Referencias para la lectura:
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de palabras claves entre corchetes [color
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del Texto Mayoritario que forman
parte del texto bíblico. Señaladas entre corchetes TM [color azul].
- Variantes
del Textus Receptus que no forman
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del griego koiné.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario
Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.
Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente
Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de
significados y conceptos.
1ª a TESALONICENSES
Saludos
(1Ts 1:1) Pablo, Silvano y Timoteo,
a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesús, el
Cristo: Gracia y paz sean a ustedes, de
Dios nuestro Padre y del Señor Jesús, el Cristo.
El ejemplo de
los creyentes en Tesalónica
(1Ts 1:2) Damos siempre gracias a
Dios por todos ustedes, haciendo memoria de ustedes en nuestras oraciones,
(1Ts 1:3) acordándonos sin cesar en
presencia [delante] del Dios y Padre nuestro de la obra de su [de ustedes] fe, del trabajo de su [de ustedes] amor y de su [de ustedes] constancia en la esperanza en
nuestro Señor Jesús, el Cristo.
(1Ts 1:4) Porque conocemos, hermanos
amados de Dios, su [de ustedes] elección;
(1Ts 1:5) pues nuestro evangelio no
llegó a ustedes en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como
bien saben cuáles fuimos entre ustedes por amor de ustedes.
(1Ts 1:6) Y ustedes vinieron a ser
imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu
Santo,
(1Ts 1:7) de tal manera que han sido
ejemplo a todos los de Macedonia y «de Acaya» que han creído.
(1Ts 1:8) Porque partiendo de
ustedes ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya,
sino que también en todo lugar su [de ustedes] fe en Dios se ha extendido, «de modo que» nosotros no tenemos
necesidad de hablar «nada;»
(1Ts 1:9) porque ellos mismos
cuentan de nosotros la manera en que nos recibieron, y cómo se convirtieron de los ídolos a Dios, para
servir al Dios vivo y verdadero,
(1Ts 1:10) y esperar de los cielos a
su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira [furia] venidera.
Ministerio de
Pablo en Tesalónica
(1Ts 2:1) Porque ustedes mismos
saben, hermanos, que nuestra visita a ustedes no resultó vana;
(1Ts 2:2) pues habiendo antes
padecido y sido ultrajados en Filipos, como saben, tuvimos denuedo [confianza, franqueza] en nuestro Dios para anunciarles el evangelio
de Dios en medio de gran oposición.
(1Ts 2:3) Porque nuestra exhortación
no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño,
(1Ts 2:4) sino que según fuimos
aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio,
así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.
(1Ts 2:5) Porque nunca usamos de
palabras lisonjeras [adulación
intencionada], como saben, ni encubrimos
avaricia; Dios es testigo;
(1Ts 2:6) ni buscamos gloria de los
hombres; ni de ustedes, ni de otros, aunque podíamos serles carga como
apóstoles de Cristo.
(1Ts 2:7) Antes fuimos tiernos entre
ustedes, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.
(1Ts 2:8) «Tan grande» es nuestro afecto por
ustedes, que «hubiéramos querido» entregarles no sólo el evangelio
de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque «han llegado a sernos» «muy queridos.»
(1Ts 2:9) Porque se acuerdan, hermanos,
de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser
gravosos a ninguno de ustedes, les predicamos el evangelio
de Dios.
(1Ts 2:10) Ustedes son testigos, y
Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con
ustedes los creyentes;
(1Ts 2:11) «así como» también saben de qué modo,
como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos «a cada uno» de ustedes,
(1Ts 2:12) y les encargábamos que
anduviesen como es digno de Dios, que les llamó a su reino y gloria.
(1Ts 2:13) Por lo cual también
nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibieron la palabra de
Dios que oyeron de nosotros, la recibieron no como palabra de hombres, sino
según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en
ustedes los creyentes.
(1Ts 2:14) Porque ustedes, hermanos,
vinieron a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que
están en Judea; puesto que han sufrido [padecido] de los de su [de ustedes] propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos,
(1Ts 2:15) los cuales mataron al
Señor Jesús y a sus propios profetas, y
a nosotros nos expulsaron; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los
hombres,
(1Ts 2:16) impidiéndonos hablar a los
gentiles para que éstos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, puesto que vino sobre ellos la ira [furia] hasta el extremo.
El estorbo de
Satanás
(1Ts 2:17) Pero nosotros, hermanos,
separados de ustedes por un poco de tiempo,
de vista pero no de corazón, tanto más
procuramos con mucho deseo ver su [de ustedes] rostro;
(1Ts 2:18) «por lo cual» quisimos ir a ustedes, yo
Pablo ciertamente una y otra vez; pero Satanás
nos estorbó.
(1Ts 2:19) Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe?
¿No lo son ustedes, en presencia [delante] de nuestro Señor Jesús, TR [el Cristo], en su venida?
(1Ts 2:20) Ustedes son nuestra gloria
y gozo.
(1Ts 3:1) Por lo cual, no pudiendo
soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas,
(1Ts 3:2) y enviamos a Timoteo
nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmarles y
exhortarles respecto a su [de ustedes] fe,
(1Ts 3:3) «a fin de que» nadie se inquiete por
estas tribulaciones; porque ustedes mismos saben que para esto estamos puestos.
(1Ts 3:4) Porque también estando con
ustedes, les predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y
saben.
(1Ts 3:5) Por lo cual también yo, no
pudiendo soportar más, envié para informarme de su [de ustedes] fe, no sea que les hubiese
tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano.
(1Ts 3:6) Pero cuando Timoteo volvió
de ustedes a nosotros, y nos dio buenas noticias de su [de ustedes] fe y amor, y que siempre nos
recuerdan con cariño, deseando vernos, como también nosotros a ustedes,
(1Ts 3:7) por ello, hermanos, en
medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de ustedes por
medio de su [de ustedes] fe;
(1Ts 3:8) porque ahora vivimos, si
ustedes están firmes en el Señor.
(1Ts 3:9) Por lo cual, ¿qué acción
de gracias podremos dar a Dios por ustedes, por todo el gozo con que nos
gozamos a causa de ustedes en presencia [delante] de nuestro Dios,
(1Ts 3:10) orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos
su [de ustedes] rostro, y completemos lo que falte a su [de ustedes] fe?
(1Ts 3:11) Mas el mismo Dios y Padre
nuestro, y nuestro Señor Jesús, el Cristo, dirija nuestro camino a ustedes.
(1Ts 3:12) Y el Señor les haga crecer
y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos
nosotros para con ustedes,
(1Ts 3:13) para que sean afirmados
sus [de ustedes] corazones, irreprensibles en santidad en presencia [delante] de Dios nuestro Padre, en
la venida de nuestro Señor Jesús, el Cristo con todos sus santos.
La vida que
conviene y agrada a Dios
(1Ts 4:1) Por lo demás, hermanos,
les rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendieron de
nosotros cómo les conviene conducirse y agradar a Dios, así abunden más y más.
(1Ts 4:2) Porque ya saben qué
instrucciones les dimos por el Señor Jesús;
(1Ts 4:3) puesto que la voluntad de Dios es su [de ustedes] santificación; que se aparten
de fornicación [inmoralidad
sexual];
(1Ts 4:4) que cada uno de ustedes
sepa tener su propia TM [vaso] en santidad y honor;
(1Ts 4:5) no en pasión de concupiscencia [deseo pasional desordenado], como los gentiles que no conocen a Dios;
(1Ts 4:6) «que ninguno» agravie [ofenda, sobrepase] ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor
es vengador de todo esto, como ya les hemos
dicho y testificado.
(1Ts 4:7) Puesto que no nos ha
llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
(1Ts 4:8) Así que, el que desecha
esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.
(1Ts 4:9) Pero acerca del amor
fraternal no tienen necesidad de que les escriba, porque ustedes mismos han
aprendido de Dios que se amen unos a otros;
(1Ts 4:10) y también lo hacen así con
todos los hermanos que están por toda Macedonia. Pero les rogamos, hermanos,
que abunden en ello más y más;
(1Ts 4:11) y que procuren tener
tranquilidad, y ocuparse en sus [de ustedes] negocios, y trabajar con sus [de ustedes] manos de la manera que les hemos mandado,
(1Ts 4:12) a fin de que se conduzcan
honradamente para con los de afuera, y no tengan necesidad de nada.
La venida del
Señor y la resurrección de los muertos
(1Ts 4:13) Tampoco queremos,
hermanos, que ignoren acerca de los que duermen, para que no se entristezcan
como los otros que no tienen esperanza.
(1Ts 4:14) Porque si creemos que
Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron
en él.
(1Ts 4:15) Por lo cual les decimos
esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta
la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
(1Ts 4:16) Porque el Señor mismo con
voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
(1Ts 4:17) Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor.
(1Ts 4:18) Por tanto, aliéntense los
unos a los otros con estas palabras.
(1Ts 5:1) Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tienen necesidad, hermanos, de que yo les
escriba.
(1Ts 5:2) Porque ustedes saben
perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;
(1Ts 5:3) que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos
destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.
(1Ts 5:4) Mas ustedes, hermanos, no
están en tinieblas, para que aquel día les sorprenda como ladrón.
(1Ts 5:5) Porque todos ustedes son
hijos de luz e hijos del día; no somos
de la noche ni de las tinieblas.
(1Ts 5:6) Por tanto, no durmamos
como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
(1Ts 5:7) Pues los que duermen, de
noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.
(1Ts 5:8) Pero nosotros, que somos
del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación
como yelmo.
(1Ts 5:9) Porque no nos ha puesto Dios
para ira [furia], sino para alcanzar salvación
por medio de nuestro Señor Jesús, el Cristo,
(1Ts 5:10) quien murió por nosotros
para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.
(1Ts 5:11) Por lo cual, anímense unos
a otros, y edifíquense unos a otros, así como lo hacen.
Pablo exhorta
a los hermanos
(1Ts 5:12) les rogamos, hermanos, que
reconozcan a los que trabajan entre ustedes, y les presiden en el Señor, y les
amonestan;
(1Ts 5:13) y que los tengan «en mucha estima» y amor por causa de su
obra. Tengan paz entre ustedes.
(1Ts 5:14) También les rogamos,
hermanos, que amonesten a los ociosos, que alienten a los de poco ánimo, que
sostengan a los débiles, que sean pacientes para con todos.
(1Ts 5:15) Vean que ninguno pague a
otro mal por mal; antes sigan siempre lo bueno unos para con otros, y para con
todos.
(1Ts 5:16) Estén siempre gozosos.
(1Ts 5:17) Oren sin cesar.
(1Ts 5:18) Den gracias en todo,
porque esta es la voluntad de Dios para con ustedes en Cristo
Jesús.
(1Ts 5:19) No apaguen al Espíritu.
(1Ts 5:20) No menosprecien las
profecías.
(1Ts 5:21) Examínenlo todo; retengan lo bueno.
(1Ts 5:22) Absténganse de toda
especie de mal.
(1Ts 5:23) Y el mismo Dios de paz les santifique por completo; y todo su [de ustedes] ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la
venida de nuestro Señor Jesús, el Cristo.
(1Ts 5:24) Fiel es el que les llama,
el cual también lo hará.
Saludos y
bendiciones finales
(1Ts 5:25) Hermanos, oren por
nosotros.
(1Ts 5:26) Saluden a todos los
hermanos con beso [ósculo] santo.
(1Ts 5:27) les conjuro por el Señor,
que esta carta se lea a todos los santos hermanos.
(1Ts 5:28) La gracia de nuestro Señor
Jesús, el Cristo sea con ustedes. Amén. TR [Epístola a los
Tesalonicenses fue escrita de Atenas.]