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RVI

Ministerio APOYO BÍBLICO
 PRESENTA

BIBLIA
REINA VALERA
Independiente

TEXTO ESPAÑOL LATINO
Lenguaje actualizado y armonizado

Texto basado en Reina 1569, Valera 1602, Revisión 1909

NT ajustado a los manuscritos Bizantinos  [ Texto Mayoritario ]

Con las variantes más significativas del Textus Receptus 1551

-          Agregado de sinónimos de palabras claves entre corchetes interpolado

1ª EDICIÓN
© Realizado por la Iglesia en Salta - Argentina

Año 2012

Versión Online

Notas preliminares:

Este trabajo que es la Primera Edición, es el resultado de una labor de un grupo cristiano independiente que no pertenece a ninguna religión o institución religiosa denominacional o ecuménica, ni forma parte de alguna sociedad bíblica.

Este grupo cristiano, libre de doctrinas preconcebidas y de eisegesis religiosas y/o eisegesis teológicas actuales, se ha esforzado desde el año 2004 con un profundo análisis de los idioma bíblicos alcanzar una Biblia en Español latino basado en el texto de Casiodoro Reina y las revisiones propuestas primeramente por Cipriano de Valera y las posteriores hasta la revisión del año 1909.

En esta revisión además de actualizar el vocabulario bíblico al español latino se han agregado sinónimos de palabras claves interpoladas mediante corchetes para acelerar la comprensión en línea de lo que se está leyendo.

Adicionalmente, para el NT se ha provisto de ajustes refinados acercando el texto al griego de la fuente bizantina (Texto Mayoritario), indicando también las variantes más significativas verificadas en el Textus Receptus de Robertus Stephanus 1550.

Es importante también destacar que los revisores de este trabajo NO confían en la actual labor de las sociedades bíblicas, por las tantas evidencias mostradas en su contra acerca de su parcialidad religiosa en la traducción del texto, también por su parcialidad doctrinal, y por sobre todo por su POLÍTICA ECUMÉNICA.

Para saber más: click aquí


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RVI: GENESIS 1 - 12

Referencias para la lectura:

-       Texto actualizado al español latino.
-       Ubicación visual de vocablos claves resaltados en colores.
-       Sinónimos de palabras claves entre corchetes [color bordó]
-       Texto entre comillas y asterisco «expresión»* refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
-       Subtitulado tradicional actualizado

Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.


Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de significados y conceptos.

GÉNESIS

La Creación Universal
(Gn 1:1) En el principio creó [crió: formó, sustenta y mantiene] Dios los cielos y la tierra.

La formación y orden de las cosas
(Gn 1:2) Y la tierra estaba sin formación [desordenada, deformada; (sin sentido)] y vacía, y las tinieblas estaban sobre la superficie [faz] del abismo [profundidad], y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie [faz] de las aguas.

(Gn 1:3) Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

(Gn 1:4) Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.

(Gn 1:5) Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.

(Gn 1:6) Luego dijo Dios: Haya expansión [firmamento] en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.

(Gn 1:7) E hizo Dios el firmamento [expansión], y separó las aguas que estaban debajo del firmamento [expansión], de las aguas que estaban sobre el firmamento [expansión]. Y fue así.

(Gn 1:8) Y llamó Dios al firmamento [expansión] Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.

(Gn 1:9) Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.

(Gn 1:10) Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.

RVI: GENESIS 13 - 23

Referencias para la lectura:

-       Texto actualizado al español latino.
-       Ubicación visual de vocablos claves resaltados en colores.
-       Sinónimos de palabras claves entre corchetes [color bordó]
-       Texto entre comillas y asterisco «expresión»* refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
-       Subtitulado tradicional actualizado

Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.


Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de significados y conceptos.

Lot se separa de Abram
(Gn 13:1) Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot.

(Gn 13:2) Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro.

(Gn 13:3) Y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Betel, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Betel y Hai,

(Gn 13:4) al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová.

(Gn 13:5) También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas.

(Gn 13:6) Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.

(Gn 13:7) Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.

(Gn 13:8) Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.

(Gn 13:9) ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.

(Gn 13:10) Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.

(Gn 13:11) Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.

(Gn 13:12) Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.

(Gn 13:13) Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová enteramente [en gran manera, grandemente].

(Gn 13:14) Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.

RVI: GENESIS 24 - 31

Referencias para la lectura:

-       Texto actualizado al español latino.
-       Ubicación visual de vocablos claves resaltados en colores.
-       Sinónimos de palabras claves entre corchetes [color bordó]
-       Texto entre comillas y asterisco «expresión»* refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
-       Subtitulado tradicional actualizado

Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.


Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de significados y conceptos.

Abraham hace buscar esposa para Isaac
(Gn 24:1) Era Abraham ya viejo, y bien «avanzado en años;»* y Jehová había bendecido a Abraham en todo.

(Gn 24:2) Y dijo Abraham a un esclavo [siervo, sirviente] suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,

(Gn 24:3) y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito;

(Gn 24:4) sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.

(Gn 24:5) El esclavo [siervo, sirviente] le respondió: Quizá la mujer no querrá venir detrás de mí a esta tierra. ¿«Volveré,»* pues, tu hijo a la tierra de «donde»* saliste?

(Gn 24:6) Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.

(Gn 24:7) Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel «delante de ti,»* y tú traerás de allá mujer para mi hijo.

(Gn 24:8) Y si la mujer no quisiere venir detrás de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo.

(Gn 24:9) Entonces el esclavo [siervo, sirviente] puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.

(Gn 24:10) Y el esclavo [siervo, sirviente] tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, «tomando»* toda clase de «regalos escogidos de»* su señor; y «puesto en camino,»* llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.

(Gn 24:11) E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las «doncellas por agua.»*

(Gn 24:12) Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, «te ruego,»* «el tener»* hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.

(Gn 24:13) He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen «por»* agua.

(Gn 24:14) Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, «te ruego,»* para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu esclavo [siervo, sirviente] Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.

(Gn 24:15) Y sucedió que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.

(Gn 24:16) Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.

(Gn 24:17) Entonces el esclavo [siervo, sirviente] corrió «hacia ella,»* y dijo: «Te ruego»* «que me des a beber»* un poco de agua de tu cántaro.

(Gn 24:18) Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.

(Gn 24:19) Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.

(Gn 24:20) Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.

(Gn 24:21) Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.

(Gn 24:22) Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez,

(Gn 24:23) y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos?

(Gn 24:24) Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor.

(Gn 24:25) Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.

(Gn 24:26) El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová,

(Gn 24:27) y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo.

(Gn 24:28) Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.

(Gn 24:29) Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.

(Gn 24:30) Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente.

(Gn 24:31) Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué «estás fuera?»* He preparado la casa, y el lugar para los camellos.

(Gn 24:32) Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él venían.

(Gn 24:33) Y «le»* pusieron «delante»* qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.

(Gn 24:34) Entonces dijo: Yo soy esclavo [siervo, sirviente] de Abraham.

(Gn 24:35) Y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, esclavos [siervos, sirvientes] y siervas, camellos y asnos.

(Gn 24:36) Y Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo «cuanto tiene.»*

(Gn 24:37) Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;

(Gn 24:38) «sino que»* irás a la casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo.

(Gn 24:39) Y yo dije: Quizá la mujer no querrá seguirme.

(Gn 24:40) Entonces él me respondió: Jehová, «en»* cuya «presencia»* he andado, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre.

(Gn 24:41) Entonces serás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento.

(Gn 24:42) Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si «»* prosperas ahora mi camino por el cual ando,

(Gn 24:43) he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere «por agua,»* a la cual dijere: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro,

(Gn 24:44) y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor.

(Gn 24:45) Antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des de beber.

(Gn 24:46) Y bajó prontamente su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré de beber. Y bebí, y dio también de beber a mis camellos.

(Gn 24:47) Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel hijo de Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente en su nariz, y brazaletes en sus brazos;

(Gn 24:48) y me incliné y adoré a Jehová, y bendije a Jehová Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.

(Gn 24:49) Ahora, pues, si «ustedes»* hacen misericordia y verdad con mi señor, declárenmelo; y si no, declárenmelo; y me iré a la diestra o a la siniestra.

(Gn 24:50) Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno.

(Gn 24:51) He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová.

(Gn 24:52) Cuando el esclavo [siervo, sirviente] de Abraham oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante Jehová.

(Gn 24:53) Y sacó el esclavo [siervo, sirviente] alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.

(Gn 24:54) Y comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana, dijo: Envíenme a mi señor.

(Gn 24:55) Entonces respondieron su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros «a lo menos diez días,»* y «después»* irá.

(Gn 24:56) Y él les dijo: No me detengan, ya que Jehová ha prosperado mi camino; despáchenme para que me vaya a mi señor.

(Gn 24:57) Ellos respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle. 

(Gn 24:58) Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré.

(Gn 24:59) Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al esclavo [siervo, sirviente] de Abraham y a sus hombres.

(Gn 24:60) Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y posean tus descendientes la puerta de sus enemigos.

(Gn 24:61) Entonces se levantó Rebeca y sus doncellas, y montaron en los camellos, y siguieron al hombre; y el esclavo [siervo, sirviente] tomó a Rebeca, y se fue.

(Gn 24:62) Y venía Isaac del pozo del Viviente que me ve; porque él habitaba en el Neguev.

(Gn 24:63) Y había salido Isaac a meditar al campo, «a la hora de»* la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.

(Gn 24:64) Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello;

(Gn 24:65) porque había preguntado al esclavo [siervo, sirviente]: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia «nosotros?»* Y el esclavo [siervo, sirviente] había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.

(Gn 24:66) Entonces el esclavo [siervo, sirviente] contó a Isaac todo lo que había hecho.

(Gn 24:67) Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre.

Los descendientes de Abraham y Cetura
(1 Cr 1:32-33)
(Gn 25:1) Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre era Cetura,

(Gn 25:2) la cual le dio a luz a Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa.

(Gn 25:3) Y Jocsán engendró a Seba y a Dedán; e hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim.

(Gn 25:4) E hijos de Madián: Efa, Efer, Hanoc, Abida y Elda. Todos estos fueron hijos de Cetura.

(Gn 25:5) Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac.

(Gn 25:6) Pero a los hijos de sus concubinas dio Abraham dones, y los envió «lejos de»* Isaac su hijo, mientras él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental.

Muerte y sepultura de Abraham
(Gn 25:7) Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años.

(Gn 25:8) Y «exhaló el espíritu,»* y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo.

(Gn 25:9) Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad [posesión territorial] de Efrón hijo de Zohar heteo, que está enfrente de Mamre,

(Gn 25:10) heredad [posesión territorial] que compró Abraham de los hijos de Het; allí fue sepultado Abraham, y Sara su mujer.

(Gn 25:11) Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente que me ve.

Los descendientes de Ismael
(1Cr1:28-31)
(Gn 25:12) Estos son los descendientes de Ismael hijo de Abraham, a quien le dio a luz Agar egipcia, sierva de Sara;

(Gn 25:13) estos, pues, son los nombres de los hijos de Ismael, nombrados en el orden de su nacimiento: El primogénito de Ismael, Nebaiot; luego Cedar, Adbeel, Mibsam,

(Gn 25:14) Misma, Duma, Massa,

(Gn 25:15) Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedema.

(Gn 25:16) Estos son los hijos de Ismael, y estos sus nombres, por sus villas y por sus campamentos; doce príncipes por sus familias.

(Gn 25:17) Y estos fueron los años de la vida de Ismael, ciento treinta y siete años; y «exhaló el espíritu»* Ismael, y murió, y fue unido a su pueblo.

(Gn 25:18) Y habitaron desde Havila hasta Shur, que está «enfrente de»* Egipto viniendo a Asiria; y murió «en presencia de»* todos sus hermanos.

Nacimiento de Jacob y Esaú
(Gn 25:19) Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac,

(Gn 25:20) y era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel arameo de Padanaram, hermana de Labán arameo.

(Gn 25:21) Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer.

(Gn 25:22) Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová;

(Gn 25:23) y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor.

(Gn 25:24) Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre.

(Gn 25:25) Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú.

(Gn 25:26) Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac «de edad de»* sesenta años cuando ella los dio a luz.

Esaú vende su primogenitura
(Gn 25:27) Y crecieron los niños, y Esaú fue «diestro»* en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas.

(Gn 25:28) Y amó Isaac a Esaú, porque «comía de su caza;»* mas Rebeca amaba a Jacob.

(Gn 25:29) Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,

(Gn 25:30) dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.

(Gn 25:31) Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.

(Gn 25:32) Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?

(Gn 25:33) Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.

(Gn 25:34) Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.

Isaac en Gerar
(Gn 26:1) Después hubo hambre en la tierra, «además de»* la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar.

(Gn 26:2) Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.

(Gn 26:3) Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.

(Gn 26:4) Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,

(Gn 26:5) por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.

(Gn 26:6) Habitó, pues, Isaac en Gerar.

(Gn 26:7) Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; «pensando que»* tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.

(Gn 26:8) Sucedió que «después que él estuvo»* allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer.

(Gn 26:9) Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.

(Gn 26:10) Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado.

(Gn 26:11) Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá.

(Gn 26:12) Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año «ciento por uno;»* y le bendijo Jehová.

(Gn 26:13) El varón se enriqueció, y «fue prosperado,»* y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.

(Gn 26:14) Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia.

(Gn 26:15) Y todos los pozos que habían abierto los esclavos [siervos, sirvientes] de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra.

(Gn 26:16) Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.

(Gn 26:17) E Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Gerar, y habitó allí.

(Gn 26:18) Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.

(Gn 26:19) Pero cuando los esclavos [siervos, sirvientes] de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas,

(Gn 26:20) los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él.

(Gn 26:21) Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna.

(Gn 26:22) Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot, y dijo: Porque ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra.

(Gn 26:23) Y de allí subió a Beerseba.

(Gn 26:24) Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi esclavo [siervo, sirviente].

(Gn 26:25) Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los esclavos [siervos, sirvientes] de Isaac un pozo.

(Gn 26:26) Y Abimelec vino a él desde Gerar, y Ahuzat, amigo suyo, y Ficol, capitán de su ejército.

(Gn 26:27) Y les dijo Isaac: ¿Por qué vienen a mí, pues que me han aborrecido, y me echaron de entre ustedes?

(Gn 26:28) Y ellos respondieron: «Hemos visto»* que Jehová está contigo; y dijimos: Haya ahora juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y haremos pacto [alianza, convenio, acuerdo] contigo,

(Gn 26:29) que no nos hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz; tú eres ahora bendito de Jehová.

(Gn 26:30) Entonces él les hizo banquete, y comieron y bebieron.

(Gn 26:31) Y se levantaron de madrugada, y juraron «el uno»* al «otro;»* e Isaac los despidió, y ellos se despidieron de él en paz.

(Gn 26:32) En aquel día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y le dieron nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Hemos hallado agua.

(Gn 26:33) Y lo llamó Seba; «por esta causa»* el nombre de aquella ciudad es Beerseba hasta este día.

(Gn 26:34) Y cuando Esaú era de cuarenta años, tomó por mujer a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo;

(Gn 26:35) y fueron amargura de espíritu para Isaac y para Rebeca.

Jacob obtiene la bendición de Isaac
(Gn 27:1) Sucedió que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí.

(Gn 27:2) Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.

(Gn 27:3) Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza;

(Gn 27:4) y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que «yo»* te bendiga antes que muera.

(Gn 27:5) Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo; y se fue Esaú al campo para buscar la caza que había de traer.

(Gn 27:6) Entonces Rebeca habló a Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo:

(Gn 27:7) Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera.

(Gn 27:8) Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando.

(Gn 27:9) Ve ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta;

(Gn 27:10) y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte.

(Gn 27:11) Y Jacob dijo a Rebeca su madre: He aquí, Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño.

(Gn 27:12) Quizá me palpará mi padre, y «me tendrá»* por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición.

(Gn 27:13) Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y ve y tráemelos.

(Gn 27:14) Entonces él fue y los tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo guisados, como a su padre le gustaba.

(Gn 27:15) Y tomó Rebeca los vestidos de Esaú su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y vistió a Jacob su hijo menor;

(Gn 27:16) y cubrió sus manos y la parte de su cuello donde no tenía vello, con las pieles de los cabritos;

(Gn 27:17) y entregó los guisados y el pan que había preparado, en manos de Jacob su hijo.

(Gn 27:18) Entonces éste fue a su padre y dijo: Padre mío. E Isaac respondió: Heme aquí; ¿quién eres, hijo mío?

(Gn 27:19) Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas.

(Gn 27:20) Entonces Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque Jehová tu Dios «hizo que la encontrase»* delante de mí.

(Gn 27:21) E Isaac dijo a Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o no.

(Gn 27:22) Y se acercó Jacob a su padre Isaac, quien le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, pero las manos, las manos de Esaú.

(Gn 27:23) Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo.

(Gn 27:24) Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y Jacob respondió: Yo soy.

(Gn 27:25) Dijo también: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que «yo»* te bendiga; y Jacob se la acercó, e Isaac comió; le trajo también vino, y bebió.

(Gn 27:26) Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío.

(Gn 27:27) Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo: Mira, el olor de mi hijo, Como el olor del campo que Jehová ha bendecido;

(Gn 27:28) Dios, pues, te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de trigo y de mosto.

(Gn 27:29) Te sirvan pueblos, Y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos, Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te bendijeren.

(Gn 27:30) Y sucedió, luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano volvió de cazar.

(Gn 27:31) E hizo él también guisados, y trajo a su padre, y le dijo: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga.

(Gn 27:32) Entonces Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él le dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú.

(Gn 27:33) Y se estremeció Isaac grandemente, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio, y comí de todo antes que tú vinieses? Yo le bendije, y será bendito.

(Gn 27:34) Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío.

(Gn 27:35) Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición.

(Gn 27:36) Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí?

(Gn 27:37) Isaac respondió y dijo a Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por esclavos [siervos, sirvientes] a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto; ¿qué, pues, te haré a ti ahora, hijo mío?

(Gn 27:38) Y Esaú respondió a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró.

(Gn 27:39) Entonces Isaac su padre habló y le dijo: He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, Y del rocío de los cielos de arriba;

(Gn 27:40) Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; Y sucederá cuando te fortalezcas, Que descargarás su yugo de tu cerviz.

Jacob huye de Esaú
(Gn 27:41) Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob.

(Gn 27:42) Y fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor; y ella envió y llamó a Jacob su hijo menor, y le dijo: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte.

(Gn 27:43) Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Labán mi hermano en Harán,

(Gn 27:44) y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue;

(Gn 27:45) hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que le has hecho; yo enviaré entonces, y te traeré de allá. ¿Por qué seré privada de ustedes ambos en un día?

(Gn 27:46) Y dijo Rebeca a Isaac: Fastidio tengo de mi vida, a «causa de»* las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué «quiero»* la vida?

(Gn 28:1) Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán.

(Gn 28:2) Levántate, ve a Padanaram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre.

(Gn 28:3) Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos;

(Gn 28:4) y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham.

(Gn 28:5) Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padanaram, a Labán hijo de Betuel arameo, hermano de Rebeca madre de Jacob y de Esaú.

(Gn 28:6) Y vio Esaú cómo Isaac había bendecido a Jacob, y le había enviado a Padanaram, para tomar para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado diciendo: No tomarás mujer de las hijas de Canaán;

(Gn 28:7) y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padanaram.

(Gn 28:8) Vio asimismo Esaú que las hijas de Canaán «parecían»* mal a Isaac su padre;

(Gn 28:9) y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer a Mahalat, hija de Ismael hijo de Abraham, hermana de Nebaiot, además de sus otras mujeres.

Dios se aparece a Jacob en Bet-el
(Gn 28:10) Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán.

(Gn 28:11) Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol «se había puesto;»* y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.

(Gn 28:12) Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.

(Gn 28:13) Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.

(Gn 28:14) Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.

(Gn 28:15) He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.

(Gn 28:16) Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía.

(Gn 28:17) Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.

(Gn 28:18) Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite «encima de ella.»*

(Gn 28:19) Y llamó el nombre de aquel lugar Betel, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero.

(Gn 28:20) E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,

(Gn 28:21) y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.

(Gn 28:22) Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.

Jacob sirve a Labán por Raquel y Lea
(Gn 29:1) «Siguió»* luego Jacob «su camino,»* y fue a la tierra de «los orientales.»*

(Gn 29:2) Y miró, y vio un pozo en el campo; y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían «cerca de él,»* porque de aquel pozo abrevaban los ganados; y había una gran piedra sobre la boca del pozo.

(Gn 29:3) Y juntaban allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de la boca del pozo, y abrevaban las ovejas, y volvían la piedra sobre la boca del pozo a su lugar.

(Gn 29:4) Y les dijo Jacob: Hermanos míos, ¿de dónde «son?»* Y ellos respondieron: De Harán «somos.»*

(Gn 29:5) El les dijo: ¿Conocen a Labán hijo de Nacor? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos.

(Gn 29:6) Y él les dijo: «¿Está bien ?»* Y ellos dijeron: Bien, y he aquí Raquel su hija viene con las ovejas.

(Gn 29:7) Y él dijo: He aquí es aún «muy de día;»* no es tiempo todavía de recoger el ganado; abreven las ovejas, y vayan a apacentarlas.

(Gn 29:8) Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños, y remuevan la piedra de la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas.

(Gn 29:9) Mientras él aún hablaba con ellos, Raquel vino con el rebaño de su padre, porque ella era la pastora.

(Gn 29:10) Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán hermano de su madre, y las ovejas de Labán el hermano de su madre, se acercó Jacob y removió la piedra de la boca del pozo, y abrevó el rebaño de Labán hermano de su madre.

(Gn 29:11) Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró.

(Gn 29:12) Y Jacob dijo a Raquel que él era hermano de su padre, y que era hijo de Rebeca; y ella corrió, y «dio las nuevas»* a su padre.

(Gn 29:13) Así que oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo abrazó, lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Labán todas estas cosas.

(Gn 29:14) Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él «durante un mes.»*

(Gn 29:15) Entonces dijo Labán a Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me servirás de balde? Dime cuál será tu salario.

(Gn 29:16) Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel.

(Gn 29:17) Y los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de lindo semblante y de hermoso parecer.

(Gn 29:18) Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor.

(Gn 29:19) Y Labán respondió: Mejor es que te la dé a ti, y no que la dé a otro hombre; quédate conmigo.

(Gn 29:20) Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y «le parecieron»* como pocos días, porque la amaba.

(Gn 29:21) Entonces dijo Jacob a Labán: Dame mi mujer, porque mi «tiempo»* se ha cumplido, para unirme a ella.

(Gn 29:22) Entonces Labán juntó a todos los varones de aquel lugar, e hizo banquete.

(Gn 29:23) Y sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, y se la trajo; y él se llegó a ella.

(Gn 29:24) Y dio Labán su sierva Zilpa a su hija Lea por criada.

(Gn 29:25) Venida la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?

(Gn 29:26) Y Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor.

(Gn 29:27) Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hagas conmigo otros siete años.

(Gn 29:28) E hizo Jacob así, y cumplió la semana de aquélla; y él le dio a Raquel su hija por mujer.

(Gn 29:29) Y dio Labán a Raquel su hija su sierva Bilha por criada.

(Gn 29:30) Y se llegó también a Raquel, y la amó también más que a Lea; y sirvió a Labán aún otros siete años.

Los hijos de Jacob
(Gn 29:31) Y vio Jehová que Lea era despreciada, y «le dio hijos;»* pero Raquel era estéril.

(Gn 29:32) Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha visto Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido.

(Gn 29:33) Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era despreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón.

(Gn 29:34) Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví.

(Gn 29:35) Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz.

(Gn 30:1) Viendo Raquel que no «daba hijos»* a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero.

(Gn 30:2) Y Jacob «se enojó»* contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

(Gn 30:3) Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella.

(Gn 30:4) Así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella.

(Gn 30:5) Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob.

(Gn 30:6) Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan.

(Gn 30:7) Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob.

(Gn 30:8) Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí.

(Gn 30:9) Viendo, pues, Lea, que había dejado de dar a luz, tomó a Zilpa su sierva, y la dio a Jacob por mujer.

(Gn 30:10) Y Zilpa sierva de Lea dio a luz un hijo a Jacob.

(Gn 30:11) Y dijo Lea: Vino la ventura; y llamó su nombre Gad.

(Gn 30:12) Luego Zilpa la sierva de Lea dio a luz otro hijo a Jacob.

(Gn 30:13) Y dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Aser.

(Gn 30:14) Fue Rubén en «tiempo de»* la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.

(Gn 30:15) Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.

(Gn 30:16) Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea «a él,»* y le dijo: Llégate a mí, porque «de hecho»* te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche.

(Gn 30:17) Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob.

(Gn 30:18) Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar.

(Gn 30:19) Después concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob.

(Gn 30:20) Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote; ahora morará conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zabulón.

(Gn 30:21) Después dio a luz una hija, y llamó su nombre Dina.

(Gn 30:22) Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y «le concedió hijos.»*

(Gn 30:23) Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta;

(Gn 30:24) y llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo.

Tretas de Jacob y Labán
(Gn 30:25) Sucedió cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra.

(Gn 30:26) Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho.

(Gn 30:27) Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa.

(Gn 30:28) Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré.

(Gn 30:29) Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo.

(Gn 30:30) Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te ha bendecido con mi «llegada;»* y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa?

(Gn 30:31) Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas.

(Gn 30:32) Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario.

(Gn 30:33) Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto [robo].

(Gn 30:34) Dijo entonces Labán: Mira, sea como «tú dices.»*

(Gn 30:35) Y Labán apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos.

(Gn 30:36) Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán.

(Gn 30:37) Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.

(Gn 30:38) Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber.

(Gn 30:39) Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y «salpicados de»* diversos «colores.»*

(Gn 30:40) Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Labán.

(Gn 30:41) Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas «delante de»* las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas.

(Gn 30:42) Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las más fuertes para Jacob.

(Gn 30:43) Y se enriqueció el varón «muchísimo,»* y «tuvo»* muchas ovejas, y siervas y esclavos [siervos, sirvientes], y camellos y asnos.

(Gn 31:1) Y oía Jacob las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza.

(Gn 31:2) Miraba también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como «había sido antes.»*

(Gn 31:3) También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo.

(Gn 31:4) Envió, pues, Jacob, y llamó a Raquel y a Lea al campo donde estaban sus ovejas,

(Gn 31:5) y les dijo: Veo que el semblante de su [ustedes] padre no es para conmigo como «era antes;»* mas el Dios de mi padre ha estado conmigo.

(Gn 31:6) Ustedes saben que con todas mis fuerzas he servido a su [de usted] padre;

(Gn 31:7) y su [de usted] padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal.

(Gn 31:8) Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados.

(Gn 31:9) Así quitó Dios el ganado de su [ustedes] padre, y me lo dio a mí.

(Gn 31:10) Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados.

(Gn 31:11) Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí.

(Gn 31:12) Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho.

(Gn 31:13) Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento.

(Gn 31:14) Respondieron Raquel y Lea, y le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad [posesión territorial] en la casa de nuestro padre?

(Gn 31:15) ¿No «nos tiene»* ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun «se ha comido del todo»* nuestro precio?

(Gn 31:16) Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.

Jacob huye de Labán
(Gn 31:17) Entonces se levantó Jacob, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos,

(Gn 31:18) y puso en camino todo su ganado, y todo cuanto había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padanaram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán.

(Gn 31:19) Pero Labán había ido a trasquilar sus ovejas; y Raquel hurtó [robó] los ídolos de su padre.

(Gn 31:20) Y Jacob «engañó a»* Labán arameo, no haciéndole saber que se iba.

(Gn 31:21) Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Eufrates, y se dirigió al monte de Galaad.

(Gn 31:22) Y al tercer día fue dicho a Labán que Jacob había huido.

(Gn 31:23) Entonces Labán tomó a sus parientes consigo, y fue tras Jacob camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Galaad.

(Gn 31:24) Y vino Dios a Labán arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob «descomedidamente.»*

(Gn 31:25) Alcanzó, pues, Labán a Jacob; y éste había fijado su tienda en el monte; y Labán acampó con sus parientes en el monte de Galaad.

(Gn 31:26) Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que «me engañaste,»* y has traído a mis hijas como «prisioneras de guerra?»*

(Gn 31:27) ¿Por qué te escondiste para huir, y «me engañaste,»* y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa?

(Gn 31:28) Pues ni aun me dejaste besar a mis hijos y mis hijas. Ahora, locamente has hecho.

(Gn 31:29) «Poder»* hay en mi mano para hacerles mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Jacob «descomedidamente.»*

(Gn 31:30) Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste [robaste] mis dioses?

(Gn 31:31) Respondió Jacob y dijo a Labán: Porque tuve miedo; pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas.

(Gn 31:32) Aquel en cuyo poder hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado [robado].

(Gn 31:33) Entró Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló; y salió de la tienda de Lea, y entró en la tienda de Raquel.

(Gn 31:34) Pero tomó Raquel los ídolos y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán en toda la tienda, y no los halló.

(Gn 31:35) Y ella dijo a su padre: No «se enoje»* mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos.

(Gn 31:36) Entonces Jacob «se enojó,»* y riñó con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Qué transgresión es la mía? ¿Cuál es mi pecado, para que «con»* tanto «ardor hayas venido»* en «mi persecución?»*

(Gn 31:37) Pues que has buscado en todas mis cosas, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y de los tuyos, y juzguen entre nosotros.

(Gn 31:38) Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas.

(Gn 31:39) Nunca te traje «lo arrebatado por las fieras:»* yo «pagaba el daño;»* lo hurtado [robado] así de día como de noche, a mí me lo cobrabas.

(Gn 31:40) De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos.

(Gn 31:41) Así «he estado»* veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.

(Gn 31:42) Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, «de cierto»* me enviarías ahora «con las manos vacías;»* pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.

(Gn 31:43) Respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío: ¿y qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas han dado a luz?

(Gn 31:44) Ven, pues, ahora, y hagamos pacto [alianza, convenio, acuerdo] y yo, y sea por testimonio «entre nosotros dos.»*

(Gn 31:45) Entonces Jacob tomó una piedra, y la levantó por señal.

(Gn 31:46) Y dijo Jacob a sus hermanos: Recojan piedras. Y tomaron piedras e hicieron un majano, y comieron allí sobre aquel majano.

(Gn 31:47) Y lo llamó Labán, Jegar Sahaduta; y lo llamó Jacob, Galaad.

(Gn 31:48) Porque Labán dijo: Este majano es testigo hoy «entre nosotros dos;»* por eso fue llamado su nombre Galaad;

(Gn 31:49) y Mizpa, por cuanto dijo: Atalaye Jehová entre tú y yo, cuando nos apartemos «el uno del otro.»*

(Gn 31:50) Si afligieres a mis hijas, o si tomares otras mujeres además de mis hijas, nadie está con nosotros; mira, Dios es testigo «entre nosotros dos.»*

(Gn 31:51) Dijo más Labán a Jacob: He aquí este majano, y he aquí esta señal, que he erigido entre tú y yo.

(Gn 31:52) Testigo sea este majano, y testigo sea esta señal, que ni yo pasaré de este majano contra ti, ni tú pasarás de este majano ni de esta señal contra mí, para mal.

(Gn 31:53) El Dios de Abraham y el Dios de Nacor juzgue entre nosotros, el Dios de sus padres. Y Jacob juró «por aquel a quien temía»* Isaac su padre.

(Gn 31:54) Entonces Jacob inmoló víctimas en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan; y comieron pan, y «durmieron aquella noche»* en el monte.

(Gn 31:55) Y se levantó Labán de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo; y regresó y se volvió a su lugar.

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