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RVI: SALMOS 37 - 58

Referencias para la lectura:

-       Texto actualizado al español latino.
-       Ubicación visual de vocablos claves resaltados en colores.
-       Sinónimos de palabras claves entre corchetes [color bordó]
-       Texto entre comillas y asterisco «expresión»* refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
-       Subtitulado tradicional actualizado

Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.


Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de significados y conceptos.


El camino de los malos 
(Sal 37:1) «Salmo de David.»* No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad [gran maldad e injusticia].

(Sal 37:2) Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán.

(Sal 37:3) Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.

(Sal 37:4) Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.

(Sal 37:5) Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

(Sal 37:6) Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.

(Sal 37:7) Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades.

(Sal 37:8) Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.

(Sal 37:9) Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.

(Sal 37:10) Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su lugar, y no estará allí.

(Sal 37:11) Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz.

(Sal 37:12) Maquina el impío [irreverente y sin ley] contra el justo, Y cruje contra él sus dientes;

(Sal 37:13) El Señor se reirá de él; Porque ve que viene su día.

(Sal 37:14) Los impíos [irreverentes y sin ley] desenvainan espada y entesan [agudizan la fuerza] su arco, Para derribar al pobre y al menesteroso, Para matar a los de recto proceder.

(Sal 37:15) Su espada entrará en su mismo corazón, Y su arco será quebrado.

(Sal 37:16) Mejor es lo poco del justo, Que las riquezas de muchos pecadores.

(Sal 37:17) Porque los brazos de los impíos [irreverentes y sin ley] serán quebrados; Mas el que sostiene a los justos es Jehová.

(Sal 37:18) Conoce Jehová los días de los perfectos, Y la heredad [posesión] de ellos será para siempre.

(Sal 37:19) No serán avergonzados en el mal tiempo, Y en los días de hambre serán saciados.

(Sal 37:20) Mas los impíos [irreverentes y sin ley] perecerán, Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros Serán consumidos; se disiparán como el humo.

(Sal 37:21) El impío [irreverente y sin ley] toma prestado, y no paga; Mas el justo tiene misericordia, y da.

(Sal 37:22) Porque los benditos de él heredarán la tierra; Y los malditos de él serán destruidos.

(Sal 37:23) Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino.

(Sal 37:24) Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano.

(Sal 37:25) Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan.

(Sal 37:26) En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su descendencia es para bendición.

(Sal 37:27) Apártate del mal, y haz el bien, Y vivirás para siempre.

(Sal 37:28) Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; Mas la descendencia de los impíos [irreverentes y sin ley] será destruida.

(Sal 37:29) Los justos heredarán la tierra, Y vivirán para siempre sobre ella.

(Sal 37:30) La boca del justo habla sabiduría, Y su lengua habla justicia.

(Sal 37:31) La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto, sus pies no resbalarán.

(Sal 37:32) Acecha el impío [irreverente y sin ley] al justo, Y procura matarlo.

(Sal 37:33) Jehová no lo dejará en sus manos, Ni lo condenará cuando le juzgaren.

(Sal 37:34) Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra; Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.

(Sal 37:35) Vi yo al impío [irreverente y sin ley] sumamente enaltecido, Y que se extendía como laurel verde.

(Sal 37:36) Pero él pasó, y he aquí ya no estaba; Lo busqué, y no fue hallado.

(Sal 37:37) Considera al íntegro, y mira al justo; Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.

(Sal 37:38) Mas los transgresores serán todos a una destruidos; La posteridad de los impíos [irreverentes y sin ley] será extinguida.

(Sal 37:39) Pero la salvación de los justos es de Jehová, Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.

(Sal 37:40) Jehová los ayudará y los librará; Los libertará de los impíos [irreverentes y sin ley], y los salvará, Por cuanto en él esperaron.

Oración de un penitente
(Sal 38:1) «Salmo de David, para recordar.»* Jehová, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues en tu ira.

(Sal 38:2) Porque tus flechas [saetas] cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido tu mano.

(Sal 38:3) Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.

(Sal 38:4) Porque mis iniquidades [gran maldad e injusticia] se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí.

(Sal 38:5) Hieden y supuran mis llagas, A causa de mi locura.

(Sal 38:6) Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, Ando enlutado todo el día.

(Sal 38:7) Porque mis lomos están llenos de ardor, Y nada hay sano en mi carne.

(Sal 38:8) Estoy debilitado y molido en gran manera; Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.

(Sal 38:9) Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto.

(Sal 38:10) Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta ya.

(Sal 38:11) Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, Y mis cercanos se han alejado.

(Sal 38:12) Los que buscan mi vida arman lazos, Y los que procuran mi mal hablan iniquidades [gran maldad e injusticia], Y meditan fraudes todo el día.

(Sal 38:13) Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; Y soy como mudo que no abre la boca.

(Sal 38:14) Soy, pues, como un hombre que no oye, Y en cuya boca no hay reprensiones.

(Sal 38:15) Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío.

(Sal 38:16) Dije: No se alegren de mí; Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí.

(Sal 38:17) Pero yo estoy a punto de caer, Y mi dolor está delante de mí continuamente.

(Sal 38:18) Por tanto, confesaré mi maldad, Y me contristaré por mi pecado.

(Sal 38:19) Porque mis enemigos están vivos y fuertes, Y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.

(Sal 38:20) Los que pagan mal por bien Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.

(Sal 38:21) No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí.

(Sal 38:22) Apresúrate a ayudarme, Oh Señor, mi salvación.

El carácter transitorio de la vida
(Sal 39:1) «Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David.»* Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío [irreverente y sin ley] esté delante de mí.

(Sal 39:2) Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; Y se agravó mi dolor.

(Sal 39:3) Se enardeció mi corazón dentro de mí; En mi meditación se encendió fuego, Y así proferí con mi lengua:

(Sal 39:4) Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán frágil soy.

(Sal 39:5) He aquí, diste a mis días término corto, Y mi edad es como nada delante de ti; Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive.

(Sal 39:6) Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.

(Sal 39:7) Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti.

(Sal 39:8) Líbrame de todas mis transgresiones; No me pongas por escarnio [burla con agravio y tenacidad] del insensato [irracional, fatuo, necio].

(Sal 39:9) Enmudecí, no abrí mi boca, Porque tú lo hiciste.

(Sal 39:10) Quita de sobre mí tu plaga; Estoy consumido bajo los golpes de tu mano.

(Sal 39:11) Con castigos por el pecado corriges al hombre, Y deshaces como polilla lo más estimado de él; Ciertamente vanidad es todo hombre.

(Sal 39:12) Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas; Porque forastero soy para ti, Y advenedizo, como todos mis padres.

(Sal 39:13) Déjame, y tomaré fuerzas, Antes que vaya y perezca.

Alabanza por la liberación divina
(Sal 70:1-5)
(Sal 40:1) «Al músico principal. Salmo de David.»* Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

(Sal 40:2) Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

(Sal 40:3) Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.

(Sal 40:4) Dichoso [afortunado, bienaventurado] el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.

(Sal 40:5) Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados.

(Sal 40:6) Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado.

(Sal 40:7) Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí;

(Sal 40:8) El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.

(Sal 40:9) He anunciado justicia en grande congregación; He aquí, no refrené mis labios, Jehová, tú lo sabes.

(Sal 40:10) No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; He publicado tu fidelidad y tu salvación; No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.

(Sal 40:11) Jehová, no retengas de mí tus misericordias; Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.

(Sal 40:12) Porque me han rodeado males sin número; Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.

(Sal 40:13) Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme.

(Sal 40:14) Sean avergonzados y confundidos a una Los que buscan mi vida para destruirla. Vuelvan atrás y avergüéncense Los que mi mal desean;

(Sal 40:15) Sean asolados en pago de su afrenta Los que me dicen: ¡Ea, ea!

(Sal 40:16) Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, Y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea enaltecido.

(Sal 40:17) Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.

Oración pidiendo salud
(Sal 41:1) «Al músico principal. Salmo de David.»* Dichoso [afortunado, bienaventurado] el que piensa en el pobre; En el día malo lo librará Jehová.

(Sal 41:2) Jehová lo guardará, y le dará vida; Será dichoso [afortunado, bienaventurado] en la tierra, Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.

(Sal 41:3) Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; Mullirás toda su cama en su enfermedad.

(Sal 41:4) Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado.

(Sal 41:5) Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?

(Sal 41:6) Y si vienen a verme, hablan mentira; Su corazón recoge para sí iniquidad [gran maldad e injusticia], Y al salir fuera la divulgan.

(Sal 41:7) Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen; Contra mí piensan mal, diciendo de mí:

(Sal 41:8) Cosa pestilencial se ha apoderado de él; Y el que cayó en cama no volverá a levantarse.

(Sal 41:9) Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar.

(Sal 41:10) Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar, Y les daré el pago.

(Sal 41:11) En esto conoceré que te he agradado, Que mi enemigo no se huelgue de mí.

(Sal 41:12) En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, Y me has hecho estar delante de ti para siempre.

(Sal 41:13) Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, Por los siglos de los siglos. Amén y Amén.

Mi alma tiene sed de Dios
(Sal 42:1) «Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.»* Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

(Sal 42:2) Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?

(Sal 42:3) Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

(Sal 42:4) Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.

(Sal 42:5) ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas [atormentas, agobias, alteras] dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

(Sal 42:6) Dios mío, mi alma está abatida en mí; Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

(Sal 42:7) Un abismo [profundidad] llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

(Sal 42:8) Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida.

(Sal 42:9) Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

(Sal 42:10) Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

(Sal 42:11) ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas [atormentas, agobias, alteras] dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Plegaria pidiendo vindicación y liberación
(Sal 43:1) Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa; Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo.

(Sal 43:2) Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

(Sal 43:3) Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; Me conducirán a tu santo monte, Y a tus moradas.

(Sal 43:4) Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

(Sal 43:5) ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas [atormentas, agobias, alteras] dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Liberaciones pasadas y pruebas presentes
(Sal 44:1) «Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.»* Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado, La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.

(Sal 44:2) con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos; Afligiste a los pueblos, y los arrojaste.

(Sal 44:3) Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos.

(Sal 44:4) Tú, oh Dios, eres mi rey; Manda salvación a Jacob.

(Sal 44:5) Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.

(Sal 44:6) Porque no confiaré en mi arco, Ni mi espada me salvará;

(Sal 44:7) Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, Y has avergonzado a los que nos aborrecían.

(Sal 44:8) En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, Y para siempre alabaremos tu nombre.

(Sal 44:9) Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; Y no sales con nuestros ejércitos.

(Sal 44:10) Nos hiciste retroceder delante del enemigo, Y nos saquean para sí los que nos aborrecen.

(Sal 44:11) Nos entregas como ovejas al matadero, Y nos has esparcido entre las naciones.

(Sal 44:12) Has vendido a tu pueblo de balde; No exigiste ningún precio.

(Sal 44:13) Nos pones por afrenta de nuestros vecinos, Por escarnio [burla con agravio y tenacidad] y por burla de los que nos rodean.

(Sal 44:14) Nos pusiste por proverbio entre las naciones; Todos al vernos menean la cabeza.

(Sal 44:15) Cada día mi vergüenza está delante de mí, Y la confusión de mi rostro me cubre,

(Sal 44:16) Por la voz del que me vitupera y deshonra, Por razón del enemigo y del vengativo.

(Sal 44:17) Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti, Y no hemos faltado a tu pacto [alianza, convenio, acuerdo].

(Sal 44:18) No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos,

(Sal 44:19) Para que nos quebrantases en el lugar de chacales, Y nos cubrieses con sombra de muerte.

(Sal 44:20) Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios, O alzado nuestras manos a dios ajeno,

(Sal 44:21) ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón.

(Sal 44:22) Pero por causa de ti nos matan cada día; Somos contados como ovejas para el matadero.

(Sal 44:23) Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre.

(Sal 44:24) ¿Por qué escondes tu rostro, Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra?

(Sal 44:25) Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo, Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra.

(Sal 44:26) Levántate para ayudarnos, Y redímenos por causa de tu misericordia.

Cántico de las bodas del rey
(Sal 45:1) «Al músico principal; sobre Lirios. Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores.»* Rebosa mi corazón palabra buena; Dirijo al rey mi canto; Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

(Sal 45:2) Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; La gracia se derramó en tus labios; Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.

(Sal 45:3) Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, Con tu gloria y con tu majestad.

(Sal 45:4) En tu gloria sé prosperado; Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia, Y tu diestra te enseñará cosas terribles.

(Sal 45:5) Tus flechas [saetas] agudas, Con que caerán pueblos debajo de ti, Penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.

(Sal 45:6) Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino.

(Sal 45:7) Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

(Sal 45:8) Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; Desde palacios de marfil te recrean.

(Sal 45:9) Hijas de reyes están entre tus ilustres; Está la reina a tu diestra con oro de Ofir.

(Sal 45:10) Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

(Sal 45:11) Y deseará el rey tu hermosura; E inclínate a él, porque él es tu señor.

(Sal 45:12) Y las hijas de Tiro vendrán con regalos [presentes]; Implorarán tu favor los ricos del pueblo.

(Sal 45:13) Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; De brocado de oro es su vestido.

(Sal 45:14) Con vestidos bordados será llevada al rey; Vírgenes irán detrás de ella, Compañeras suyas serán traídas a ti.

(Sal 45:15) Serán traídas con alegría y gozo; Entrarán en el palacio del rey.

(Sal 45:16) En lugar de tus padres serán tus hijos, A los cuales harás príncipes en toda la tierra.

(Sal 45:17) Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

Dios es nuestro amparo y fortaleza
(Sal 46:1) «Al músico principal; de los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot.»* Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

(Sal 46:2) Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar;

(Sal 46:3) Aunque bramen y se turben [atormenten, agobien, alteren] sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza.

(Sal 46:4) Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo.

(Sal 46:5) Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana.

(Sal 46:6) Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra.

(Sal 46:7) Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.

(Sal 46:8) Vengan, observen las obras de Jehová, Que ha puesto devastación [ruina, asolamiento] en la tierra.

(Sal 46:9) Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, Y quema los carros en el fuego.

(Sal 46:10) Estén quietos, y conozcan que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.

(Sal 46:11) Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.

Dios, Rey de toda la tierra
(Sal 47:1) «Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.»* Pueblos todos, batan las manos; Aclamen a Dios con voz de júbilo.

(Sal 47:2) Porque Jehová el Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra.

(Sal 47:3) El someterá a los pueblos debajo de nosotros, Y a las naciones debajo de nuestros pies.

(Sal 47:4) El nos elegirá nuestras heredades [posesiones]; La hermosura de Jacob, al cual amó.

(Sal 47:5) Subió Dios con júbilo, Jehová con sonido de trompeta.

(Sal 47:6) Canten a Dios, canten; Canten a nuestro Rey, canten;

(Sal 47:7) Porque Dios es el Rey de toda la tierra; Canten con inteligencia.

(Sal 47:8) Reinó Dios sobre las naciones; Se sentó Dios sobre su santo trono.

(Sal 47:9) Los príncipes de los pueblos se reunieron Como pueblo del Dios de Abraham; Porque de Dios son los escudos de la tierra; El es muy exaltado.

Hermosura y gloria de Sion
(Sal 48:1) «Cántico. Salmo de los hijos de Coré.»* Grande es Jehová, y digno de ser enteramente [en gran manera, grandemente] alabado En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.

(Sal 48:2) Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, Es el monte de Sion, a los lados del norte, La ciudad del gran Rey.

(Sal 48:3) En sus palacios Dios es conocido por refugio.

(Sal 48:4) Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron; Pasaron todos.

(Sal 48:5) Y viéndola ellos así, se maravillaron, Se turbaron [atormentaron, agobiaron, alteraron], se apresuraron a huir.

(Sal 48:6) Les tomó allí temblor; Dolor como de mujer que da a luz.

(Sal 48:7) Con viento solano Quiebras tú las naves de Tarsis.

(Sal 48:8) Como lo oímos, así lo hemos visto En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; La afirmará Dios para siempre.

(Sal 48:9) Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios, En medio de tu templo.

(Sal 48:10) Conforme a tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra; De justicia está llena tu diestra.

(Sal 48:11) Se alegrará el monte de Sion; Se gozarán las hijas de Judá Por tus juicios.

(Sal 48:12) Vayan alrededor de Sion, y rodéenla; Cuenten sus torres.

(Sal 48:13) Consideren atentamente su antemuro, Vean sus palacios; Para que lo cuenten a la generación venidera.

(Sal 48:14) Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá de la muerte.

La insensatez de confiar en las riquezas
(Sal 49:1) «Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.»* Oigan esto, pueblos todos; Escuchen, habitantes todos del mundo,

(Sal 49:2) Así los plebeyos como los nobles, El rico y el pobre juntamente.

(Sal 49:3) Mi boca hablará sabiduría, Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.

(Sal 49:4) Inclinaré al proverbio mi oído; Declararé con el arpa mi enigma.

(Sal 49:5) ¿Por qué he de temer en los días de adversidad, Cuando la iniquidad [gran maldad e injusticia] de mis opresores me rodeare?

(Sal 49:6) Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,

(Sal 49:7) Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate

(Sal 49:8) (Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás),

(Sal 49:9) Para que viva en adelante para siempre, Y nunca vea corrupción.

(Sal 49:10) Pues verá que aun los sabios mueren; Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, Y dejan a otros sus riquezas.

(Sal 49:11) Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación; Dan sus nombres a sus tierras.

(Sal 49:12) Mas el hombre no permanecerá en honra; Es semejante a las bestias que perecen.

(Sal 49:13) Este su camino es locura; Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos.

(Sal 49:14) Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada.

(Sal 49:15) Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, Porque él me tomará consigo.

(Sal 49:16) No temas cuando se enriquece «alguno,»* Cuando aumenta la gloria de su casa;

(Sal 49:17) Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria.

(Sal 49:18) Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, Y sea loado cuando prospere,

(Sal 49:19) Entrará en la generación de sus padres, Y nunca más verá la luz.

(Sal 49:20) El hombre que está en honra y no entiende, Semejante es a las bestias que perecen.

Dios juzgara al mundo
(Sal 50:1) «Salmo de Asaf.»* El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra, Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.

(Sal 50:2) De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido.

(Sal 50:3) Vendrá nuestro Dios, y no callará; Fuego consumirá delante de él, Y tempestad poderosa le rodeará.

(Sal 50:4) Convocará a los cielos de arriba, Y a la tierra, para juzgar a su pueblo.

(Sal 50:5) Júntenme mis santos, Los que hicieron conmigo pacto [alianza, convenio, acuerdo] con sacrificio.

(Sal 50:6) Y los cielos declararán su justicia, Porque Dios es el juez.

(Sal 50:7) Oye, pueblo mío, y hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo.

(Sal 50:8) No te reprenderé por tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí.

(Sal 50:9) No tomaré de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus apriscos.

(Sal 50:10) Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados.

(Sal 50:11) Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.

(Sal 50:12) Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud.

(Sal 50:13) ¿He de comer yo carne de toros, O de beber sangre de machos cabríos?

(Sal 50:14) Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo;

(Sal 50:15) E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.

(Sal 50:16) Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto [alianza, convenio, acuerdo] en tu boca?

(Sal 50:17) Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras.

(Sal 50:18) Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte.

(Sal 50:19) Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño.

(Sal 50:20) Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia.

(Sal 50:21) Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.

(Sal 50:22) Entiendan ahora esto, los que se olvidan de Dios, No sea que les despedace, y no haya quien les libre.

(Sal 50:23) El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.

Arrepentimiento, y plegaria pidiendo purificación
(Sal 51:1) «Al músico principal. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a»* «él Natán el profeta.»* Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

(Sal 51:2) Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.

(Sal 51:3) Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.

(Sal 51:4) Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.

(Sal 51:5) He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.

(Sal 51:6) He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

(Sal 51:7) Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.

(Sal 51:8) Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido.

(Sal 51:9) Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.

(Sal 51:10) Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

(Sal 51:11) No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu.

(Sal 51:12) Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.

(Sal 51:13) Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti.

(Sal 51:14) Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia.

(Sal 51:15) Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.

(Sal 51:16) Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.

(Sal 51:17) Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado [despedazado]; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

(Sal 51:18) Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén.

(Sal 51:19) Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.

Futilidad de la jactancia del malo
(Sal 52:1) «Al músico principal. Masquil de David, cuando vino Doeg»* «edomita y dio cuenta a Saúl»* «diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec.»* ¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es «continua

(Sal 52:2) Agravios maquina tu lengua; Como navaja afilada hace engaño.

(Sal 52:3) Amaste el mal más que el bien, La mentira más que la verdad.

(Sal 52:4) Has amado toda suerte de palabras perniciosas, Engañosa lengua.

(Sal 52:5) Por tanto, Dios te destruirá para siempre; Te asolará y te arrancará de tu morada, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes.

(Sal 52:6) Verán los justos, y temerán; Se reirán de él, diciendo:

(Sal 52:7) He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus riquezas, Y se mantuvo en su maldad.

(Sal 52:8) Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.

(Sal 52:9) Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.

Insensatez y maldad de los hombre
(Sal 14.1-7)
(Sal 53:1) «Al músico principal; sobre Mahalat. Masquil de David.»* Dice el insensato [irracional, fatuo, necio] en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; No hay quien haga bien.

(Sal 53:2) Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido Que buscara a Dios.

(Sal 53:3) Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno.

(Sal 53:4) ¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad [gran maldad e injusticia], Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, Y a Dios no invocan?

(Sal 53:5) Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo, Porque Dios ha esparcido los huesos del que puso asedio contra ti; Los avergonzaste, porque Dios los desechó.

(Sal 53:6) ¡Oh, si saliera de Sion la salvación de Israel! Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo, Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

Plegaria pidiendo protección contra los enemigos
(Sal 54:1) «Al músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl:»* «¿No está David escondido en nuestra tierra ?»* Oh Dios, sálvame por tu nombre, Y con tu poder defiéndeme.

(Sal 54:2) Oh Dios, oye mi oración; Escucha las razones de mi boca.

(Sal 54:3) Porque extraños se han levantado contra mí, Y hombres violentos buscan mi vida; No han puesto a Dios delante de sí.

(Sal 54:4) He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida.

(Sal 54:5) El devolverá el mal a mis enemigos; Córtalos por tu verdad.

(Sal 54:6) Voluntariamente sacrificaré a ti; Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.

(Sal 54:7) Porque él me ha librado de toda angustia, Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.

Plegaria pidiendo la destrucción de enemigos traicioneros
(Sal 55:1) «Al músico principal; en Neginot. Masquil de David.»* Escucha, oh Dios, mi oración, Y no te escondas de mi súplica.

(Sal 55:2) Está atento, y respóndeme; Clamo en mi oración, y me conmuevo,

(Sal 55:3) A causa de la voz del enemigo, Por la opresión del impío [irreverente y sin ley]; Porque sobre mí echaron iniquidad [gran maldad e injusticia], Y con furor me persiguen.

(Sal 55:4) Mi corazón está dolorido dentro de mí, Y terrores de muerte sobre mí han caído.

(Sal 55:5) Temor y temblor vinieron sobre mí, Y terror me ha cubierto.

(Sal 55:6) Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.

(Sal 55:7) Ciertamente huiría lejos; Moraría en el desierto.

(Sal 55:8) Me apresuraría a escapar Del viento borrascoso, de la tempestad.

(Sal 55:9) Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos; Porque he visto violencia [vergüenza, afrenta, deshonor] y rencilla en la ciudad.

(Sal 55:10) Día y noche la rodean sobre sus muros, E iniquidad  y trabajo hay en medio de ella.

(Sal 55:11) Maldad hay en medio de ella, Y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas.

(Sal 55:12) Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él;

(Sal 55:13) Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar;

(Sal 55:14) Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, Y andábamos en amistad en la casa de Dios.

(Sal 55:15) Que la muerte les sorprenda; Desciendan vivos al Seol, Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos.

(Sal 55:16) En cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará.

(Sal 55:17) Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz.

(Sal 55:18) El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, Aunque contra mí haya muchos.

(Sal 55:19) Dios oirá, y los quebrantará luego, El que permanece desde la antigüedad; Por cuanto no cambian, Ni temen a Dios.

(Sal 55:20) Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él; Violó su pacto [alianza, convenio, acuerdo].

(Sal 55:21) Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, Pero guerra hay en su corazón; Suaviza sus palabras más que el aceite, Mas ellas son espadas desnudas.

(Sal 55:22) Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.

(Sal 55:23) Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días; Pero yo en ti confiaré.

Oración de confianza
(Sal 56:1) «Al músico principal; sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat.»* Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; Me oprime combatiéndome cada día.

(Sal 56:2) Todo el día mis enemigos me pisotean; Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia.

(Sal 56:3) En el día que temo, Yo en ti confío.

(Sal 56:4) En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?

(Sal 56:5) Todos los días ellos pervierten mi causa; Contra mí son todos sus pensamientos para mal.

(Sal 56:6) Se reúnen, se esconden, Miran atentamente mis pasos, Como quienes acechan a mi alma.

(Sal 56:7) Pésalos según su iniquidad [gran maldad e injusticia], oh Dios, Y derriba en tu furor a los pueblos.

(Sal 56:8) Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?

(Sal 56:9) Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare; Esto sé, que Dios está por mí.

(Sal 56:10) En Dios alabaré su palabra; En Jehová su palabra alabaré.

(Sal 56:11) En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?

(Sal 56:12) Sobre mí, oh Dios, están tus votos; Te tributaré alabanzas.

(Sal 56:13) Porque has librado mi alma de la muerte, Y mis pies de caída, Para que ande delante de Dios En la luz de los que viven.

Plegaria pidiendo ser librado de los perseguidores
(Sal 108: 1-5)
(Sal 57:1) «Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva.»* Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos.

(Sal 57:2) Clamaré al Dios Altísimo, Al Dios que me favorece.

(Sal 57:3) El enviará desde los cielos, y me salvará De la infamia del que me acosa; Dios enviará su misericordia y su verdad.

(Sal 57:4) Mi vida está entre leones; Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; Sus dientes son lanzas y flechas [saetas], Y su lengua espada aguda.

(Sal 57:5) Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria.

(Sal 57:6) Red han armado a mis pasos; Se ha abatido mi alma; Hoyo han cavado delante de mí; En medio de él han caído ellos mismos.

(Sal 57:7) Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré, y trovaré [compondré versos] salmos.

(Sal 57:8) Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; Me levantaré de mañana.

(Sal 57:9) Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; Cantaré de ti entre las naciones.

(Sal 57:10) Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad.

(Sal 57:11) Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria.

Plegaria pidiendo el castigo de los malos
(Sal 58:1) «Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David.»* Oh congregación, ¿ pronuncian en verdad justicia? ¿Juzgan rectamente, hijos de los hombres?

(Sal 58:2) Antes en el corazón maquinan iniquidades [grandes maldades e injusticias]; Hacen pesar la violencia [vergüenza, afrenta, deshonor] de sus [de ustedes] manos en la tierra.

(Sal 58:3) Se apartaron los impíos [irreverentes y sin ley] desde la matriz; Se descarriaron hablando mentira desde que nacieron.

(Sal 58:4) Veneno tienen como veneno de serpiente; Son como el áspid sordo que cierra su oído,

(Sal 58:5) Que no oye la voz de los que encantan, Por más hábil que el encantador sea.

(Sal 58:6) Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.

(Sal 58:7) Sean disipados como aguas que corren; Cuando disparen sus flechas [saetas], sean hechas pedazos.

(Sal 58:8) Pasen ellos como el caracol que se deslíe; Como el que nace muerto, no vean el sol.

(Sal 58:9) Antes que sus [de ustedes] ollas sientan la llama de los espinos, Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad.

(Sal 58:10) Se alegrará el justo cuando viere la venganza; Sus pies lavará en la sangre del impío [irreverente y sin ley].

(Sal 58:11) Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo; Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.

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