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Profecía contra los pastores de
Israel
(Ez 34:1) Vino a mí palabra de
Jehová, diciendo:
(Ez 34:2) Hijo de hombre, profetiza
contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho
Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos!
¿No apacientan los pastores a los rebaños?
(Ez 34:3) Comen la grosura, y
se visten de la lana; la engordada degüellan, mas no apacientan a las ovejas.
(Ez 34:4) No fortalecieron las
débiles, ni curaron la enferma; no vendaron la perniquebrada, no volvieron al
redil la descarriada, ni buscaron la perdida, sino que se han enseñoreado de
ellas con dureza y con violencia.
(Ez 34:5) Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han
dispersado.
(Ez 34:6) Anduvieron perdidas mis
ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la superficie [faz] de la tierra fueron esparcidas mis
ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas.
(Ez 34:7) Por tanto, pastores, oigan
palabra de Jehová:
(Ez 34:8) Vivo yo, ha dicho
Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas
fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis
pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos,
y no apacentaron mis ovejas;
(Ez 34:9) por tanto, oh pastores, oigan palabra de Jehová.
(Ez 34:10) Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy
contra los pastores; y demandaré mis ovejas de
su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se
apacentarán más a sí mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les
serán más por comida.
(Ez 34:11) Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las
reconoceré.
(Ez 34:12) Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis
ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del
nublado y de la oscuridad.
(Ez 34:13) Y yo las sacaré de
los pueblos, y las juntaré de las tierras; las traeré a su propia tierra, y las
apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares
habitados del país.
(Ez 34:14) En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su aprisco;
allí dormirán en buen redil, y en pastos suculentos serán apacentadas sobre los
montes de Israel.
(Ez 34:15) Yo apacentaré mis
ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor.
(Ez 34:16) Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la
descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la
engordada y a la fuerte destruiré; las
apacentaré con justicia.
(Ez 34:17) Mas en cuanto a ustedes, ovejas mías, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo juzgo entre
oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos.
(Ez 34:18) ¿Les es poco que
coman los buenos pastos, sino que también hollan con sus [de ustedes] pies lo que de sus [de ustedes] pastos queda; y que bebiendo las
aguas claras, enturbian además con sus [de ustedes] pies las que quedan?
(Ez 34:19) Y mis ovejas comen lo hollado de sus [de ustedes] pies, y beben lo que con sus [de
ustedes] pies han enturbiado.
(Ez 34:20) Por tanto, así les
dice Jehová el Señor: He aquí yo, yo juzgaré entre la oveja engordada y la
oveja flaca,
(Ez 34:21) por cuanto empujaron
con el costado y con el hombro, y acornearon con sus [de ustedes] cuernos a todas las débiles,
hasta que las echaron y las dispersaron.
(Ez 34:22) Yo salvaré a mis ovejas, y nunca más serán para rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja.
(Ez 34:23) Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las
apacentará; a mi esclavo [siervo, sirviente] David, él las apacentará, y él les será por pastor.
(Ez 34:24) Yo Jehová les seré
por Dios, y mi esclavo [siervo,
sirviente] David príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he hablado.
(Ez 34:25) Y estableceré con
ellos pacto [alianza, convenio,
acuerdo] de paz, y quitaré de la
tierra las fieras; y habitarán en el desierto con seguridad, y dormirán en los
bosques.
(Ez 34:26) Y daré bendición a
ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán.
(Ez 34:27) Y el árbol del campo dará
su fruto, y la tierra dará su fruto, y estarán sobre su tierra con seguridad; y
sabrán que yo soy Jehová, cuando rompa las coyundas de su yugo, y los libre de
mano de los que se sirven de ellos.
(Ez 34:28) No serán más por
despojo de las naciones, ni las fieras de la tierra las devorarán; sino que
habitarán con seguridad, y no habrá quien las espante.
(Ez 34:29) Y levantaré para ellos una planta de renombre, y no
serán ya más consumidos de hambre en la tierra,
ni ya más serán avergonzados por las naciones.
(Ez 34:30) Y sabrán que yo
Jehová su Dios estoy con ellos, y ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dice
Jehová el Señor.
(Ez 34:31) Y ustedes, ovejas
mías, ovejas de mi pasto, hombres son, y yo su [de ustedes]
Dios, dice Jehová el Señor.
Profecía contra el monte Seir
(Ez 35:1) Vino a mí palabra de
Jehová, diciendo:
(Ez 35:2) Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el monte de
Seir, y profetiza contra él,
(Ez 35:3) y dile: Así ha dicho
Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh monte de Seir, y extenderé mi
mano contra ti, y te convertiré en desierto y en soledad.
(Ez 35:4) A tus ciudades asolaré,
y tú serás asolado; y sabrás que yo soy Jehová.
(Ez 35:5) Por cuanto tuviste
enemistad perpetua, y entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en
el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo,
(Ez 35:6) por tanto, vivo yo,
dice Jehová el Señor, que a sangre te
destinaré, y sangre te perseguirá; y
porque la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá.
(Ez 35:7) Y convertiré al
monte de Seir en desierto y en soledad, y cortaré de él al que vaya y al que
venga.
(Ez 35:8) Y llenaré sus montes
de sus muertos; en tus collados, en tus valles y en todos tus arroyos, caerán
muertos a espada.
(Ez 35:9) Yo te pondré en asolamiento perpetuo, y tus
ciudades nunca más se restaurarán; y sabrán que yo
soy Jehová.
(Ez 35:10) Por cuanto dijiste:
Las dos naciones y las dos tierras serán mías, y tomaré posesión de ellas;
estando allí Jehová;
(Ez 35:11) por tanto, vivo yo,
dice Jehová el Señor, yo haré conforme a tu ira, y conforme a tu celo con que
procediste, a causa de tus enemistades con ellos; y seré conocido en ellos,
cuando te juzgue.
(Ez 35:12) Y sabrás que yo
Jehová he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel,
diciendo: Destruidos son, nos han sido dados para que los devoremos.
(Ez 35:13) Y se engrandecieron
contra mí con su [de ustedes]
boca, y multiplicaron contra mí sus [de ustedes] palabras. Yo lo oí.
(Ez 35:14) Así ha dicho Jehová el Señor: Para que toda la
tierra se regocije, yo te haré una devastación [ruina, asolamiento].
(Ez 35:15) Como te alegraste sobre la heredad [posesión] de la casa de Israel, porque fue
asolada, así te haré a ti; asolado será el monte
de Seir, y todo Edom, todo él; y sabrán que yo soy Jehová.
Restauración futura de Israel
(Ez 36:1) Tú, hijo de hombre,
profetiza a los montes de Israel, y di: Montes de Israel, oigan palabra de
Jehová.
(Ez 36:2) Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto el enemigo
dijo de ustedes: ¡Ea! también las alturas
eternas nos han sido dadas por heredad [posesión];
(Ez 36:3) profetiza, por
tanto, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto les asolaron y les
tragaron de todas partes, para que fuesen heredad [posesión] de las otras naciones, y se les ha
hecho caer en boca de habladores y ser el oprobio de los pueblos,
(Ez 36:4) por tanto, montes de Israel, oigan palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el
Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles, a las ruinas
y asolamientos y a las ciudades desamparadas, que fueron puestas por botín y
escarnio de las otras naciones alrededor;
(Ez 36:5) por eso, así ha dicho Jehová el Señor: He hablado por cierto en el fuego de mi celo contra las demás
naciones, y contra todo Edom, que se disputaron mi tierra por heredad [posesión] con alegría, de todo corazón y con enconamiento de ánimo, para que
sus expulsados fuesen presa suya.
(Ez 36:6) Por tanto, profetiza
sobre la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, y a los arroyos
y a los valles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, en mi celo y en mi furor
he hablado, por cuanto han llevado el oprobio de las naciones.
(Ez 36:7) Por lo cual así ha dicho Jehová el Señor: Yo he alzado mi mano, he jurado que las naciones que
están a su [de ustedes]
alrededor han de llevar su afrenta.
(Ez 36:8) Mas ustedes, oh
montes de Israel, darán sus [de ustedes] ramas, y llevaran su [de ustedes] fruto
para mi pueblo Israel; porque cerca están para venir.
(Ez 36:9) Porque he aquí, yo estoy por ustedes, y a ustedes
me volveré, y serán labrados y sembrados.
(Ez 36:10) Y haré multiplicar
sobre ustedes hombres, a toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades
serán habitadas, y edificadas las ruinas.
(Ez 36:11) Multiplicaré sobre
ustedes hombres y ganado, y serán multiplicados y crecerán; y les haré morar
como solían antiguamente, y les haré mayor bien que en sus [de ustedes] principios; y sabrán que yo soy Jehová.
(Ez 36:12) Y haré andar hombres
sobre ustedes, a mi pueblo Israel; y tomarán posesión de ti, y les serás por
heredad [posesión], y nunca más les matarás los hijos.
(Ez 36:13) Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto dicen de
ustedes: Comedora de hombres, y matadora de los
hijos de tu nación has sido;
(Ez 36:14) por tanto, no devorarás
más hombres, y nunca más matarás a los hijos de tu nación, dice Jehová el
Señor.
(Ez 36:15) Y nunca más te haré
oír injuria de naciones, ni más llevarás denuestos de pueblos, ni harás más
morir a los hijos de tu nación, dice Jehová el Señor.
(Ez 36:16) Vino a mí palabra de
Jehová, diciendo:
(Ez 36:17) Hijo de hombre, mientras la casa de Israel moraba
en su tierra, la contaminó con sus caminos y con
sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí.
(Ez 36:18) Y derramé mi ira
sobre ellos por la sangre que
derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron.
(Ez 36:19) Les esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a
sus obras les juzgué.
(Ez 36:20) Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron,
profanaron mi santo nombre, diciéndose de ellos:
Estos son pueblo de Jehová, y de la tierra de él han salido.
(Ez 36:21) Pero he tenido dolor
al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las naciones
adonde fueron.
(Ez 36:22) Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por ustedes, oh casa de
Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanaron ustedes entre las
naciones adonde han llegado.
(Ez 36:23) Y santificaré mi
grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanaron ustedes en
medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor,
cuando sea santificado en ustedes delante de sus ojos.
(Ez 36:24) Y yo les tomaré de
las naciones, y les recogeré de todas las tierras, y les traeré a su [de ustedes] país.
(Ez 36:25) Esparciré sobre
ustedes agua limpia, y serán limpiados de todas sus [de ustedes] inmundicias; y de todos sus [de ustedes] ídolos les limpiaré.
(Ez 36:26) Les daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de ustedes; y quitaré
de su [ustedes] carne el corazón de piedra, y les daré un corazón de
carne.
(Ez 36:27) Y pondré dentro de
ustedes mi Espíritu, y haré que anden
en mis estatutos, y guarden mis preceptos, y los pongan por obra.
(Ez 36:28) Habitaran en la
tierra que di a sus [de ustedes]
padres, y ustedes me serán por pueblo, y yo seré
a ustedes por Dios.
(Ez 36:29) Y les guardaré de
todas sus [de ustedes]
inmundicias; y llamaré al trigo, y lo
multiplicaré, y no les daré hambre.
(Ez 36:30) Multiplicaré
asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, para que nunca más
reciban oprobio de hambre entre las naciones.
(Ez 36:31) Y se acordaran de
sus [de ustedes] malos
caminos, y de sus [de ustedes] obras
que no fueron buenas; y se avergonzaran de
ustedes mismos por sus [de ustedes]
iniquidades [grandes
maldades e injusticias] y por sus [de
ustedes] abominaciones.
(Ez 36:32) No lo hago por
ustedes, dice Jehová el Señor, sépanlo bien; avergüéncense y cúbranse de
confusión por sus [de ustedes]
iniquidades [grandes
maldades e injusticias], casa de Israel.
(Ez 36:33) Así ha dicho Jehová el Señor: El día que los limpie de todas sus [de
ustedes] iniquidades [grandes maldades e injusticias], haré también
que sean habitadas las ciudades, y las ruinas
serán reedificadas.
(Ez 36:34) Y la tierra asolada será labrada, en lugar de haber permanecido asolada a ojos de todos
los que pasaron.
(Ez 36:35) Y dirán: Esta tierra que era asolada ha venido a
ser como huerto del Edén; y estas ciudades que eran desiertas y asoladas y
arruinadas, están fortificadas y habitadas.
(Ez 36:36) Y las naciones que queden
en sus [de ustedes]
alrededores sabrán que yo reedifiqué lo que
estaba derribado, y planté lo que estaba desolado; yo Jehová he hablado, y lo
haré.
(Ez 36:37) Así ha dicho Jehová el Señor: Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto;
multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños.
(Ez 36:38) Como las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén
en sus fiestas solemnes, así las ciudades desiertas serán llenas de rebaños de hombres; y sabrán que yo soy
Jehová.
El valle de los huesos secos
(Ez 37:1) La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu
de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.
(Ez 37:2) Y me hizo pasar
cerca de ellos «por todo en derredor;»* y he aquí que eran muchísimos sobre la
superficie [faz] del campo, y por
cierto secos enteramente [en gran manera, grandemente].
(Ez 37:3) Y me dijo: Hijo de
hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije:
Señor Jehová, tú lo sabes.
(Ez 37:4) Me dijo entonces:
Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oigan palabra de Jehová.
(Ez 37:5) Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo
hago entrar espíritu en ustedes, y
vivirán.
(Ez 37:6) Y pondré tendones
sobre ustedes, y haré subir sobre ustedes carne, y les cubriré de piel, y
pondré en ustedes espíritu, y vivirán;
y sabrán que yo soy Jehová.
(Ez 37:7) Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un
temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.
(Ez 37:8) Y miré, y he aquí
tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos;
pero no había en ellos espíritu.
(Ez 37:9) Y me dijo: Profetiza
al espíritu, profetiza, hijo de hombre,
y di al espíritu: Así ha dicho Jehová
el Señor: Espíritu, ven de los cuatro
vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
(Ez 37:10) Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en
extremo.
(Ez 37:11) Me dijo luego: Hijo
de hombre, todos estos huesos son la
casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos
se secaron, y pereció nuestra esperanza,
y somos del todo destruidos.
(Ez 37:12) Por tanto, profetiza,
y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro sus [de ustedes] sepulcros, pueblo mío, y les haré subir de sus [de ustedes] sepulturas, y les traeré a la
tierra de Israel.
(Ez 37:13) Y sabrán que yo soy
Jehová, cuando abra sus [de ustedes]
sepulcros, y los saque de sus [de ustedes]
sepulturas, pueblo mío.
(Ez 37:14) Y pondré mi Espíritu en ustedes, y vivirán, y les haré
reposar sobre su [de ustedes]
tierra; y sabrán que yo Jehová hablé, y lo hice,
dice Jehová.
La reunión de Judá e Israel
(Ez 37:15) Vino a mí palabra de
Jehová, diciendo:
(Ez 37:16) Hijo de hombre, toma ahora un
palo, y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros.
Toma después otro palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda
la casa de Israel sus compañeros.
(Ez 37:17) Júntalos luego el
uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano.
(Ez 37:18) Y cuando te
pregunten los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones
con eso?,
(Ez 37:19) diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano
de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de
Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano.
(Ez 37:20) Y los palos sobre que escribas estarán en tu mano delante de sus ojos,
(Ez 37:21) y les dirás: Así ha
dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las
naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su
tierra;
(Ez 37:22) y los haré una
nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por
rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos
reinos.
(Ez 37:23) Ni se contaminarán
ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; y los
salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me
serán por pueblo, y yo a ellos por Dios.
(Ez 37:24) Mi esclavo [siervo,
sirviente] David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis
estatutos cumplirán [guardarán,
conservarán], y los pondrán por obra.
(Ez 37:25) Habitarán en la
tierra que di a mi esclavo [siervo,
sirviente] Jacob, en la cual habitaron
sus [de ustedes] padres; en
ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de
sus hijos para siempre; y mi esclavo [siervo,
sirviente] David será príncipe de ellos
para siempre.
(Ez 37:26) Y haré con ellos pacto [alianza, convenio, acuerdo]
de paz, pacto [alianza, convenio, acuerdo]
perpetuo será con ellos; y los estableceré y los
multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre.
(Ez 37:27) Estará en medio de
ellos mi tabernáculo, y seré a ellos
por Dios, y ellos me serán por pueblo.
(Ez 37:28) Y sabrán las
naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario en medio de
ellos para siempre.
Profecía contra Gog
(Ez 38:1) Vino a mí palabra de
Jehová, diciendo:
(Ez 38:2) Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra
de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él,
(Ez 38:3) y di: Así ha dicho
Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de
Mesec y Tubal.
(Ez 38:4) Y te quebrantaré, y pondré
garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y
jinetes, «de todo en todo equipados,»* gran multitud con paveses y escudos, teniendo
todos ellos espadas;
(Ez 38:5) Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo
y yelmo;
(Ez 38:6) Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de
los confines del norte, y todas sus tropas;
muchos pueblos contigo.
(Ez 38:7) Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda.
(Ez 38:8) De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a
la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de
Israel, que siempre fueron una devastación [ruina,
asolamiento]; mas fue sacada de las
naciones, y todos ellos morarán confiadamente.
(Ez 38:9) Subirás tú, y
vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus
tropas, y muchos pueblos contigo.
(Ez 38:10) Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón,
y concebirás mal pensamiento,
(Ez 38:11) y dirás: Subiré
contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan
confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas;
(Ez 38:12) para arrebatar despojos y para tomar botín, para
poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo
recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en
la parte central de la tierra.
(Ez 38:13) Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos
sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar
despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro,
para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?
(Ez 38:14) Por tanto, profetiza,
hijo de hombre, y di a Gog: Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habite con
seguridad, ¿no lo sabrás tú?
(Ez 38:15) Vendrás de tu lugar,
de las regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo,
gran multitud y poderoso ejército,
(Ez 38:16) y subirás contra mi
pueblo Israel como nublado para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y
te traeré sobre mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando sea
santificado en ti, oh Gog, delante de sus ojos.
(Ez 38:17) Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No eres tú aquel de quien hablé yo en tiempos pasados por mis esclavos
[siervos, sirvientes] los
profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos?
(Ez 38:18) En aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dijo
Jehová el Señor, subirá mi ira y mi enojo.
(Ez 38:19) Porque he hablado en
mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo
habrá gran temblor sobre la tierra de Israel;
(Ez 38:20) que los peces del mar, las aves del cielo, las
bestias del campo y toda serpiente que
se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la superficie [faz] de la tierra, temblarán ante mi
presencia; y se desmoronarán los montes, y los
vallados caerán, y todo muro caerá a tierra.
(Ez 38:21) Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada
de «cada cual»*
será contra su hermano.
(Ez 38:22) Y yo litigaré contra
él con pestilencia y con sangre; y haré
llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él,
impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.
(Ez 38:23) Y seré engrandecido
y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que
yo soy Jehová.
(Ez 39:1) Tú pues, hijo de
hombre, profetiza contra Gog, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo
estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.
(Ez 39:2) Y te quebrantaré, y te conduciré y te haré subir de
las partes del norte, y te traeré sobre los montes de Israel;
(Ez 39:3) y sacaré tu arco de
tu mano izquierda, y derribaré tus flechas [saetas]
de tu mano derecha.
(Ez 39:4) Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron
contigo; a aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te he dado
por comida.
(Ez 39:5) Sobre la superficie [faz]
del campo caerás; porque yo he hablado, dice
Jehová el Señor.
(Ez 39:6) Y enviaré fuego
sobre Magog, y sobre los que habitan [moran,
residen] con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jehová.
(Ez 39:7) Y haré notorio mi
santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré profanar mi santo
nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, el Santo en Israel.
(Ez 39:8) He aquí viene, y se cumplirá, dice Jehová el Señor;
este es el día del cual he hablado.
(Ez 39:9) Y los habitantes [moradores,
residentes] de las ciudades de Israel saldrán, y encenderán y quemarán armas, escudos, paveses,
arcos y flechas [saetas],
dardos de mano y lanzas; y los quemarán en el
fuego por siete años.
(Ez 39:10) No traerán leña del
campo, ni cortarán de los bosques, sino quemarán las armas en el fuego; y
despojarán a sus despojadores, y robarán a los que les robaron, dice Jehová el
Señor.
(Ez 39:11) En aquel tiempo
yo daré a Gog lugar para sepultura allí en
Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los
transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el
Valle de Hamóngog.
(Ez 39:12) Y la casa de Israel los estará enterrando por siete meses,
para limpiar la tierra.
(Ez 39:13) Los enterrará todo
el pueblo de la tierra; y será para ellos «célebre»* el día en que yo sea glorificado, dice Jehová
el Señor.
(Ez 39:14) Y tomarán hombres a
jornal que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los que queden
sobre la superficie [faz] de
la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete meses harán el reconocimiento.
(Ez 39:15) Y pasarán los que
irán por el país, y el que vea los huesos
de algún hombre pondrá junto a ellos una señal,
hasta que los entierren los sepultureros en el valle de Hamón gog.
(Ez 39:16) Y también el nombre de la ciudad será Hamona; y
limpiarán la tierra.
(Ez 39:17) Y tú, hijo de
hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda
fiera del campo: Júntense, y vengan; reúnanse de todas partes a mi víctima que
sacrifico para ustedes, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y
comerán carne y beberán sangre.
(Ez 39:18) Comerán carne de
fuertes, y beberán sangre de príncipes
de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de
toros, engordados todos en Basán.
(Ez 39:19) Comerán grosura
hasta saciarse, y beberán hasta embriagarse de sangre
de las víctimas que para ustedes sacrifiqué.
(Ez 39:20) Y se saciaran sobre
mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de guerra,
dice Jehová el Señor.
(Ez 39:21) Y pondré mi gloria
entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi
mano que sobre ellos puse.
(Ez 39:22) Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios.
(Ez 39:23) Y sabrán las
naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado, por cuanto se
rebelaron contra mí, y yo escondí de ellos mi rostro, y los entregué en manos
de sus enemigos, y cayeron todos a espada.
(Ez 39:24) Conforme a su
inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos, y de ellos escondí mi
rostro.
(Ez 39:25) Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Ahora
volveré la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de
Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre.
(Ez 39:26) Y ellos sentirán su
vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en
su tierra con seguridad, y no haya quien los espante;
(Ez 39:27) cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en
ellos ante los ojos de muchas naciones.
(Ez 39:28) Y sabrán que yo soy
Jehová su Dios, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las
naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos.
(Ez 39:29) Ni esconderé más de
ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu
sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor.
La visión del templo
(Ez 40:1) En el año veinticinco de nuestro cautiverio, al principio del año,
a los diez días del mes, a los catorce
años después que la ciudad fue conquistada, en aquel mismo día vino
sobre mí la mano de Jehová, y me llevó allá.
(Ez 40:2) En visiones
de Dios me llevó a la tierra de Israel, y me puso
sobre un monte muy alto, sobre el cual había un edificio parecido a una gran
ciudad, hacia la parte sur.
(Ez 40:3) Me llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de bronce; y tenía un cordel
de lino en su mano, y una caña de medir; y él estaba a la puerta.
(Ez 40:4) Y me habló aquel
varón, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon
tu corazón a todas las cosas que te
muestro; porque para que yo te las mostrase has sido traído aquí. Cuenta todo
lo que ves a la casa de Israel.
(Ez 40:5) Y he aquí un muro fuera de la casa; y la caña de
medir que aquel varón tenía en la mano era de seis codos de a codo y palmo
menor; y midió el espesor del muro, de una caña,
y la altura, de otra caña.
(Ez 40:6) Después vino a la puerta que mira hacia el oriente,
y subió por sus gradas, y midió un poste de la
puerta, de una caña de ancho, y el otro poste, de otra caña de ancho.
(Ez 40:7) Y cada cámara tenía una caña de largo, y una caña
de ancho; y entre las cámaras había cinco codos de ancho; y cada poste de la
puerta junto a la entrada de la puerta por dentro, una caña.
(Ez 40:8) Midió asimismo la
entrada de la puerta por dentro, una caña.
(Ez 40:9) Midió luego la
entrada del portal, de ocho codos, y sus postes de dos codos; y la puerta del
portal estaba por el lado de adentro.
(Ez 40:10) Y la puerta oriental tenía tres cámaras «a cada lado,»*
las tres de una medida; también de una medida los portales «a cada lado.»
(Ez 40:11) Midió el ancho de la
entrada de la puerta, de diez codos, y la longitud del portal, de trece codos.
(Ez 40:12) El espacio delante de las cámaras era de un codo a
un lado, y de otro codo «al otro lado;»* y cada cámara tenía seis codos por «un lado,»* y
seis codos «por el otro.»*
(Ez 40:13) Midió la puerta
desde el techo de una cámara hasta el techo de la otra, veinticinco codos de
ancho, puerta contra puerta.
(Ez 40:14) Y midió los postes,
de sesenta codos, cada poste del atrio y del portal «todo en derredor.»*
(Ez 40:15) Y desde el frente de la puerta de la entrada hasta
el frente de la entrada de la puerta interior, cincuenta codos.
(Ez 40:16) Y había ventanas estrechas en las cámaras, y en sus
portales por dentro de la puerta alrededor, y asimismo en los corredores; y las
ventanas estaban alrededor por dentro; y en cada poste había palmeras.
(Ez 40:17) Me llevó luego al atrio exterior, y he aquí había
cámaras, y estaba enlosado todo en derredor; treinta cámaras había alrededor en
aquel atrio.
(Ez 40:18) El enlosado a los lados de las puertas, en
proporción a la longitud de los portales, era el enlosado más bajo.
(Ez 40:19) Y midió la anchura
desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior por
fuera, de cien codos hacia el oriente y el norte.
(Ez 40:20) Y de la puerta que estaba hacia el norte en el
atrio exterior, midió su longitud y su anchura.
(Ez 40:21) Sus cámaras eran tres de un lado, y tres del otro;
y sus postes y sus arcos eran como la medida de la puerta primera: cincuenta
codos de longitud, y veinticinco de ancho.
(Ez 40:22) Y sus ventanas y sus arcos y sus palmeras eran
conforme a la medida de la puerta que estaba hacia el oriente; y se subía a
ella por siete gradas, y delante de ellas estaban sus arcos.
(Ez 40:23) La puerta del atrio interior estaba enfrente de la
puerta hacia el norte, y así al oriente; y midió
de puerta a puerta, cien codos.
(Ez 40:24) Me llevó después
hacia el sur, y he aquí una puerta hacia el sur; y midió sus portales y sus
arcos conforme a estas medidas.
(Ez 40:25) Y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor, como
las otras ventanas; la longitud era de cincuenta codos, y el ancho de
veinticinco codos.
(Ez 40:26) Sus gradas eran de siete peldaños, con sus arcos
delante de ellas; y tenía palmeras, una de un lado, y otra del otro lado, en
sus postes.
(Ez 40:27) Había también puerta hacia el sur del atrio
interior; y midió de puerta a puerta hacia el sur cien codos.
(Ez 40:28) Me llevó después en el atrio de adentro a la puerta
del sur, y midió la puerta del sur conforme a
estas medidas.
(Ez 40:29) Sus cámaras y sus postes y sus arcos eran conforme
a estas medidas, y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de
cincuenta codos, y de veinticinco codos el ancho.
(Ez 40:30) Los arcos alrededor eran de veinticinco codos de
largo, y cinco codos de ancho.
(Ez 40:31) Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmeras en
sus postes; y sus gradas eran de ocho peldaños.
(Ez 40:32) Y me llevó al atrio interior hacia el oriente, y
midió la puerta conforme a estas medidas.
(Ez 40:33) Eran sus cámaras y
sus postes y sus arcos conforme a estas medidas, y tenía sus ventanas y sus
arcos alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y la anchura de
veinticinco codos.
(Ez 40:34) Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmeras en
sus postes de un lado y de otro; y sus gradas eran de ocho peldaños.
(Ez 40:35) Me llevó luego a la puerta del norte, y midió
conforme a estas medidas;
(Ez 40:36) sus cámaras, sus postes, sus arcos y sus ventanas
alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y de veinticinco codos el ancho.
(Ez 40:37) Sus postes caían afuera al atrio, con palmeras a
cada uno de sus postes de un lado y de otro; y sus gradas eran de ocho
peldaños.
(Ez 40:38) Y había allí una cámara, y su puerta con postes de
portales; allí lavarán el holocausto.
(Ez 40:39) Y en la entrada de la puerta había dos mesas a un
lado, y otras dos al otro, para degollar sobre ellas el holocausto y la
expiación y el sacrificio por el pecado.
(Ez 40:40) A un lado, por fuera de las gradas, a la entrada de
la puerta del norte, había dos mesas; y al otro lado que estaba a la entrada de
la puerta, dos mesas.
(Ez 40:41) Cuatro mesas a un lado, y cuatro mesas al otro
lado, junto a la puerta; ocho mesas, sobre las cuales degollarán las víctimas.
(Ez 40:42) Las cuatro mesas para el holocausto eran de piedra
labrada, de un codo y medio de longitud, y codo y medio de ancho, y de un codo
de altura; sobre éstas pondrán los utensilios con que degollarán el holocausto
y el sacrificio.
(Ez 40:43) Y adentro, ganchos, de un palmo menor, dispuestos
en derredor; y sobre las mesas la carne de las víctimas.
(Ez 40:44) Y fuera de la puerta interior, en el atrio de
adentro que estaba al lado de la puerta del norte, estaban las cámaras de los
cantores, las cuales miraban hacia el sur; una estaba al lado de la puerta del
oriente que miraba hacia el norte.
(Ez 40:45) Y me dijo: Esta
cámara que mira hacia el sur es de los sacerdotes que hacen la guardia del templo.
(Ez 40:46) Y la cámara que mira hacia el norte es de los
sacerdotes que hacen la guardia del altar; estos
son los hijos de Sadoc, los cuales son llamados de los hijos de Leví para
ministrar a Jehová.
(Ez 40:47) Y midió el atrio,
cien codos de longitud, y cien codos de anchura; era cuadrado; y el altar
estaba delante de la casa.
(Ez 40:48) Y me llevó al pórtico del templo,
y midió cada poste del pórtico, cinco codos de
un lado, y cinco codos de otro; y la anchura de la puerta tres codos de un
lado, y tres codos de otro.
(Ez 40:49) La longitud del pórtico, veinte codos, y el ancho
once codos, al cual subían por gradas; y había
columnas junto a los postes, una de un lado, y otra de otro.
(Ez 41:1) Me introdujo luego en el templo,
y midió los postes, siendo el ancho seis codos
de un lado, y seis codos de otro, que era el ancho del tabernáculo.
(Ez 41:2) El ancho de la puerta era de diez codos, y los
lados de la puerta, de cinco codos de un lado, y cinco del otro. Y midió su longitud, de cuarenta codos, y la anchura de
veinte codos.
(Ez 41:3) Y pasó al interior, y midió
cada poste de la puerta, de dos codos; y la puerta, de seis codos; y la anchura
de la entrada, de siete codos.
(Ez 41:4) Midió también su
longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del templo; y me dijo: Este es el lugar santísimo.
(Ez 41:5) Después midió el
muro de la casa, de seis codos; y de cuatro codos la anchura de las cámaras, en
torno de la casa alrededor.
(Ez 41:6) Las cámaras laterales estaban sobrepuestas unas a
otras, treinta en cada uno de los tres pisos; y entraban modillones en la pared
de la casa alrededor, sobre los que estribasen las cámaras, para que no
estribasen en la pared de la casa.
(Ez 41:7) Y había mayor anchura
en las cámaras de más arriba; la escalera de caracol de la casa «subía muy alto»*
alrededor por dentro de la casa; por tanto, la casa tenía más anchura arriba.
Del piso inferior se podía subir al de en medio, y de éste al superior.
(Ez 41:8) Y miré la altura de
la casa alrededor; los cimientos de las cámaras eran de una caña entera de seis
codos largos.
(Ez 41:9) El ancho de la pared de afuera de las cámaras era
de cinco codos, igual al espacio que quedaba de las cámaras de la casa por
dentro.
(Ez 41:10) Y entre las cámaras había anchura de veinte codos
por todos lados alrededor de la casa.
(Ez 41:11) La puerta de cada cámara salía al espacio que
quedaba, una puerta hacia el norte, y otra puerta hacia el sur; y el ancho del
espacio que quedaba era de cinco codos por todo alrededor.
(Ez 41:12) Y el edificio que estaba delante del espacio
abierto al lado del occidente era de setenta codos; y la pared del edificio, de
cinco codos de grueso alrededor, y noventa codos de largo.
(Ez 41:13) Luego midió la casa,
cien codos de largo; y el espacio abierto y el edificio y sus paredes, de cien
codos de longitud.
(Ez 41:14) Y el ancho del frente de la casa y del espacio
abierto al oriente era de cien codos.
(Ez 41:15) Y midió la longitud
del edificio que estaba delante del espacio abierto que había detrás de él, y
las cámaras de uno y otro lado, cien codos; y el templo de
dentro, y los portales del atrio.
(Ez 41:16) Los umbrales y las ventanas estrechas y las cámaras
alrededor de los tres pisos estaba todo cubierto de madera desde el suelo hasta
las ventanas; y las ventanas también cubiertas.
(Ez 41:17) Por encima de la puerta, y hasta la casa de
adentro, y afuera de ella, y por toda la pared en derredor por dentro y por fuera,
tomó medidas.
(Ez 41:18) Y estaba labrada con querubines y palmeras, entre querubín y querubín
una palmera; y cada querubín tenía dos
rostros;
(Ez 41:19) un rostro de hombre hacia la palmera del un lado, y
un rostro de león hacia la palmera del otro lado, por toda la casa alrededor.
(Ez 41:20) Desde el suelo hasta encima de la puerta había
querubines labrados y palmeras, por toda la pared del templo.
(Ez 41:21) Cada poste del templo
era cuadrado, y el frente del santuario «era
como el otro frente.»*
(Ez 41:22) La altura del altar de madera era de tres codos, y
su longitud de dos codos; y sus esquinas, su superficie y sus paredes eran de
madera. Y me dijo: Esta es la mesa que está
delante de Jehová.
(Ez 41:23) El templo y el santuario tenían dos
puertas.
(Ez 41:24) Y en cada puerta había dos hojas, dos hojas que
giraban; dos hojas en una puerta, y otras dos en la otra.
(Ez 41:25) En las puertas del templo
había labrados de querubines y palmeras, así como los que había en las paredes;
y en la fachada del atrio al exterior había un portal de madera.
(Ez 41:26) Y había ventanas estrechas, y palmeras de uno y
otro lado a los lados del pórtico; así eran las cámaras de la casa y los
umbrales.
(Ez 42:1) Me trajo luego al
atrio exterior hacia el norte, y me llevó a la cámara que estaba delante del
espacio abierto que quedaba enfrente del edificio, hacia el norte.
(Ez 42:2) Por delante de la puerta del norte su longitud era
de cien codos, y el ancho de cincuenta codos.
(Ez 42:3) Frente a los veinte codos que había en el atrio
interior, y enfrente del enlosado que había en el atrio exterior, estaban las
cámaras, las unas enfrente de las otras en tres pisos.
(Ez 42:4) Y delante de las cámaras había un corredor de diez
codos de ancho hacia adentro, con una vía de un codo; y sus puertas daban al
norte.
(Ez 42:5) Y las cámaras más altas eran más estrechas; porque
las galerías quitaban de ellas más que de las
bajas y de las de en medio del edificio.
(Ez 42:6) Porque estaban en tres pisos, y no tenían columnas como las columnas de los atrios;
por tanto, eran más estrechas que las de abajo y las de en medio, desde el
suelo.
(Ez 42:7) Y el muro que estaba afuera enfrente de las
cámaras, hacia el atrio exterior delante de las cámaras, tenía cincuenta codos
de largo.
(Ez 42:8) Porque la longitud de las cámaras del atrio de
afuera era de cincuenta codos; y delante de la fachada del templo había cien codos.
(Ez 42:9) Y debajo de las cámaras estaba la entrada al lado
oriental, para entrar en él desde el atrio
exterior.
(Ez 42:10) A lo largo del muro del atrio, hacia el oriente,
enfrente del espacio abierto, y delante del edificio, había cámaras.
(Ez 42:11) Y el corredor que había delante de ellas era
semejante al de las cámaras que estaban hacia el norte; tanto su longitud como
su ancho eran lo mismo, y todas sus salidas,
conforme a sus puertas y conforme a sus entradas.
(Ez 42:12) Así también eran las puertas de las cámaras que
estaban hacia el sur; había una puerta al comienzo del corredor que había
enfrente del muro al lado oriental, para quien entraba en las cámaras.
(Ez 42:13) Y me dijo: Las
cámaras del norte y las del sur, que están delante del espacio abierto, son
cámaras santas en las cuales los sacerdotes que se acercan a Jehová comerán las
santas ofrendas; allí pondrán las ofrendas santas, la ofrenda y la expiación y
el sacrifico por el pecado, porque el lugar es santo.
(Ez 42:14) Cuando los sacerdotes entren, no saldrán del lugar santo
al atrio exterior, sino que allí dejarán sus vestiduras con que ministran,
porque son santas; y se vestirán otros vestidos, y así se acercarán a lo que es
del pueblo.
(Ez 42:15) Y luego que acabó
las medidas de la casa de adentro, me sacó por el camino de la puerta que
miraba hacia el oriente, y lo midió todo alrededor.
(Ez 42:16) Midió el lado
oriental con la caña de medir, quinientas cañas de la caña de medir alrededor.
(Ez 42:17) Midió al lado del
norte, quinientas cañas de la caña de medir alrededor.
(Ez 42:18) Midió al lado del
sur, quinientas cañas de la caña de medir.
(Ez 42:19) Rodeó al lado del
occidente, y midió quinientas cañas de la caña de medir.
(Ez 42:20) A los cuatro lados lo midió; tenía un muro todo alrededor, de quinientas cañas de longitud y
quinientas cañas de ancho, para hacer separación entre el santuario y el lugar
profano.
La gloria de Jehová llena el templo
(Ez 43:1) Me llevó luego a la
puerta, a la puerta que mira hacia el oriente;
(Ez 43:2) y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía
del oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra
resplandecía a causa de su gloria.
(Ez 43:3) Y el aspecto de lo que vi era como una visión, como aquella visión que vi cuando vine para
destruir la ciudad; y las visiones eran
como la visión que vi junto al río
Quebar; y me postré sobre mi rostro.
(Ez 43:4) Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía
de la puerta que daba al oriente.
(Ez 43:5) Y me alzó el Espíritu y me llevó al atrio interior; y he
aquí que la gloria de Jehová llenó la casa.
Leyes del templo
(Ez 43:6) Y oí uno que me
hablaba desde la casa; y un varón estaba junto a mí,
(Ez 43:7) y me dijo: Hijo de
hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis
pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre; y nunca más
profanará la casa de Israel mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus fornicaciones, ni con los cuerpos muertos de
sus reyes en sus lugares altos.
(Ez 43:8) Porque poniendo ellos su umbral junto a mi umbral,
y su contrafuerte junto a mi contrafuerte, mediando sólo una pared entre mí y ellos, han contaminado mi santo nombre con sus
abominaciones que hicieron; por tanto, los consumí en mi furor.
(Ez 43:9) Ahora arrojarán
lejos de mí sus fornicaciones, y los
cuerpos muertos de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre.
(Ez 43:10) Tú, hijo de hombre,
muestra a la casa de Israel esta casa, y avergüéncense de sus pecados; y midan
el diseño de ella.
(Ez 43:11) Y si se avergonzaren
de todo lo que han hecho, hazles entender el diseño de la casa, su disposición,
sus salidas y sus entradas, y todas sus formas, y todas sus descripciones, y
todas sus configuraciones, y todas sus leyes;
y descríbelo delante de sus ojos, para que guarden toda su forma y todas sus
reglas, y las pongan por obra.
(Ez 43:12) Esta es la ley de la casa: Sobre la cumbre del
monte, el recinto entero, todo en derredor, será santísimo. He
aquí que esta es la ley de la casa.
(Ez 43:13) Estas son las medidas del altar por codos (el codo
de a codo y palmo menor). La base, de un codo, y de un codo el ancho; y su
remate por su borde alrededor, de un palmo. Este será el zócalo del altar.
(Ez 43:14) Y desde la base, sobre el suelo, hasta el lugar de
abajo, dos codos, y la anchura de un codo; y desde la cornisa menor hasta la
cornisa mayor, cuatro codos, y el ancho de un codo.
(Ez 43:15) El altar era de cuatro codos, y encima del altar
había cuatro cuernos.
(Ez 43:16) Y el altar tenía doce codos de largo, y doce de
ancho, cuadrado a sus cuatro lados.
(Ez 43:17) El descanso era de catorce codos de longitud y
catorce de anchura en sus cuatro lados, y de medio codo el borde alrededor; y
la base de un codo por todos lados; y sus gradas estaban al oriente.
(Ez 43:18) Y me dijo: Hijo de
hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Estas son las ordenanzas del altar el día
en que sea hecho, para ofrecer holocausto sobre él y para esparcir sobre él sangre.
(Ez 43:19) A los sacerdotes levitas que son del linaje de Sadoc, que se acerquen a mí, dice
Jehová el Señor, para ministrar ante mí, darás un becerro de la vacada para
expiación.
(Ez 43:20) Y tomarás de su sangre, y pondrás en los cuatro cuernos del
altar, y en las cuatro esquinas del descanso, y en el borde alrededor; así lo
limpiarás y purificarás.
(Ez 43:21) Tomarás luego el
becerro de la expiación, y lo quemarás conforme a la ley de la casa, fuera del
santuario.
(Ez 43:22) Al segundo día ofrecerás un macho cabrío sin
defecto, para expiación; y purificarán el altar
como lo purificaron con el becerro.
(Ez 43:23) Cuando acabes de
expiar, ofrecerás un becerro de la vacada sin defecto, y un carnero sin tacha
de la manada;
(Ez 43:24) y los ofrecerás delante de Jehová, y los sacerdotes
echarán sal sobre ellos, y los ofrecerán en
holocausto a Jehová.
(Ez 43:25) Por siete días sacrificarán
un macho cabrío cada día en expiación; asimismo sacrificarán el becerro de la
vacada y un carnero sin tacha del rebaño.
(Ez 43:26) Por siete días harán expiación por el altar, y lo
limpiarán, y así «lo consagrarán.»*
(Ez 43:27) Y acabados estos
días, del octavo día en adelante, los sacerdotes sacrificarán sobre el altar
sus [de ustedes] holocaustos y
sus [de ustedes] ofrendas de paz; y
me serán aceptos, dice Jehová el Señor.
(Ez 44:1) Me hizo volver hacia la puerta exterior del santuario,
la cual mira hacia el oriente; y estaba cerrada.
(Ez 44:2) Y me dijo Jehová:
Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella hombre, porque
Jehová Dios de Israel entró por ella; estará, por tanto, cerrada.
(Ez 44:3) En cuanto al príncipe, por ser el príncipe, él se
sentará allí para comer pan delante de Jehová;
por el vestíbulo de la puerta entrará, y por ese mismo camino saldrá.
(Ez 44:4) Y me llevó hacia la puerta del norte por delante de
la casa; y miré, y he aquí la gloria de Jehová
había llenado la casa de Jehová; y me postré sobre mi rostro.
(Ez 44:5) Y me dijo Jehová:
Hijo de hombre, «pon atención,»* y mira con tus
ojos, y oye con tus oídos todo lo que yo hablo contigo sobre todas las
ordenanzas de la casa de Jehová, y todas sus leyes;
y «pon atención»* a las entradas de la casa, y a todas las
salidas del santuario.
(Ez 44:6) Y dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Así ha
dicho Jehová el Señor: Basta ya de todas sus [de ustedes] abominaciones, oh casa de Israel;
(Ez 44:7) de traer extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar
en mi santuario y para contaminar mi casa; de ofrecer
mi pan, la grosura y la sangre, y de
invalidar mi pacto [alianza,
convenio, acuerdo] con todas sus [de
ustedes] abominaciones.
(Ez 44:8) Pues no han guardado lo establecido acerca de mis
cosas santas, sino que han puesto extranjeros como guardas de las ordenanzas en
mi santuario.
(Ez 44:9) Así ha dicho Jehová el Señor: Ningún hijo de
extranjero, incircunciso de corazón e
incircunciso de carne, entrará en mi santuario, de todos los hijos de
extranjeros que están entre los hijos de Israel.
(Ez 44:10) Y los levitas que se apartaron de mí cuando Israel se alejó de mí, yéndose tras sus
ídolos, llevarán su iniquidad [gran maldad e injusticia].
(Ez 44:11) Y servirán en mi
santuario como porteros a las puertas de la casa y sirvientes en la casa; ellos
matarán el holocausto y la víctima para el pueblo, y estarán ante él para
servirle.
(Ez 44:12) Por cuanto les sirvieron
delante de sus ídolos, y fueron a la casa de Israel por tropezadero de maldad;
por tanto, he alzado mi mano y jurado, dice Jehová el Señor, que ellos llevarán
su iniquidad [gran maldad e injusticia].
(Ez 44:13) No se acercarán a mí
para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, a
mis cosas santísimas, sino que llevarán su vergüenza y las abominaciones que
hicieron.
(Ez 44:14) Les pondré, pues,
por guardas encargados de la custodia de la casa, para todo el servicio de
ella, y para todo lo que en ella haya de hacerse.
(Ez 44:15) Mas los sacerdotes levitas hijos de Sadoc, que
guardaron el ordenamiento del santuario cuando los hijos de Israel se apartaron
de mí, ellos se acercarán para ministrar ante
mí, y delante de mí estarán para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Jehová el Señor.
(Ez 44:16) Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme, y guardarán mis
ordenanzas.
(Ez 44:17) Y cuando entren por las puertas del atrio interior,
se vestirán vestiduras de lino; no llevarán
sobre ellos cosa de lana, cuando ministren en las puertas del atrio interior y «dentro de la casa.»*
(Ez 44:18) Turbantes de lino tendrán
sobre sus cabezas, y calzoncillos de lino sobre sus lomos; no se ceñirán cosa
que los haga sudar.
(Ez 44:19) Cuando salgan al
atrio exterior, al atrio de afuera, al pueblo, se quitarán las vestiduras con
que ministraron, y las dejarán en las cámaras del santuario, y se vestirán de
otros vestidos, para no santificar al pueblo con sus vestiduras.
(Ez 44:20) Y no se raparán su
cabeza, ni dejarán crecer su cabello, sino que lo recortarán solamente.
(Ez 44:21) Ninguno de los sacerdotes beberá vino cuando haya de entrar en el atrio interior.
(Ez 44:22) Ni viuda ni repudiada tomará por mujer, sino que
tomará virgen del linaje de la casa de Israel, o
viuda que fuere viuda de sacerdote.
(Ez 44:23) Y enseñarán a mi
pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a
discernir entre lo limpio y lo no limpio.
(Ez 44:24) En los casos de pleito ellos estarán para juzgar; conforme a mis juicios juzgarán; y mis leyes y mis decretos guardarán en todas mis
fiestas solemnes, y santificarán mis días de reposo.
(Ez 44:25) No se acercarán a hombre muerto para contaminarse;
pero por padre o madre, hijo o hija, hermano, o hermana que no haya tenido marido, sí podrán contaminarse.
(Ez 44:26) Y después de su purificación,
le contarán siete días.
(Ez 44:27) Y el día que entre al santuario, al atrio interior,
para ministrar en el santuario, ofrecerá su
expiación, dice Jehová el Señor.
(Ez 44:28) Y habrá para ellos
heredad [posesión]; yo seré su heredad [posesión],
pero no les darán posesión en Israel; yo soy su
posesión.
(Ez 44:29) La ofrenda y la expiación y el sacrificio por el
pecado comerán, y toda cosa consagrada en Israel
será de ellos.
(Ez 44:30) Y las primicias de todos los primeros frutos de
todo, y toda ofrenda de todo lo que se presente de todas sus [de ustedes]
ofrendas, será de los sacerdotes; asimismo darán al sacerdote las primicias de
todas sus [de ustedes] masas,
para que repose la bendición en sus [de ustedes]
casas.
(Ez 44:31) Ninguna cosa mortecina ni desgarrada, así de aves
como de animales, comerán los sacerdotes.
(Ez 45:1) Cuando repartan por suertes la tierra en heredad [posesión], apartaran una porción para Jehová,
que le consagraran en la tierra, de longitud de veinticinco mil cañas y diez
mil de ancho; esto será santificado en todo su
territorio alrededor.
(Ez 45:2) De esto será para el
santuario quinientas cañas de longitud y quinientas de ancho, en cuadro
alrededor; y cincuenta codos en derredor para sus ejidos.
(Ez 45:3) Y de esta medida medirás
en longitud veinticinco mil cañas, y en ancho diez mil, en lo cual estará el
santuario y el lugar santísimo.
(Ez 45:4) Lo consagrado de esta tierra será para los sacerdotes, ministros del santuario, que se acercan
para ministrar a Jehová; y servirá de lugar para sus casas, y como recinto
sagrado para el santuario.
(Ez 45:5) Asimismo veinticinco mil cañas de longitud y diez
mil de ancho, lo cual será para los levitas
ministros de la casa, como posesión para sí, con veinte cámaras.
(Ez 45:6) Para propiedad de la ciudad señalaran cinco mil de anchura y veinticinco mil de longitud,
delante de lo que se apartó para el santuario; será para toda la casa de
Israel.
(Ez 45:7) Y la parte del príncipe estará junto a lo que se
apartó para el santuario, de uno y otro lado, y junto a la posesión de la
ciudad, delante de lo que se apartó para el santuario, y delante de la posesión
de la ciudad, desde el extremo occidental hasta el extremo oriental, y la
longitud será desde el límite occidental hasta el límite oriental.
(Ez 45:8) Esta tierra tendrá
por posesión en Israel, y nunca más mis príncipes oprimirán a mi pueblo; y
darán la tierra a la casa de Israel conforme a sus tribus.
(Ez 45:9) Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Basta ya, oh
príncipes de Israel! Dejen la violencia [vergüenza, afrenta, deshonor] y la rapiña.
Hagan juicio y justicia; quiten sus [de ustedes]
imposiciones de sobre mi pueblo, dice Jehová el Señor.
(Ez 45:10) Balanzas justas, efa justo, y bato justo tendrán.
(Ez 45:11) El efa y el bato serán de una misma medida: que el
bato tenga la décima parte del homer, y la décima parte del homer el efa; la
medida de ellos será según el homer.
(Ez 45:12) Y el siclo será de veinte geras. Veinte siclos,
veinticinco siclos, quince siclos, les serán una
mina.
(Ez 45:13) Esta será la ofrenda que ofrecerán: la sexta parte
de un efa por cada homer del trigo, y la sexta parte de un efa por cada homer
de la cebada.
(Ez 45:14) La ordenanza para el aceite será que ofrecerán un
bato de aceite, que es la décima parte de un coro; diez batos harán un homer;
porque diez batos son un homer.
(Ez 45:15) Y una cordera del rebaño de doscientas, de las
engordadas de Israel, para sacrificio, y para holocausto y para ofrendas de
paz, para expiación por ellos, dice Jehová el Señor.
(Ez 45:16) Todo el pueblo de la tierra estará obligado a dar esta ofrenda para el príncipe de
Israel.
(Ez 45:17) Mas al príncipe corresponderá el dar el holocausto y el sacrificio y la libación en
las fiestas solemnes, en las lunas
nuevas, en los días de reposo y en todas las fiestas de la casa de Israel; él
dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para
hacer expiación por la casa de Israel.
(Ez 45:18) Así ha dicho Jehová el Señor: El mes primero,
el día primero del mes, tomarás de la vacada un becerro sin defecto, y purificarás el
santuario.
(Ez 45:19) Y el sacerdote tomará
de la sangre de la expiación, y pondrá
sobre los postes de la casa, y sobre los cuatro ángulos del descanso del altar,
y sobre los postes de las puertas del atrio interior.
(Ez 45:20) Así harás el séptimo día
del mes para los que pecaron por error
y por engaño, y harás expiación por la casa.
(Ez 45:21) El mes primero,
a los catorce días del mes, tendrán
la pascua, fiesta de siete días; se comerá pan sin levadura.
(Ez 45:22) Aquel día el príncipe sacrificará por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un
becerro por el pecado.
(Ez 45:23) Y en los siete días de la fiesta solemne ofrecerá holocausto a Jehová, siete becerros y siete carneros
sin defecto, cada día de los siete días; y por el pecado un macho cabrío cada
día.
(Ez 45:24) Y con cada becerro ofrecerá
ofrenda de un efa, y con cada carnero un efa; y por cada efa un hin de aceite.
(Ez 45:25) En el mes séptimo, a los quince días del mes, en la fiesta, hará como en estos siete días en cuanto a la expiación, en
cuanto al holocausto, en cuanto al presente y en cuanto al aceite.
(Ez 46:1) Así ha dicho Jehová el Señor: La puerta del atrio
interior que mira al oriente estará cerrada los
seis días de trabajo, y el día de reposo se abrirá; se abrirá también el día de
la luna nueva.
(Ez 46:2) Y el príncipe entrará por el camino del portal de
la puerta exterior, y estará en pie junto al
umbral de la puerta mientras los sacerdotes ofrezcan su holocausto y sus
ofrendas de paz, y adorará junto a la entrada de la puerta; después saldrá;
pero no se cerrará la puerta hasta la tarde.
(Ez 46:3) Asimismo adorará el pueblo de la tierra delante de
Jehová, a la entrada de la puerta, en los días de reposo y en las lunas nuevas.
(Ez 46:4) El holocausto que el príncipe ofrecerá a Jehová en el día de reposo será seis corderos sin
defecto, y un carnero sin tacha;
(Ez 46:5) y por ofrenda un efa con cada carnero; y con cada
cordero una ofrenda «conforme a sus
posibilidades,»* y un hin de aceite con el
efa.
(Ez 46:6) Mas el día de la luna
nueva, un becerro sin tacha de la vacada, seis corderos, y un carnero; deberán
ser sin defecto.
(Ez 46:7) Y hará ofrenda de un
efa con el becerro, y un efa con cada carnero; pero con los corderos, «conforme a sus posibilidades;»* y un hin de aceite por cada efa.
(Ez 46:8) Y cuando el príncipe entrare, entrará por el camino
del portal de la puerta, y por el mismo camino saldrá.
(Ez 46:9) Mas cuando el pueblo de la tierra entrare delante
de Jehová en las fiestas, el que entrare por la puerta del norte saldrá por la puerta del sur, y el que entrare por la puerta
del sur saldrá por la puerta del norte; no volverá por la puerta por donde
entró, sino que saldrá por la de enfrente de ella.
(Ez 46:10) Y el príncipe, cuando ellos entraren, entrará en
medio de ellos; y cuando ellos salieren, él saldrá.
(Ez 46:11) Y en las fiestas y en las asambleas solemnes será la
ofrenda un efa con cada becerro, y un efa con cada carnero; y con los corderos,
«conforme a sus posibilidades;»* y un hin de aceite con cada efa.
(Ez 46:12) Mas cuando el príncipe libremente hiciere holocausto u ofrendas de paz a Jehová, le abrirán la
puerta que mira al oriente, y hará su holocausto y sus ofrendas de paz, como
hace en el día de reposo; después saldrá, y cerrarán la puerta después que
saliere.
(Ez 46:13) Y ofrecerás en
sacrificio a Jehová cada día en holocausto un cordero de un año sin defecto; «cada mañana»*
lo sacrificarás.
(Ez 46:14) Y con él harás «todas las mañanas»*
ofrenda de la sexta parte de un efa, y la tercera parte de un hin de aceite
para mezclar con la flor de harina; ofrenda para Jehová continuamente, por
estatuto perpetuo.
(Ez 46:15) Ofrecerán, pues, el cordero y la
ofrenda y el aceite, «todas las mañanas»* en holocausto continuo.
(Ez 46:16) Así ha dicho Jehová el Señor: Si el príncipe diere parte de su heredad [posesión] a sus hijos, será
de ellos; posesión de ellos será por herencia.
(Ez 46:17) Mas si de su heredad [posesión]
diere parte a alguno de sus esclavos [siervos,
sirvientes], será de él hasta el año
del jubileo, y volverá al príncipe; mas su herencia será de sus hijos.
(Ez 46:18) Y el príncipe no tomará
nada de la herencia del pueblo, para no defraudarlos de su posesión; de lo que
él posee dará herencia a sus hijos, a fin de que ninguno de mi pueblo sea
echado de su posesión.
(Ez 46:19) Me trajo después por la entrada que estaba hacia la
puerta, a las cámaras santas de los sacerdotes, las cuales miraban al norte, y
vi que había allí un lugar en el fondo del lado de occidente.
(Ez 46:20) Y me dijo: Este es
el lugar donde los sacerdotes cocerán la ofrenda por el pecado y la expiación;
allí cocerán la ofrenda, para no sacarla al atrio exterior, santificando así al
pueblo.
(Ez 46:21) Y luego me sacó al
atrio exterior, y me llevó por los cuatro rincones del atrio; y en cada rincón
había un patio.
(Ez 46:22) En los cuatro rincones del atrio había patios
cercados, de cuarenta codos de longitud y treinta de ancho; una misma medida
tenían los cuatro.
(Ez 46:23) Y había una pared alrededor de ellos, alrededor de
los cuatro, y abajo fogones alrededor de las paredes.
(Ez 46:24) Y me dijo: Estas son
las cocinas, donde los servidores de la casa cocerán la ofrenda del pueblo.
Las aguas salutíferas
(Ez 47:1) Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he
aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque
la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descendían de debajo,
hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar.
(Ez 47:2) Y me sacó por el
camino de la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por el camino exterior, fuera
de la puerta, al camino de la que mira al oriente; y vi que las aguas salían
del lado derecho.
(Ez 47:3) Y salió el varón hacia el oriente, llevando un
cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los
tobillos.
(Ez 47:4) Midió otros mil, y
me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me
hizo pasar por las aguas hasta los lomos.
(Ez 47:5) Midió otros mil, y
era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera
que el río no se podía pasar «sino a
nado.»*
(Ez 47:6) Y me dijo: ¿Has
visto, hijo de hombre? Después me llevó, y me hizo volver por la ribera del
río.
(Ez 47:7) Y volviendo yo, vi que en la ribera del río había
muchísimos árboles a uno y otro lado.
(Ez 47:8) Y me dijo: Estas
aguas salen a la región del oriente, y descenderán al Arabá, y entrarán en el
mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas.
(Ez 47:9) Y toda alma viviente que nadare
por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá; y habrá muchísimos peces
por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que
entrare en este río.
(Ez 47:10) Y junto a él estarán
los pescadores, y desde Engadi hasta Eneglaim será su tendedero de redes; y por
sus especies serán los peces tan numerosos como los peces del Mar Grande.
(Ez 47:11) Sus pantanos y sus lagunas no se sanearán; quedarán para salinas.
(Ez 47:12) Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado,
crecerá toda clase de árboles frutales; sus
hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo
madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y
su hoja para medicina.
Límites y repartición de la tierra
(Ez 47:13) Así ha dicho Jehová el Señor: Estos son los límites
en que repartirán la tierra por heredad entre
las doce tribus de Israel. José tendrá dos partes.
(Ez 47:14) Y la heredaran así «los unos como los otros;»*
por ella alcé mi mano jurando que la había de
dar a sus [de ustedes] padres;
por tanto, esta será la tierra de su [ustedes] heredad [posesión].
(Ez 47:15) Y este será el límite de la tierra hacia el lado
del norte; desde el Mar Grande, camino de Hetlón viniendo a Zedad,
(Ez 47:16) Hamat, Berota, Sibraim, que está entre el límite de
Damasco y el límite de Hamat; Hazar haticón, que es el límite de Haurán.
(Ez 47:17) Y será el límite del
norte desde el mar hasta Hazar enán en el límite de Damasco al norte, y al
límite de Hamat al lado del norte.
(Ez 47:18) Del lado del oriente, en medio de Haurán y de
Damasco, y de Galaad y de la tierra de Israel, al Jordán; esto medirán de límite hasta el mar oriental.
(Ez 47:19) Del lado meridional, hacia el sur, desde Tamar
hasta las aguas de las rencillas; desde Cades y el arroyo hasta el Mar Grande;
y esto será el lado meridional, al sur.
(Ez 47:20) Del lado del occidente el Mar Grande será el límite
hasta enfrente de la entrada de Hamat; este será el lado occidental.
(Ez 47:21) Repartirán, pues,
esta tierra entre ustedes según las tribus de Israel.
(Ez 47:22) Y echaran sobre ella
suertes por heredad [posesión] para ustedes, y para los
extranjeros que habitan [moran, residen]
entre ustedes, que entre ustedes han engendrado
hijos; y los tendrán como naturales entre los hijos de Israel; echarán suertes con ustedes para tener heredad [posesión] entre las tribus de Israel.
(Ez 47:23) En la tribu en que morare el
extranjero, allí le darán su heredad [posesión], ha dicho Jehová
el Señor.
(Ez 48:1) Estos son los nombres de las tribus: Desde el
extremo norte por la vía de Hetlón viniendo a Hamat, Hazar enán, en los
confines de Damasco, al norte, hacia Hamat, tendrá
Dan una parte, desde el lado oriental hasta el occidental.
(Ez 48:2) Junto a la frontera de Dan, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, tendrá Aser una parte.
(Ez 48:3) Junto al límite de Aser, desde el lado del oriente
hasta el lado del mar, Neftalí, otra.
(Ez 48:4) Junto al límite de Neftalí, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Manasés, otra.
(Ez 48:5) Junto al límite de Manasés, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Efraín, otra.
(Ez 48:6) Junto al límite de Efraín, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Rubén, otra.
(Ez 48:7) Junto al límite de Rubén, desde el lado del oriente
hasta el lado del mar, Judá, otra.
(Ez 48:8) Junto al límite de Judá, desde el lado del oriente
hasta el lado del mar, estará la porción que
reservaran de veinticinco mil cañas de anchura, y de longitud como cualquiera
de las otras partes, esto es, desde el lado del oriente hasta el lado del mar;
y el santuario estará en medio de ella.
(Ez 48:9) La porción que reservaran para Jehová tendrá de
longitud veinticinco mil cañas, y diez mil de ancho.
(Ez 48:10) La porción santa que pertenecerá a los sacerdotes
será de veinticinco mil cañas al norte, y de
diez mil de anchura al occidente, y de diez mil de ancho al oriente, y de
veinticinco mil de longitud al sur; y el santuario de Jehová estará en medio de
ella.
(Ez 48:11) Los sacerdotes santificados de los hijos de Sadoc
que me guardaron fidelidad, que no erraron
cuando erraron los hijos de Israel, como erraron los levitas,
(Ez 48:12) ellos tendrán como
parte santísima la porción de la tierra reservada, junto al límite de la de los
levitas.
(Ez 48:13) Y la de los levitas, al lado de los límites de la
de los sacerdotes, será de veinticinco mil cañas de longitud, y de diez mil de
anchura; toda la longitud de veinticinco mil, y la anchura de diez mil.
(Ez 48:14) No venderán nada de
ello, ni lo permutarán, ni traspasarán las primicias de la tierra; porque es
cosa consagrada a Jehová.
(Ez 48:15) Y las cinco mil cañas de anchura que quedan de las
veinticinco mil, serán profanas, para la ciudad,
para habitación y para ejido; y la ciudad estará en medio.
(Ez 48:16) Estas serán sus medidas: al lado del norte cuatro
mil quinientas cañas, al lado del sur cuatro mil quinientas, al lado del
oriente cuatro mil quinientas, y al lado del occidente cuatro mil quinientas.
(Ez 48:17) Y el ejido de la ciudad será al norte de doscientas cincuenta cañas, al sur de doscientas
cincuenta, al oriente de doscientas cincuenta, y de doscientas cincuenta al
occidente.
(Ez 48:18) Y lo que quedare de longitud delante de la porción
santa, diez mil cañas al oriente y diez mil al occidente, que será lo que
quedará de la porción santa, será para sembrar
para los que sirven a la ciudad.
(Ez 48:19) Y los que sirvan a la ciudad serán de todas la tribus de Israel.
(Ez 48:20) Toda la porción reservada de veinticinco mil cañas
por veinticinco mil en cuadro, reservaran como porción para el santuario, y
para la posesión de la ciudad.
(Ez 48:21) Y del príncipe será lo que quedare a uno y otro
lado de la porción santa y de la posesión de la ciudad, esto es, delante de las
veinticinco mil cañas de la porción hasta el límite oriental, y al occidente
delante de las veinticinco mil hasta el límite occidental, delante de las
partes dichas será del príncipe; porción santa será,
y el santuario de la casa estará en medio de ella.
(Ez 48:22) De este modo la parte del príncipe será la
comprendida desde la porción de los levitas y la porción de la ciudad, entre el
límite de Judá y el límite de Benjamín.
(Ez 48:23) En cuanto a las demás tribus, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, tendrá Benjamín una porción.
(Ez 48:24) Junto al límite de Benjamín, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Simeón, otra.
(Ez 48:25) Junto al límite de Simeón, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Isacar, otra.
(Ez 48:26) Junto al límite de Isacar, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Zabulón, otra.
(Ez 48:27) Junto al límite de Zabulón, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Gad, otra.
(Ez 48:28) Junto al límite de Gad, al lado meridional al sur,
será el límite desde Tamar hasta las aguas de las rencillas, y desde Cades y el
arroyo hasta el Mar Grande.
(Ez 48:29) Esta es la tierra que repartirán por suertes
en heredad [posesión] a las
tribus de Israel, y estas son sus porciones, ha dicho Jehová el Señor.
(Ez 48:30) Y estas son las salidas de la ciudad: al lado del
norte, cuatro mil quinientas cañas por medida.
(Ez 48:31) Y las puertas de la ciudad serán según los nombres
de las tribus de Israel: tres puertas al norte: la puerta de Rubén, una; la
puerta de Judá, otra; la puerta de Leví, otra.
(Ez 48:32) Al lado oriental cuatro mil quinientas cañas, y
tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de
Dan, otra.
(Ez 48:33) Al lado del sur, cuatro mil quinientas cañas por
medida, y tres puertas: la puerta de Simeón, una; la puerta de Isacar, otra; la
puerta de Zabulón, otra.
(Ez 48:34) Y al lado occidental cuatro mil quinientas cañas, y
sus tres puertas: la puerta de Gad, una; la puerta de Aser, otra; la puerta de
Neftalí, otra.
(Ez 48:35) En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre
de la ciudad desde aquel día será Jehová sama.