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significados y conceptos.
Fidelidad de Dios hacia su pueblo
infiel
(Sal 78:1) «Masquil de Asaf.»* Escucha, pueblo
mío, mi ley; Inclinen su [de ustedes] oído a las palabras de mi boca.
(Sal 78:2) Abriré mi boca en
proverbios; Hablaré cosas escondidas desde tiempos
antiguos,
(Sal 78:3) Las cuales hemos oído
y entendido; Que nuestros padres nos las contaron.
(Sal 78:4) No las encubriremos
a sus hijos, Contando a la generación
venidera las alabanzas de Jehová, Y su potencia, y las maravillas que hizo.
(Sal 78:5) El estableció testimonio en Jacob, Y puso ley en
Israel, La cual mandó a nuestros padres Que la
notificasen a sus hijos;
(Sal 78:6) Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán;
Y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos,
(Sal 78:7) A fin de que pongan en Dios su confianza, Y no se
olviden de las obras de Dios; Que guarden sus mandamientos,
(Sal 78:8) Y no sean como sus
padres, Generación contumaz [que persiste en
el error] y rebelde; Generación
que no dispuso su corazón, Ni fue fiel para con Dios su espíritu.
(Sal 78:9) Los hijos de Efraín, arqueros armados, Volvieron las espaldas en el día de la batalla.
(Sal 78:10) No cumplieron [guardaron,
conservaron] el pacto [alianza,
convenio, acuerdo] de Dios, Ni quisieron andar en su ley;
(Sal 78:11) Sino que se olvidaron
de sus obras, Y de sus maravillas que
les había mostrado.
(Sal 78:12) Delante de sus padres hizo
maravillas En la tierra de Egipto, en
el campo de Zoán.
(Sal 78:13) Dividió el mar y los
hizo pasar; Detuvo las aguas como en un montón.
(Sal 78:14) Les guió de día con
nube, Y toda la noche con resplandor de fuego.
(Sal 78:15) Hendió las peñas en
el desierto, Y les dio a beber como de grandes abismos [profundidades],
(Sal 78:16) Pues sacó de la peña
corrientes, E hizo descender aguas como ríos.
(Sal 78:17) Pero aún volvieron a
pecar contra él, Rebelándose contra el Altísimo
en el desierto;
(Sal 78:18) Pues tentaron a Dios
en su corazón, Pidiendo comida a su
gusto.
(Sal 78:19) Y hablaron contra
Dios, Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?
(Sal 78:20) He aquí ha herido la
peña, y brotaron aguas, Y torrentes inundaron la tierra; ¿Podrá dar también
pan? ¿Dispondrá carne para su pueblo?
(Sal 78:21) Por tanto, oyó
Jehová, y se indignó; Se encendió el fuego contra Jacob, Y el furor subió
también contra Israel,
(Sal 78:22) Por cuanto no habían creído
a Dios, Ni habían confiado en su salvación.
(Sal 78:23) Sin embargo, mandó a
las nubes de arriba, Y abrió las puertas de los cielos,
(Sal 78:24) E hizo llover sobre
ellos maná para que comiesen, Y les dio trigo de los cielos.
(Sal 78:25) Pan de nobles comió
el hombre; Les envió comida hasta saciarles.
(Sal 78:26) Movió el solano en
el cielo, Y trajo con su poder el viento sur,
(Sal 78:27) E hizo llover sobre
ellos carne como polvo, Como arena del mar, aves que vuelan.
(Sal 78:28) Las hizo caer en
medio del campamento, Alrededor de sus tiendas.
(Sal 78:29) Comieron, y se
saciaron; Les cumplió, pues, su deseo.
(Sal 78:30) No habían quitado de
sí su anhelo, Aún estaba la comida en su boca,
(Sal 78:31) Cuando vino sobre
ellos el furor de Dios, E hizo morir a los más robustos de ellos, Y derribó a
los escogidos de Israel.
(Sal 78:32) Con todo esto, pecaron
aún, Y no dieron crédito a sus maravillas.
(Sal 78:33) Por tanto, consumió
sus días en vanidad, Y sus años en tribulación.
(Sal 78:34) Si los hacía morir,
entonces buscaban a Dios; Entonces se volvían solícitos en busca suya,
(Sal 78:35) Y se acordaban de
que Dios era su refugio, Y el Dios Altísimo
su redentor.
(Sal 78:36) Pero le lisonjeaban
con su boca, Y con su lengua le mentían;
(Sal 78:37) Pues sus corazones no eran rectos con él, Ni
estuvieron firmes en su pacto [alianza, convenio, acuerdo].
(Sal 78:38) Pero él,
misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía; Y apartó muchas veces
su ira, Y no despertó todo su enojo.
(Sal 78:39) Se acordó de que
eran carne, Soplo que va y no vuelve.
(Sal 78:40) ¡Cuántas veces se rebelaron
contra él en el desierto, Lo enojaron en el yermo!
(Sal 78:41) Y volvían, y tentaban
a Dios, Y provocaban al Santo de Israel.
(Sal 78:42) No se acordaron de
su mano, Del día que los redimió de la angustia;
(Sal 78:43) Cuando puso en Egipto sus señales, Y sus maravillas
en el campo de Zoán;
(Sal 78:44) Y volvió sus ríos en
sangre, Y sus corrientes, para que no
bebiesen.
(Sal 78:45) Envió entre ellos
enjambres de moscas que los devoraban, Y ranas que los destruían.
(Sal 78:46) Dio también a la
oruga sus frutos, Y sus labores a la langosta.
(Sal 78:47) Sus viñas destruyó
con granizo, Y sus higuerales con escarcha;
(Sal 78:48) Entregó al pedrisco
sus bestias, Y sus ganados a los rayos.
(Sal 78:49) Envió sobre ellos el
ardor de su ira; Enojo, indignación y angustia, Un ejército de ángeles
destructores.
(Sal 78:50) Dispuso camino a su
furor; No eximió la vida de ellos de la muerte, Sino que entregó su vida a la mortandad.
(Sal 78:51) Hizo morir a todo primogénito en Egipto, Las primicias de su
fuerza en las tiendas de Cam.
(Sal 78:52) Hizo salir a su
pueblo como ovejas, Y los llevó por el desierto como un rebaño.
(Sal 78:53) Los guió con
seguridad, de modo que no tuvieran temor; Y el mar cubrió a sus enemigos.
(Sal 78:54) Los trajo después a las fronteras de su tierra
santa, A este monte que ganó su mano derecha.
(Sal 78:55) Echó las naciones de la presencia [de delante] de ellos; Con cuerdas repartió sus tierras en heredad [posesión], E hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.
(Sal 78:56) Pero ellos tentaron
y enojaron al Dios Altísimo, Y no
guardaron sus testimonios;
(Sal 78:57) Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres; Se volvieron como arco engañoso.
(Sal 78:58) Le enojaron con sus
lugares altos, Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla.
(Sal 78:59) Lo oyó Dios y se
enojó, Y enteramente [en gran manera,
grandemente] aborreció a Israel.
(Sal 78:60) Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo, La tienda en que habitó
entre los hombres,
(Sal 78:61) Y entregó a
cautiverio su poderío, Y su gloria en mano del enemigo.
(Sal 78:62) Entregó también su
pueblo a la espada, Y se irritó contra su heredad [posesión].
(Sal 78:63) El fuego devoró a
sus jóvenes, Y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.
(Sal 78:64) Sus sacerdotes cayeron
a espada, Y sus viudas no hicieron lamentación.
(Sal 78:65) Entonces despertó el
Señor como quien duerme, Como un valiente que grita excitado del vino,
(Sal 78:66) E hirió a sus
enemigos por detrás; Les dio perpetua afrenta.
(Sal 78:67) Desechó la tienda de
José, Y no escogió la tribu de Efraín,
(Sal 78:68) Sino que escogió la
tribu de Judá, El monte de Sion, al cual amó.
(Sal 78:69) Edificó su santuario a manera de eminencia, Como la
tierra que cimentó para siempre.
(Sal 78:70) Eligió a David su
esclavo [siervo, sirviente], Y
lo tomó de las majadas de las ovejas;
(Sal 78:71) De tras las paridas lo trajo, Para que apacentase a
Jacob su pueblo, Y a Israel su heredad [posesión].
(Sal 78:72) Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, Los pastoreó con la
pericia de sus manos.
Lamento por la destrucción de
Jerusalén
(Sal 79:1) «Salmo de Asaf.»* Oh Dios, vinieron las naciones a tu heredad [posesión]; Han profanado tu santo templo; Redujeron a Jerusalén a
escombros.
(Sal 79:2) Dieron los cuerpos
de tus esclavos [siervos, sirvientes] por comida a las aves de
los cielos, La carne de tus santos a las bestias de la tierra.
(Sal 79:3) Derramaron su sangre como agua en los alrededores de
Jerusalén, Y no hubo quien los enterrase.
(Sal 79:4) Somos afrentados de
nuestros vecinos, escarnecidos [burlados
con agravio y tenacidad] y burlados de los que están en nuestros alrededores.
(Sal 79:5) ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Estarás airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?
(Sal 79:6) Derrama tu ira sobre
las naciones que no te conocen, Y sobre los reinos que no invocan tu nombre.
(Sal 79:7) Porque han consumido
a Jacob, Y su morada han asolado.
(Sal 79:8) No recuerdes contra
nosotros las iniquidades [grandes maldades e injusticias] de nuestros
antepasados; Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos, Porque estamos muy abatidos.
(Sal 79:9) Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria
de tu nombre; Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.
(Sal 79:10) Porque dirán las
gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las gentes, delante de nuestros
ojos, La venganza de la sangre de tus esclavos [siervos,
sirvientes] que fue derramada.
(Sal 79:11) Llegue delante de ti el gemido de los presos; Conforme
a la grandeza de tu brazo preserva a los
sentenciados a muerte,
(Sal 79:12) Y devuelve a nuestros
vecinos en su seno siete tantos De su infamia, con que te han deshonrado, oh
Jehová.
(Sal 79:13) Y nosotros, pueblo
tuyo, y ovejas de tu prado, Te alabaremos para siempre; De generación en generación
cantaremos tus alabanzas.
Ruego por restauración
(Sal 80:1) «Al músico
principal; sobre Lirios. Testimonio. Salmo de Asaf.»*
Oh Pastor de Israel, escucha; Tú que pastoreas
como a ovejas a José, Que estás entre querubines,
resplandece.
(Sal 80:2) Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y
de Manasés, Y ven a salvarnos.
(Sal 80:3) Oh Dios, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
(Sal 80:4) Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo
mostrarás tu indignación contra la oración de tu
pueblo?
(Sal 80:5) Les diste a comer
pan de lágrimas, Y a beber lágrimas en gran abundancia.
(Sal 80:6) Nos pusiste por
escarnio [burla con agravio y tenacidad]
a nuestros vecinos, Y nuestros enemigos se
burlan entre sí.
(Sal 80:7) Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
(Sal 80:8) Hiciste venir una
vid de Egipto; Echaste las naciones, y la plantaste.
(Sal 80:9) Limpiaste sitio delante de ella, E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.
(Sal 80:10) Los montes fueron cubiertos
de su sombra, Y con sus sarmientos los cedros de Dios.
(Sal 80:11) Extendió sus
vástagos hasta el mar, Y hasta el río sus renuevos.
(Sal 80:12) ¿Por qué aportillaste
sus vallados, Y la vendimian todos los que pasan por el camino?
(Sal 80:13) La destroza el
puerco montés, Y la bestia del campo la devora.
(Sal 80:14) Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora; Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,
(Sal 80:15) La planta que plantó
tu diestra, Y el renuevo que para ti afirmaste.
(Sal 80:16) Quemada a fuego está, asolada; Perezcan por la reprensión de tu rostro.
(Sal 80:17) Sea tu mano sobre el
varón de tu diestra, Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.
(Sal 80:18) Así no nos apartaremos de ti; Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.
(Sal 80:19) ¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Bondad de Dios y perversidad de
Israel
(Sal 81:1) «Al músico
principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf.»*
Canten con gozo a Dios, fortaleza nuestra; Al Dios de Jacob aclamen con júbilo.
(Sal 81:2) Entonen canción, y
tañan el pandero, El arpa deliciosa y el salterio.
(Sal 81:3) Toquen la trompeta
en la nueva luna, En el día señalado,
en el día de nuestra fiesta solemne.
(Sal 81:4) Porque estatuto es de Israel, Ordenanza del Dios de Jacob.
(Sal 81:5) Lo constituyó como testimonio en José Cuando salió por la tierra de Egipto. Oí lenguaje que no entendía;
(Sal 81:6) Aparté su hombro de
debajo de la carga; Sus manos fueron descargadas de los cestos.
(Sal 81:7) En la calamidad clamaste,
y yo te libré; Te respondí en lo secreto del trueno; Te probé junto a las aguas
de Meriba.
(Sal 81:8) Oye, pueblo mío, y
te amonestaré. Israel, si me oyeres,
(Sal 81:9) No habrá en ti dios
ajeno, Ni te inclinarás a dios extraño.
(Sal 81:10) Yo soy Jehová tu
Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto; Abre tu boca, y yo la llenaré.
(Sal 81:11) Pero mi pueblo no oyó
mi voz, E Israel no me quiso a mí.
(Sal 81:12) Los dejé, por tanto,
a la dureza de su corazón; Caminaron en
sus propios consejos.
(Sal 81:13) ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis
caminos hubiera andado Israel!
(Sal 81:14) En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus
adversarios.
(Sal 81:15) Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido, Y el tiempo
de ellos sería para siempre.
(Sal 81:16) Les sustentaría Dios
con lo mejor del trigo, Y con miel de la peña les saciaría.
Amonestación contra los juicios
injustos
(Sal 82:1) «Salmo de Asaf.»* Dios está en la reunión de los dioses; En medio
de los dioses juzga.
(Sal 82:2) ¿Hasta cuándo juzgaran
injustamente, Y aceptaran las personas de los impíos [irreverentes y sin ley]?
(Sal 82:3) Defiendan al débil y
al huérfano; Hagan justicia al afligido y al menesteroso.
(Sal 82:4) Libren al afligido y
al necesitado; Líbrenlo de mano de los impíos [irreverentes y sin ley].
(Sal 82:5) No saben, no
entienden, Andan en tinieblas; Tiemblan todos los cimientos de la tierra.
(Sal 82:6) Yo dije: Ustedes son
dioses, Y todos ustedes hijos del Altísimo;
(Sal 82:7) Pero como hombres morirán,
Y como cualquiera de los príncipes caerán.
(Sal 82:8) Levántate, oh Dios, juzga
la tierra; Porque tú heredarás todas las naciones.
Plegaria solicitando la destrucción
de los enemigos de Israel
(Sal 83:1) «Cántico. Salmo de
Asaf.»* Oh Dios, no guardes silencio; No calles, oh Dios, ni te estés quieto.
(Sal 83:2) Porque he aquí que rugen
tus enemigos, Y los que te aborrecen alzan cabeza.
(Sal 83:3) Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, Y han entrado en consejo contra tus
protegidos.
(Sal 83:4) Han dicho: Vengan, y
destruyámoslos para que no sean nación, Y no haya más memoria del nombre de
Israel.
(Sal 83:5) Porque se confabulan
de corazón a una, Contra ti han hecho
alianza
(Sal 83:6) Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas,
Moab y los agarenos;
(Sal 83:7) Gebal, Amón y Amalec, Los filisteos y los
habitantes de Tiro.
(Sal 83:8) También el asirio se ha juntado con ellos; Sirven de brazo a los hijos de Lot.
(Sal 83:9) Hazles como a
Madián, Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;
(Sal 83:10) Que perecieron en
Endor, Fueron hechos como estiércol para la tierra.
(Sal 83:11) Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb; Como a
Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes,
(Sal 83:12) Que han dicho:
Heredemos para nosotros Las moradas de Dios.
(Sal 83:13) Dios mío, ponlos como torbellinos, Como hojarascas
delante del viento,
(Sal 83:14) Como fuego que quema
el monte, Como llama que abrasa el bosque.
(Sal 83:15) Persíguelos así con
tu tempestad, Y atérralos con tu torbellino.
(Sal 83:16) Llena sus rostros de vergüenza, Y busquen tu nombre, oh Jehová.
(Sal 83:17) Sean afrentados y turbados [atormentados, agobiados, alterados] para siempre; Sean deshonrados, y perezcan.
(Sal 83:18) Y conozcan que tu
nombre es Jehová; Tú solo Altísimo
sobre toda la tierra.
Anhelo por la Casa de Dios
(Sal 84:1) «Al músico
principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.»*
¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
(Sal 84:2) Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de
Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al
Dios vivo.
(Sal 84:3) Aun el gorrión halla
casa, Y la golondrina nido para sí,
donde ponga sus polluelos, Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
(Sal 84:4) Dichosos [afortunados,
bienaventurados] los que habitan en tu casa; Perpetuamente te
alabarán.
(Sal 84:5) Dichoso [afortunado,
bienaventurado] el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos.
(Sal 84:6) Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
(Sal 84:7) Irán de poder en
poder; Verán a Dios en Sion.
(Sal 84:8) Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración; Escucha, oh Dios de Jacob.
(Sal 84:9) Mira, oh Dios,
escudo nuestro, Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.
(Sal 84:10) Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera
de ellos. Escogería antes estar a la puerta de
la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad.
(Sal 84:11) Porque sol
y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará
Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.
(Sal 84:12) Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en
ti confía.
Ruego por la misericordia de Dios
sobre Israel
(Sal 85:1) «Al músico principal.
Salmo para los hijos de Coré.»* Fuiste
propicio a tu tierra, oh Jehová; Volviste la
cautividad de Jacob.
(Sal 85:2) Perdonaste la
iniquidad [gran
maldad e injusticia] de tu pueblo; Todos los pecados de ellos
cubriste.
(Sal 85:3) Reprimiste todo tu
enojo; Te apartaste del ardor de tu ira.
(Sal 85:4) Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, Y
haz cesar tu ira de sobre nosotros.
(Sal 85:5) ¿Estarás enojado
contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación?
(Sal 85:6) ¿No volverás a darnos vida,
Para que tu pueblo se regocije en ti?
(Sal 85:7) Muéstranos, oh
Jehová, tu misericordia, Y danos tu salvación.
(Sal 85:8) Escucharé lo que
hablará Jehová Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no
se vuelvan a la locura.
(Sal 85:9) Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, Para que habite la gloria en
nuestra tierra.
(Sal 85:10) La misericordia y la verdad
se encontraron; La justicia y la paz se besaron.
(Sal 85:11) La verdad
brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde
los cielos.
(Sal 85:12) Jehová dará también
el bien, Y nuestra tierra dará su fruto.
(Sal 85:13) La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos
pondrá por camino.
Oración solicitando la continua
misericordia de Dios
(Sal 86:1) «Oración de David.»* Inclina, oh
Jehová, tu oído, y escúchame, Porque estoy afligido y menesteroso.
(Sal 86:2) Guarda mi alma, porque soy piadoso; Salva tú, oh Dios
mío, a tu esclavo [siervo, sirviente]
que en ti confía.
(Sal 86:3) Ten misericordia de mí, oh Jehová; Porque a ti
clamo todo el día.
(Sal 86:4) Alegra el alma de tu esclavo [siervo, sirviente], Porque a ti, oh Señor,
levanto mi alma.
(Sal 86:5) Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, Y grande
en misericordia para con todos los que te
invocan.
(Sal 86:6) Escucha, oh Jehová,
mi oración, Y está atento a la voz de mis ruegos.
(Sal 86:7) En el día de mi angustia te llamaré, Porque tú me respondes.
(Sal 86:8) Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, Ni
obras que igualen tus obras.
(Sal 86:9) Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán
delante de ti, Señor, Y glorificarán tu nombre.
(Sal 86:10) Porque tú eres
grande, y hacedor de maravillas; Sólo
tú eres Dios.
(Sal 86:11) Enséñame, oh Jehová,
tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu
nombre.
(Sal 86:12) Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, Y glorificaré tu nombre para siempre.
(Sal 86:13) Porque tu misericordia es grande para conmigo, Y has librado mi alma
de las profundidades del Seol.
(Sal 86:14) Oh Dios, los soberbios se levantaron contra mí, Y conspiración de violentos ha buscado
mi vida, Y no te pusieron delante de sí.
(Sal 86:15) Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, «Lento para la ira,»*
y grande en misericordia y verdad,
(Sal 86:16) Mírame, y ten
misericordia de mí; Da tu poder a tu esclavo [siervo,
sirviente], Y guarda al hijo de tu
sierva.
(Sal 86:17) Haz conmigo señal para bien, Y véanla los que me
aborrecen, y sean avergonzados; Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste.
El privilegio de morar en Sión
(Sal 87:1) «A los hijos de
Coré. Salmo. Cántico.»* Su cimiento está en
el monte santo.
(Sal 87:2) Ama Jehová las puertas de Sion Más que todas las
moradas de Jacob.
(Sal 87:3) Cosas gloriosas se han dicho de ti, Ciudad de Dios.
(Sal 87:4) Yo me acordaré de
Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; He aquí Filistea y Tiro, con
Etiopía; Este nació allá.
(Sal 87:5) Y de Sion se dirá:
Este y aquél han nacido en ella, Y el Altísimo
mismo la establecerá.
(Sal 87:6) Jehová contará al
inscribir a los pueblos: Este nació allí.
(Sal 87:7) Y cantores y tañedores en ella dirán: Todas mis
fuentes están en ti.
Ruego por la liberación de la muerte
(Sal 88:1) «Cántico. Salmo para
los hijos de Coré. Al músico principal, para cantar sobre Mahalat. Masquil de
Hemán ezraíta.»* Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti.
(Sal 88:2) Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor.
(Sal 88:3) Porque mi alma
está hastiada de males, Y mi vida cercana al Seol.
(Sal 88:4) Soy contado entre
los que descienden al sepulcro; Soy como hombre sin fuerza,
(Sal 88:5) Abandonado entre los muertos, Como los pasados a
espada que yacen en el sepulcro, De quienes no te acuerdas ya, Y que fueron arrebatados de tu mano.
(Sal 88:6) Me has puesto en el hoyo profundo, En tinieblas, en
lugares profundos.
(Sal 88:7) Sobre mí reposa tu
ira, Y me has afligido con todas tus ondas.
(Sal 88:8) Has alejado de mí
mis conocidos; Me has puesto por abominación [cosa
repugnante] a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir.
(Sal 88:9) Mis ojos enfermaron
a causa de mi aflicción; Te he llamado, oh Jehová, cada día; He extendido a ti
mis manos.
(Sal 88:10) ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los
muertos para alabarte?
(Sal 88:11) ¿Será contada en el
sepulcro tu misericordia, O tu verdad
en el Abadón?
(Sal 88:12) ¿Serán reconocidas
en las tinieblas tus maravillas, Y tu
justicia en la tierra del olvido?
(Sal 88:13) Mas yo a ti he
clamado, oh Jehová, Y de mañana mi oración se presentará delante de ti.
(Sal 88:14) ¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por
qué escondes de mí tu rostro?
(Sal 88:15) Yo estoy afligido y
menesteroso; Desde la juventud he llevado tus terrores, he estado medroso.
(Sal 88:16) Sobre mí han pasado
tus iras, Y me oprimen tus terrores.
(Sal 88:17) Me han rodeado como
aguas «continuamente;»* A una me han
cercado.
(Sal 88:18) Has alejado de mí al
amigo y al compañero, Y a mis conocidos has puesto en tinieblas.
Pacto de Dios con David
(Sal 89:1) «Masquil de Etán
ezraíta.»* Las misericordias de Jehová
cantaré perpetuamente; De generación en generación
haré notoria tu fidelidad con mi boca.
(Sal 89:2) Porque dije: Para
siempre será edificada misericordia; En los cielos mismos afirmarás tu verdad.
(Sal 89:3) Hice pacto [alianza, convenio,
acuerdo] con mi escogido; Juré a David mi esclavo [siervo, sirviente], diciendo:
(Sal 89:4) Para siempre confirmaré tu descendencia, Y
edificaré tu trono por «todas las generaciones.»*
(Sal 89:5) Celebrarán los
cielos tus maravillas, oh Jehová, Tu verdad también en la congregación de los
santos.
(Sal 89:6) Porque ¿quién en los cielos se igualará a Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los
hijos de los potentados?
(Sal 89:7) Dios temible en la gran congregación de los santos,
Y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él.
(Sal 89:8) Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú?
Poderoso eres, Jehová, Y tu fidelidad te rodea.
(Sal 89:9) Tú tienes dominio
sobre la braveza del mar; Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.
(Sal 89:10) Tú quebrantaste a
Rahab como a herido de muerte; Con tu brazo poderoso esparciste a tus enemigos.
(Sal 89:11) Tuyos son los
cielos, tuya también la tierra; El mundo
y su plenitud, tú lo fundaste.
(Sal 89:12) El norte y el sur, tú
los creaste; El Tabor y el Hermón cantarán en tu nombre.
(Sal 89:13) Tuyo es el brazo potente; Fuerte es tu mano, exaltada tu diestra.
(Sal 89:14) Justicia y juicio son el cimiento de tu trono;
Misericordia y verdad van delante de tu
rostro.
(Sal 89:15) Dichoso [afortunado,
bienaventurado] el pueblo que sabe aclamarte; Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro.
(Sal 89:16) En tu nombre se alegrará todo el día, Y en tu
justicia será enaltecido.
(Sal 89:17) Porque tú eres la
gloria de su potencia, Y por tu buena voluntad
acrecentarás nuestro poder.
(Sal 89:18) Porque Jehová es nuestro
escudo, Y nuestro rey es el Santo de Israel.
(Sal 89:19) Entonces hablaste en
visión a tu santo, Y dijiste: He puesto
el socorro sobre uno que es poderoso; He exaltado a un escogido de mi pueblo.
(Sal 89:20) Hallé a David mi
esclavo [siervo, sirviente];
Lo ungí con mi santa unción.
(Sal 89:21) Mi mano estará siempre con él, Mi brazo también lo
fortalecerá.
(Sal 89:22) No lo sorprenderá el
enemigo, Ni hijo de iniquidad [gran maldad e injusticia] lo quebrantará;
(Sal 89:23) Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos,
Y heriré a los que le aborrecen.
(Sal 89:24) Mi verdad y
mi misericordia estarán con él, Y en mi nombre será exaltado su poder.
(Sal 89:25) Asimismo pondré su mano sobre el mar, Y sobre los
ríos su diestra.
(Sal 89:26) El me clamará: Mi
padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salvación.
(Sal 89:27) Yo también le pondré
por primogénito, El más excelso de los reyes de la tierra.
(Sal 89:28) Para siempre le conservaré mi misericordia, Y mi pacto [alianza, convenio, acuerdo] será firme
con él.
(Sal 89:29) Pondré su descendencia para siempre, Y su trono
como los días de los cielos.
(Sal 89:30) Si dejaren sus hijos
mi ley, Y no anduvieren en mis juicios,
(Sal 89:31) Si profanaren mis
estatutos, Y no cumplieren [guardaren,
conservaren] mis mandamientos,
(Sal 89:32) Entonces castigaré con vara su
rebelión, Y con azotes sus iniquidades [grandes maldades e injusticias].
(Sal 89:33) Mas no quitaré de él
mi misericordia, Ni falsearé mi verdad.
(Sal 89:34) No olvidaré mi pacto [alianza, convenio,
acuerdo], Ni mudaré lo que ha salido
de mis labios.
(Sal 89:35) Una vez he jurado por mi santidad, Y no mentiré a David.
(Sal 89:36) Su descendencia será
para siempre, Y su trono como el sol
delante de mí.
(Sal 89:37) Como la luna
será firme para siempre, Y como un testigo fiel en el cielo.
(Sal 89:38) Mas tú desechaste y
despreciaste a tu ungido, Y te has airado con él.
(Sal 89:39) Rompiste el pacto [alianza, convenio,
acuerdo] de tu esclavo [siervo,
sirviente]; Has profanado su corona
hasta la tierra.
(Sal 89:40) Aportillaste todos
sus vallados; Has destruido sus fortalezas.
(Sal 89:41) Lo saquean todos los
que pasan por el camino; Es oprobio a sus vecinos.
(Sal 89:42) Has exaltado la diestra de sus enemigos; Has
alegrado a todos sus adversarios.
(Sal 89:43) Embotaste asimismo el filo de su espada, Y no lo
levantaste en la batalla.
(Sal 89:44) Hiciste cesar su
gloria, Y echaste su trono por tierra.
(Sal 89:45) Has acortado los días de su juventud; Le has cubierto de
afrenta.
(Sal 89:46) ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá tu ira como el fuego?
(Sal 89:47) Recuerda cuán breve
es mi tiempo; ¿Por qué habrás creado en
vano a todo hijo de hombre?
(Sal 89:48) ¿Qué hombre vivirá y
no verá muerte? ¿Librará su vida del poder del Seol?
(Sal 89:49) Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias, Que
juraste a David por tu verdad?
(Sal 89:50) Señor, acuérdate del oprobio de tus esclavos [siervos, sirvientes]; Oprobio de muchos
pueblos, que llevo en mi seno.
(Sal 89:51) Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado, Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.
(Sal 89:52) Bendito sea Jehová para siempre. Amén, y Amén.
La eternidad de Dios y la
transitoriedad del hombre
(Sal 90:1) «Oración de Moisés,
varón de Dios.»* Señor, tú nos has sido refugio De generación
en generación.
(Sal 90:2) Antes que naciesen los montes Y formases la tierra
y el mundo, Desde el siglo y hasta el
siglo, tú eres Dios.
(Sal 90:3) Vuelves al hombre hasta ser quebrantado [despedazado], Y dices: Conviértanse, hijos de
los hombres.
(Sal 90:4) Porque mil años delante de
tus ojos Son como el día de ayer, que pasó, Y
como una de las vigilias de la noche.
(Sal 90:5) Los arrebatas como
con torrente de aguas; son como sueño, Como la hierba que crece en la mañana.
(Sal 90:6) En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca.
(Sal 90:7) Porque con tu furor somos consumidos, Y con tu ira somos turbados [atormentados,
agobiados, alterados].
(Sal 90:8) Pusiste nuestras
maldades delante de ti, Nuestros yerros a la luz de tu rostro.
(Sal 90:9) Porque todos nuestros
días declinan a causa de tu ira;
Acabamos nuestros años como un pensamiento.
(Sal 90:10) Los días de
nuestra edad
son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza
es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.
(Sal 90:11) ¿Quién conoce el poder de tu ira, Y tu indignación
según que debes ser temido?
(Sal 90:12) Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que
traigamos al corazón sabiduría.
(Sal 90:13) Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus esclavos
[siervos, sirvientes].
(Sal 90:14) De mañana sácianos
de tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
(Sal 90:15) Alégranos conforme a
los días que nos afligiste, Y los años en que vimos el mal.
(Sal 90:16) Aparezca en tus esclavos [siervos,
sirvientes] tu obra, Y tu gloria sobre sus hijos.
(Sal 90:17) Sea la luz de Jehová
nuestro Dios sobre nosotros, Y la obra de nuestras manos confirma sobre
nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma.
Morando bajo la sombra del
Omnipotente
(Sal 91:1) El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.
(Sal 91:2) Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
(Sal 91:3) El te librará del
lazo del cazador, De la peste destructora.
(Sal 91:4) Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas
estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.
(Sal 91:5) No temerás el terror
nocturno, Ni flecha [saeta]
que vuele de día,
(Sal 91:6) Ni pestilencia que ande
en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya.
(Sal 91:7) Caerán a tu lado
mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
(Sal 91:8) Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos [irreverentes y sin ley].
(Sal 91:9) Porque has puesto a
Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación,
(Sal 91:10) No te sobrevendrá
mal, Ni plaga tocará tu morada.
(Sal 91:11) Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te
guarden en todos tus caminos.
(Sal 91:12) En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
(Sal 91:13) Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.
(Sal 91:14) Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto
ha conocido mi nombre.
(Sal 91:15) Me invocará, y yo le
responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.
(Sal 91:16) Lo saciaré de larga
vida, Y le mostraré mi salvación.
Alabanza por la bondad de Dios
(Sal 92:1) «Salmo. Cántico para
el día de»* «reposo.»* Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a
tu nombre, oh Altísimo;
(Sal 92:2) Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu
fidelidad cada noche,
(Sal 92:3) En el decacordio y en el salterio, En tono suave
con el arpa.
(Sal 92:4) Por cuanto me has alegrado,
oh Jehová, con tus obras; En las obras de tus manos me gozo.
(Sal 92:5) ¡Cuán grandes son
tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos.
(Sal 92:6) El hombre necio no sabe,
Y el insensato no entiende esto.
(Sal 92:7) Cuando brotan los impíos [irreverentes y sin ley] como la hierba, Y florecen todos
los que hacen iniquidad [gran maldad e injusticia], Es para ser
destruidos eternamente.
(Sal 92:8) Mas tú, Jehová, para
siempre eres Altísimo.
(Sal 92:9) Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová, Porque he
aquí, perecerán tus enemigos; Serán esparcidos
todos los que hacen maldad.
(Sal 92:10) Pero tú aumentarás
mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con
aceite fresco.
(Sal 92:11) Y mirarán mis ojos
sobre mis enemigos; Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los
malignos.
(Sal 92:12) El justo florecerá
como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano.
(Sal 92:13) Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de
nuestro Dios florecerán.
(Sal 92:14) Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes,
(Sal 92:15) Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, Y que en él no hay injusticia.
La majestad de Dios
(Sal 93:1) Jehová reina; se
vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no
se moverá.
(Sal 93:2) Firme es tu trono
desde entonces; Tú eres eternamente.
(Sal 93:3) Alzaron los ríos, oh Jehová, Los ríos alzaron su
sonido; Alzaron los ríos sus ondas.
(Sal 93:4) Jehová en las alturas es más poderoso Que el
estruendo de las muchas aguas, Más que las recias ondas del mar.
(Sal 93:5) Tus testimonios son muy firmes; La santidad
conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre.
Oración clamando por venganza
(Sal 94:1) Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las
venganzas, muéstrate.
(Sal 94:2) Engrandécete, oh
Juez de la tierra; Da el pago a los soberbios.
(Sal 94:3) ¿Hasta cuándo los impíos [irreverentes y sin ley], Hasta cuándo, oh Jehová, se
gozarán los impíos [irreverentes y sin ley]?
(Sal 94:4) ¿Hasta cuándo pronunciarán,
hablarán cosas duras, Y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad[gran maldad e
injusticia]?
(Sal 94:5) A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan, Y a tu heredad [posesión]
afligen.
(Sal 94:6) A la viuda y al extranjero matan, Y a los huérfanos quitan la vida.
(Sal 94:7) Y dijeron: No verá
JAH, Ni entenderá el Dios de Jacob.
(Sal 94:8) Entiendan, necios del pueblo; Y ustedes, fatuos, ¿cuándo
serán sabios?
(Sal 94:9) El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo,
¿no verá?
(Sal 94:10) El que castiga
a las naciones, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que
enseña al hombre la ciencia?
(Sal 94:11) Jehová conoce los pensamientos de
los hombres, Que son vanidad.
(Sal 94:12) Dichoso [afortunado,
bienaventurado] el hombre a quien tú, JAH, corriges, Y en tu ley lo instruyes,
(Sal 94:13) Para hacerle descansar
en los días de aflicción, En tanto que
para el impío [irreverente y sin ley]
se cava el hoyo.
(Sal 94:14) Porque no abandonará
Jehová a su pueblo, Ni desamparará su heredad [posesión],
(Sal 94:15) Sino que el juicio será vuelto a la justicia, Y
detrás de ella irán todos los rectos de corazón.
(Sal 94:16) ¿Quién se levantará por mí contra los malignos?
¿Quién estará por mí contra los que hacen
iniquidad [gran
maldad e injusticia]?
(Sal 94:17) Si no me ayudara Jehová, Pronto moraría mi alma en el
silencio.
(Sal 94:18) Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia,
oh Jehová, me sustentaba.
(Sal 94:19) En la multitud de mis pensamientos
dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma.
(Sal 94:20) ¿Se juntará contigo
el trono de iniquidades [grandes maldades e injusticias] Que hace
agravio bajo forma de ley?
(Sal 94:21) Se juntan contra la
vida del justo, Y condenan la sangre inocente.
(Sal 94:22) Mas Jehová me ha sido
por refugio, Y mi Dios por roca de mi confianza.
(Sal 94:23) Y él hará volver sobre ellos su iniquidad [gran maldad e
injusticia], Y los destruirá en su
propia maldad; Los destruirá Jehová nuestro Dios.
Cántico de alabanza y de adoración
(Sal 95:1) Vengan, aclamemos
alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.
(Sal 95:2) Lleguemos ante su presencia con alabanza;
Aclamémosle con cánticos.
(Sal 95:3) Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre
todos los dioses.
(Sal 95:4) Porque en su mano están las profundidades de la
tierra, Y las alturas de los montes son suyas.
(Sal 95:5) Suyo también el
mar, pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca.
(Sal 95:6) Vengan, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos
delante de Jehová nuestro Hacedor.
(Sal 95:7) Porque él es nuestro
Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyeren hoy su
voz,
(Sal 95:8) No endurezcan su [de ustedes] corazón,
como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto,
(Sal 95:9) Donde me tentaron
sus [de ustedes] padres, Me
probaron, y vieron mis obras.
(Sal 95:10) Cuarenta años estuve
disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que
divaga de corazón, Y no han conocido
mis caminos.
(Sal 95:11) Por tanto, juré en mi furor Que no entrarían en mi
reposo.