RV
1909
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RVI
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Notas/Ref
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LUCAS
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LUCAS
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Jesús sana al
esclavo de un centurión
(Mt 8:5-13)
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Jesús sana al
esclavo de un centurión
(Mt 8:5-13)
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(7:1) Y COMO
acabó todas sus palabras oyéndole el pueblo, entró en Capernaum.
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(7:1) Después
que hubo terminado todas sus declaraciones al pueblo que le oía, entró en
Capernaum.
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Mt 8:5
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(7:2) Y el siervo de un centurión, al cual tenía él en estima, estaba
enfermo y á punto de morir.
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(7:2) Y el esclavo de un centurión, a quien éste quería mucho, estaba
enfermo y a punto de morir.
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(7:3) Y como oyó hablar de Jesús, envió á él los ancianos de los
Judíos, rogándole que viniese y librase á su siervo.
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(7:3) Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos
de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su esclavo.
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(7:4) Y viniendo ellos á Jesús, rogáronle con diligencia, diciéndole:
Porque es digno de concederle esto;
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(7:4) Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciéndole:
Es digno de que le concedas esto;
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(7:5) Que ama nuestra nación, y él nos edificó una sinagoga.
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(7:5) porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga.
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(7:6) Y Jesús fue con ellos. Mas como ya no estuviesen lejos de su
casa, envió el centurión amigos á él, diciéndole: Señor, no te incomodes, que
no soy digno que entres debajo de mi tejado;
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(7:6) Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la
casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes,
pues no soy digno de que entres bajo mi techo;
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(7:7) Por lo cual ni aun me tuve por digno de venir á ti; mas di la
palabra, y mi siervo será sano.
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(7:7) por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la
palabra, y mi esclavo será sano.
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(7:8) Porque también yo soy hombre puesto en potestad, que tengo
debajo de mí soldados; y digo á éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y á
mi siervo: Haz esto, y lo hace.
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(7:8) Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo
soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene;
y a mi esclavo: Haz esto, y lo hace.
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(7:9) Lo cual oyendo Jesús, se maravilló de él, y vuelto, dijo á las
gentes que le seguían: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
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(7:9) Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la
gente que le seguía: les digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
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(7:10) Y vueltos á casa los que habían sido enviados, hallaron sano al
siervo que había estado enfermo.
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(7:10) Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano
al esclavo que había estado enfermo.
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Jesús resucita al hijo de una viuda
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Jesús resucita al hijo de una viuda
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(7:11) Y aconteció después, que él iba á la ciudad que se llama Naín, é
iban con él muchos de sus discípulos, y gran compañía.
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(7:11) Sucedió después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e
iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.
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(7:12) Y como llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que
sacaban fuera á un difunto, unigénito de su madre, la cual también era viuda:
y había con ella grande compañía de la ciudad.
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(7:12) Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que
llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda;
y había con ella mucha gente de la ciudad.
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(7:13) Y como el Señor la vio, compadecióse de ella, y le dice: No
llores.
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(7:13) Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
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(7:14) Y acercándose, tocó el féretro: y los que lo llevaban, pararon.
Y dice: Mancebo, á ti digo, levántate.
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(7:14) Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se
detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate.
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Hch 9:40
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(7:15) Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó á hablar. Y
dióle á su madre.
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(7:15) Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y
lo dio a su madre.
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(7:16) Y todos tuvieron miedo, y glorificaban á Dios, diciendo: Que un
gran profeta se ha levantado entre nosotros; y que Dios ha visitado á su
pueblo.
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(7:16) Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran
profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.
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Lc 24:19; Jn 4:19
Jn 6:14; 9:17; Lc 1:68
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(7:17) Y salió esta fama de él por toda Judea, y por toda la tierra de
alrededor.
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(7:17) Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región
de alrededor.
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Los mensajeros de
Juan el bautista
(Mt 11:2-19)
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Los mensajeros de
Juan el bautista
(Mt 11:2-19)
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(7:18) Y sus discípulos dieron á Juan las nuevas de todas estas cosas:
y llamó Juan á dos de sus discípulos,
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(7:18) Los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas
cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos,
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Mt 11:2
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(7:19) Y envió á Jesús, diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó
esperaremos á otro?
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(7:19) y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de
venir, o esperaremos a otro?
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(7:20) Y como los hombres vinieron á él, dijeron: Juan el Bautista nos
ha enviado á ti, diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó esperaremos á
otro?
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(7:20) Cuando, por lo tanto, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan
el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de
venir, o esperaremos a otro?
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(7:21) Y en la misma hora sanó á muchos de enfermedades y plagas, y de
espíritus malos; y á muchos ciegos dió la vista.
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(7:21) En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de
espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista.
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(7:22) Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, dad las nuevas á Juan de lo
que habéis visto y oído: que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos
son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, á los pobres es
anunciado el evangelio:
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(7:22) Y respondiendo Jesús, les dijo: Vayan, hagan saber
a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos
son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres
es anunciado el evangelio;
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Is 29:18; 35:5; 61:1
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(7:23) Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí.
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(7:23) y dichoso (afortunado,
bienaventurado) es aquel que no halle tropiezo en mí.
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(7:24) Y como se fueron los mensajeros de Juan, comenzó á hablar de
Juan á las gentes: ¿Qué salisteis á ver al desierto? ¿una caña que es agitada
por el viento?
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(7:24) Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a decir de Juan
a la gente: ¿Qué salieron a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
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Mt 11:7
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(7:25) Mas ¿qué salisteis á ver? ¿un hombre cubierto de vestidos
delicados? He aquí, los que están en vestido precioso, y viven en delicias,
en los palacios de los reyes están.
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(7:25) Mas ¿qué salieron a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras
delicadas? He aquí, los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en
los palacios de los reyes están.
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(7:26) Mas ¿qué salisteis á ver? ¿un profeta? También os digo, y aun
más que profeta.
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(7:26) Mas ¿qué salieron a ver? ¿A un profeta? Sí, les digo, y más que
profeta.
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(7:27) Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero
delante de tu faz, El cual aparejará tu camino delante de ti.
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(7:27) Este es de quien está escrito: He
aquí, envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino
delante de ti.
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Mal 3:1; Mr 1:2
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(7:28) Porque os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor
profeta que Juan el Bautista: mas el más pequeño en el reino de los cielos es
mayor que él.
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(7:28) les digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta
que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que
él.
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(7:29) Y todo el pueblo oyéndole, y los publicanos, justificaron á
Dios, bautizándose con el bautismo de Juan.
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(7:29) Y todo el pueblo y los recaudadores de impuestos (publicanos), cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizándose con el
bautismo de Juan.
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(7:30) Mas los Fariseos y los sabios de la ley, desecharon el consejo
de Dios contra sí mismos, no siendo bautizados de él.
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(7:30) Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los
designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan.
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(7:31) Y dice el Señor: ¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación,
y á qué son semejantes?
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(7:31) [Y dijo el Señor:] ¿A qué, por
lo tanto, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?
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Mt 11:16
[TR]
No
forma parte de los Textos Bizantinos
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(7:32) Semejantes son á los muchachos sentados en la plaza, y que dan
voces los unos á los otros, y dicen: Os tañimos con flautas, y no bailasteis:
os endechamos, y no llorasteis.
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(7:32) Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, que dan voces
unos a otros y dicen: les tocamos flauta, y no bailaron; les endechamos, y no
lloraron.
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(7:33) Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan, ni bebía vino, y
decís: Demonio tiene.
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(7:33) Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y dicen:
Demonio tiene.
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Mt 3:4; Mr 1:6
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(7:34) Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: He aquí un
hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.
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(7:34) Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: Este es un
hombre comilón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos (publicanos) y de pecadores.
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(7:35) Mas la sabiduría es justificada de todos sus hijos.
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(7:35) Mas la sabiduría es justificada por todos sus hijos.
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Jesús en casa del fariseo Simón
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Jesús en casa del fariseo Simón
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(7:36) Y le rogó uno de los Fariseos, que comiese con él. Y entrado en
casa del Fariseo, sentóse á la mesa.
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(7:36) Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo
entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.
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Mt 26:6; Mr 14:3
Jn 11:2; 12:3
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(7:37) Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, como
entendió que estaba á la mesa en casa de aquel Fariseo, trajo un alabastro de
ungüento,
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(7:37) Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que
Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con
perfume;
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(7:38) Y estando detrás á sus pies, comenzó llorando á regar con
lágrimas sus pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus
pies, y los ungía con el ungüento.
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(7:38) y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con
lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los
untaba con el perfume.
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(7:39) Y como vio esto el Fariseo que le había convidado, habló entre
sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que
le toca, que es pecadora.
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(7:39) Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí:
Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le
toca, que es pecadora.
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Lc 15:2
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(7:40) Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que
decirte. Y él dice: Di, Maestro.
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(7:40) Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa
tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.
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(7:41) Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos
denarios, y el otro cincuenta;
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(7:41) Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos
denarios, y el otro cincuenta;
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Denario:
Moneda principal de plata del imperio romano, con la imagen del César y
equivalía al salario de un día de un obrero campesino (4 gr de Ag)
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(7:42) Y no teniendo ellos de qué pagar, perdonó á ambos. Di, pues,
¿cuál de éstos le amará más?
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(7:42) y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, por lo
tanto, ¿cuál de ellos le amará más?
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(7:43) Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquél al cual perdonó
más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
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(7:43) Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más.
Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
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(7:44) Y vuelto á la mujer, dijo á Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu
casa, no diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas,
y los ha limpiado con los cabellos.
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(7:44) Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer?
Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis
pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.
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(7:45) No me diste beso, mas ésta, desde que entré, no ha cesado de
besar mis pies.
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(7:45) No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar
mis pies.
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(7:46) No ungiste mi cabeza con óleo; mas ésta ha ungido con ungüento
mis pies.
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(7:46) No untaste mi cabeza con aceite; mas ésta ha untado con perfume
mis pies.
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(7:47) Por lo cual te digo que sus muchos pecados son perdonados,
porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama.
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(7:47) Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados,
porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
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(7:48) Y á ella dijo: Los pecados te son perdonados.
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(7:48) Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.
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Mt 9:2
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(7:49) Y los que estaban juntamente sentados á la mesa, comenzaron á
decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?
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(7:49) Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a
decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?
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Mt 9:3
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(7:50) Y dijo á la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
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(7:50) Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
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