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RVI: NUMEROS 8 - 16

Referencias para la lectura:

-       Texto actualizado al español latino.
-       Ubicación visual de vocablos claves resaltados en colores.
-       Sinónimos de palabras claves entre corchetes [color bordó]
-       Texto entre comillas y asterisco «expresión»* refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
-       Subtitulado tradicional actualizado

Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.


Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de significados y conceptos.

Aarón enciende las lámparas
(Nm 8:1) Habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Nm 8:2) Habla a Aarón y dile: Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas alumbrarán hacia adelante del candelero.

(Nm 8:3) Y Aarón lo hizo así; encendió hacia la parte anterior del candelero sus lámparas, como Jehová lo mandó a Moisés.

(Nm 8:4) Y esta era el diseño [forma, hechura] del candelero, de oro labrado a martillo; desde su pie hasta sus flores era labrado a martillo; conforme al modelo que Jehová mostró a Moisés, así hizo el candelero.

Consagración de los levitas
(Nm 8:5) También Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Nm 8:6) Toma a los levitas de entre los hijos de Israel, y haz expiación por ellos.

(Nm 8:7) Así harás para expiación por ellos: Rocía sobre ellos el agua de la expiación, y haz pasar la navaja sobre todo su cuerpo, y lavarán sus vestidos, y serán purificados.

(Nm 8:8) Luego tomarán un novillo, con su ofrenda de flor de harina amasada con aceite; y tomarás otro novillo para expiación.

(Nm 8:9) Y harás que los levitas se acerquen delante del tabernáculo de reunión, y reunirás a toda la congregación de los hijos de Israel.

(Nm 8:10) Y cuando hayas acercado a los levitas delante de Jehová, pondrán los hijos de Israel sus manos sobre los levitas;

(Nm 8:11) y ofrecerá Aarón los levitas delante de Jehová en ofrenda de los hijos de Israel, y servirán en el ministerio de Jehová.

(Nm 8:12) Y los levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los novillos; y ofrecerás el uno por expiación, y el otro en holocausto a Jehová, para hacer expiación por los levitas.

(Nm 8:13) Y presentarás a los levitas delante de Aarón, y delante de sus hijos, y los ofrecerás en ofrenda a Jehová.

(Nm 8:14) Así apartarás a los levitas de entre los hijos de Israel, y serán míos los levitas.

(Nm 8:15) Después de eso vendrán los levitas a ministrar en el tabernáculo de reunión; serán purificados, y los ofrecerás en ofrenda.

(Nm 8:16) Porque enteramente me son dedicados a mí los levitas de entre los hijos de Israel, en lugar de todo primer nacido; los he tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los hijos de Israel.

(Nm 8:17) Porque mío es todo primogénito de entre los hijos de Israel, así de hombres como de animales; desde el día que yo herí a todo primogénito en la tierra de Egipto, los santifiqué para mí.

(Nm 8:18) Y he tomado a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel.

(Nm 8:19) Y yo he dado en don los levitas a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión, y reconcilien a los hijos de Israel; para que no haya plaga en los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al santuario.

(Nm 8:20) Y Moisés y Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel hicieron con los levitas conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas; así hicieron con ellos los hijos de Israel.

(Nm 8:21) Y los levitas se purificaron, y lavaron sus vestidos; y Aarón los ofreció en ofrenda delante de Jehová, e hizo Aarón expiación por ellos para purificarlos.

(Nm 8:22) Así vinieron después los levitas para ejercer su ministerio en el tabernáculo de reunión delante de Aarón y delante de sus hijos; de la manera que mandó Jehová a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.

(Nm 8:23) Luego habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Nm 8:24) Los levitas de veinticinco años arriba entrarán a ejercer su ministerio en el servicio del tabernáculo de reunión.

(Nm 8:25) Pero desde los cincuenta años cesarán de ejercer su ministerio, y nunca más lo ejercerán.

(Nm 8:26) Servirán con sus hermanos en el tabernáculo de reunión, para hacer la guardia, pero no servirán en el ministerio. Así harás con los levitas en cuanto a su ministerio.

Celebración de la pascua
(Nm 9:1) Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, en el mes primero, diciendo:

(Nm 9:2) Los hijos de Israel celebrarán la pascua a su tiempo.

(Nm 9:3) El decimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, la celebraran a su tiempo; conforme a todos sus ritos y conforme a todas sus leyes la celebraran.

(Nm 9:4) Y habló Moisés a los hijos de Israel para que celebrasen la pascua.

(Nm 9:5) Celebraron la pascua en el mes primero, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, en el desierto de Sinaí; conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés, así hicieron los hijos de Israel.

(Nm 9:6) Pero hubo «algunos»* que estaban inmundos a causa de muerto, y no pudieron celebrar la pascua aquel día; y vinieron delante de Moisés y delante de Aarón aquel día,

(Nm 9:7) y le dijeron aquellos hombres: Nosotros estamos inmundos por causa de muerto; ¿por qué seremos impedidos de ofrecer ofrenda a Jehová a su tiempo entre los hijos de Israel?

(Nm 9:8) Y Moisés les respondió: Esperen, y oiré lo que ordena Jehová acerca de ustedes.

(Nm 9:9) Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Nm 9:10) Habla a los hijos de Israel, diciendo: «Cualquiera»* de ustedes o de sus [de ustedes] descendientes, que estuviere inmundo por causa de muerto o estuviere de viaje lejos, celebrará la pascua a Jehová.

(Nm 9:11) En el mes segundo, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, la celebrarán; con panes sin levadura y hierbas amargas la comerán.

(Nm 9:12) No dejarán del animal sacrificado para la mañana, ni quebrarán hueso de él; conforme a todos los ritos de la pascua la celebrarán.

(Nm 9:13) Mas el que estuviere limpio, y no estuviere de viaje, si dejare de celebrar la pascua, la tal persona será cortada de entre su pueblo; por cuanto no ofreció a su tiempo la ofrenda de Jehová, el tal hombre llevará su pecado.

(Nm 9:14) Y si morare con ustedes extranjero, y celebrare la pascua a Jehová, conforme al rito de la pascua y conforme a sus leyes la celebrará; un mismo rito tendrán, tanto el extranjero como el natural de la tierra.

La nube sobre el tabernáculo
(Ex 40:34-38)
(Nm 9:15) El día que el tabernáculo fue erigido, la nube cubrió el tabernáculo sobre la tienda del testimonio; y a la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana.

(Nm 9:16) Así era continuamente: la nube lo cubría de día, y de noche la apariencia de fuego.

(Nm 9:17) «Cuando»* se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel partían; y en el lugar donde la nube paraba, allí acampaban los hijos de Israel.

(Nm 9:18) «Al mandato de»* Jehová los hijos de Israel partían, y «al mandato de»* Jehová acampaban; todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, permanecían acampados.

(Nm 9:19) Cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza de Jehová, y no partían.

(Nm 9:20) Y cuando la nube estaba sobre el tabernáculo «pocos»* días, «al mandato de»* Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían.

(Nm 9:21) Y cuando la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana, o cuando a la mañana la nube se levantaba, ellos partían; o si había estado un día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían.

(Nm 9:22) O si dos días, o un mes, o «un año,»* mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo permaneciendo sobre él, los hijos de Israel seguían acampados, y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos partían.

(Nm 9:23) «Al mandato de»* Jehová acampaban, y «al mandato de»* Jehová partían, guardando la ordenanza de Jehová «como»* Jehová «lo había dicho»* por «medio de»* Moisés.

Las trompetas de plata
(Nm 10:1) Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Nm 10:2) Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover los campamentos.

(Nm 10:3) Y cuando las tocaren, toda la congregación se reunirá ante ti a la puerta del tabernáculo de reunión.

(Nm 10:4) Mas cuando tocaren sólo una, entonces se congregarán ante ti los príncipes, los jefes de los millares de Israel.

(Nm 10:5) Y cuando tocaren alarma, entonces moverán los campamentos de los que están acampados al oriente.

(Nm 10:6) Y cuando tocaren alarma la segunda vez, entonces moverán los campamentos de los que están acampados al sur; alarma tocarán para sus partidas.

(Nm 10:7) Pero para reunir la congregación tocaran, mas no con sonido de alarma.

(Nm 10:8) Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas; y las tendrán por estatuto perpetuo por sus [de ustedes] generaciones.

(Nm 10:9) Y cuando salieren a la guerra en su [de ustedes] tierra contra el enemigo que les molestare, tocaran alarma con las trompetas; y serán recordados por Jehová su [de ustedes] Dios, y serán salvos de sus [de ustedes] enemigos.

(Nm 10:10) Y en el día de su [ustedes] alegría, y en sus [de ustedes] solemnidades, y en los principios de sus [de ustedes] meses, tocaran las trompetas sobre sus [de ustedes] holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y les serán por memoria delante de su [ustedes] Dios. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

(Nm 10:11) En el año segundo, en el mes segundo, a los veinte días del mes, la nube se alzó del tabernáculo del testimonio.

(Nm 10:12) Y partieron los hijos de Israel del desierto de Sinaí según el orden de marcha; y se detuvo la nube en el desierto de Parán.

(Nm 10:13) Partieron la primera vez «al mandato de»* Jehová por «medio de»* Moisés.

(Nm 10:14) La bandera del campamento de los hijos de Judá comenzó a marchar primero, por sus ejércitos; y Naasón hijo de Aminadab estaba sobre su cuerpo de ejército.

(Nm 10:15) Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Isacar, Natanael hijo de Zuar.

(Nm 10:16) Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón.

(Nm 10:17) Después que estaba ya desarmado el tabernáculo, se movieron los hijos de Gersón y los hijos de Merari, que lo llevaban.

(Nm 10:18) Luego comenzó a marchar la bandera del campamento de Rubén por sus ejércitos; y Elisur hijo de Sedeur estaba sobre su cuerpo de ejército.

(Nm 10:19) Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai.

(Nm 10:20) Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Gad, Eliasaf hijo de Deuel.

(Nm 10:21) Luego comenzaron a marchar los coatitas llevando el santuario; y entretanto que ellos llegaban, los otros acondicionaron el tabernáculo.

(Nm 10:22) Después comenzó a marchar la bandera del campamento de los hijos de Efraín por sus ejércitos; y Elisama hijo de Amiud estaba sobre su cuerpo de ejército.

(Nm 10:23) Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.

(Nm 10:24) Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.

(Nm 10:25) Luego comenzó a marchar la bandera del campamento de los hijos de Dan por sus ejércitos, a retaguardia de todos los campamentos; y Ahiezer hijo de Amisadai estaba sobre su cuerpo de ejército.

(Nm 10:26) Sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán.

(Nm 10:27) Y sobre el cuerpo de ejército de la tribu de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán.

(Nm 10:28) Este era el orden de marcha de los hijos de Israel por sus ejércitos cuando partían.

(Nm 10:29) Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo se lo daré. Ven con nosotros, y te haremos bien; porque Jehová ha prometido el bien a Israel.

(Nm 10:30) Y él le respondió: Yo no iré, sino que me marcharé a mi tierra y a mi parentela.

(Nm 10:31) Y él le dijo: «Te ruego»* que no nos dejes; porque tú conoces los lugares donde hemos de acampar en el desierto, y nos serás en lugar de ojos.

(Nm 10:32) Y si vienes con nosotros, cuando tengamos el bien que Jehová nos ha de hacer, nosotros te haremos bien.

(Nm 10:33) Así partieron del monte de Jehová camino de tres días; y el arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso.

(Nm 10:34) Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día, desde que salieron del campamento.

(Nm 10:35) Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.

(Nm 10:36) Y cuando ella se detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los millares de millares de Israel.

Jehová envía codornices
(Nm 11:1) Sucedió que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento.

(Nm 11:2) Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió.

(Nm 11:3) Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos.

(Nm 11:4) Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!

(Nm 11:5) Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;

(Nm 11:6) y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.

(Nm 11:7) Y era el maná como semilla de culantro, y su color como «color de»* bedelio.

(Nm 11:8) El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo.

(Nm 11:9) Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él.

(Nm 11:10) Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió enteramente [en gran manera, grandemente]; también «le pareció mal a»* Moisés.

(Nm 11:11) Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu esclavo [siervo, sirviente]? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?

(Nm 11:12) ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres?

(Nm 11:13) ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos.

(Nm 11:14) No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.

(Nm 11:15) Y si así lo haces tú conmigo, yo «te ruego»* que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.

(Nm 11:16) Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo.

(Nm 11:17) Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.

(Nm 11:18) Pero al pueblo dirás: Santifíquense para mañana, y comerán carne; porque han llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, les dará carne, y comerán.

(Nm 11:19) No comerán un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días,

(Nm 11:20) sino hasta un mes «entero,»* hasta que les salga por las narices, y «la aborrezcan,»* por cuanto despreciaron a Jehová que está en medio de ustedes, y lloraron delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?

(Nm 11:21) Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: Les daré carne, y comerán un mes «entero!»*

(Nm 11:22) ¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes «que les basten?»* ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar «para que tengan abasto?»*

(Nm 11:23) Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no.

(Nm 11:24) Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras de Jehová; y reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo, y los hizo estar alrededor del tabernáculo.

(Nm 11:25) Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.

(Nm 11:26) Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento.

(Nm 11:27) Y corrió un joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento.

(Nm 11:28) Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos.

(Nm 11:29) Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? «Ojalá»* todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.

(Nm 11:30) Y Moisés volvió al campamento, él y los ancianos de Israel.

(Nm 11:31) Y vino un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino «a un lado,»* y un día de camino «al otro,»* alrededor del campamento, y casi dos codos sobre la superficie [faz] de la tierra.

(Nm 11:32) Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo alrededor del campamento.

(Nm 11:33) Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió en el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande.

(Nm 11:34) Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.

(Nm 11:35) De Kibrot-hataava partió el pueblo a Hazerot, y se quedó en Hazerot.

María y Aarón murmuran contra Moisés
(Nm 12:1) María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita.

(Nm 12:2) Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová.

(Nm 12:3) Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.

(Nm 12:4) Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salgan ustedes tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres.

(Nm 12:5) Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos.

(Nm 12:6) Y él les dijo: Oigan ahora mis palabras. Cuando haya entre ustedes profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.

(Nm 12:7) No así a mi esclavo [siervo, sirviente] Moisés, que es fiel en toda mi casa.

(Nm 12:8) Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvieron temor de hablar contra mi esclavo [siervo, sirviente] Moisés?

(Nm 12:9) Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue.

(Nm 12:10) Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.

(Nm 12:11) Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado.

(Nm 12:12) No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne.

(Nm 12:13) Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: «Te ruego,»* oh Dios, que la sanes ahora.

(Nm 12:14) Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después volverá a la congregación.

(Nm 12:15) Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos.

(Nm 12:16) Después el pueblo partió de Hazerot, y acamparon en el desierto de Parán.

Misión de los doce espías
(Dt 1:19-33)
(Nm 13:1) Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Nm 13:2) Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaran un varón, «cada»* uno príncipe entre ellos.

(Nm 13:3) Y Moisés los envió desde el desierto de Parán, «conforme a la palabra de»* Jehová; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel.

(Nm 13:4) Estos son sus nombres: De la tribu de Rubén, Samúa hijo de Zacur.

(Nm 13:5) De la tribu de Simeón, Safat hijo de Horí.

(Nm 13:6) De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone.

(Nm 13:7) De la tribu de Isacar, Igal hijo de José.

(Nm 13:8) De la tribu de Efraín, Oseas hijo de Nun.

(Nm 13:9) De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú.

(Nm 13:10) De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi.

(Nm 13:11) De la tribu de José: de la tribu de Manasés, Gadi hijo de Susi.

(Nm 13:12) De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali.

(Nm 13:13) De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael.

(Nm 13:14) De la tribu de Neftalí, Nahbi hijo de Vapsi.

(Nm 13:15) De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui.

(Nm 13:16) Estos son los nombres de los varones que Moisés envió a reconocer la tierra; y a Oseas hijo de Nun le puso Moisés el nombre de Josué.

(Nm 13:17) Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Suban de aquí al Neguev, y suban al monte,

(Nm 13:18) y observen la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso;

(Nm 13:19) cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas;

(Nm 13:20) y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no; y esfuércense, y tomen del fruto del país. Y era el «tiempo de»* las primeras uvas.

(Nm 13:21) Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat.

(Nm 13:22) Y subieron al Neguev y vinieron hasta Hebrón; y allí estaban Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto.

(Nm 13:23) Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos.

(Nm 13:24) Y se llamó aquel lugar el Valle de Escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel.

(Nm 13:25) Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días.

(Nm 13:26) Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.

(Nm 13:27) Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.

(Nm 13:28) Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.

(Nm 13:29) Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán.

(Nm 13:30) Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.

(Nm 13:31) Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.

(Nm 13:32) Y «hablaron mal»* entre los hijos de Israel, «de»* la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus habitantes [moradores, residentes]; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura.

(Nm 13:33) También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro «parecer,»* como langostas; y así les «parecíamos a»* ellos.

Los israelitas se rebelan contra Jehová
(Nm 14:1) Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche.

(Nm 14:2) Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos!

(Nm 14:3) ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?

(Nm 14:4) Y decían «el uno al otro:»* Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto.

(Nm 14:5) Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel.

(Nm 14:6) Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos,

(Nm 14:7) y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra enteramente [en gran manera, grandemente] buena.

(Nm 14:8) Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.

(Nm 14:9) Por tanto, no sean rebeldes contra Jehová, ni teman al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los teman.

(Nm 14:10) Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel,

(Nm 14:11) y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos?

(Nm 14:12) Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos.

(Nm 14:13) Pero Moisés respondió a Jehová: Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder;

(Nm 14:14) y lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que «cara a cara»* aparecías tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego;

(Nm 14:15) y que has hecho morir a este pueblo como a un solo hombre; y las gentes que hubieren oído tu fama hablarán, diciendo:

(Nm 14:16) Por cuanto no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto.

(Nm 14:17) Ahora, pues, «yo te ruego»* que sea magnificado el poder del Señor, como lo hablaste, diciendo:

(Nm 14:18) Jehová, «tardo para la ira»* y grande en misericordia, que perdona la iniquidad [gran maldad e injusticia] y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.

(Nm 14:19) Perdona ahora la iniquidad [gran maldad e injusticia] de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.

Jehová castiga a Israel
(Dt 1:34-40)
(Nm 14:20) Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho.

(Nm 14:21) Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra,

(Nm 14:22) todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz,

(Nm 14:23) no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá.

(Nm 14:24) Pero a mi esclavo [siervo, sirviente] Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir detrás de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión.

(Nm 14:25) Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; vuelvan mañana y salgan al desierto, camino del Mar Rojo.

(Nm 14:26) Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:

(Nm 14:27) ¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?

(Nm 14:28) Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según han hablado a mis oídos, así haré yo con ustedes.

(Nm 14:29) En este desierto caerán sus [de ustedes] cuerpos; todo el número de los que fueron contados de entre ustedes, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí.

(Nm 14:30) Ustedes de hecho no entraran en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que les haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun.

(Nm 14:31) Pero a sus [de ustedes] niños, de los cuales dijeron que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que ustedes despreciaron.

(Nm 14:32) «En cuanto a»* ustedes, sus [de ustedes] cuerpos caerán en este desierto.

(Nm 14:33) Y sus [de ustedes] hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán sus [de ustedes] rebeldías, hasta que sus [de ustedes] cuerpos sean consumidos en el desierto.

(Nm 14:34) Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocieron la tierra, llevaran sus [de ustedes] iniquidades [grandes maldades e injusticias] cuarenta años, un año por cada día; y conocerán mi castigo.

(Nm 14:35) Yo Jehová he hablado; así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí; en este desierto serán consumidos, y ahí morirán.

Muerte de los diez espías malvados
(Nm 14:36) Y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación, «desacreditando»* aquel país,

(Nm 14:37) aquellos varones «que habían hablado mal de»* la tierra, murieron de plaga delante de Jehová.

(Nm 14:38) Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida, de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra.

La derrota en Horma
(Dt 1:41-46)
(Nm 14:39) Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho.

(Nm 14:40) Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová; porque hemos pecado.

(Nm 14:41) Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantan «el mandamiento de»* Jehová? Esto tampoco les saldrá bien.

(Nm 14:42) No suban, porque Jehová no está en medio de ustedes, no sean heridos delante de sus [de ustedes] enemigos.

(Nm 14:43) Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de ustedes, y caerán a espada; pues por cuanto se han negado a seguir a Jehová, por eso no estará Jehová con ustedes.

(Nm 14:44) Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero el arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento.

(Nm 14:45) Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma.

Leyes acerca de las ofrendas
(Nm 15:1) Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Nm 15:2) Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayan entrado en la tierra de su [ustedes] habitación que yo les doy,

(Nm 15:3) y hagan ofrenda encendida a Jehová, holocausto, o sacrificio, por especial voto, o de su [ustedes] voluntad, o para ofrecer en sus [de ustedes] fiestas solemnes olor grato a Jehová, de vacas o de ovejas;

(Nm 15:4) entonces el que presente su ofrenda a Jehová traerá como ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con la cuarta parte de un hin de aceite.

(Nm 15:5) De vino para la libación ofrecerás la cuarta parte de un hin, además del holocausto o del sacrificio, por cada cordero.

(Nm 15:6) Por cada carnero harás ofrenda de dos décimas de flor de harina, amasada con la tercera parte de un hin de aceite;

(Nm 15:7) y de vino para la libación ofrecerás la tercera parte de un hin, en olor grato a Jehová.

(Nm 15:8) Cuando ofrecieres novillo en holocausto o sacrificio, por especial voto, o de paz a Jehová,

(Nm 15:9) ofrecerás con el novillo una ofrenda de tres décimas de flor de harina, amasada con la mitad de un hin de aceite;

(Nm 15:10) y de vino para la libación ofrecerás la mitad de un hin, en ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

(Nm 15:11) Así se hará con cada buey, o carnero, o cordero de las ovejas, o cabrito.

(Nm 15:12) Conforme al número así harán con cada uno, según el número de ellos.

(Nm 15:13) Todo natural hará estas cosas así, para ofrecer ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

(Nm 15:14) Y cuando habitare con ustedes extranjero, o cualquiera que estuviere entre ustedes por sus [de ustedes] generaciones, si hiciere ofrenda encendida de olor grato a Jehová, como ustedes hicieren, así hará él.

(Nm 15:15) Un mismo estatuto tendrán ustedes de la congregación y el extranjero que con ustedes mora; será estatuto perpetuo por sus [de ustedes] generaciones; como ustedes, así será el extranjero delante de Jehová.

(Nm 15:16) Una misma ley y un mismo decreto tendrán, ustedes y el extranjero que con ustedes mora.

(Nm 15:17) También habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Nm 15:18) Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayan entrado en la tierra a la cual yo les llevo,

(Nm 15:19) cuando comiencen a comer del pan de la tierra, ofrecerán ofrenda a Jehová.

(Nm 15:20) De lo primero que amasen, ofrecerán una torta en ofrenda; como la ofrenda de la era, así la ofrecerán.

(Nm 15:21) De las primicias de su [ustedes] masa darán a Jehová ofrenda por sus [de ustedes] generaciones.

(Nm 15:22) Y cuando erraren, y no hicieren todos estos mandamientos que Jehová ha dicho a Moisés,

(Nm 15:23) todas las cosas que Jehová les ha mandado por «medio de»* Moisés, desde el día que Jehová lo mandó, y en adelante por sus [de ustedes] edades,

(Nm 15:24) si el pecado fue hecho por yerro «con ignorancia de»* la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo por holocausto en olor grato a Jehová, con su ofrenda y su libación conforme a la ley, y un macho cabrío en expiación.

(Nm 15:25) Y el sacerdote hará expiación por toda la congregación de los hijos de Israel; y les será perdonado, porque yerro es; y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida a Jehová, y sus expiaciones delante de Jehová por sus yerros.

(Nm 15:26) Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que mora entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo.

(Nm 15:27) Si una persona pecare por yerro, ofrecerá una cabra de un año para expiación.

(Nm 15:28) Y el sacerdote hará expiación por la persona que haya pecado por yerro; cuando pecare por yerro delante de Jehová, la reconciliará, y le será perdonado.

(Nm 15:29) El nacido entre los hijos de Israel, y el extranjero que habitare entre ellos, una misma ley tendrán para el que hiciere algo por yerro.

(Nm 15:30) Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo.

(Nm 15:31) Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad [gran maldad e injusticia] caerá sobre ella.

Lapidación de un violador del día de reposo
(Nm 15:32) Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo.

(Nm 15:33) Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación;

(Nm 15:34) y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer.

(Nm 15:35) Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento.

(Nm 15:36) Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés.

Franjas en los vestidos
(Nm 15:37) Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Nm 15:38) Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul.

(Nm 15:39) Y les servirá de franja, para que cuando lo vean se acuerden de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miren detrás de su [ustedes] corazón y de sus [de ustedes] ojos, detrás de los cuales se prostituyan.

(Nm 15:40) Para que se acuerden, y hagan todos mis mandamientos, y sean santos a su [de ustedes] Dios.

(Nm 15:41) Yo Jehová su [de ustedes] Dios, que les saqué de la tierra de Egipto, para ser su [de ustedes] Dios. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

La rebelión de Coré 
(Nm 16:1) Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente,

(Nm 16:2) y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre.

(Nm 16:3) Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de ustedes! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, se levantan ustedes sobre la congregación de Jehová?

(Nm 16:4) Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro;

(Nm 16:5) y habló a Coré y a todo su grupo [cuadrilla, séquito], diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí.

(Nm 16:6) Hagan esto: tómense incensarios, Coré y todo su grupo [cuadrilla, séquito],

(Nm 16:7) y pongan fuego en ellos, y pongan en ellos incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto les baste, hijos de Leví.

(Nm 16:8) Dijo más Moisés a Coré: Oigan ahora, hijos de Leví:

(Nm 16:9) ¿ les es poco que el Dios de Israel les haya apartado de la congregación de Israel, acercándose a él para que ministren en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estén delante de la congregación para ministrarles,

(Nm 16:10) y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuran también el sacerdocio?

(Nm 16:11) Por tanto, tú y todo tu grupo [cuadrilla, séquito] son los que se juntan contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuren?

(Nm 16:12) Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá.

(Nm 16:13) ¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?

(Nm 16:14) Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades [posesiones] de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos.

(Nm 16:15) Entonces Moisés se enojó enteramente [en gran manera, grandemente], y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.

(Nm 16:16) Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu grupo [cuadrilla, séquito], pónganse mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y Aarón;

(Nm 16:17) y tomen «cada uno»* su incensario y pongan incienso en ellos, y acérquense delante de Jehová cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, «cada uno»* con su incensario.

(Nm 16:18) Y tomó «cada uno»* su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso, y se pusieron a la puerta del tabernáculo de reunión con Moisés y Aarón.

(Nm 16:19) Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión; entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación.

(Nm 16:20) Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:

(Nm 16:21) Apártense de entre esta congregación, y los consumiré en un momento.

(Nm 16:22) Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación?

(Nm 16:23) Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Nm 16:24) Habla a la congregación y diles: Apártense de en derredor de la tienda de Coré, Datán y Abiram.

(Nm 16:25) Entonces Moisés se levantó y fue a Datán y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron detrás de él.

(Nm 16:26) Y él habló a la congregación, diciendo: Apártense ahora de las tiendas de estos hombres impíos [irreverentes y sin ley], y no toquen ninguna cosa suya, para que no perezcan en todos sus pecados.

(Nm 16:27) Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos.

(Nm 16:28) Y dijo Moisés: En esto conocerán que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de «mi propia voluntad.»*

(Nm 16:29) Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió.

(Nm 16:30) Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas «sus cosas,»* y descendieren vivos al Seol, entonces conocerán que estos hombres irritaron a Jehová.

(Nm 16:31) Y sucedió que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos.

(Nm 16:32) Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes.

(Nm 16:33) Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.

(Nm 16:34) Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra.

(Nm 16:35) También salió fuego de la presencia [de delante] de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.

(Nm 16:36) Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Nm 16:37) Di a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados

(Nm 16:38) los incensarios de estos que pecaron contra sus almas; y harán de ellos planchas batidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová, son santificados, y serán como señal a los hijos de Israel.

(Nm 16:39) Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los batieron para cubrir el altar,

(Nm 16:40) en recuerdo para los hijos de Israel, de que ningún extraño que no sea de la descendencia de Aarón se acerque para ofrecer incienso delante de Jehová, para que no sea como Coré y como su grupo [cuadrilla, séquito]; según se lo dijo Jehová por «medio de»* Moisés.

(Nm 16:41) «El día siguiente,»* toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Ustedes han dado muerte al pueblo de Jehová.

(Nm 16:42) Y sucedió que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová.

(Nm 16:43) Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión.

(Nm 16:44) Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Nm 16:45) Apártense de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros.

(Nm 16:46) Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado.

(Nm 16:47) Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo,

(Nm 16:48) y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad.

(Nm 16:49) Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré.

(Nm 16:50) Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado.

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