RV
1909
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RVI
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Notas/Ref
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MATEO
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MATEO
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¿Quien es realmente
el mayor?
(Mr 9:33-37; Lc
9:46-48)
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¿Quien es realmente
el mayor?
(Mr 9:33-37; Lc
9:46-48)
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(18:1) EN aquel
tiempo se llegaron los discípulos á Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el
reino de los cielos?
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(18:1) En aquel
tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el
reino de los cielos?
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Mr 9:34; Lc 9:46
Lc 22:24
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(18:2) Y llamando Jesús á un niño, le puso en medio de ellos,
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(18:2) Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
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(18:3) Y dijo: De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis
como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
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(18:3) y dijo: De cierto les digo, que si no se vuelven y se hacen como niños, no
entrarán en el reino de los cielos.
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Mt 19:14; 1 Co 14:20
1 Pe 2:2
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(18:4) Así que, cualquiera que se humillare como este niño, éste es el
mayor en el reino de los cielos.
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(18:4) Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor
en el reino de los cielos.
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1 Pe 5:6
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(18:5) Y cualquiera que recibiere á un tal niño en mi nombre, á mí
recibe.
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(18:5) Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me
recibe.
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Mr 9:37; Lc 9:48
Jn 13:20
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Los tropiezos
(Mr 9:42-48; Lc
17:1-2)
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Los tropiezos
(Mr 9:42-48; Lc
17:1-2)
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(18:6) Y cualquiera que escandalizare á alguno de estos pequeños que
creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino
de asno, y que se le anegase en el profundo de la mar.
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(18:6) Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que
creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino
de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.
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Mr 9:42; Lc 17:2
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(18:7) Ay del mundo por los escándalos! porque necesario es que vengan
escándalos; mas ay de aquel hombre por el cual viene el escándalo!
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(18:7) ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan
tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!
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1 Co 11:19; Mt 26:24
Hch 2:23; 4:27-28
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(18:8) Por tanto, si tu mano ó tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo
y echaló de ti: mejor te es entrar cojo ó manco en la vida, que teniendo dos
manos ó dos pies ser echado en el fuego eterno.
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(18:8) Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y
échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos
manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.
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Dt 13:6; Mt 5:29-30
Mr 9:43
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(18:9) Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo y échalo de ti:
mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser
echado en el infierno del fuego.
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(18:9) Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te
es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el
infierno de fuego.
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Parábola de la oveja
extraviada
(Lc 15:3-7)
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Parábola de la oveja
extraviada
(Lc 15:3-7)
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(18:10) Mirad no tengáis en poco á alguno de estos pequeños; porque os
digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en
los cielos.
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(18:10) Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños; porque les digo
que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.
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Sal 34:7
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(18:11) Porque el Hijo del hombre ha venido para salvar lo que se había
perdido.
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(18:11) Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había
perdido.
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Lc 19:10
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(18:12) ¿Qué os parece? Si tuviese algún hombre cien ovejas, y se
descarriase una de ellas, ¿no iría por los montes, dejadas las noventa y
nueve, á buscar la que se había descarriado?
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(18:12) ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría
una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la
que se había descarriado?
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Lc 15:4
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(18:13) Y si aconteciese hallarla, de cierto os digo, que más se goza de
aquélla, que de las noventa y nueve que no se descarriaron.
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(18:13) Y si acontece que la encuentra, de cierto les digo que se regocija
más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.
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(18:14) Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos,
que se pierda uno de estos pequeños.
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(18:14) Así, no es la voluntad del Padre de ustedes que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
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Perdonar al hermano
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Perdonar al hermano
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(18:15) Por tanto, si tu hermano pecare contra ti, ve, y redargúyele
entre ti y él solo: si te oyere, has ganado á tu hermano.
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(18:15) Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando
tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
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Lv 19:17; Pr 17:10
Lc 17:3; Stg 5:19
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(18:16) Mas si no te oyere, toma aún contigo uno ó dos, para que en boca
de dos ó de tres testigos conste toda palabra.
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(18:16) Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca
de dos o tres testigos conste toda declaración.
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Nm 35:30; Dt 17:6
Dt 19:15; Jn 8:17
2 Co 13:1; Heb
10:28
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(18:17) Y si no oyere á ellos, dilo á la iglesia: y si no oyere á la iglesia,
tenle por étnico y publicano.
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(18:17) Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la
iglesia, tenle por gentil y recaudador de impuesto (publicano).
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2 Ts 3:14; 1 Co 5:9
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(18:18) De cierto os digo que todo lo que ligareis en la tierra, será
ligado en el cielo; y todo lo que desatareis en la tierra, será desatado en
el cielo.
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(18:18) De cierto les digo que todo lo que aten en la tierra, será atado
en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo.
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Mt 16:19; Jn 20:23
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(18:19) Otra vez os digo, que si dos de vosotros se convinieren en la
tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en
los cielos.
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(18:19) Otra vez les digo, que si dos de ustedes se pusieren de acuerdo en
la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre
que está en los cielos.
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(18:20) Porque donde están dos ó tres congregados en mi nombre, allí
estoy en medio de ellos.
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(18:20) Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy
yo en medio de ellos.
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Lc 24:15; 24:36
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(18:21) Entonces Pedro, llegándose á él, dijo: Señor, ¿cuántas veces
perdonaré á mi hermano que pecare contra mí? ¿hasta siete?
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(18:21) Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces
perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
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Lc 17:4
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(18:22) Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta
veces siete.
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(18:22) Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
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Mt 6:14; Mr 11:25
Col 3:13
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Parábola de los dos deudores
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Parábola de los dos deudores
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(18:23) Por lo cual, el reino de los cielos es semejante á un hombre
rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos.
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(18:23) Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso
hacer cuentas con sus esclavos.
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(18:24) Y comenzando á hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía
diez mil talentos.
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(18:24) Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía
diez mil talentos
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Talento: Unidad
de peso judío de aprox 30 Kg, Monetariamente:
1
Talento = 6.000 dracmas o denarios
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(18:25) Mas á éste, no pudiendo pagar, mandó su señor venderle, y á su
mujer é hijos, con todo lo que tenía, y que se le pagase.
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(18:25) A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer
e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
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Mt 5:25
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(18:26) Entonces aquel siervo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor,
ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
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(18:26) Entonces aquel esclavo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor,
ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
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(18:27) El señor, movido á misericordia de aquel siervo, le soltó y le
perdonó la deuda.
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(18:27) El señor de aquel esclavo, movido a misericordia, le soltó y le
perdonó la deuda.
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(18:28) Y saliendo aquel siervo, halló á uno de sus consiervos, que le
debía cien denarios; y trabando de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que
debes.
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(18:28) Pero saliendo aquel esclavo, halló a uno de sus consiervos, que le
debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me
debes.
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Denario:
Moneda principal de plata del imperio romano, con la imagen del César y
equivalía al salario de un día de un obrero campesino (4 gr de Ag)
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(18:29) Entonces su consiervo, postrándose á sus pies, le rogaba,
diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
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(18:29) Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo:
Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
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(18:30) Mas él no quiso; sino fue, y le echó en la cárcel hasta que
pagase la deuda.
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(18:30) Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase
la deuda.
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(18:31) Y viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho,
y viniendo, declararon á su señor todo lo que había pasado.
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(18:31) Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y
fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
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(18:32) Entonces llamándole su señor, le dice: Siervo malvado, toda
aquella deuda te perdoné, porque me rogaste:
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(18:32) Entonces, llamándole su señor, le dijo: Esclavo malvado, toda
aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
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(18:33) ¿No te convenía también á ti tener misericordia de tu consiervo,
como también yo tuve misericordia de ti?
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(18:33) ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve
misericordia de ti?
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(18:34) Entonces su señor, enojado, le entregó á los verdugos, hasta que
pagase todo lo que le debía.
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(18:34) Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que
pagase todo lo que le debía.
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(18:35) Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no
perdonareis de vuestros corazones cada uno á su hermano sus ofensas.
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(18:35) Así también mi Padre celestial hará con ustedes si no perdonan de
todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
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Mt 6:14; Mr 11:26
Stg 2:13
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