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significados y conceptos.
SALMOS
El justo y los pecadores
(Sal 1:1) Dichoso [afortunado,
bienaventurado] el varón que no anduvo
en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de
escarnecedores [burladores con agravio y
tenacidad] se ha sentado;
(Sal 1:2) Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en
su ley medita de día y de noche.
(Sal 1:3) Será como árbol
plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace,
prosperará.
(Sal 1:4) No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento.
(Sal 1:5) Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
(Sal 1:6) Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas
la senda de los malos perecerá.
El reino del ungido de Jehová
(Sal 2:1) ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos
piensan cosas vanas?
(Sal 2:2) Se levantarán los
reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
(Sal 2:3) Rompamos sus
ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas.
(Sal 2:4) El que mora en los cielos se reirá; El Señor se
burlará de ellos.
(Sal 2:5) Luego hablará a
ellos en su furor, Y los turbará [atormentarás, agobiarás, alterarás] con su ira.
(Sal 2:6) Pero yo he puesto mi
rey Sobre Sion, mi santo monte.
(Sal 2:7) Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.
(Sal 2:8) Pídeme, y te daré
por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra.
(Sal 2:9) Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de
alfarero los desmenuzarás.
(Sal 2:10) Ahora, pues, oh reyes, sean prudentes; Admitan amonestación, jueces de la tierra.
(Sal 2:11) Sirvan a Jehová con
temor, Y alégrense con temblor.
(Sal 2:12) Honren al Hijo, para
que no se enoje, y perezcan en el camino; Pues se inflama de pronto su ira.
Dichosos [afortunados, bienaventurados]
todos los que en él confían.
Oración matutina de confianza en Dios
(Sal 3:1) «Salmo de David,
cuando huía»* «de
la presencia [de delante] de Absalón
su hijo.»* ¡Oh Jehová, cuánto se han
multiplicado mis adversarios! Muchos son los que
se levantan contra mí.
(Sal 3:2) Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios.
(Sal 3:3) Mas tú, Jehová, eres
escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
(Sal 3:4) Con mi voz clamé a
Jehová, Y él me respondió desde su monte santo.
(Sal 3:5) Yo me acosté y
dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba.
(Sal 3:6) No temeré a diez
millares de gente, Que pusieren sitio contra mí.
(Sal 3:7) Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío; Porque tú
heriste a todos mis enemigos en la mejilla; Los
dientes de los perversos quebrantaste.
(Sal 3:8) La salvación
es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición.
Oración vespertina de confianza en
Dios
(Sal 4:1) «Al»* «músico
principal; sobre Neginot. Salmo de David.»*
Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; Ten misericordia de mí, y
oye mi oración.
(Sal 4:2) Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volverán mi
honra en infamia, Amaran la vanidad, y buscaran
la mentira?
(Sal 4:3) Sepan, pues, que
Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a él clamare.
(Sal 4:4) Tiemblen, y no
pequen; Mediten en su [de ustedes]
corazón estando en su [de ustedes] cama, y callen.
(Sal 4:5) Ofrezcan sacrificios
de justicia, Y confíen en Jehová.
(Sal 4:6) Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la
luz de tu rostro.
(Sal 4:7) Tú diste alegría a
mi corazón Mayor que la de ellos cuando
abundaba su grano y su mosto.
(Sal 4:8) En paz me acostaré,
y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
Plegaria pidiendo protección
(Sal 5:1) «Al músico
principal; sobre»* «Nehilot.
Salmo de David.»* Escucha, oh Jehová, mis
palabras; Considera mi gemir.
(Sal 5:2) Está atento a la voz
de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré.
(Sal 5:3) Oh Jehová, de mañana oirás
mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
(Sal 5:4) Porque tú no eres un
Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti.
(Sal 5:5) Los insensatos no estarán
delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad [gran maldad e
injusticia].
(Sal 5:6) Destruirás a los que
hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.
(Sal 5:7) Mas yo por la
abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.
(Sal 5:8) Guíame, Jehová, en
tu justicia, a causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino.
(Sal 5:9) Porque en la boca de ellos no hay sinceridad; Sus
entrañas son maldad, Sepulcro abierto es su garganta, Con su lengua hablan
lisonjas.
(Sal 5:10) Castígalos, oh Dios;
Caigan por sus mismos consejos; Por la multitud de sus transgresiones échalos
fuera, Porque se rebelaron contra ti.
(Sal 5:11) Pero alégrense todos
los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los
defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre.
(Sal 5:12) Porque tú, oh
Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.
Oración pidiendo misericordia en
tiempo de prueba
(Sal 6:1) «Al músico
principal; en Neginot, sobre»* «Seminit. Salmo de David.»*
Jehová, no me reprendas en tu enojo, Ni me castigues con tu ira.
(Sal 6:2) Ten misericordia de
mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.
(Sal 6:3) Mi alma
también está muy turbada [atormentada, agobiada, alterada]; Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
(Sal 6:4) Vuélvete, oh Jehová, libra
mi alma; Sálvame por tu misericordia.
(Sal 6:5) Porque en la muerte no hay memoria de ti; En el Seol, ¿quién te alabará?
(Sal 6:6) Me he consumido a
fuerza de gemir; Todas las noches inundo de llanto mi lecho, Riego mi cama con
mis lágrimas.
(Sal 6:7) Mis ojos están gastados
de sufrir; Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
(Sal 6:8) Apártense de mí,
todos los hacedores de iniquidad [gran maldad e injusticia]; Porque Jehová ha
oído la voz de mi lloro.
(Sal 6:9) Jehová ha oído mi
ruego; Ha recibido Jehová mi oración.
(Sal 6:10) Se avergonzarán y se turbarán [atormentarán, agobiarán, alterarán]
mucho todos mis enemigos; Se volverán y serán avergonzados de repente.
Plegaria pidiendo vindicación
(Sal 7:1) «Sigaión de David,
que cantó a Jehová acerca de las palabras de Cus
hijo de Benjamín.»* Jehová Dios mío,
en ti he confiado; Sálvame de todos los que me
persiguen, y líbrame,
(Sal 7:2) No sea que desgarren
mi alma cual león, Y me destrocen sin
que haya quien me libre.
(Sal 7:3) Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos iniquidad [gran maldad e
injusticia];
(Sal 7:4) Si he dado mal pago
al que estaba en paz conmigo (Antes he libertado al que sin causa era mi
enemigo),
(Sal 7:5) Persiga el enemigo
mi alma, y alcáncela; Huelle en tierra
mi vida, Y mi honra ponga en el polvo.
(Sal 7:6) Levántate, oh Jehová, en tu ira; Álzate en contra
de la furia de mis angustiadores, Y despierta en favor mío el juicio que
mandaste.
(Sal 7:7) Te rodeará
congregación de pueblos, Y sobre ella vuélvete a sentar en alto.
(Sal 7:8) Jehová juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia, Y conforme a mi integridad.
(Sal 7:9) Fenezca ahora la
maldad de los inicuos, mas establece tú al justo; Porque el Dios justo prueba la mente
y el corazón.
(Sal 7:10) Mi escudo está en Dios, Que salva a los rectos de corazón.
(Sal 7:11) Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el
impío [irreverente y sin ley] todos
los días.
(Sal 7:12) Si no se arrepiente, él afilará su espada; Armado tiene ya su arco, y lo ha
preparado.
(Sal 7:13) Asimismo ha preparado armas de muerte, Y ha labrado flechas [saetas]
ardientes.
(Sal 7:14) He aquí, el impío [irreverente
y sin ley] concibió maldad, Se preñó
de iniquidad [gran maldad e injusticia], Y dio a luz engaño.
(Sal 7:15) Pozo ha cavado, y lo
ha ahondado; Y en el hoyo que hizo caerá.
(Sal 7:16) Su iniquidad [gran maldad e injusticia] volverá sobre su
cabeza, Y su agravio [vergüenza, afrenta,
deshonor] caerá sobre su propia
coronilla.
(Sal 7:17) Alabaré a Jehová
conforme a su justicia, Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.
La gloria de Dios y la honra del
hombre
(Sal 8:1) «Al músico
principal; sobre»* «Gitit.
Salmo de David.»* ¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!
Has puesto tu gloria sobre los cielos;
(Sal 8:2) De la boca de los niños y de los que maman,
fundaste la fortaleza,
A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.
(Sal 8:3) Cuando veo tus
cielos, obra de tus dedos, La luna y
las estrellas que tú formaste,
(Sal 8:4) Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él
memoria, Y el hijo del hombre, para que lo
visites?
(Sal 8:5) Le has hecho poco
menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.
(Sal 8:6) Le hiciste señorear
sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:
(Sal 8:7) Ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias
del campo,
(Sal 8:8) Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo
cuanto pasa por los senderos del mar.
(Sal 8:9) ¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Acción de gracias por la justicia de
Dios
(Sal 9:1) «Al músico
principal;»* sobre Mutlabén. Salmo de David.»* Te alabaré, oh
Jehová, con todo mi corazón; Contaré
todas tus maravillas.
(Sal 9:2) Me alegraré y me
regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo.
(Sal 9:3) Mis enemigos volvieron atrás; Cayeron y perecieron delante de ti.
(Sal 9:4) Porque has mantenido
mi derecho y mi causa; Te has sentado en el trono juzgando con justicia.
(Sal 9:5) Reprendiste a las
naciones, destruiste al malo, Borraste el nombre de ellos eternamente y para
siempre.
(Sal 9:6) Los enemigos han perecido;
han quedado desolados para siempre; Y las ciudades que derribaste, Su memoria
pereció con ellas.
(Sal 9:7) Pero Jehová permanecerá para siempre; Ha dispuesto
su trono para juicio.
(Sal 9:8) El juzgará al mundo con justicia, Y a los pueblos con
rectitud.
(Sal 9:9) Jehová será refugio
del pobre, Refugio para el tiempo de
angustia.
(Sal 9:10) En ti confiarán los
que conocen tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te
buscaron.
(Sal 9:11) Canten a Jehová, que
habita en Sion; Publiquen entre los pueblos sus obras.
(Sal 9:12) Porque el que demanda la sangre se acordó de ellos; No se
olvidó del clamor de los afligidos.
(Sal 9:13) Ten misericordia de
mí, Jehová; Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen, Tú
que me levantas de las puertas de la muerte,
(Sal 9:14) Para que cuente yo
todas tus alabanzas En las puertas de la hija de Sion, Y me goce en tu salvación.
(Sal 9:15) Se hundieron las
naciones en el hoyo que hicieron; En la red que escondieron fue tomado su pie.
(Sal 9:16) Jehová se ha hecho conocer
en el juicio que ejecutó; En la obra de sus manos fue enlazado el malo.
(Sal 9:17) Los malos serán trasladados al Seol, Todas las gentes que se olvidan de Dios.
(Sal 9:18) Porque no para siempre será olvidado el menesteroso, Ni la esperanza
de los pobres perecerá perpetuamente.
(Sal 9:19) Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre;
Sean juzgadas las naciones delante de ti.
(Sal 9:20) Pon, oh Jehová, temor en ellos; Conozcan las naciones que no son sino hombres.
Sean aplacados los malvados
(Sal 10:1) ¿Por qué estás
lejos, oh Jehová, Y te escondes en el tiempo
de la tribulación?
(Sal 10:2) Con arrogancia el malo persigue al pobre; Será atrapado en los artificios que ha
ideado.
(Sal 10:3) Porque el malo se jacta
del deseo de su alma, Bendice al
codicioso, y desprecia a Jehová.
(Sal 10:4) El malo, por la altivez de su «rostro,»* no
busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.
(Sal 10:5) Sus caminos son torcidos en todo tiempo; Tus juicios los tiene muy lejos de su
vista; A todos sus adversarios desprecia.
(Sal 10:6) Dice en su corazón: No seré movido «jamás;»* Nunca
me alcanzará el infortunio.
(Sal 10:7) Llena está su boca
de maldición, y de engaños y fraude; Debajo de su lengua hay vejación y maldad.
(Sal 10:8) Se sienta en acecho
cerca de las aldeas; En escondrijos mata al inocente.
Sus ojos están acechando al desvalido;
(Sal 10:9) Acecha en oculto,
como el león desde su cueva; Acecha para arrebatar al pobre; Arrebata al pobre
trayéndolo a su red.
(Sal 10:10) Se encoge, se
agacha, Y caen en sus fuertes garras muchos desdichados.
(Sal 10:11) Dice en su corazón: Dios ha olvidado; Ha encubierto su
rostro; nunca lo verá.
(Sal 10:12) Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano; No te olvides de los pobres.
(Sal 10:13) ¿Por qué desprecia
el malo a Dios? En su corazón ha dicho:
Tú no lo averiguarás [escudriñarás,
inquirirás].
(Sal 10:14) Tú lo has visto;
porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; A ti
se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano.
(Sal 10:15) Quebranta tú el
brazo del inicuo, Y persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna.
(Sal 10:16) Jehová es Rey eternamente y para siempre; De su
tierra han perecido las naciones.
(Sal 10:17) El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído,
(Sal 10:18) Para juzgar al huérfano y al oprimido, A fin de que
no vuelva más a hacer violencia el hombre de la
tierra.
El refugio del justo
(Sal 11:1) «Al músico
principal. Salmo de David.»* En Jehová he
confiado; ¿Cómo dicen a mi alma, Que escape al monte cual ave?
(Sal 11:2) Porque he aquí, los malos tienden el arco, Disponen sus flechas [saetas] sobre la cuerda, Para asaetear en
oculto a los rectos de corazón.
(Sal 11:3) Si fueren destruidos
los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?
(Sal 11:4) Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven,
sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
(Sal 11:5) Jehová prueba al justo; Pero al malo y al que ama la violencia [afrenta, deshonor], su alma los aborrece.
(Sal 11:6) Sobre los malos hará llover
calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de
ellos.
(Sal 11:7) Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro.
Oración pidiendo ayuda contra los
malos
(Sal 12:1) «Al músico
principal; sobre»* «Seminit.
Salmo de David.»* Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; Porque han
desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
(Sal 12:2) Habla mentira «cada uno»* con
su prójimo; Hablan con labios lisonjeros, y «con doblez de corazón.»*
(Sal 12:3) Jehová destruirá
todos los labios lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente;
(Sal 12:4) A los que han dicho:
Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios son nuestros; ¿quién es
señor de nosotros?
(Sal 12:5) Por la opresión de los pobres, por el gemido de los
menesterosos, Ahora me levantaré, dice Jehová;
Pondré en salvo al que por ello suspira.
(Sal 12:6) Las palabras de Jehová son palabras limpias, Como
plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces.
(Sal 12:7) Tú, Jehová, los
guardarás; De esta generación los
preservarás para siempre.
(Sal 12:8) Cercando andan los malos, Cuando la vileza es
exaltada entre los hijos de los hombres.
Plegaria pidiendo ayuda en la
aflicción
(Sal 13:1) «Al músico
principal. Salmo de David.»* ¿Hasta cuándo,
Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta
cuándo esconderás tu rostro de mí?
(Sal 13:2) ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, Con tristezas en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será
enaltecido mi enemigo sobre mí?
(Sal 13:3) Mira, respóndeme, oh
Jehová Dios mío; Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte;
(Sal 13:4) Para que no diga mi
enemigo: Lo vencí. Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.
(Sal 13:5) Mas yo en tu
misericordia he confiado; Mi corazón se
alegrará en tu salvación.
(Sal 13:6) Cantaré a Jehová, Porque me ha hecho bien.
Necedad y corrupción del hombre
(Sal 53:1-6)
(Sal 14:1) «Al músico
principal. Salmo de David.»* Dice el insensato [irracional,
fatuo, necio] en su corazón:
No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras
abominables; No hay quien haga el bien.
(Sal 14:2) Jehová miró desde
los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido,
Que buscara a Dios.
(Sal 14:3) Todos se desviaron,
a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
(Sal 14:4) ¿No tienen discernimiento
todos los que hacen iniquidad [gran maldad e injusticia], Que devoran a mi
pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no
invocan?
(Sal 14:5) Ellos temblaron de
espanto; Porque Dios está con la generación
de los justos.
(Sal 14:6) Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jehová
es su esperanza.
(Sal 14:7) ¡Oh, que de Sion saliera
la salvación de Israel! Cuando Jehová
hiciere volver a los cautivos de su pueblo, Se gozará Jacob, y se alegrará
Israel.
Los que habitarán en el monte santo
de Dios
(Sal 15:1) «Salmo de David.»* Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?
(Sal 15:2) El que anda en integridad
y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.
(Sal 15:3) El que no calumnia
con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su
vecino.
(Sal 15:4) Aquel a cuyos ojos el vil es despreciado, Pero
honra a los que temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso
cambia;
(Sal 15:5) Quien su dinero no dio
a usura, Ni contra el inocente admitió
cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás.
Una herencia escogida
(Sal 16:1) «Mictam de David.»* Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
(Sal 16:2) Oh alma
mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay
para mí bien fuera de ti.
(Sal 16:3) Para los santos que están en la tierra, Y para los íntegros, es toda mi complacencia.
(Sal 16:4) Se multiplicarán los
dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus
libaciones de sangre, Ni en mis labios
tomaré sus nombres.
(Sal 16:5) Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
Tú sustentas mi suerte.
(Sal 16:6) Las cuerdas me cayeron
en lugares deleitosos, Y es hermosa la heredad [posesión] que me ha tocado.
(Sal 16:7) Bendeciré a Jehová
que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia.
(Sal 16:8) A Jehová he puesto
siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
(Sal 16:9) Se alegró por tanto
mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará
confiadamente;
(Sal 16:10) Porque no dejarás mi
alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
(Sal 16:11) Me mostrarás la
senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra
para siempre.
Plegaria pidiendo protección contra
los opresores
(Sal 17:1) «Oración de David.»* Oye, oh Jehová,
una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios
sin engaño.
(Sal 17:2) De tu presencia proceda
mi vindicación; Vean tus ojos la rectitud.
(Sal 17:3) Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; Me has
puesto a prueba, y nada inicuo hallaste;
He resuelto que mi boca no haga transgresión.
(Sal 17:4) En cuanto a las obras humanas, por la palabra de
tus labios Yo me he guardado de las sendas de los violentos.
(Sal 17:5) Sustenta mis pasos en tus caminos, Para que mis
pies no resbalen.
(Sal 17:6) Yo te he invocado,
por cuanto tú me oirás, oh Dios; Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
(Sal 17:7) «Muestra tus
maravillosas»* misericordias, tú que salvas
a los que se refugian a tu diestra, De los que se levantan contra ellos.
(Sal 17:8) Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas,
(Sal 17:9) De la vista de los malos que me oprimen, De mis enemigos que buscan mi vida.
(Sal 17:10) Envueltos están con
su grosura; Con su boca hablan arrogantemente.
(Sal 17:11) Han cercado ahora
nuestros pasos; Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.
(Sal 17:12) Son como león que desea
hacer presa, Y como leoncillo que «está»* en su escondite.
(Sal 17:13) Levántate, oh Jehová; Sal a su encuentro, póstrales; Libra mi alma
de los malos con tu espada,
(Sal 17:14) De los hombres con tu mano, oh Jehová, De los
hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida, Y cuyo vientre está
lleno de tu tesoro. Sacian a sus hijos, Y aun
sobra para sus pequeñuelos.
(Sal 17:15) En cuanto a mí, veré
tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
Acción de gracias por la victoria
(2S 22:1-51)
(Sal 18:1) «Al músico
principal. Salmo de David,»* «esclavo [siervo,
sirviente] de Jehová, el cual dirigió a
Jehová»* «las
palabras de»* «este»* «cántico»* «el día que»* «le libró
Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano
de Saúl. Entonces dijo:»* Te amo, oh
Jehová, fortaleza mía.
(Sal 18:2) Jehová, roca mía y castillo
mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza
mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de
mi salvación, mi alto refugio.
(Sal 18:3) Invocaré a Jehová,
quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos.
(Sal 18:4) Me rodearon
ligaduras de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
(Sal 18:5) Ligaduras del Seol
me rodearon, Me tendieron lazos de muerte.
(Sal 18:6) En mi angustia invoqué
a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó «delante de»* él, a sus oídos.
(Sal 18:7) La tierra fue conmovida
y tembló; Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron,
porque se indignó él.
(Sal 18:8) Humo subió de su
nariz, Y de su boca fuego consumidor; Carbones fueron por él encendidos.
(Sal 18:9) Inclinó los cielos,
y descendió; Y había densas tinieblas debajo de sus pies.
(Sal 18:10) Cabalgó sobre un querubín, y voló; Voló sobre las alas del
viento.
(Sal 18:11) Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya
alrededor de sí; Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
(Sal 18:12) Por el resplandor de su presencia, sus nubes
pasaron; Granizo y carbones ardientes.
(Sal 18:13) Tronó en los cielos
Jehová, Y el Altísimo dio su voz;
Granizo y carbones de fuego.
(Sal 18:14) Envió sus flechas [saetas], y los dispersó; Lanzó relámpagos, y
los destruyó.
(Sal 18:15) Entonces aparecieron
los abismos [profundidades]
de las aguas, Y quedaron al descubierto los
cimientos del mundo, A tu reprensión,
oh Jehová, Por el soplo del aliento de
tu nariz.
(Sal 18:16) Envió desde lo alto;
me tomó, Me sacó de las muchas aguas.
(Sal 18:17) Me libró de mi
poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.
(Sal 18:18) Me asaltaron en el
día de mi quebranto, Mas Jehová fue mi apoyo.
(Sal 18:19) Me sacó a lugar
espacioso; Me libró, porque se agradó de mí.
(Sal 18:20) Jehová me ha premiado
conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
(Sal 18:21) Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no
me aparté impíamente de mi Dios.
(Sal 18:22) Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, Y
no me he apartado de sus estatutos.
(Sal 18:23) Fui recto para con
él, y me he guardado de mi maldad,
(Sal 18:24) Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi
justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.
(Sal 18:25) Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro.
(Sal 18:26) Limpio te mostrarás
para con el limpio, Y severo serás para con el perverso.
(Sal 18:27) Porque tú salvarás
al pueblo afligido, Y humillarás los ojos altivos.
(Sal 18:28) Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
(Sal 18:29) Contigo «desbarataré»* ejércitos, Y con
mi Dios asaltaré muros.
(Sal 18:30) En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová; Escudo es
a todos los que en él esperan.
(Sal 18:31) Porque ¿quién es Dios «sino
sólo»* Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
(Sal 18:32) Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino;
(Sal 18:33) Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace
estar firme sobre mis alturas;
(Sal 18:34) Quien adiestra mis manos para la batalla, Para
entesar con mis brazos el arco de bronce.
(Sal 18:35) Me diste asimismo el
escudo de tu salvación; Tu diestra me
sustentó, Y tu benignidad me ha engrandecido.
(Sal 18:36) Ensanchaste mis
pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado.
(Sal 18:37) Perseguí a mis
enemigos, y los alcancé, Y no volví hasta acabarlos.
(Sal 18:38) Los herí «de modo que»*
no se levantasen; Cayeron debajo de mis pies.
(Sal 18:39) Pues me ceñiste de
fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí.
(Sal 18:40) Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Para que yo destruya a los que me
aborrecen.
(Sal 18:41) Clamaron, y no hubo
quien salvase; Aun a Jehová, pero no los oyó.
(Sal 18:42) Y los molí como
polvo delante del viento; Los eché fuera como lodo de las calles.
(Sal 18:43) Me has librado de
las contiendas del pueblo; Me has hecho cabeza de las naciones; Pueblo que yo
no conocía me sirvió.
(Sal 18:44) Al oír de mí me obedecieron; Los hijos de extraños se sometieron a mí.
(Sal 18:45) Los extraños se debilitaron Y salieron temblando de sus encierros.
(Sal 18:46) Viva Jehová, y bendita sea mi roca, Y enaltecido
sea el Dios de mi salvación;
(Sal 18:47) El Dios que venga mis agravios, Y somete pueblos debajo de mí;
(Sal 18:48) El que me libra de mis enemigos, Y aun me eleva
sobre los que se levantan contra mí; Me libraste
de varón violento.
(Sal 18:49) Por tanto yo te confesaré
entre las naciones, oh Jehová, Y cantaré a tu nombre.
(Sal 18:50) Grandes triunfos da a su rey, Y hace misericordia a
su ungido, A David y a su descendencia, para siempre.