RV
1909
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RVI
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Notas/Ref
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LUCAS
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LUCAS
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Jesús envía a setenta
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Jesús envía a setenta
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(10:1) Y DESPUÉS
de estas cosas, designó el Señor aun otros setenta, los cuales envió de dos
en dos delante de sí, á toda ciudad y lugar á donde él había de venir.
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(10:1) Después
de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de
dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
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(10:2) Y les decía: La mies á la verdad es mucha, mas los obreros
pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros á su mies.
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(10:2) Y les decía: La mies, de hecho, es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rueguen
al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
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Mt 9:37; Jn 4:35
2 Te 3:1
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(10:3) Andad, he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.
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(10:3) Vayan; he aquí yo les envío como corderos en medio de lobos.
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Mt 10:16
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(10:4) No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y á nadie saludéis en
el camino.
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(10:4) No lleven bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saluden por el
camino.
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Mt 10:9; Mr 6:8;
Lc 9:3
Lc 22:35; 2 Re
4:29
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(10:5) En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea
á esta casa.
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(10:5) En cualquier casa donde entren, primeramente digan: Paz sea a esta
casa.
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Mt 10:12; Mr 6:10
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(10:6) Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre
él; y si no, se volverá á vosotros.
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(10:6) Y si hubiere allí algún hijo de paz, la paz de ustedes reposará
sobre él; y si no, se volverá a ustedes.
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(10:7) Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os
dieren; porque el obrero digno es de su salario. No os paséis de casa en
casa.
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(10:7) Y posen en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que les den;
porque el obrero es digno de su salario. No se pasen de casa en casa.
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1 Co 10:27; Lv
9:13
Dt 24:14; 25:4;
Mt 10:10
1 Co 9:4,14; 1 Ti
5:18
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(10:8) Y en cualquiera ciudad donde entrareis, y os recibieren, comed
lo que os pusieren delante;
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(10:8) En cualquier ciudad donde entren, y les reciban, coman lo que les pongan
delante;
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(10:9) Y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha
llegado á vosotros el reino de Dios.
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(10:9) y sanen a los enfermos que en ella haya, y díganles: Se ha
acercado a ustedes el reino de Dios.
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(10:10) Mas en cualquier ciudad donde entrareis, y no os recibieren,
saliendo por sus calles, decid:
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(10:10) Mas en cualquier ciudad donde entren, y no les reciban, saliendo
por sus calles, digan:
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Mt 10:14; Mr 6:11
Lc 9:5
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(10:11) Aun el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad á nuestros
pies, sacudimos en vosotros: esto empero sabed, que el reino de los cielos se
ha llegado á vosotros.
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(10:11) Aun el polvo de la ciudad de ustedes, que se ha pegado a nuestros
pies, lo sacudimos contra ustedes. Pero esto sepan, que el reino de Dios se
ha acercado a ustedes.
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Hch 13:51; 18:6
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(10:12) Y os digo que los de Sodoma tendrán más remisión aquel día, que
aquella ciudad.
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(10:12) Y les digo que en aquel día será más tolerable el castigo para
Sodoma, que para aquella ciudad.
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Ciudades
impetinentes
(Mt 11:20-24)
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Ciudades
impetinentes
(Mt 11:20-24)
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(10:13) Ay de ti, Corazín! Ay de ti, Bethsaida! que si en Tiro y en
Sidón hubieran sido hechas las maravillas que se han hecho en vosotras, ya
días ha que, sentados en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido.
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(10:13) ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón
se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ustedes, tiempo hace que
sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido.
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(10:14) Por tanto, Tiro y Sidón tendrán más remisión que vosotras en el
juicio.
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(10:14) Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y
Sidón, que para ustedes.
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(10:15) Y tú, Capernaum, que hasta los cielos estás levantada, hasta los
infiernos serás abajada.
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(10:15) Y tú, Capernaum, que hasta los cielos eres levantada, hasta el
Hades serás abatida.
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(10:16) El que á vosotros oye, á mí oye; y el que á vosotros desecha, á
mí desecha; y el que á mí desecha, desecha al que me envió.
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(10:16) El que a ustedes oye, a mí me oye; y el que a ustedes desecha, a
mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.
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Mt 10:40; Mr 9:37
Jn 13:20; 1 Te 4:8
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El regreso de los setenta
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El regreso de los setenta
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(10:17) Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los
demonios se nos sujetan en tu nombre.
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(10:17) Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los
demonios se nos sujetan en tu nombre.
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(10:18) Y les dijo: Yo veía á Satanás, como un rayo, que caía del cielo.
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(10:18) Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
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Is 14:12; Ez 28:16-17
Ap 12:8-9
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(10:19) He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre
los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
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(10:19) He aquí les doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y
sobre toda fuerza del enemigo, y nada les dañará.
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Mr 16:18; Hch 28:5
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(10:20) Mas no os gocéis de esto, que los espíritus se os sujetan; antes
gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
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(10:20) Pero no se regocijen de que los espíritus se les sujetan, sino
regocíjense de que sus nombres están escritos en los cielos.
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Ex 32:32; Is 4:3
Dn 12:1; Fil 4:3
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Jesús se alegra
(Mt 11:25-27;
13:16-17)
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Jesús se alegra
(Mt 11:25-27;
13:16-17)
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(10:21) En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Yo te
alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas á
los sabios y entendidos, y las has revelado á los pequeños: así, Padre,
porque así te agradó.
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(10:21) En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te
alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas
cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre,
porque así te agradó.
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Mt 11:25; Job
5:12
Is 29:14; 1 Co
1:19
1 Co 2:7-8; 2 Co
3:14
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(10:22) Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie sabe
quién sea el Hijo sino el Padre; ni quién sea el Padre, sino el Hijo, y á
quien el Hijo lo quisiere revelar.
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(10:22) Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce
quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a
quien el Hijo lo quiera revelar.
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Sal 8:6; Jn 3:35;
17:2
1 Co 15:27; Fil
2:10
Heb 2:8; Jn 1:18
Jn 6:44,46
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(10:23) Y vuelto particularmente á los discípulos, dijo: Bienaventurados
los ojos que ven lo que vosotros veis:
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(10:23) Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Dichosos (afortunados, bienaventurados) los ojos que ven
lo que ustedes ven;
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Mt 13:16
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(10:24) Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que
vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
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(10:24) porque les digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ustedes
ven, y no lo vieron; y oír lo que oyen, y no lo oyeron.
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1 Pe 1:10
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El buen samaritano
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El buen samaritano
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(10:25) Y he aquí, un doctor de la ley se levantó, tentándole y
diciendo: Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna?
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(10:25) Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para
probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
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(10:26) Y él dijo: ¿Qué está escrito de la ley? ¿cómo lees?
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(10:26) El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
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(10:27) Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu
entendimiento; y á tu prójimo como á ti mismo.
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(10:27) Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y
a tu prójimo como a ti mismo.
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Dt 6:5; 10:12;
30:6
Lv 19:18; Ro 13:9
Ga 5:14; Stg 2:8
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(10:28) Y díjole: Bien has respondido: haz esto, y vivirás.
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(10:28) Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
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(10:29) Mas él, queriéndose justificar á sí mismo, dijo á Jesús: ¿Y
quién es mi prójimo?
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(10:29) Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y
quién es mi prójimo?
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(10:30) Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalem á
Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; é hiriéndole,
se fueron, dejándole medio muerto.
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(10:30) Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a
Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole,
se fueron, dejándole medio muerto.
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(10:31) Y aconteció, que descendió un sacerdote por aquel camino, y
viéndole, se pasó de un lado.
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(10:31) Sucedió que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole,
pasó de largo.
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(10:32) Y asimismo un Levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole,
se pasó de un lado.
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(10:32) Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole,
pasó de largo.
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(10:33) Mas un Samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y
viéndole, fue movido á misericordia;
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(10:33) Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y
viéndole, fue movido a misericordia;
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(10:34) Y llegándose, vendó sus heridas, echándo les aceite y vino; y
poniéndole sobre su cabalgadura, llevóle al mesón, y cuidó de él.
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(10:34) y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y
poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.
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(10:35) Y otro día al partir, sacó dos denarios, y diólos al huésped, y
le dijo: Cuídamele; y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva te lo
pagaré.
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(10:35) Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le
dijo: Cuídale por mí; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando
regrese.
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Denario:
Moneda principal de plata del imperio romano, con la imagen del César y
equivalía al salario de un día de un obrero campesino (4 gr de Ag)
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(10:36) ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo de
aquél que cayó en manos de los ladrones?
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(10:36) ¿Quién, por lo tanto, de estos tres te parece que fue el prójimo
del que cayó en manos de los ladrones?
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(10:37) Y él dijo: El que usó con él de misericordia. Entonces Jesús le
dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
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(10:37) El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le
dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
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Jesús visita a Marta y a María
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Jesús visita a Marta y a María
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(10:38) Y aconteció que yendo, entró él en una aldea: y una mujer
llamada Marta, le recibió en su casa.
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(10:38) Sucedió que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer
llamada Marta le recibió en su casa.
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(10:39) Y ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual
sentándose á los pies de Jesús, oía su palabra.
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(10:39) Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose
a los pies de Jesús, oía su palabra.
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Hch 22:3
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(10:40) Empero Marta se distraía en muchos servicios; y sobreviniendo,
dice: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile
pues, que me ayude.
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(10:40) Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose,
dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, por
lo tanto, que me ayude.
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(10:41) Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás,
y con las muchas cosas estás turbada:
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(10:41) Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta,
afanada y turbada estás con muchas cosas.
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(10:42) Empero una cosa es necesaria; y María escogió la buena parte, la
cual no le será quitada.
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(10:42) Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena
parte, la cual no le será quitada.
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Sal 27:4
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