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Jehú extermina la casa de Acab
(2R 10:1) Tenía Acab en Samaria setenta hijos; y Jehú
escribió cartas y las envió a Samaria a los
principales de Jezreel, a los ancianos y a los ayos de Acab, diciendo:
(2R 10:2) Inmediatamente que lleguen estas cartas a ustedes
los que tienen a los hijos de su [ustedes] señor, y los que tienen carros y gente de a caballo, la ciudad fortificada, y
las armas,
(2R 10:3) escojan al mejor y
al más recto de los hijos de su [ustedes]
señor, y pónganlo en el trono de su padre, y peleen
por la casa de su [ustedes]
señor.
(2R 10:4) Pero ellos tuvieron gran temor, y dijeron: He aquí, dos reyes no «pudieron
resistirle;»* ¿cómo le resistiremos nosotros?
(2R 10:5) Y «el mayordomo,»* «el
gobernador»* de la ciudad, los ancianos y
los ayos enviaron a decir a Jehú: Esclavos [siervos,
sirvientes] tuyos somos, y haremos
todo lo que nos mandes; no elegiremos por rey a «ninguno,»* haz lo que bien
te parezca.
(2R 10:6) El entonces les escribió la segunda vez, diciendo:
Si son míos, y quieren obedecerme, tomen las
cabezas de los hijos varones de su [ustedes]
señor, y vengan a mí mañana a esta hora, a
Jezreel. Y los hijos del rey, setenta varones, estaban con los principales de
la ciudad, que los criaban.
(2R 10:7) Cuando las cartas llegaron a ellos, tomaron a los hijos del rey, y degollaron a los setenta
varones, y pusieron sus cabezas en canastas, y se las enviaron a Jezreel.
(2R 10:8) Y vino un mensajero que le dio las nuevas, diciendo: Han traído las cabezas de los
hijos del rey. Y él le dijo: Pónganlas en dos montones a la entrada de la
puerta hasta la mañana.
(2R 10:9) Venida la mañana,
salió él, y estando en pie dijo a todo el pueblo: Ustedes son justos; he aquí
yo he conspirado contra mi señor, y le he dado
muerte; pero ¿quién ha dado muerte a todos éstos?
(2R 10:10) Sepan ahora que de
la palabra que Jehová habló sobre la casa de Acab, nada caerá en tierra; y que
Jehová ha hecho lo que dijo por su esclavo [siervo,
sirviente] Elías.
(2R 10:11) Mató entonces Jehú a
todos los que habían quedado de la casa de Acab en Jezreel, a todos sus
príncipes, a todos sus familiares, y a sus sacerdotes, hasta que no quedó
ninguno.
(2R 10:12) Luego se levantó de allí para ir a Samaria; y en el
camino llegó a una casa de esquileo de pastores.
(2R 10:13) Y halló allí a los hermanos de Ocozías rey de Judá,
y les dijo: ¿Quiénes son ustedes? Y ellos
dijeron: Somos hermanos de Ocozías, y hemos venido a saludar a los hijos del
rey, y a los hijos de la reina.
(2R 10:14) Entonces él dijo:
Préndanlos vivos. Y después que los tomaron vivos, los degollaron junto al pozo
de la casa de esquileo, cuarenta y dos varones, sin dejar «ninguno»* de
ellos.
(2R 10:15) Yéndose luego de
allí, se encontró con Jonadab hijo de Recab; y después que lo hubo saludado, le
dijo: ¿Es recto tu corazón, como el mío
es recto con el tuyo? Y Jonadab dijo: Lo es. Pues que lo es, dame la mano. Y él
le dio la mano. Luego lo hizo subir consigo en el carro,
(2R 10:16) y le dijo: Ven
conmigo, y verás mi celo por Jehová. Lo pusieron, pues, en su carro.
(2R 10:17) Y luego que Jehú hubo llegado a Samaria, mató a
todos los que habían quedado de Acab en Samaria, hasta exterminarlos, conforme a la palabra de Jehová, que había hablado
por Elías.
Jehú extermina el culto de Baal
(2R 10:18) Después reunió Jehú
a todo el pueblo, y les dijo: Acab sirvió poco a Baal, mas Jehú lo servirá
mucho.
(2R 10:19) Llámenme, pues, luego a todos los profetas de Baal, a todos sus esclavos [siervos, sirvientes] y a todos sus
sacerdotes; que no falte «uno,»* porque
tengo un gran sacrificio para Baal; cualquiera que faltare no vivirá. Esto hacía Jehú con astucia, para
exterminar a los que honraban a Baal.
(2R 10:20) Y dijo Jehú:
Santifiquen un día solemne a Baal. Y ellos convocaron.
(2R 10:21) Y envió Jehú por
todo Israel, y vinieron todos los esclavos [siervos, sirvientes] de Baal, de tal manera
que no hubo «ninguno»*
que no viniese. Y entraron en el templo de Baal, y el templo de Baal se llenó «de extremo a extremo.»*
(2R 10:22) Entonces dijo al que
tenía el cargo de las vestiduras: Saca vestiduras para todos los esclavos [siervos,
sirvientes] de Baal. Y él les sacó
vestiduras.
(2R 10:23) Y entró Jehú con Jonadab hijo de Recab en el templo de Baal, y dijo a los
esclavos [siervos,
sirvientes] de Baal: Vean y observen
que no haya aquí entre ustedes alguno de los esclavos [siervos,
sirvientes] de Jehová, sino sólo los esclavos [siervos,
sirvientes] de Baal.
(2R 10:24) Y cuando ellos entraron para hacer sacrificios y
holocaustos, Jehú puso fuera a ochenta hombres, y les dijo: «Cualquiera»* que dejare vivo
a alguno de aquellos hombres que yo he puesto en sus [de ustedes] manos, «su
vida será por la del otro.»*
(2R 10:25) Y después que
acabaron ellos de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los
capitanes: Entren, y mátenlos; que no escape «ninguno.»* Y los mataron a
espada, y los dejaron tendidos los de la guardia y los capitanes. Y fueron
hasta el lugar santo del templo de Baal,
(2R 10:26) y sacaron las
estatuas del templo de Baal, y las quemaron.
(2R 10:27) Y quebraron la
estatua de Baal, y derribaron el templo de Baal, y lo
convirtieron en letrinas hasta hoy.
(2R 10:28) Así exterminó Jehú a
Baal de Israel.
(2R 10:29) Con todo eso, Jehú no se apartó de los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo
pecar a Israel; y dejó en pie los becerros de oro que estaban en Betel y en
Dan.
(2R 10:30) Y Jehová dijo a
Jehú: Por cuanto has hecho bien ejecutando lo recto
delante de mis ojos, e hiciste a la casa de Acab conforme a todo lo que estaba
en mi corazón, tus hijos se sentarán
sobre el trono de Israel hasta «la
cuarta generación.»*
(2R 10:31) Mas Jehú no cuidó de andar en la ley de Jehová Dios
de Israel con todo su corazón, ni se
apartó de los pecados de Jeroboam, el que había
hecho pecar a Israel.
(2R 10:32) En aquellos días
comenzó Jehová a cercenar el territorio de
Israel; y los derrotó Hazael por todas las fronteras,
(2R 10:33) desde el Jordán al nacimiento del sol, toda la tierra de Galaad, de Gad, de
Rubén y de Manasés, desde Aroer que está junto al arroyo de Arnón, hasta Galaad
y Basán.
(2R 10:34) Los demás hechos de Jehú, y todo lo que hizo, y toda su valentía, ¿no está escrito en el libro de «las crónicas»*
de los reyes de Israel?
(2R 10:35) Y durmió Jehú con
sus padres, y lo sepultaron en Samaria; y reinó en su lugar Joacaz su hijo.
(2R 10:36) El tiempo
que reinó Jehú sobre Israel en Samaria fue de
veintiocho años.
Atalía usurpa el trono(2Cr 22:10; 23:21)
(2R 11:1) Cuando Atalía madre de Ocozías vio que su hijo era muerto, se levantó y destruyó toda la
descendencia real.
(2R 11:2) Pero Josaba hija del rey Joram, hermana de Ocozías,
tomó a Joás hijo de Ocozías y lo sacó
furtivamente de entre los hijos del rey a los cuales estaban matando, y lo
ocultó de Atalía, a él y a su ama, en la cámara de dormir, y en esta forma no
lo mataron.
(2R 11:3) Y estuvo con ella
escondido en la casa de Jehová seis años; y Atalía fue reina sobre el
país.
(2R 11:4) Mas al séptimo año envió
Joiada y tomó jefes de centenas, capitanes, y gente de la guardia, y los metió
consigo en la casa de Jehová, e hizo con ellos alianza, juramentándolos en la
casa de Jehová; y les mostró el hijo del rey.
(2R 11:5) Y les mandó diciendo: Esto es lo que han de hacer: la tercera parte de ustedes tendrá la guardia de la
casa del rey el día de reposo.
(2R 11:6) Otra tercera parte estará a la puerta de Shur, y la
otra tercera parte a la puerta del postigo de la guardia; así guardaran la
casa, para que no sea allanada.
(2R 11:7) Mas las dos partes de ustedes que salen el día de
reposo tendrán la guardia de la casa de Jehová junto al rey.
(2R 11:8) Y estarán alrededor
del rey por todos lados, teniendo «cada
uno»* sus armas en las manos; y cualquiera
que entrare en las filas, sea muerto. Y estarán
con el rey cuando salga, y cuando entre.
(2R 11:9) Los jefes de centenas, pues, hicieron todo como el
sacerdote Joiada les mandó; y tomando «cada uno»* a
los suyos, esto es, los que entraban el día de reposo y los que salían el día
de reposo, vinieron al sacerdote Joiada.
(2R 11:10) Y el sacerdote dio a
los jefes de centenas las lanzas y los escudos que habían sido del rey David,
que estaban en la casa de Jehová.
(2R 11:11) Y los de la guardia se pusieron en fila, teniendo «cada uno»* sus armas en sus manos, desde el lado derecho de la casa
hasta el lado izquierdo, junto al altar y el templo,
en derredor del rey.
(2R 11:12) Sacando luego Joiada
al hijo del rey, le puso la corona y el testimonio, y le hicieron rey
ungiéndole; y batiendo las manos dijeron: ¡Viva el rey!
(2R 11:13) Oyendo Atalía el
estruendo del pueblo que corría, entró al pueblo en el templo
de Jehová.
(2R 11:14) Y cuando miró, he
aquí que el rey estaba junto a la columna, conforme a la costumbre, y los príncipes y los trompeteros
junto al rey; y todo el pueblo del país se regocijaba, y tocaban las trompetas.
Entonces Atalía, rasgando sus vestidos, clamó a voz en cuello: ¡Traición,
traición!
(2R 11:15) Mas el sacerdote Joiada mandó a los jefes de centenas que gobernaban el ejército, y
les dijo: Sáquenla fuera del recinto del templo, y
al que la siguiere, mátenlo a espada. (Porque el sacerdote dijo que no la
matasen en el templo de Jehová.)
(2R 11:16) «Le abrieron,»* pues, «paso;»* y en el camino por donde entran los de a
caballo a la casa del rey, allí la mataron.
(2R 11:17) Entonces Joiada hizo
pacto [alianza, convenio,
acuerdo] entre Jehová y el rey y el pueblo, que serían pueblo de
Jehová; y asimismo entre el rey y el pueblo.
(2R 11:18) Y todo el pueblo de la tierra entró en el templo de Baal, y lo derribaron;
asimismo despedazaron enteramente sus altares y sus imágenes, y mataron a Matán
sacerdote de Baal delante de los altares. Y el sacerdote puso guarnición sobre
la casa de Jehová.
(2R 11:19) Después tomó a los
jefes de centenas, los capitanes, la guardia y todo el pueblo de la tierra, y
llevaron al rey desde la casa de Jehová, y vinieron por el camino de la puerta
de la guardia a la casa del rey; y se sentó el rey en el trono de los reyes.
(2R 11:20) Y todo el pueblo de la tierra se regocijó, y la ciudad estuvo en reposo, habiendo sido Atalía
muerta a espada junto a la casa del rey.
(2R 11:21) Era Joás de siete años cuando
comenzó a reinar.
Reinado de Joás de Judá
(2Cr 24:1-27)
(2R 12:1) En el séptimo año de Jehú comenzó a reinar Joás, y reinó cuarenta años en
Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba.
(2R 12:2) Y Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada.
(2R 12:3) Con todo eso, los lugares altos no se quitaron,
porque el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
(2R 12:4) Y Joás dijo a los
sacerdotes: Todo el dinero consagrado que se suele traer a la casa de Jehová,
el dinero del rescate de «cada
persona»* «según
está estipulado,»* y todo el dinero que «cada uno de su propia voluntad»* trae a la casa de
Jehová,
(2R 12:5) recíbanlo los
sacerdotes, «cada uno»* de mano de sus familiares, y reparen los portillos del templo
dondequiera que se hallen grietas.
(2R 12:6) Pero en el año
veintitrés del rey Joás aún no habían reparado los sacerdotes las grietas del templo.
(2R 12:7) Llamó entonces el
rey Joás al sumo sacerdote Joiada y a los sacerdotes, y les dijo: ¿Por qué no
reparan las grietas del templo? Ahora, pues, no tomen
más el dinero de sus [de ustedes]
familiares, sino denlo para reparar las grietas
del templo.
(2R 12:8) Y los sacerdotes consintieron en no tomar más dinero del pueblo, ni tener el cargo
de reparar las grietas del templo.
(2R 12:9) Mas el sumo sacerdote Joiada tomó un arca e
hizo en la tapa un agujero, y la puso junto al altar, a la mano derecha así que
se entra en el templo de Jehová; y los sacerdotes que
guardaban la puerta ponían allí todo el dinero que se traía a la casa de
Jehová.
(2R 12:10) Y cuando veían que
había mucho dinero en el arca, venía el
secretario del rey y el sumo sacerdote, y contaban el dinero que hallaban en el
templo de Jehová, y lo guardaban.
(2R 12:11) Y daban el dinero
suficiente a los que hacían la obra, y a los que «tenían»* a su cargo la casa
de Jehová; y ellos lo gastaban en pagar a los carpinteros y maestros que
reparaban la casa de Jehová,
(2R 12:12) y a los albañiles y canteros; y en comprar la
madera y piedra de cantería para reparar las grietas de la casa de Jehová, y en
todo lo que se gastaba en la casa para
repararla.
(2R 12:13) Mas de aquel dinero que se traía a la casa de
Jehová, no se hacían tazas de plata, ni
despabiladeras, ni jofainas, ni trompetas; ni ningún otro utensilio de oro ni
de plata se hacía para el templo de Jehová;
(2R 12:14) porque lo daban a
los que hacían la obra, y con él reparaban la casa de Jehová.
(2R 12:15) Y no se tomaba cuenta a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo
diesen a los que hacían la obra; porque lo hacían ellos fielmente.
(2R 12:16) El dinero por el pecado, y el dinero por la culpa,
no se llevaba a la casa de Jehová; porque era de los sacerdotes.
(2R 12:17) Entonces subió
Hazael rey de Siria, y peleó contra Gat, y la tomó. Y «se propuso»*
Hazael subir contra Jerusalén;
(2R 12:18) por lo cual tomó Joás rey de Judá todas las
ofrendas que habían dedicado Josafat y Joram y
Ocozías sus padres, reyes de Judá, y las que él había dedicado, y todo el oro
que se halló en los tesoros de la casa de Jehová y en la casa del rey, y lo
envió a Hazael rey de Siria; y él se retiró de Jerusalén.
(2R 12:19) Los demás hechos de Joás, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de «las crónicas»*
de los reyes de Judá?
(2R 12:20) Y se levantaron sus esclavos [siervos,
sirvientes], y conspiraron en conjuración, y mataron a Joás en la casa de Milo,
cuando descendía él a Sila;
(2R 12:21) pues Josacar hijo de Simeat y Jozabad hijo de
Somer, sus esclavos [siervos,
sirvientes], le hirieron, y murió. Y
lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David, y reinó en su lugar Amasías
su hijo.
Reinado de Joacaz
(2R 13:1) En el año veintitrés de Joás hijo de Ocozías, rey
de Judá, comenzó a reinar Joacaz hijo de Jehú
sobre Israel en Samaria; y reinó diecisiete años.
(2R 13:2) E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y siguió en los
pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel; y no se apartó
de ellos.
(2R 13:3) Y se encendió el
furor de Jehová contra Israel, y los entregó en mano de Hazael rey de Siria, y
en mano de Ben-adad hijo de Hazael, «por
largo tiempo.»*
(2R 13:4) Mas Joacaz oró en
presencia de Jehová, y Jehová lo oyó; porque miró la aflicción de Israel, pues
el rey de Siria los afligía.
(2R 13:5) (Y dio Jehová
salvador a Israel, y salieron del «poder
de»* los sirios; y habitaron los hijos de Israel en sus tiendas, «como antes.»
(2R 13:6) Con todo eso, no se apartaron de los pecados de la
casa de Jeroboam, el que hizo pecar a Israel; en ellos anduvieron; y también la
imagen de Asera permaneció en
Samaria.)
(2R 13:7) Porque no le había quedado
gente a Joacaz, sino cincuenta hombres de a caballo, diez carros, y diez mil
hombres de a pie; pues el rey de Siria los había destruido, y los había puesto
como el polvo para hollar.
(2R 13:8) El resto de los hechos de Joacaz, y todo lo que
hizo, y sus valentías, ¿no está escrito en el
libro de «las crónicas»* de los reyes de Israel?
(2R 13:9) Y durmió Joacaz con
sus padres, y lo sepultaron en Samaria, y reinó en su lugar Joás su hijo.
Reinado de Joás de Israel
(2R 13:10) El año treinta y siete de Joás rey de Judá, comenzó
a reinar Joás hijo de Joacaz sobre Israel en Samaria; y reinó dieciséis años.
(2R 13:11) E hizo lo malo ante los ojos de Jehová; no se apartó de
todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel; en
ellos anduvo.
(2R 13:12) Los demás hechos de Joás, y todo lo que hizo, y el esfuerzo con que guerreó contra Amasías rey de
Judá, ¿no está escrito en el libro de «las
crónicas»* de los reyes de Israel?
(2R 13:13) Y durmió Joás con
sus padres, y se sentó Jeroboam sobre su trono; y Joás fue sepultado en Samaria
con los reyes de Israel.
Profecía final y muerte de Eliseo
(2R 13:14) Estaba Eliseo enfermo
de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando
delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a
caballo!
(2R 13:15) Y le dijo Eliseo:
Toma un arco y unas flechas [saetas].
Tomó él entonces un arco y unas flechas [saetas].
(2R 13:16) Luego dijo Eliseo al
rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco.
Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey,
(2R 13:17) y dijo: Abre la
ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando
él, dijo Eliseo: Flecha [saeta]
de salvación de Jehová, y flecha [saeta] de salvación
contra Siria; porque herirás a los sirios en
Afec hasta consumirlos.
(2R 13:18) Y le volvió a decir: Toma
las flechas [saetas]. Y luego
que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea
la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo.
(2R 13:19) Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes,
hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces
derrotarás a Siria.
(2R 13:20) Y murió Eliseo, y lo
sepultaron. Entrado el año, vinieron bandas armadas de moabitas a la tierra.
(2R 13:21) Y sucedió que al
sepultar unos a un hombre, súbitamente vieron una banda armada, y arrojaron el
cadáver en el sepulcro de Eliseo; y cuando llegó a tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió, y se levantó sobre
sus pies.
(2R 13:22) Hazael, pues, rey de Siria, afligió a Israel todo el tiempo
de Joacaz.
(2R 13:23) Mas Jehová tuvo misericordia de ellos, y se compadeció de ellos y los miró, a causa de su pacto [alianza, convenio,
acuerdo] con Abraham, Isaac y Jacob; y no quiso destruirlos ni echarlos de delante de su presencia
hasta hoy.
(2R 13:24) Y murió Hazael rey
de Siria, y reinó en su lugar Ben-adad su hijo.
(2R 13:25) Y volvió Joás hijo de Joacaz y tomó de mano de Ben-adad hijo de Hazael las ciudades que
éste había tomado en guerra de mano de Joacaz su padre. Tres veces lo derrotó
Joás, y restituyó las ciudades a Israel.
Reinado de Amasías
(2Cr 25:1-28)
(2R 14:1) En el año segundo de Joás hijo de Joacaz rey de
Israel, comenzó a reinar Amasías hijo de Joás
rey de Judá.
(2R 14:2) Cuando comenzó a reinar era
de veinticinco años, y veintinueve años
reinó en Jerusalén; el nombre de su madre fue Joadán, de Jerusalén.
(2R 14:3) Y él hizo lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no
como David su padre; hizo conforme a todas las cosas que había hecho Joás su
padre.
(2R 14:4) Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados, porque el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso
en esos lugares altos.
(2R 14:5) Y cuando hubo afirmado
en sus manos el reino, mató a los esclavos [siervos, sirvientes] que habían dado muerte
al rey su padre.
(2R 14:6) Pero no mató a los
hijos de los que le dieron muerte, conforme a lo que está escrito en el libro
de la ley de Moisés, donde Jehová mandó diciendo: No matarán a los padres por
los hijos, ni a los hijos por los padres, sino que «cada uno»*
morirá por su propio pecado.
(2R 14:7) Este mató asimismo a
diez mil edomitas en el Valle de la Sal, y tomó a Sela en batalla, y la llamó
Jocteel, hasta hoy.
(2R 14:8) Entonces Amasías envió
mensajeros a Joás hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, diciendo: Ven,
para que nos veamos las caras.
(2R 14:9) Y Joás rey de Israel envió
a Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardo que está en el Líbano envió a
decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo. Y pasaron
las fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardo.
(2R 14:10) Ciertamente has derrotado a Edom, y tu corazón se ha envanecido; gloríate pues, mas quédate en tu casa. ¿Para qué te
metes en un mal, para que caigas tú y Judá contigo?
(2R 14:11) Pero Amasías no escuchó;
por lo cual subió Joás rey de Israel, y se vieron las caras él y Amasías rey de
Judá, en Bet-semes, que es de Judá.
(2R 14:12) Y Judá cayó delante
de Israel, y huyeron, «cada uno»* a su tienda.
(2R 14:13) Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías,
en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta
de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.
(2R 14:14) Y tomó todo el oro,
y la plata, y todos los utensilios que fueron hallados en la casa de Jehová, y
en los tesoros de la casa del rey, y a los hijos tomó en rehenes, y volvió a
Samaria.
(2R 14:15) Los demás hechos que ejecutó Joás, y sus hazañas, y cómo peleó contra Amasías rey de Judá, ¿no
está escrito en el libro de «las
crónicas»* de los reyes de Israel?
(2R 14:16) Y durmió Joás con
sus padres, y fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel; y reinó en su
lugar Jeroboam su hijo.
(2R 14:17) Y Amasías hijo de Joás, rey de Judá, vivió después de la muerte de Joás hijo de Joacaz, rey de
Israel, quince años.
(2R 14:18) Los demás hechos de Amasías, ¿no están escritos en el libro de «las crónicas»*
de los reyes de Judá?
(2R 14:19) Conspiraron
contra él en Jerusalén, y él huyó a Laquis; pero le persiguieron hasta Laquis,
y allá lo mataron.
(2R 14:20) Lo trajeron luego
sobre caballos, y lo sepultaron en Jerusalén con sus padres, en la ciudad de
David.
(2R 14:21) Entonces todo el pueblo de Judá tomó a Azarías, que era de dieciséis años, y lo hicieron rey en lugar de Amasías su padre.
(2R 14:22) Reedificó él a Elat,
y la restituyó a Judá, después que el rey durmió con sus padres.
Reinado de Jeroboam II
(2R 14:23) El año quince de Amasías hijo de Joás rey de Judá,
comenzó a reinar Jeroboam hijo de Joás sobre Israel en Samaria; y reinó
cuarenta y un años.
(2R 14:24) E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y no se apartó
de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel.
(2R 14:25) El restauró los límites de Israel desde la entrada
de Hamat hasta el mar del Arabá, conforme a la palabra de Jehová Dios de
Israel, la cual él había hablado por su esclavo [siervo, sirviente] Jonás hijo de Amitai, profeta
que fue de Gat-hefer.
(2R 14:26) Porque Jehová miró
la muy amarga aflicción de Israel; que no había esclavo [siervo, sirviente] ni libre, ni quien diese
ayuda a Israel;
(2R 14:27) y Jehová no había determinado raer el nombre de Israel de debajo del cielo; por
tanto, los salvó por mano de Jeroboam hijo de Joás.
(2R 14:28) Los demás hechos de Jeroboam, y todo lo que hizo, y su valentía, y todas las guerras que hizo, y cómo
restituyó al dominio de Israel a Damasco y Hamat, que habían pertenecido a
Judá, ¿ no está escrito en el libro de «las
crónicas»* de los reyes de Israel?
(2R 14:29) Y durmió Jeroboam
con sus padres, los reyes de Israel, y reinó en su lugar Zacarías su hijo.
Reinado de Azarías
(2Cr 26:3-5, 16-23)
(2R 15:1) En el año veintisiete de Jeroboam rey de Israel,
comenzó a reinar Azarías hijo de Amasías, rey de
Judá.
(2R 15:2) Cuando comenzó a reinar era
de dieciséis años, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén; el nombre de su madre fue Jecolías, de
Jerusalén.
(2R 15:3) E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a
todas las cosas que su padre Amasías había hecho.
(2R 15:4) Con todo eso, los lugares altos no se quitaron, porque el pueblo sacrificaba aún y quemaba incienso
en los lugares altos.
(2R 15:5) Mas Jehová hirió al
rey con lepra, y estuvo leproso hasta el día de su muerte, y habitó en casa
separada, y Jotam hijo del rey tenía el cargo del palacio, gobernando al
pueblo.
(2R 15:6) Los demás hechos de Azarías, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de «las crónicas»*
de los reyes de Judá?
(2R 15:7) Y durmió Azarías con
sus padres, y lo sepultaron con ellos en la ciudad de David, y reinó en su
lugar Jotam su hijo.
Reina de Zacarías
(2R 15:8) En el año treinta y ocho de Azarías rey de Judá,
reinó Zacarías hijo de Jeroboam sobre Israel
seis meses.
(2R 15:9) E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como habían
hecho sus padres; no se apartó de los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que
hizo pecar a Israel.
(2R 15:10) Contra él conspiró Salum hijo de Jabes, y lo hirió en presencia de su
pueblo, y lo mató, y reinó en su lugar.
(2R 15:11) Los demás hechos de Zacarías, he aquí que están
escritos en el libro de «las crónicas»* de los reyes de Israel.
(2R 15:12) Y esta fue la palabra de Jehová que había hablado a
Jehú, diciendo: Tus hijos hasta la cuarta generación
se sentarán en el trono de Israel. Y fue así.
Reinado de Salum
(2R 15:13) Salum hijo de Jabes comenzó a reinar en el año treinta y nueve de Uzías rey de Judá, y
reinó «un mes»*
en Samaria;
(2R 15:14) porque Manahem hijo de Gadi subió de Tirsa y vino a Samaria, e hirió a Salum hijo de
Jabes en Samaria y lo mató, y reinó en su lugar.
(2R 15:15) Los demás hechos de Salum, y la conspiración que tramó, he aquí que
están escritos en el libro de «las
crónicas»* de los reyes de Israel.
(2R 15:16) Entonces Manahem saqueó
a Tifsa, y a todos los que estaban en ella, y también sus alrededores desde
Tirsa; la saqueó porque no le habían abierto las puertas, y abrió el vientre a
todas sus mujeres que estaban encintas.
Reinado de Manahem
(2R 15:17) En el año treinta y nueve de Azarías rey de Judá,
reinó Manahem hijo de Gadi sobre Israel diez años, en Samaria.
(2R 15:18) E hizo lo malo ante los ojos de Jehová; en todo su tiempo no se apartó de los pecados de
Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel.
(2R 15:19) Y vino Pul rey de Asiria a atacar la tierra; y
Manahem dio a Pul mil talentos de plata para que
«le ayudara»*
a confirmarse en el reino.
(2R 15:20) E impuso Manahem
este dinero sobre Israel, sobre todos los poderosos y opulentos; de cada uno
cincuenta siclos de plata, para dar al rey de Asiria; y el rey de Asiria se
volvió, y no se detuvo allí en el país.
(2R 15:21) Los demás hechos de Manahem, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de «las crónicas»*
de los reyes de Israel?
(2R 15:22) Y durmió Manahem con
sus padres, y reinó en su lugar Pekaía su hijo.
Reinado de Pekaía
(2R 15:23) En el año cincuenta de Azarías rey de Judá, reinó Pekaía hijo de Manahem sobre Israel en Samaria, dos años.
(2R 15:24) E hizo lo malo ante los ojos de Jehová; no se apartó de
los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel.
(2R 15:25) Y conspiró
contra él Peka hijo de Remalías, capitán suyo, y lo hirió en Samaria, en el
palacio de la casa real, en compañía de Argob y de Arie, y de cincuenta hombres
de los hijos de los galaaditas; y lo mató, y reinó en su lugar.
(2R 15:26) Los demás hechos de Pekaía, y todo lo que hizo, he aquí que está escrito en el libro de «las crónicas»*
de los reyes de Israel.
Reinado de Peka
(2R 15:27) En el año cincuenta y dos de Azarías rey de Judá,
reinó Peka hijo de Remalías sobre Israel en
Samaria; y reinó veinte años.
(2R 15:28) E hizo lo malo ante los ojos de Jehová; no se apartó de
los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel.
(2R 15:29) En los días
de Peka rey de Israel, vino Tiglatpileser rey de los asirios, y tomó a Ijón, Abel-bet-maaca, Janoa, Cedes, Hazor, Galaad,
Galilea, y toda la tierra de Neftalí; y los llevó cautivos a Asiria.
(2R 15:30) Y Oseas hijo de Ela conspiró
contra Peka hijo de Remalías, y lo hirió y lo mató,
y reinó en su lugar, a los veinte años de Jotam hijo de Uzías.
(2R 15:31) Los demás hechos de Peka, y todo lo que hizo, he aquí que está escrito en el libro de «las crónicas»*
de los reyes de Israel.
Reinado de Jotam
(2Cr 27:1-9)
(2R 15:32) En el segundo año de Peka hijo de Remalías rey de
Israel, comenzó a reinar Jotam hijo de Uzías rey
de Judá.
(2R 15:33) Cuando comenzó a reinar era
de veinticinco años, y reinó dieciséis años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jerusa hija de Sadoc.
(2R 15:34) Y él hizo lo recto ante los ojos de Jehová; hizo conforme
a todas las cosas que había hecho su padre Uzías.
(2R 15:35) Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados, porque el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso
en los lugares altos. Edificó él la puerta más alta de la casa de Jehová.
(2R 15:36) Los demás hechos de Jotam, y todo lo que hizo, ¿ no está escrito en el libro de «las crónicas»*
de los reyes de Judá?
(2R 15:37) En aquel tiempo
comenzó Jehová a enviar contra Judá a Rezín rey de Siria, y a Peka hijo de
Remalías.
(2R 15:38) Y durmió Jotam con
sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David su padre, y reinó
en su lugar Acaz su hijo.
Reinado de Acaz
(2Cr 28:1-27)
(2R 16:1) En el año diecisiete de Peka hijo de Remalías,
comenzó a reinar Acaz hijo de Jotam rey de Judá.
(2R 16:2) Cuando comenzó a reinar Acaz era de veinte años, y reinó en Jerusalén dieciséis años; y no hizo lo recto ante los ojos de Jehová su Dios, como
David su padre.
(2R 16:3) Antes anduvo en el
camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar por fuego a su hijo, según las
prácticas abominables de las naciones que Jehová echó de la presencia [de delante] de los hijos de Israel.
(2R 16:4) Asimismo sacrificó y
quemó incienso en los lugares altos, y sobre los collados, y debajo de todo
árbol frondoso.
(2R 16:5) Entonces Rezín rey de Siria y Peka hijo de
Remalías, rey de Israel, subieron a Jerusalén
para hacer guerra y sitiar a Acaz; mas no pudieron tomarla.
(2R 16:6) En aquel tiempo
el rey de Edom recobró Elat para Edom, y echó de
Elat a los hombres de Judá; y los de Edom vinieron a Elat y habitaron allí
hasta hoy.
(2R 16:7) Entonces Acaz envió
embajadores a Tiglatpileser rey de Asiria, diciendo: Yo soy tu esclavo [siervo, sirviente] y tu hijo; sube, y defiéndeme de mano del rey de Siria, y de mano del
rey de Israel, que se han levantado contra mí.
(2R 16:8) Y tomando Acaz la
plata y el oro que se halló en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa
real, envió al rey de Asiria un regalo [presente].
(2R 16:9) Y le atendió el rey
de Asiria; pues subió el rey de Asiria contra Damasco, y la tomó, y llevó
cautivos a los habitantes [moradores,
residentes] a Kir, y mató a Rezín.
(2R 16:10) Después fue el rey
Acaz a encontrar a Tiglatpileser rey de Asiria en Damasco; y cuando vio el rey
Acaz el altar que estaba en Damasco, envió al sacerdote Urías el diseño y la
descripción del altar, conforme a todo su diseño [forma, hechura].
(2R 16:11) Y el sacerdote Urías edificó el altar; conforme a todo lo que el rey Acaz había enviado de
Damasco, así lo hizo el sacerdote Urías, entre tanto que el rey Acaz venía de
Damasco.
(2R 16:12) Y luego que el rey vino de Damasco, y vio el altar,
se acercó el rey a él, y ofreció sacrificios en
él;
(2R 16:13) y encendió su
holocausto y su ofrenda, y derramó sus libaciones, y esparció la sangre de sus sacrificios de paz junto al
altar.
(2R 16:14) E hizo acercar el
altar de bronce que estaba delante de Jehová, «en
la parte delantera de»* la casa, entre el
altar y el templo de Jehová, y lo puso al lado del altar hacia el norte.
(2R 16:15) Y mandó el rey Acaz
al sacerdote Urías, diciendo: En el gran altar encenderás el holocausto de la
mañana y la ofrenda de la tarde, y el holocausto del rey y su ofrenda, y
asimismo el holocausto de todo el pueblo de la tierra y su ofrenda y sus
libaciones; y esparcirás sobre él toda la sangre
del holocausto, y toda la sangre del
sacrificio. El altar de bronce será mío para consultar en él.
(2R 16:16) E hizo el sacerdote
Urías conforme a todas las cosas que el rey Acaz le mandó.
(2R 16:17) Y cortó el rey Acaz
los tableros de las basas, y les quitó las fuentes; y quitó también el mar de
sobre los bueyes de bronce que estaban debajo de él, y lo puso sobre el suelo
de piedra.
(2R 16:18) Asimismo el pórtico para los días de reposo, que habían edificado en la casa, y el pasadizo de afuera, el del rey, los
quitó del templo de Jehová, por «causa»* del
rey de Asiria.
(2R 16:19) Los demás hechos que puso por obra Acaz, ¿no están todos escritos en el libro de «las crónicas»*
de los reyes de Judá?
(2R 16:20) Y durmió el rey Acaz
con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David, y reinó en su
lugar su hijo Ezequías.
Caída de Samaria y cautiverio de
Israel
(2R 17:1) En el año duodécimo de Acaz rey de Judá, comenzó a
reinar Oseas hijo de Ela en Samaria sobre
Israel; y reinó nueve años.
(2R 17:2) E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, aunque no como
los reyes de Israel que habían sido antes de él.
(2R 17:3) Contra éste subió
Salmanasar rey de los asirios; y Oseas fue hecho su esclavo [siervo, sirviente], y le pagaba tributo.
(2R 17:4) Mas el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba; porque había enviado
embajadores a So, rey de Egipto, y no pagaba tributo al rey de Asiria, como lo
hacía «cada año;»* por lo que el rey de Asiria le detuvo, y le
aprisionó en la casa de la cárcel.
(2R 17:5) Y el rey de Asiria invadió
todo el país, y sitió a Samaria, y estuvo sobre ella tres años.
(2R 17:6) En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria, y llevó a Israel cautivo a Asiria, y los
puso en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos.
(2R 17:7) Porque los hijos de Israel
pecaron contra Jehová su Dios, que los sacó de tierra de Egipto, de bajo la
mano de Faraón rey de Egipto, y temieron a dioses ajenos,
(2R 17:8) y anduvieron en los
estatutos de las naciones que Jehová había lanzado de la presencia [de delante] de los hijos de Israel, y en los
estatutos que hicieron los reyes de Israel.
(2R 17:9) Y los hijos de Israel hicieron secretamente cosas no rectas contra Jehová su Dios, edificándose
lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las
ciudades fortificadas,
(2R 17:10) y levantaron
estatuas e imágenes de Asera en todo collado alto, y debajo de todo árbol
frondoso,
(2R 17:11) y quemaron allí
incienso en todos los lugares altos, a la manera de la naciones que Jehová
había traspuesto de la presencia [de
delante] de ellos, e hicieron cosas
muy malas para provocar a ira a Jehová.
(2R 17:12) Y servían a los
ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Ustedes no han de hacer esto.
(2R 17:13) Jehová amonestó entonces a Israel y a Judá por «medio de»*
todos los profetas y de todos los videntes, diciendo: Vuelvan de sus [de ustedes] malos caminos, y guarden mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a
todas las leyes que yo prescribí a sus [de
ustedes] padres, y que les he enviado
por «medio de»*
mis esclavos [siervos, sirvientes] los profetas.
(2R 17:14) Mas ellos no obedecieron,
antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no
creyeron en Jehová su Dios.
(2R 17:15) Y desecharon sus
estatutos, y el pacto [alianza,
convenio, acuerdo] que él había hecho con sus padres, y los
testimonios que él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se
hicieron vanos, y fueron detrás de las naciones
que estaban alrededor de ellos, de las cuales Jehová les había mandado que no
hiciesen a la manera de ellas.
(2R 17:16) Dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, y se hicieron
imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera, y adoraron a
todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal;
(2R 17:17) e hicieron pasar a
sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones
y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocándole a
ira.
(2R 17:18) Jehová, por tanto, se airó
enteramente [en gran manera, grandemente]
contra Israel, y los quitó de la presencia [de delante] de su rostro; y no quedó sino sólo la tribu de Judá.
(2R 17:19) Mas ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová su Dios, sino que anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales habían ellos
hecho.
(2R 17:20) Y desechó Jehová a
toda la descendencia de Israel, y los afligió, y los entregó en manos de
saqueadores, hasta echarlos de su presencia.
(2R 17:21) Porque separó a
Israel de la casa de David, y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat; y
Jeroboam apartó a Israel de detrás de Jehová, y les hizo cometer gran pecado.
(2R 17:22) Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados de Jeroboam que él hizo, sin
apartarse de ellos,
(2R 17:23) hasta que Jehová quitó
a Israel de la presencia [de delante]
de su rostro, como él lo había dicho por «medio
de»* todos los profetas
sus esclavos [siervos, sirvientes]; e Israel fue llevado
cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy.
Asiria puebla de nuevo Samaria
(2R 17:24) Y trajo el rey de Asiria gente de Babilonia, de
Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y los puso
en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a
Samaria, y habitaron en sus ciudades.
(2R 17:25) Y sucedió al principio, cuando comenzaron a habitar
allí, que no temiendo ellos a Jehová, envió
Jehová contra ellos leones que los mataban.
(2R 17:26) Dijeron, pues, al
rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de
Samaria, no conocen la ley del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en
medio de ellos, y he aquí que los leones los matan, porque no conocen la ley
del Dios de la tierra.
(2R 17:27) Y el rey de Asiria mandó,
diciendo: Lleven allí a alguno de los sacerdotes que trajeron de allá, y vaya y
habite allí, y les enseñe la ley del Dios del país.
(2R 17:28) Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado
cautivo de Samaria, y habitó en Betel, y les
enseñó cómo habían de temer a Jehová.
(2R 17:29) Pero «cada
nación»* se
hizo sus dioses, y los pusieron en los templos
de los lugares altos que habían hecho los de Samaria; «cada nación»*
en su ciudad donde habitaba.
(2R 17:30) Los de Babilonia hicieron
a Sucot-benot, los de Cuta hicieron a Nergal, y los de Hamat hicieron a Asima.
(2R 17:31) Los aveos hicieron a
Nibhaz y a Tartac, y los de Sefarvaim quemaban sus hijos en el fuego para
adorar a Adramelec y a Anamelec, dioses de Sefarvaim.
(2R 17:32) Temían a Jehová, e hicieron del
bajo pueblo sacerdotes de los lugares altos, que sacrificaban para ellos en los
templos de los lugares altos.
(2R 17:33) Temían a Jehová, y honraban a sus
dioses, según la costumbre de las
naciones de donde habían sido trasladados.
(2R 17:34) Hasta hoy hacen como
«antes:»*
ni temen a Jehová, ni guardan sus estatutos ni
sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos
que prescribió Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel;
(2R 17:35) con los cuales Jehová había hecho pacto [alianza,
convenio, acuerdo], y les mandó
diciendo: No temerán a otros dioses, ni los adoraran, ni les servirán, ni les
harán sacrificios.
(2R 17:36) Mas a Jehová, que les sacó
de tierra de Egipto con grande poder y brazo extendido, a éste temerán, y a
éste adoraran, y a éste harán sacrificio.
(2R 17:37) Los estatutos y derechos y ley y mandamientos que les dio por escrito,
cuidaran «siempre»*
de ponerlos por obra, y no temerán a dioses ajenos.
(2R 17:38) No olvidaran el pacto [alianza, convenio,
acuerdo] que hice con ustedes, ni
temerán a dioses ajenos;
(2R 17:39) mas teman a Jehová su [de
ustedes] Dios, y él les librará de
mano de todos sus [de ustedes]
enemigos.
(2R 17:40) Pero ellos no escucharon; antes hicieron según su costumbre
antigua.
(2R 17:41) Así temieron a Jehová aquellas gentes, y al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos; y también sus hijos y sus nietos, según como hicieron sus padres,
así hacen hasta hoy.