RV
1909
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RVI
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Notas/Ref
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LUCAS
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LUCAS
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La resurrección
(Mt 28:1–10; Mr 16:1–8; Jn 20:1–10)
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La resurrección
(Mt 28:1–10; Mr 16:1–8; Jn 20:1–10)
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(24:1) Y EL
primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las
drogas aromáticas que habían aparejado, y algunas otras mujeres con ellas.
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(24:1) El primer
día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias
aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.
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Mt
28:1; Mr 16:1
Jn
20:1
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(24:2) Y hallaron la piedra revuelta del sepulcro.
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(24:2) Y hallaron removida la piedra del sepulcro;
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(24:3) Y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
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(24:3) y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
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(24:4) Y aconteció, que estando ellas espantadas de esto, he aquí se
pararon junto á ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;
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(24:4) Sucedió que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon
junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;
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(24:5) Y como tuviesen ellas temor, y bajasen el rostro á tierra, les
dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
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(24:5) y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les
dijeron: ¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?
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(24:6) No está aquí, mas ha resucitado: acordaos de lo que os habló,
cuando aún estaba en Galilea,
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(24:6) No está aquí, sino que ha resucitado. Acuérdense de lo que les
habló, cuando aún estaba en Galilea,
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Mt 16:21; 17:22
Mt 20:18; Mr 8:31
Mr 9:31; 10:33; Lc 9:22
Lc
18:31
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(24:7) Diciendo: Es menester que el Hijo del hombre sea entregado en
manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.
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(24:7) diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en
manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.
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(24:8) Entonces ellas se acordaron de sus palabras,
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(24:8) Entonces ellas se acordaron de sus declaraciones,
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Jn
2:22;
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(24:9) Y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas á
los once, y á todos los demás.
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(24:9) y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a
los once, y a todos los demás.
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Mt
28:8; Mr 16:10;
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(24:10) Y eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las
demás con ellas, las que dijeron estas cosas á los apóstoles.
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(24:10) Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las
demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles.
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(24:11) Mas á ellos les parecían como locura las palabras de ellas, y no
las creyeron.
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(24:11) Mas a ellos les parecían locura las declaraciones de ellas, y no
las creían.
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(24:12) Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro: y como miró dentro,
vio solos los lienzos echados; y se fue maravillándose de lo que había
sucedido.
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(24:12) Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró
dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había
sucedido.
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Jn
20:3; Jn 20:6;
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En el camino a Emaús
(Mr 16.12–13)
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En el camino a Emaús
(Mr 16.12–13)
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(24:13) Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día á una aldea que estaba
de Jerusalem sesenta estadios, llamada Emmaús.
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(24:13) Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada
Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén.
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Mr
16:12;
Estadio: Distancia equiv. a 1/8
Milla
aprox. 200 mts
60
est = 12 km
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(24:14) E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían
acaecido.
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(24:14) E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían
acontecido.
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(24:15) Y aconteció que yendo hablando entre sí, y preguntándose el uno
al otro, el mismo Jesús se llegó, é iba con ellos juntamente.
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(24:15) Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo
se acercó, y caminaba con ellos.
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Lc
24:36; Mt 18:20;
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(24:16) Mas los ojos de ellos estaban embargados, para que no le
conociesen.
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(24:16) Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le
conociesen.
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(24:17) Y díjoles: ¿Qué pláticas son estas que tratáis entre vosotros
andando, y estáis tristes?
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(24:17) Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tienen entre ustedes mientras caminan,
y por qué están tristes?
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(24:18) Y respondiendo el uno, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Tú sólo
peregrino eres en Jerusalem, y no has sabido las cosas que en ella han
acontecido estos días?
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(24:18) Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo:
¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en
ella han acontecido en estos días?
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(24:19) Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús
Nazareno, el cual fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de
Dios y de todo el pueblo;
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(24:19) Entonces él les dijo: Qué cosas? Y ellos le
dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en
palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
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Lc
7:16; Jn 4:19; 6:14
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(24:20) Y cómo le entregaron los príncipes de los sacerdotes y nuestros
príncipes á condenación de muerte, y le crucificaron.
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(24:20) y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros
gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron.
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(24:21) Mas nosotros esperábamos que él era el que había de redimir á
Israel: y ahora sobre todo esto, hoy es el tercer día que esto ha acontecido.
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(24:21) Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a
Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha
acontecido.
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Hch
1:6
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(24:22) Aunque también unas mujeres de los nuestros nos han espantado,
las cuales antes del día fueron al sepulcro:
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(24:22) Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros,
las que antes del día fueron al sepulcro;
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Mt
28:8; Mr 16:10
Jn
20:18
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(24:23) Y no hallando su cuerpo, vinieron diciendo que también habían
visto visión de ángeles, los cuales dijeron que él vive.
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(24:23) y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también
habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.
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(24:24) Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así
como las mujeres habían dicho; más á él no le vieron.
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(24:24) Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así
como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
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(24:25) Entonces él les dijo: Oh insensatos, y tardos de corazón para
creer todo lo que los profetas han dicho!
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(24:25) Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón
para creer todo lo que los profetas han dicho!
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(24:26) ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que
entrara en su gloria?
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(24:26) ¿No era necesario que el Cristo sufriera (padeciera) estas cosas, y que entrara en su gloria?
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Is 50:6; Is 53:5; Fil 2:7
Heb 12:2; 1 Pe 1:11
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(24:27) Y comenzando desde Moisés, y de todos los profetas, declarábales
en todas las Escrituras lo que de él decían.
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(24:27) Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas,
les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
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Gn 3:15; 22:18; 26:4
Gn 49:10; Dt 18:15
Sal 132:11; Is 7:14
Is 9:5;
40:10; Jr 23:5
Jr 33:14; Ez 34:23
Ez 37:25; Dn 9:24
Mi
7:20
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(24:28) Y llegaron á la aldea á donde iban: y él hizo como que iba más
lejos.
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(24:28) Llegaron a la aldea adónde iban, y él hizo como que iba más
lejos.
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(24:29) Mas ellos le detuvieron por fuerza, diciendo: Quédate con
nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró pues á
estarse con ellos.
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(24:29) Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con
nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, por lo
tanto, a quedarse con ellos.
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Gn
19:3; Hch 16:15
Heb
13:2
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(24:30) Y aconteció, que estando sentado con ellos á la mesa, tomando el
pan, bendijo, y partió, y dióles.
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(24:30) Y sucedió que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y
lo bendijo, lo partió, y les dio.
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(24:31) Entonces fueron abiertos los ojos de ellos, y le conocieron; mas
él se desapareció de los ojos de ellos.
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(24:31) Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él
se desapareció de su vista.
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(24:32) Y decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros,
mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
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(24:32) Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en
nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las
Escrituras?
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(24:33) Y levantándose en la misma hora, tornáronse á Jerusalem, y
hallaron á los once reunidos, y á los que estaban con ellos.
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(24:33) Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y
hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos,
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(24:34) Que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha
aparecido á Simón.
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(24:34) que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha
aparecido a Simón.
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1
Co 15:5
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(24:35) Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en
el camino, y cómo había sido conocido de ellos al partir el pan.
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(24:35) Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en
el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan.
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Jesús se aparece a los discípulos
(Mt 28:16–20; Mr 16:14–18; Jn 20:19–23)
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Jesús se aparece a los discípulos
(Mt 28:16–20; Mr 16:14–18; Jn 20:19–23)
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(24:36) Y entre tanto que ellos hablaban estas cosas, él se puso en
medio de ellos, y les dijo: Paz á vosotros.
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(24:36) Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en
medio de ellos, y les dijo: Paz a ustedes.
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Mr
16:14; Jn 20:19
1
Co 15:5
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(24:37) Entonces ellos espantados y asombrados, pensaban que veían
espíritu.
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(24:37) Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían
espíritu.
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(24:38) Mas él les dice: ¿Por qué estáis turbados, y suben pensamientos
á vuestros corazones?
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(24:38) Pero él les dijo: ¿Por qué están turbados, y vienen a su corazón estos pensamientos?
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(24:39) Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: palpad, y ved; que
el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
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(24:39) Miren mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpen y vean;
porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo.
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(24:40) Y en diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
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(24:40) Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
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(24:41) Y no creyéndolo aún ellos de gozo, y maravillados, díjoles:
¿Tenéis aquí algo de comer?
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(24:41) Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban
maravillados, les dijo: ¿Tienen aquí algo de comer?
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Jn
21:10
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(24:42) Entonces ellos le presentaron parte de un pez asado, y un panal
de miel.
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(24:42) Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel.
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(24:43) Y él tomó, y comió delante de ellos.
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(24:43) Y él lo tomó, y comió delante de ellos.
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(24:44) Y él les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún
con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están
escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos.
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(24:44) Y les dijo: Estas son las palabras que les hablé, estando aún con ustedes: que
era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de
Moisés, en los profetas y en los salmos.
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Lc 24:6; Mt 16:21
Mt 17:22; 20:18; Mr 8:31
Mr 9:31; 10:33; Lc 9:22
Lc
18:31
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(24:45) Entonces les abrió el sentido, para que entendiesen las
Escrituras;
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(24:45) Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las
Escrituras;
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(24:46) Y díjoles: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
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(24:46) y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo sufriese (padeciese), y resucitase de los muertos al tercer día;
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Sal
22:6; Hch 17:3
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(24:47) Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión
de pecados en todas las naciones, comenzando de Jerusalem.
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(24:47) y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de
pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
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Hch 13:38; 1 Jn 2:12
Hch 2:4
Arrepentimiento:
Hch 11:18; 2 Pe
3:9
2 Co 7:9-10
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(24:48) Y vosotros sois testigos de estas cosas.
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(24:48) Y ustedes son testigos de estas cosas.
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(24:49) Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros: mas
vosotros asentad en la ciudad de Jerusalem, hasta que seáis investidos de
potencia de lo alto.
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(24:49) He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre ustedes; pero
quédense ustedes en la ciudad de Jerusalén, hasta que sean investidos de
poder desde lo alto.
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Jn
14:26; 15:26; 16:7
Hch
1:4
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La ascensión
(Mr 16.19–20; Hch 1:9)
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La ascensión
(Mr 16.19–20; Hch 1:9)
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(24:50) Y sacólos fuera hasta Bethania, y alzando sus manos, los
bendijo.
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(24:50) Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los
bendijo.
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Hch
1:12
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(24:51) Y aconteció que bendiciéndolos, se fue de ellos; y era llevado
arriba al cielo.
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(24:51) Y sucedió que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado
arriba al cielo.
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Mr
16:19; Hch 1:9
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(24:52) Y ellos, después de haberle adorado, se volvieron á Jerusalem
con gran gozo;
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(24:52) Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con
gran gozo;
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(24:53) Y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo á Dios.
Amén.
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(24:53) y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios.
Amén.
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