RV
1909
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RVI
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Notas/Ref
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MARCOS
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MARCOS
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Parábola del
sembrador
(Mt 13:1-23; Lc
8:4-115)
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Parábola del
sembrador
(Mt 13:1-23; Lc
8:4-115)
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(4:1) Y OTRA
vez comenzó á enseñar junto á la mar, y se juntó á él mucha gente; tanto, que
entrándose él en un barco, se sentó en la mar: y toda la gente estaba en
tierra junto á la mar.
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(4:1) Otra vez
comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha
gente, de modo que entrando en una barca, se sentó en ella en el mar; y toda
la gente estaba en tierra junto al mar.
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Mt 13:1; Lc 8:4
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(4:2) Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su
doctrina:
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(4:2) Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su
doctrina:
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(4:3) Oid: He aquí, el sembrador salió á sembrar.
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(4:3) Oigan: He aquí, el sembrador salió a sembrar;
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(4:4) Y aconteció sembrando, que una parte cayó junto al camino; y
vinieron las aves del cielo, y la tragaron.
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(4:4) y al sembrar, sucedió que una parte cayó junto al camino, y
vinieron las aves [del cielo] y la
comieron.
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[TR]
No
forma parte de los Textos Bizantinos
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(4:5) Y otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y
luego salió, porque no tenía la tierra profunda:
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(4:5) Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó
pronto, porque no tenía profundidad de tierra.
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(4:6) Mas salido el sol, se quemó; y por cuanto no tenía raíz, se
secó.
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(4:6) Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
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(4:7) Y otra parte cayó en espinas; y subieron las espinas, y la
ahogaron, y no dió fruto.
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(4:7) Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la
ahogaron, y no dio fruto.
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(4:8) Y otra parte cayó en buena tierra, y dió fruto, que subió y
creció: y llevó uno á treinta, y otro á sesenta, y otro á ciento.
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(4:8) Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y
creció, y produjo a treinta, a sesenta, y al ciento por uno.
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(4:9) Entonces les dijo: El que tiene oídos para oir, oiga.
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(4:9) Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
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(4:10) Y cuando estuvo solo, le preguntaron los que estaban cerca de él
con los doce, sobre la parábola.
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(4:10) Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le
preguntaron sobre la parábola.
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Mt 13:10; Lc 8:9
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(4:11) Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del reino de
Dios; mas á los que están fuera, por parábolas todas las cosas;
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(4:11) Y les dijo: A ustedes les es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a
los que están fuera, por parábolas todas las cosas;
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Mt 11:25; 2 Co 2:14
2 Co 3:14
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(4:12) Para que viendo, vean y no echen de ver; y oyendo, oigan y no
entiendan: porque no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.
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(4:12) para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no
entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.
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Is 6:9; Mt 13:14;
Lc 8:10
Jn 12:40; Hch
28:26
Ro 11:8
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(4:13) Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis
todas las parábolas?
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(4:13) Y les dijo: ¿No saben esta parábola? ¿Cómo, por lo tanto, entenderán todas las
parábolas?
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(4:14) El que siembra es el que siembra la palabra.
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(4:14) El sembrador es el que siembra la palabra.
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Mt 13:19; Lc 8:11
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(4:15) Y éstos son los de junto al camino: en los que la palabra es
sembrada: mas después que la oyeron, luego viene Satanás, y quita la palabra
que fue sembrada en sus corazones.
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(4:15) Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la
palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la
palabra que se sembró en sus corazones.
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(4:16) Y asimismo éstos son los que son sembrados en pedregales: los
que cuando han oído la palabra, luego la toman con gozo;
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(4:16) Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que
cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo;
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(4:17) Mas no tienen raíz en sí, antes son temporales, que en
levantándose la tribulación ó la persecución por causa de la palabra, luego
se escandalizan.
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(4:17) pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque
cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra,
enseguida tropiezan.
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(4:18) Y éstos son los que son sembrados entre espinas: los que oyen la
palabra;
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(4:18) Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la
palabra,
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(4:19) Mas los cuidados de este siglo, y el engaño de las riquezas, y
las codicias que hay en las otras cosas, entrando, ahogan la palabra, y se
hace infructuosa.
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(4:19) pero las preocupaciones de este siglo, y el fraude de las
ganancias comerciales, y el deseo por las cosas entran y ahogan la palabra, y
se hace infructuosa.
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Mt 19:23; Mr
10:23
Lc 18:24; 1 Ti
6:9
Afán, Vanidad:
Ef 4:17-32; Stg
4:4
1 Jn 2:15-17
2 Co 6:14-16
Mt 6:25-34; 1 Co
10:20
No afaneis:
Sal 55:22; Mt 6:25
Lc 12:22; Fil 4:6
1 Ti 6:8; 1 Co 9:9
Heb 13:5
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(4:20) Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que
oyen la palabra, y la reciben, y hacen fruto, uno á treinta, otro á sesenta,
y otro á ciento.
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(4:20) Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen
la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y al ciento por
uno.
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Nada quedará oculto
(Lc 8:16-18)
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Nada quedará oculto
(Lc 8:16-18)
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(4:21) También les dijo: ¿Tráese la antorcha para ser puesta debajo del
almud, ó debajo de la cama? ¿No es para ser puesta en el candelero?
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(4:21) También les dijo: ¿Acaso se trae la luz para ponerla debajo del almud, o debajo de
la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?
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Mt 5:15; Lc 8:16; 11:33
Modio (gr) = Almud
Almud
= 8,75 litros o dm3
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(4:22) Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni
secreto que no haya de descubrirse.
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(4:22) Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni
escondido, que no haya de salir a luz.
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Job 12:22; Mt 10:26
Lc 8:17; 12:2
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(4:23) Si alguno tiene oídos para oir, oiga.
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(4:23) Si alguno tiene oídos para oír, oiga.
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(4:24) Les dijo también: Mirad lo que oís: con la medida que medís, os
medirán otros, y será añadido á vosotros los que oís.
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(4:24) Les dijo también: Miren lo que oyen; porque con la medida con que miden, les será
medido, y aun se les añadirá a ustedes los que oyen.
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Mt 7:2; Lc 6:38
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(4:25) Porque al que tiene, le será dado; y al que no tiene, aun lo que
tiene le será quitado.
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(4:25) Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que
tiene se le quitará.
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Mt 13:12; Mt 25:29
Lc 8:18; 19:26
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Parábola del crecimiento de la semilla
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Parábola del crecimiento de la semilla
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(4:26) Decía más: Así es el reino de Dios, como si un hombre echa
simiente en la tierra;
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(4:26) Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la
tierra;
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(4:27) Y duerme, y se levanta de noche y de día, y la simiente brota y
crece como él no sabe.
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(4:27) y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y
crece sin que él sepa cómo.
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(4:28) Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego
espiga, después grano lleno en la espiga;
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(4:28) Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego
espiga, después grano lleno en la espiga;
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(4:29) Y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque
la siega es llegada.
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(4:29) y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque
la siega ha llegado.
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Parábola de la
semilla de mostaza
(Mt 13:31-32; Lc
13:18-19)
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Parábola de la
semilla de mostaza
(Mt 13:31-32; Lc
13:18-19)
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(4:30) Y decía: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios? ¿ó con qué
parábola le compararemos?
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(4:30) Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo
compararemos?
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Mt 13:31; Lc 13:18
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(4:31) Es como el grano de mostaza, que, cuando se siembra en tierra,
es la más pequeña de todas las simientes que hay en la tierra;
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(4:31) Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es
la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra;
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(4:32) Mas después de sembrado, sube, y se hace la mayor de todas las
legumbres, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan
morar bajo su sombra.
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(4:32) pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas,
y echa grandes ramas, de modo que las aves del cielo pueden morar bajo su
sombra.
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El porqué de hablar
con parábolas
(Mt 13:34-35)
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El porqué de hablar
con parábolas
(Mt 13:34-35)
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(4:33) Y con muchas tales parábolas les hablaba la palabra, conforme á
lo que podían oir.
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(4:33) Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, según lo
que podían oír.
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Mt 13:34
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(4:34) Y sin parábola no les hablaba; mas á sus discípulos en particular
declaraba todo.
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(4:34) Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en
particular les declaraba todo.
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Jesús reprende una
tempestad en el mar
(Mt 8:23-27; Lc
8:22-25)
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Jesús reprende una
tempestad en el mar
(Mt 8:23-27; Lc
8:22-25)
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(4:35) Y les dijo aquel día cuando fue tarde: Pasemos de la otra parte.
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(4:35) Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al
otro lado.
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Mt 8:23; Lc 8:22
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(4:36) Y despachando la multitud, le tomaron como estaba, en el barco;
y había también con él otros barquitos.
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(4:36) Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la
barca; y había también con él otras barcas.
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(4:37) Y se levantó una grande tempestad de viento, y echaba las olas
en el barco, de tal manera que ya se henchía.
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(4:37) Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas
en la barca, de tal modo que ya se anegaba.
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(4:38) Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y le
despertaron, y le dicen: ¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos?
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(4:38) Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le
despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
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(4:39) Y levantándose, increpó al viento, y dijo á la mar: Calla,
enmudece. Y cesó el viento, y fue hecha grande bonanza.
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(4:39) Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla,
enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.
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Job 26:12; Sal
107:29
Is 51:10
Señorío:
Lc 2:11; Hch 2:36
Ro 14:9; Fil 2:5-11
1 Ti 6:15; 1 Co 7:22
Ap 17:14; 19:16
Mt 8:27; 10:1; 14:25
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(4:40) Y á ellos dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no
tenéis fe?
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(4:40) Y les dijo: ¿Por qué están así amedrentados? ¿Cómo no tienen fe?
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(4:41) Y temieron con gran temor, y decían el uno al otro. ¿Quién es
éste, que aun el viento y la mar le obedecen?
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(4:41) Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro:
¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?
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