Que no nos dio por presa a los dientes de ellos.

(Sal 124:7) Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; Se rompió el lazo, y escapamos nosotros.

(Sal 124:8) Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.

Dios protege a su pueblo
(Sal 125:1) «Cántico gradual.»* Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, Que no se mueve, sino que permanece para siempre.

(Sal 125:2) Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, Así Jehová está alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre.

(Sal 125:3) Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad [posesión] de los justos; No sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad [gran maldad e injusticia].

(Sal 125:4) Haz bien, oh Jehová, a los buenos, Y a los que son rectos en su corazón.

(Sal 125:5) Mas a los que se apartan tras sus perversidades, Jehová los llevará con los que hacen iniquidad [gran maldad e injusticia]; Paz sea sobre Israel.

Oración por la restauración
(Sal 126:1) «Cántico gradual.»* Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan.

(Sal 126:2) Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.

(Sal 126:3) Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.

(Sal 126:4) Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, Como los arroyos del Neguev.

(Sal 126:5) Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.

(Sal 126:6) Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

La prosperidad viene de Jehová
(Sal 127:1) «Cántico gradual; para Salomón.»* Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.

(Sal 127:2) Por demás es que se levanten de madrugada, y vayan tarde a reposar, Y que coman pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.

(Sal 127:3) He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.

(Sal 127:4) Como flechas [saetas] en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.

(Sal 127:5) Dichoso [afortunado, bienaventurado] el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.

La bienaventuranza del que teme a Jehová
(Sal 128:1) «Cántico gradual.»* Dichoso [afortunado, bienaventurado] todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos.

(Sal 128:2) Cuando comieres el trabajo de tus manos, Dichoso [afortunado, bienaventurado] serás, y te irá bien.

(Sal 128:3) Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

(Sal 128:4) He aquí que así será bendecido el hombre Que teme a Jehová.

(Sal 128:5) Te bendiga Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

(Sal 128:6) Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.

Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Sion
(Sal 129:1) «Cántico gradual.»* Mucho me han angustiado desde mi juventud, Puede decir ahora Israel;

(Sal 129:2) Mucho me han angustiado desde mi juventud; Mas no prevalecieron contra mí.

(Sal 129:3) Sobre mis espaldas araron los aradores; Hicieron largos surcos.

(Sal 129:4) Jehová es justo; Cortó las coyundas de los impíos [irreverentes y sin ley].

(Sal 129:5) Serán avergonzados y vueltos atrás Todos los que aborrecen a Sion.

(Sal 129:6) Serán como la hierba de los tejados, Que se seca antes que crezca;

(Sal 129:7) De la cual no llenó el segador su mano, Ni sus brazos el que hace gavillas.

(Sal 129:8) Ni dijeron los que pasaban: Bendición de Jehová sea sobre ustedes; Les bendecimos en el nombre de Jehová.

Esperanza en que Jehová dará redención
(Sal 130:1) «Cántico gradual.»* De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.

(Sal 130:2) Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica.

(Sal 130:3) JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?

(Sal 130:4) Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado.

(Sal 130:5) Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.

(Sal 130:6) Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana.

(Sal 130:7) Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él;

(Sal 130:8) Y él redimirá a Israel De todos sus pecados.

Confiando en Dios como un niño
(Sal 131:1) «Cántico gradual; de David.»* Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas demasiado sublimes para mí.

(Sal 131:2) En verdad que me he comportado y he acallado mi alma Como un niño destetado de su madre; Como un niño destetado está mi alma.

(Sal 131:3) Espera, oh Israel, en Jehová, Desde ahora y para siempre.

Plegaria por bendición acerca de el santuario
(Sal 132:1) «Cántico gradual.»* Acuérdate, oh Jehová, de David, Y de toda su aflicción;

(Sal 132:2) De cómo juró a Jehová, Y prometió al Fuerte de Jacob:

(Sal 132:3) No entraré en la morada de mi casa, Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;

(Sal 132:4) No daré sueño a mis ojos, Ni a mis párpados adormecimiento,

(Sal 132:5) Hasta que halle lugar para Jehová, Morada para el Fuerte de Jacob.

(Sal 132:6) He aquí en Efrata lo oímos; Lo hallamos en los campos del bosque.

(Sal 132:7) Entraremos en su tabernáculo; Nos postraremos ante el estrado de sus pies.

(Sal 132:8) Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo, Tú y el arca de tu poder.

(Sal 132:9) Tus sacerdotes se vistan de justicia, Y se regocijen tus santos.

(Sal 132:10) Por amor de David tu esclavo [siervo, sirviente] No vuelvas de tu ungido el rostro.

(Sal 132:11) En verdad juró Jehová a David, Y no se retractará de ello: De tu descendencia pondré sobre tu trono.

(Sal 132:12) Si tus hijos guardaren mi pacto [alianza, convenio, acuerdo], Y mi testimonio que yo les enseñaré, Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

(Sal 132:13) Porque Jehová ha elegido a Sion; La quiso por habitación para sí.

(Sal 132:14) Este es para siempre el lugar de mi reposo; Aquí habitaré, porque la he querido.

(Sal 132:15) Bendeciré abundantemente su provisión; A sus pobres saciaré de pan.

(Sal 132:16) Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes, Y sus santos darán voces de júbilo.

(Sal 132:17) Allí haré retoñar el poder de David; He dispuesto lámpara a mi ungido.

(Sal 132:18) A sus enemigos vestiré de confusión, Mas sobre él florecerá su corona.

La bienaventuranza del amor fraternal
(Sal 133:1) «Cántico gradual; de David.»* ¡Vean cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!

(Sal 133:2) Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras;

(Sal 133:3) Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.

Bendiga Jehová a los que cuidan el templo
(Sal 134:1) «Cántico gradual.»* Vean, bendigan a Jehová, Ustedes todos los esclavos [siervos, sirvientes] de Jehová, Los que en la casa de Jehová están por las noches.

(Sal 134:2) Alcen sus [de ustedes] manos al santuario, Y bendigan a Jehová.

(Sal 134:3) Desde Sion te bendiga Jehová, El cual ha hecho los cielos y la tierra.

La grandeza del Señor y la vanidad de los ídolos
(Sal 135:1) «Aleluya.»* Alaben el nombre de Jehová; Alábenle, esclavos [siervos, sirvientes] de Jehová;

(Sal 135:2) Los que están en la casa de Jehová, En los atrios de la casa de nuestro Dios.

(Sal 135:3) Alaben a JAH, porque él es bueno; Canten salmos a su nombre, porque él es benigno.

(Sal 135:4) Porque JAH ha escogido a Jacob para sí, A Israel por posesión suya.

(Sal 135:5) Porque yo sé que Jehová es grande, Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.

(Sal 135:6) Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos [profundidades].

(Sal 135:7) Hace subir las nubes de los extremos de la tierra; Hace los relámpagos para la lluvia; Saca de sus depósitos los vientos.

(Sal 135:8) El es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto, Desde el hombre hasta la bestia.

(Sal 135:9) Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, Contra Faraón, y contra todos sus esclavos [siervos, sirvientes].

(Sal 135:10) Destruyó a muchas naciones, Y mató a reyes poderosos;

(Sal 135:11) A Sehón rey amorreo, A Og rey de Basán, Y a todos los reyes de Canaán.

(Sal 135:12) Y dio la tierra de ellos en heredad [posesión territorial], En heredad [posesión territorial] a Israel su pueblo.

(Sal 135:13) Oh Jehová, eterno es tu nombre; Tu memoria, oh Jehová, de generación en generación.

(Sal 135:14) Porque Jehová juzgará a su pueblo, Y se compadecerá de sus esclavos [siervos, sirvientes].

(Sal 135:15) Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres.

(Sal 135:16) Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven;

(Sal 135:17) Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas.

(Sal 135:18) Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían.

(Sal 135:19) Casa de Israel, bendigan a Jehová; Casa de Aarón, bendigan a Jehová;

(Sal 135:20) Casa de Leví, bendigan a Jehová; Los que temen a Jehová, bendigan a Jehová.

(Sal 135:21) Desde Sion sea bendecido Jehová, Quien mora en Jerusalén. Aleluya.

Alabanza por la misericordia eterna de Jehová
(Sal 136:1) Alaben a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:2) Alaben al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:3) Alaben al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:4) Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:5) Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:6) Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:7) Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:8) El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:9) La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:10) Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:11) Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:12) Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:13) Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia;

(Sal 136:14) E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia;

(Sal 136:15) Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:16) Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:17) Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia;

(Sal 136:18) Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia;

(Sal 136:19) A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia;

(Sal 136:20) Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia;

(Sal 136:21) Y dio la tierra de ellos en heredad [posesión territorial], Porque para siempre es su misericordia;

(Sal 136:22) En heredad [posesión territorial] a Israel su esclavo [siervo, sirviente], Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:23) El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia;

(Sal 136:24) Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:25) El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia.

(Sal 136:26) Alaben al Dios de los cielos, Porque para siempre es su misericordia.

Lamento de los cautivos en Babilonia
(Sal 137:1) Junto a los ríos de Babilonia, Allí nos sentábamos, y aun llorábamos, Acordándonos de Sion.

(Sal 137:2) Sobre los sauces en medio de ella Colgamos nuestras arpas.

(Sal 137:3) Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cántennos algunos de los cánticos de Sion.

(Sal 137:4) ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová En tierra de extraños?

(Sal 137:5) Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, Pierda mi diestra su destreza.

(Sal 137:6) Mi lengua se pegue a mi paladar, Si de ti no me acordare; Si no enalteciere a Jerusalén Como preferente asunto de mi alegría.

(Sal 137:7) Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, Cuando decían: Arrásenla, arrásenla Hasta los cimientos.

(Sal 137:8) Hija de Babilonia la devastada [arruinada, desolada], Dichoso [afortunado, bienaventurado] el que te diere el pago De lo que tú nos hiciste.

(Sal 137:9) Dichoso el que tomare y estrellare tus niños Contra la peña.

Acción de gracias por el favor de Jehová
(Sal 138:1) «Salmo de David.»* Te alabaré con todo mi corazón; Delante de los dioses te cantaré salmos.

(Sal 138:2) Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.

(Sal 138:3) El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma.

(Sal 138:4) Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, Porque han oído los dichos de tu boca.

(Sal 138:5) Y cantarán de los caminos de Jehová, Porque la gloria de Jehová es grande.

(Sal 138:6) Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.

(Sal 138:7) Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra.

(Sal 138:8) Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.

Omnipresencia y omnisciencia de Dios
(Sal 139:1) «Al músico principal. Salmo de David.»* Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.

(Sal 139:2) has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.

(Sal 139:3) Has escudriñado [inquirido, analizado] mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.

(Sal 139:4) Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

(Sal 139:5) Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.

(Sal 139:6) Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.

(Sal 139:7) ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?

(Sal 139:8) Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.

(Sal 139:9) Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar,

(Sal 139:10) Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.

(Sal 139:11) Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.

(Sal 139:12) Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

(Sal 139:13) Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

(Sal 139:14) Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.

(Sal 139:15) No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

(Sal 139:16) Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

(Sal 139:17) ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!

(Sal 139:18) Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.

(Sal 139:19) De cierto, oh Dios, harás morir al impío [irreverente y sin ley]; Apártense, pues, de mí, hombres sanguinarios.

(Sal 139:20) Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre.

(Sal 139:21) ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me enardezco contra tus enemigos?

(Sal 139:22) Los aborrezco por completo; Los tengo por enemigos.

(Sal 139:23) Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;

(Sal 139:24) Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.

Súplica de protección contra los perseguidores
(Sal 140:1) «Al músico principal. Salmo de David.»* Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; Guárdame de hombres violentos,

(Sal 140:2) Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas.

(Sal 140:3) Aguzaron su lengua como la serpiente; Veneno de áspid hay debajo de sus labios.

(Sal 140:4) Guárdame, oh Jehová, de manos del impío [irreverente y sin ley]; Líbrame de hombres injuriosos, Que han pensado trastornar mis pasos.

(Sal 140:5) Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; Han tendido red junto a la senda; Me han puesto lazos.

(Sal 140:6) He dicho a Jehová: Dios mío eres tú; Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos.

(Sal 140:7) Jehová Señor, potente salvador mío, Tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de batalla.

(Sal 140:8) No concedas, oh Jehová, al impío [irreverente y sin ley] sus deseos; No saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca.

(Sal 140:9) En cuanto a los que por todas partes me rodean, La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.

(Sal 140:10) Caerán sobre ellos brasas; Serán echados en el fuego, En abismos [profundidades] profundos de donde no salgan.

(Sal 140:11) El hombre deslenguado no será firme en la tierra; El mal cazará al hombre injusto para derribarle.

(Sal 140:12) Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido, Y el derecho de los necesitados.

(Sal 140:13) Ciertamente los justos alabarán tu nombre; Los rectos morarán en tu presencia.

Oración a fin de ser guardado del mal
(Sal 141:1) «Salmo de David.»* Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí; Escucha mi voz cuando te invocare.

(Sal 141:2) Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.

(Sal 141:3) Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios.

(Sal 141:4) No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad [gran maldad e injusticia]; Y no coma yo de sus deleites.

(Sal 141:5) Que el justo me castigue, será un favor, Y que me reprenda será un excelente bálsamo Que no me herirá la cabeza; Pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquéllos.

(Sal 141:6) Serán despeñados sus jueces, Y oirán mis palabras, que son verdaderas.

(Sal 141:7) Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol.

(Sal 141:8) Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos; En ti he confiado; no desampares mi alma.

(Sal 141:9) Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de las trampas de los que hacen iniquidad [gran maldad e injusticia].

(Sal 141:10) Caigan los impíos [irreverentes y sin ley] a una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante.

Petición de ayuda en medio de la prueba
(Sal 142:1) «Masquil de David. Oración que hizo cuando estaba en la cueva.»* Con mi voz clamaré a Jehová; Con mi voz pediré a Jehová misericordia.

(Sal 142:2) Delante de él expondré mi queja; Delante de él manifestaré mi angustia.

(Sal 142:3) Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.

(Sal 142:4) Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.

(Sal 142:5) Clamé a ti, oh Jehová; Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes.

(Sal 142:6) Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido. Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

(Sal 142:7) Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre; Me rodearán los justos, Porque tú me serás propicio.

Súplica de liberación y dirección
(Sal 143:1) «Salmo de David.»* Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos; Respóndeme por tu verdad, por tu justicia.

(Sal 143:2) Y no entres en juicio con tu esclavo [siervo, sirviente]; Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano.

(Sal 143:3) Porque ha perseguido el enemigo mi alma; Ha postrado en tierra mi vida; Me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.

(Sal 143:4) Y mi espíritu se angustió dentro de mí; Está desolado mi corazón.

(Sal 143:5) Me acordé de los días antiguos; Meditaba en todas tus obras; Reflexionaba en las obras de tus manos.

(Sal 143:6) Extendí mis manos a ti, Mi alma a ti como la tierra sedienta.

(Sal 143:7) Respóndeme pronto, oh Jehová, porque desmaya mi espíritu; No escondas de mí tu rostro, No venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

(Sal 143:8) Hazme oír por la mañana tu misericordia, Porque en ti he confiado; Hazme saber el camino por donde ande, Porque a ti he elevado mi alma.

(Sal 143:9) Líbrame de mis enemigos, oh Jehová; En ti me refugio.

(Sal 143:10) Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.

(Sal 143:11) Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás; Por tu justicia sacarás mi alma de angustia.

(Sal 143:12) Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos, Y destruirás a todos los adversarios de mi alma, Porque yo soy tu siervo.

Oración pidiendo socorro y prosperidad
(Sal 144:1) «Salmo de David.»* Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;

(Sal 144:2) Misericordia mía y mi castillo, Fortaleza mía y mi libertador, Escudo mío, en quien he confiado; El que sujeta a mi pueblo debajo de mí.

(Sal 144:3) Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, O el hijo de hombre, para que lo estimes?

(Sal 144:4) El hombre es semejante a la vanidad; Sus días son como la sombra que pasa.

(Sal 144:5) Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende; Toca los montes, y humeen.

(Sal 144:6) Despide relámpagos y disípalos, Envía tus flechas [saetas] y túrbalos.

(Sal 144:7) Envía tu mano desde lo alto; Redímeme, y sácame de las muchas aguas, De la mano de los hombres extraños,

(Sal 144:8) Cuya boca habla vanidad, Y cuya diestra es diestra de mentira.

(Sal 144:9) Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo; Con salterio, con decacordio cantaré a ti.

(Sal 144:10) Tú, el que da victoria a los reyes, El que rescata de maligna espada a David su siervo.

(Sal 144:11) Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños, Cuya boca habla vanidad, Y cuya diestra es diestra de mentira.

(Sal 144:12) Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;

(Sal 144:13) Nuestros graneros llenos, provistos de «toda suerte de grano;»* Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos;

(Sal 144:14) Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; No tengamos asalto, ni que hacer salida, Ni grito de alarma en nuestras plazas.

(Sal 144:15) Dichoso [afortunado, bienaventurado] el pueblo que tiene esto; Dichoso [afortunado, bienaventurado] el pueblo cuyo Dios es Jehová.

Alabanza por la bondad y el poder de Dios
(Sal 145:1) «Salmo de alabanza; de David.»* Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.

(Sal 145:2) Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.

(Sal 145:3) Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable.

(Sal 145:4) Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos.

(Sal 145:5) En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré.

(Sal 145:6) Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu grandeza.

(Sal 145:7) Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán tu justicia.

(Sal 145:8) Clemente y misericordioso es Jehová, «Lento para la ira,»* y grande en misericordia.

(Sal 145:9) Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras.

(Sal 145:10) Te alaben, oh Jehová, todas tus obras, Y tus santos te bendigan.

(Sal 145:11) La gloria de tu reino digan, Y hablen de tu poder,

(Sal 145:12) Para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos, Y la gloria de la magnificencia de su reino.

(Sal 145:13) Tu reino es reino de todos los siglos, Y tu señorío en todas las generaciones.

(Sal 145:14) Sostiene Jehová a todos los que caen, Y levanta a todos los oprimidos.

(Sal 145:15) Los ojos de todos esperan en ti, Y tú les das su comida a su tiempo.

(Sal 145:16) Abres tu mano, Y colmas de bendición a todo ser viviente.

(Sal 145:17) Justo es Jehová en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras.

(Sal 145:18) Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras.

(Sal 145:19) Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.

(Sal 145:20) Jehová guarda a todos los que le aman, Mas destruirá a todos los impíos [irreverentes y sin ley].

(Sal 145:21) La alabanza de Jehová proclamará mi boca; Y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.

Alabanza por la justicia de Dios
(Sal 146:1) «Aleluya.»* Alaba, oh alma mía, a Jehová.

(Sal 146:2) Alabaré a Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.

(Sal 146:3) No confíen en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.

(Sal 146:4) Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.

(Sal 146:5) Dichoso [afortunado, bienaventurado] aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en Jehová su Dios,

(Sal 146:6) El cual hizo los cielos y la tierra, El mar, y todo lo que en ellos hay; Que guarda verdad para siempre,

(Sal 146:7) Que hace justicia a los agraviados, Que da pan a los hambrientos. Jehová liberta a los cautivos;

(Sal 146:8) Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos.

(Sal 146:9) Jehová guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los impíos [irreverentes y sin ley] trastorna.

(Sal 146:10) Reinará Jehová para siempre; Tu Dios, oh Sion, de generación en generación. Aleluya.

Alabanza por el favor de Dios hacia Jerusalén
(Sal 147:1) Alaben a JAH, Porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; Porque suave y hermosa es la alabanza.

(Sal 147:2) Jehová edifica a Jerusalén; A los desterrados de Israel recogerá.

(Sal 147:3) El sana a los quebrantados [despedazados] de corazón, Y venda sus heridas.

(Sal 147:4) El cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres.

(Sal 147:5) Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Y su entendimiento es infinito.

(Sal 147:6) Jehová exalta a los humildes, Y humilla a los impíos [irreverentes y sin ley] hasta la tierra.

(Sal 147:7) Canten a Jehová con alabanza, Canten con arpa a nuestro Dios.

(Sal 147:8) El es quien cubre de nubes los cielos, El que prepara la lluvia para la tierra, El que hace a los montes producir hierba.

(Sal 147:9) El da a la bestia su mantenimiento, Y a los hijos de los cuervos que claman.

(Sal 147:10) No se deleita en la fuerza del caballo, Ni se complace en la agilidad del hombre.

(Sal 147:11) Se complace Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia.

(Sal 147:12) Alaba a Jehová, Jerusalén; Alaba a tu Dios, oh Sion.

(Sal 147:13) Porque fortificó los cerrojos de tus puertas; Bendijo a tus hijos dentro de ti.

(Sal 147:14) El da en tu territorio la paz; Te hará saciar con lo mejor del trigo.

(Sal 147:15) El envía su palabra a la tierra; Velozmente corre su palabra.

(Sal 147:16) Da la nieve como lana, Y derrama la escarcha como ceniza.

(Sal 147:17) Echa su hielo como pedazos; Ante su frío, ¿quién resistirá?

(Sal 147:18) Enviará su palabra, y los derretirá; Soplará su viento, y fluirán las aguas.

(Sal 147:19) Ha manifestado sus palabras a Jacob, Sus estatutos y sus juicios a Israel.

(Sal 147:20) No ha hecho así con ninguna otra de las naciones; Y en cuanto a sus juicios, no los conocieron. Aleluya.

Exhortación a alabar a Jehová
(Sal 148:1) «Aleluya.»* Alaben a Jehová desde los cielos; Alábenle en las alturas.

(Sal 148:2) Alábenle, ustedes todos sus ángeles; Alábenle, ustedes todos sus ejércitos.

(Sal 148:3) Alábenle, sol y luna; Alábenle, ustedes todas, lucientes estrellas.

(Sal 148:4) Alábenle, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos.

(Sal 148:5) Alaben el nombre de Jehová; Porque él mandó, y fueron creados.

(Sal 148:6) Los hizo ser eternamente y para siempre; Les puso ley que no será quebrantada.

(Sal 148:7) Alaben a Jehová desde la tierra, Los monstruos marinos y todos los abismos [profundidades];

(Sal 148:8) El fuego y el granizo, la nieve y el vapor, El viento de tempestad que ejecuta su palabra;

(Sal 148:9) Los montes y todos los collados, El árbol de fruto y todos los cedros;

(Sal 148:10) La bestia y todo animal, Reptiles y volátiles;

(Sal 148:11) Los reyes de la tierra y todos los pueblos, Los príncipes y todos los jueces de la tierra;

(Sal 148:12) Los jóvenes y también las doncellas, Los ancianos y los niños.

(Sal 148:13) Alaben el nombre de Jehová, Porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos.

(Sal 148:14) El ha exaltado el poderío de su pueblo; Alábenle todos sus santos, los hijos de Israel, El pueblo a él cercano. Aleluya.

Exhortación a Israel, para que alabe a Jehová
(Sal 149:1) «Aleluya.»* Canten a Jehová cántico nuevo; Su alabanza sea en la congregación de los santos.

(Sal 149:2) Alégrese Israel en su Hacedor; Los hijos de Sion se gocen en su Rey.

(Sal 149:3) Alaben su nombre con danza; Con pandero y arpa a él canten.

(Sal 149:4) Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; Hermoseará a los humildes con la salvación.

(Sal 149:5) Regocíjense los santos por su gloria, Y canten aun sobre sus camas.

(Sal 149:6) Exalten a Dios con sus gargantas, Y espadas de dos filos en sus manos,

(Sal 149:7) Para ejecutar venganza entre las naciones, Y castigo entre los pueblos;

(Sal 149:8) Para aprisionar a sus reyes con grillos, Y a sus nobles con cadenas de hierro;

(Sal 149:9) Para ejecutar en ellos el juicio decretado; Gloria será esto para todos sus santos. Aleluya.

Alaben a Dios
(Sal 150:1) «Aleluya.»* Alaben a Dios en su santuario; Alábenle en la magnificencia de su firmamento.

(Sal 150:2) Alábenle por sus proezas; Alábenle conforme a la muchedumbre de su grandeza.

(Sal 150:3) Alábenle a son de bocina; Alábenle con salterio y arpa.

(Sal 150:4) Alábenle con pandero y danza; Alábenle con cuerdas y flautas.

(Sal 150:5) Alábenle con címbalos resonantes; Alábenle con címbalos de júbilo.

(Sal 150:6) Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya.

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